—¡Rayito! —exclamó Azura envolviéndolo con sus pequeños brazos, como si fuera un enorme oso de felpa, solo a ella le permitía llamarlo así.
Una vez una chica que se tiró en los vestidores de mujeres en el área de gimnasia, tuvo el descaro de llamarlo así mientras se lo hacía por atrás, lo siguiente que sucedió fue que le hizo la vida imposible, haciendo que la chica terminara por pedir un cambio de plantel con urgencia.
Ese era el Rayan que todos obtenían, menos Azura, con ella era un príncipe, todo lo que ella necesitara.
—No, que va —Azura se alejó para volver a su asiento, lo que provocó un ligero escalofrío en su cuerpo al sentir que el calor de ella lo había abandonado—. Tomamos algo en un bar antes de venir.
Ante tal comentario, Rayan no pudo evitar lanzarle dagas de fuego por los ojos a Eithan, quien a su vez se encogió ligeramente de hombros, rodando un vaso lleno de Whisky en las rocas.
—Fue idea de ella —señaló a Aura.
Entonces su sonrisa interna desapareció, sabía lo que hacía Eithan cuando una chica estaba borracha, ese era su modo de llevarlas a la cama, nunca las obligaba a nada en contra de su voluntad, pero si las orillaba a hacerlo, el punto era que desde que salía con Azura, estaba seguro que su miembro no ha tenido acción, más que con su mano, por lo que dedujo que estaba cansándose de toda esa m****a de andar con ella a mano sudada.
—Eh, ya estoy grande, sé cuidarme sola —Azura hizo un mohín con sus ojos de muñeca color avellana.
Rayan contempló su insolencia robándole una mirada sutil y después sonrió, era cuestión de tiempo para que su primo se aburriera.
—No lo dudo, si alguien te toca está muerto —sentenció con seguridad Rayan.
—¡Ves, por eso te amo! —chilló Aura volviéndolo a abrazar y esta vez se permitió inspirar su olor a fresas, rodeó su cintura con un brazo atrayéndola a su cuerpo y lanzándole con la mirada una última advertencia a Eithan.
—Bien, tengo que irme, no olvides aplicar todo lo que te he enseñado si un imbécil te pone una mano encima, no importa si incluso se trata de Eithan, hazle lo que te enseñé —le dio un beso en la coronilla y después se dirigió a su primo—. Cuídala, pedazo de m****a, le pasa algo y te mato sin importar que seas familia.
—Claro, ella está segura conmigo —Eithan sonrió con suficiencia—. No olvides que es mi chica.
Rayan frunció el ceño, el tono de su primo en sus últimas palabras estaba cargado de orgullo y odio, como si le gustara restregarle que Azura era de él. Pero olvidaba que era gracias a Rayan.
—¿Vas a hacerlo con Daria? —un sentimiento de angustia nació en los ojos de su amiga, lo que le hizo fruncir el ceño.
—¿Desde cuándo te importa qué cosa pruebo? —Rayan levantó una ceja lleno de diversión.
—Patán, lo vas a hacer —Azura sonrió con una mirada agridulce.
—Princesa.
—Sigues siendo mi idiota favorito —ella le revolvió el cabello como siempre hacía.
—Y tú siempre serás mi pequeña muñeca de porcelana, cuídate —Rayan observa la hora que marca su teléfono móvil y después lo mete en uno de los bolsillos de sus jeans desgastados—. Te quiero en la cama a las doce.
—Vivo al lado ¿recuerdas? —Pone los ojos en blanco—. Y no eres mi papá.
—A las doce, dije —Rayan se alejó dejando a su mejor amiga atrás.
Lo que menos necesitaba en ese momento era tener que lidiar con las mierdas de su amiga, cundo su polla palpitaba por un buen cuerpo. Requería fumar un poco de hierba, y encontrar después de Daria, a alguna zorra de la escuela para sacar sus frustraciones… o tal vez fumar un poco de hierba mientras folla a las dos para sacar sus frustraciones, río ante la idea, en especial por Daria se moriría si se lo propone, ella pensaba que él le pertenecía.
Cuando entró a la habitación de huéspedes y a la que nadie tenía acceso de entrar, Daria apareció desnuda ante él, abierta de piernas esperando por su gran miembro, ella era hermosa, su cuerpo operado, pero poseía una belleza salvaje que le hizo ganar el título de su zorra personal, era cara, toda una Barbie, hacía un buen trabajo y cabalgaba como una ama del desierto. Pero eso no le quita lo arpía y manipuladora que era.
Siempre lo jodía con cosas como que podría llegar a ser un buen dentista, perfecto detrás de un escritorio o alguna m****a por el estilo. El problema era que Rayan no era el tío bueno que pensaba jugar a la casita y tener una familia, no, él era el chico malo y sexy, controlador y lleno de rabia que le mostraba al mundo que él estaba al mando, el que quería ser fotógrafo y hacerlo por todos lados, ese era él, quien lastimaba a las chicas y las botaba como b****a cuando intentaban cambiarlo o dominarlo.
Era un hijo de perra a su edad, pero un príncipe y ángel guardián para la única chica que se lo merecía; Azura.
—Estás pensando en ella —Daria cierra las piernas y se incorpora de la cama.
—¿Qué? —cuestiona con incredulidad.
—¿Crees que no lo sé? —su tono comenzó a cabrearlo—. Siempre que piensas en ella pones esa cara de cachorro, pero conmigo pones esa cara de póker, como si solo te importara follarme. ¿Acaso no me he ganado un poco de tu cariño o respeto? Después de estar follando por tres jodidos años.
Rayan se quedó en estado vegetativo y después soltó una carcajada que hizo que Daria se estremeciera.
—¿Todo esto es por los celos que sientes de Azura? —Rayan comenzó a acercarse a ella—. O porque sabes que no soy ni seré exclusivo de nadie.
—Todo esto es por ella.
Rayan pasa su mano detrás de su nuca y enredando sus dedos en su cabello, ejerce fuerza y la acerca a su rostro.
—No la metas en esto, Azura no tiene nada que ver con que sea un hijo de puta con todas las zorras, incluyéndote cariño, ella es como mi hermana menor, pero si lo quieres saber de mi boca, sí —escupe Rayan con furia—. Puedo y soy un maldito cabrón con todas las mujeres, pero para ella siempre seré su príncipe de armadura plateada, su jodido caballero, su amigo, su confidente, su hermano, siempre voy a estar para ella cuando me necesite, y seré lo que ella necesite.
—A las hermanas no se les desea como tú la deseas a ella —Daria replicó con un tono de desesperación, perdiendo un poco la paciencia.
M****a.
Rayan la liberó de su agarre y la aventó sobre la cama, con el ceño fruncido se quitó la playera oscura que traía puesta, lo que hizo que las comisuras de los labios de Daria se elevaran en dirección al cielo, remojándose con la lengua y saboreando su triunfo. —Uno de estos días voy a estrangularte por ser tan perra —los ojos de Rayan se dilatan con furia al pensar en Azura desnuda, en la misma posición en la que se encontraba Daria, abierta de piernas, esperando a recibirlo todo de él. Tenía razón, la deseaba, pero no iba a permitir que su pene disparara a aquella dirección, ella era todo su mundo, su puto corazón, y si intentaba algo con ella solo la embarraría de mierda, Azura no era como las zorras con l
Y así era, Azura le confesaba todo, no había secreto que ella tuviera y que él no supiera, era su confidente, su cómplice, su puto amo.—No estoy para juegos, habla —el grito hizo que Daria diera un respingo.—Nada, pues que hoy es la noche, Eithan me contó todo, no olvides que es mi amigo y…—¡¿Qué noche?! —estalló Rayan—. ¡Habla, maldita sea, o juro que te arranco la lengua y no podrás lamer mi miembro nunca más!El enfado de Rayan iba subiendo a niveles inimaginables.—¡No me grites, hijo de perra! —Daria se dirigió a la puerta y toc
AZURADos semanas después…La alarma de mi despertador hace que abra los ojos de golpe, giro mi cabeza para verificar la hora y caigo en cuenta de que son las seis de la mañana, levantarme tan temprano un domingo, no era mi idea favorita, pero desde aquel incidente en la casa de Rayan, mi mejor amigo me ha impuesto un castigo, y es correr todos los días durante un mes con él, según sus nervios, eso calmara mi ansiedad sexual.—Ni de coña —frunzo el ceño y vuelvo a cubrirme con la sábana, mis padres nunca estaban en casa, eran abogados y por lo general se la pasaban metidos hasta el cuello en sus casos, o viajando por trabajo, así que no había por qué levantarme temp
Me puse un lápiz labial color cereza, máscara de pestañas, e intenté arreglar mi cabello lo mejor que pude.—Te van las putas, como Daria —sonreí al ver un atisbo de felicidad en la pequeña mueca que se asomó por la orilla de sus labios.—Touché —silbó—. Que te puedo decir, todo lo que tengo que hacer es tronar los dedos para que una chica ansiosa aparezca a mi lado o salte a mi regazo.—O le metas la lengua hasta la garganta —hice una mueca de silencio que intenté ocultar bajo la sutil indiferencia, aunque en el fondo me quemaba.—Soy el galán del campus, ellas me adoran —Rayan encogió los hombros
RAYANTenía que controlarme, siempre he sabido que si se trata de Azura, me convierto en un jodido padre controlador, la deseaba desde que la vi desnuda por primera vez a los dieciséis años, pero había sabido mantenerme a raya, incluso permití que el maricón de mi primo Eithan saliera con ella bajo amenazas que estaría muy feliz de cumplir, hasta ahora, saber que Azura estaba tan decidida de acostarse con el gilipollas de Eithan, hacía que la sangre me hirviera, así que si quería jugar, lo haríamos.Me sentó mal lo que hice, enviarla a la casa de mi puto primo solo para que viera que no es el mejor novio del mundo, había sido una idea fenomenal, hasta que se me olvidó reparar en el corazón roto que vagarí
AZURALa cabeza me da vueltas, y mi mente me traiciona al momento en el decide que es buena idea repasarme las imágenes de Eithan follando con Daria. Algunas chicas de la clase de gimnasia habían comentado en los baños que una de ellas solía tener una aventura con él, mientras estaba de novia conmigo pero no le di importancia al asunto y decidí ignorarlas, como hacía con todos los rumores que me llegaban, supongo que una parte de mi hacía que me confiara por el hecho de que era el primo de Rayan, mi mejor amigo. Grave error.Y ahora estaba agotando todas mis fuerzas en un bar que solo visitaba con Rayan. ¡A la mierda él y todos los hombres! Sabía que ese capullo estaba enterado de que su chica en turno se estaba viendo con mi novio, por esa raz&
Era suficiente, no podía seguir escuchando a estos absurdos, lo que decían sonaba demencial, es decir... Rayan no sería capaz de algo así... ni siquiera soy su tipo, somos amigos, como hermanos.-Suficiente, no quiero volver a saber nada de ti, que culpes a tu primo por tus errores no es divertido Eithan.-Piensa lo que quieras Azura -me mira con tristeza-. Siempre supe que eras una especie de préstamo, jamás me perteneciste, y creo que mientras estés cerca de Rayan no serás de nadie.-J.O.D.E.T.E -le saco el dedo corazón y salgo de su habitación echando chispas con el corazón roto.¿Rayan enamorado de mí? Menuda mentira... aunque yo sí q
RAYANDespierto con una jodida erección del demonio, mi cabeza está por explotar y siento que cada segundo que poso mi mirada sobre el techo de mi habitación comienza a distorsionarse, después de lo sucedido anoche, estoy enfadado, el nivel de mi cabreo me resulta más que apocalíptico y siento deseos de patearle el culo a muchas personas, entre las que Daria y el maricón de mi primo están en primera fila.Mi teléfono móvil no ha dejado de sonar y frunzo el ceño, estaba seguro que entre esas tantas llamadas y mensajes se encontraba alguno de mi pequeña y ardiente amiga; Azura. Anoche había perdido los papeles, en cuanto llegué al maldito club, me encontré con Brayan Hamilton, el primo de Sam, por lo que después