La noticia de que Dylan recomienda a su guardaespaldas frente a su propio hermano me deja desconcertada, sobre todo porque lo tiene como su hombre de confianza, aunque sí voy a ser sincera, Nessim es la persona que literalmente le cuida la espalda. La persona que me cuida a mi espalda, para ser más precisa. Pero no soy la única extrañada en este punto, porque tanto Maggie como Nessim y Selim se están dando cuenta de lo mismo. Pero es Nessim quien ahora se ríe a carcajadas. ―Creo que le puedes creer al señor Pemberton, en este caso, puesto a que es su hombre de confianza y es la persona que mejor lo conoce―se burla de mi mejor amiga y ella lo mira con las cejas arqueadas―creo que te has equivocado y para mal―le señala y ahora ella se nota ofuscada. ―No me he equivocado, muy por el contrario, porque eso es lo que quiere mi corazón―le responde entre molesta y nerviosa―y lo siento, Nessim por haberte hecho sufrir, pero él me ha conquistado―le asegura esta vez, pero, lejos de resignars
Entonces, siento cómo una lágrima cruza por mi mejilla por darme cuenta en la forma en que he sido traicionada por mi propio esposo.―Eso no es de tu incumbencia―le dice esta vez Dylan, como si esa fuera una respuesta para todo―ahora, lo que habíamos convenido―le solicita y ahora Neil se ríe con ganas.―Verás, amigo Dylan, el haber convencido a toda esa gente, mientras tú te encargabas de desviar la atención de Amanda, pues, ha supuesto que tenga que subir el precio por mi trabajo―le indica la rata de mi hermanastro y sigo con un nudo en la garganta, en tanto que tengo una mezcla de sentimientos entre largarme de una buena vez de aquí o saber todo lo que han confabulado en mi contra, engañándome en el momento más feliz y vulnerable de mi vida.Entonces, escucho a Dylan reírse a carcajadas, luego de la cual, se recompone.―Sigues siendo el mismo Neil McCain, quien no sabe cuando ganó todo lo que podía en un negocio―le contesta, todavía riéndose―te recuerdo que tus opciones estaban limi
―Me parece que esta conversación no está llegando a ningún lugar―indica esta vez Sheldon―creo que deberías pensarlo mejor, me parece, amigo Neil, ya que puedes perderlo todo―lo exhorta esta vez, pero parece que Neil se oye resoplando con fuerza.―Y tú deberías cerrar la boca, amigo Sheldon―le responde con sorna―que por lo que sé, tú te has quedado sin nada ya, cuando murieron tus padres―le indica y ahora quedo con la boca abierta, porque siempre creí que su madre seguía viva―incluso, tu hermana se suicidó y solamente tienes a Dylan, quien te trata como a un criado―le comenta y yo ahora veo de qué va su relación con su hermano.Y por un segundo, siento pena por él.Pero por tan solo un segundo, pues, él fue quien me ha hecho firmar los papeles que le otorga poderes al malnacido de Neil.―Por lo visto, ya sabes de mi relación con Dylan―le indica y su voz se nota apesadumbrada―que mi padre nombró como único heredero a Dylan y eso desquició a mi madre y a mi hermana―le señala y ahora Neil
Siento como si me hubiera caído un balde de agua fría en plena ventisca invernal.Todo el recelo y las dudas que tuve para no acostarme con Dylan resultaron ser ciertos.Él me ha utilizado de todas las maneras posibles e incluso, de las maneras en que no me había dicho.Se ha encargado de romper mi corazón de formas que no puedo describir, apuñalándolo, martillándolo, quemándolo en llama viva.Y ahora me siento desolada.Todo lo que me podía hacer, me lo ha hecho y no sé cómo puedo seguir en pie, luego de que todo esto ha pasado.Pero no pretendo quedarme aquí.Así que salgo en mitad de la noche y me voy de la casa que nos han asignado y de la villa misma.Afortunadamente, tengo dinero en la tarjeta y busco un taxi y me voy al primer hotel que encuentro en la ciudad y ahí me quedo toda la noche.Temprano en la mañana, me doy cuenta de que tengo fiebre y que casi no puedo ni caminar y no sé si es que estoy agripada o simplemente, tengo las defensas bajas, por todo el estrés que sufre m
~~~ Un año después. Dylan. ―Aunque la creencia popular diga todo lo contrario, debes saber que Sheldon tiene su corazoncito, ¿sabes? ―me reclama Chelsea, la menor de mis hermanos, mientras me está amenazando con una cuchara, cuando estamos tomando el desayuno en la terraza de nuestra casa en la costa―y hay mejores maneras de decirle las cosas―me asegura y yo hago un bufido. ―Sheldon es un idiota y eso es un hecho―le respondo y ella me mira y pone los ojos en blanco―y se merece que todo el mundo lo trate así―le señalo y ahora se ríe. ―Y yo que creía que tú eras el mejor de mis hermanos, pero te has vuelto un amargado―me hace ver, pero no quiero hablar de eso nuevamente―y tal parece que eso es desde mucho antes de que yo regresara―señala, refiriéndose al periodo en que estuvo en coma y regresara a la vida. Ella tiene toda la razón, porque no he vuelto a ser el mismo desde que perdí la esperanza de encontrar a Valery. Desde que me abandonó sin decirme una sola palabra. No, eso no
~~~Valery.― ¡Uy, pero que frío que hace hoy! ―me dice Maggie en cuanto entra al preescolar, el que fundamos hace ya varios meses, luego de que pudimos colocar nuestros papeles en regla y tomáramos los cursos necesarios.También conseguimos a un terapeuta infantil, para que se encargara de vigilar el desarrollo de los niños a nuestro cuidado.― ¡Ni que lo digas! ―le respondo con un bufido―mira que el clima aquí está de locos, un día hace mucho calor y tienes que andar con ropa ligera y al día siguiente, tienes que arroparte como si fueras un esquimal―le hago ver y ella me sonríe―pero este es el precio que tenemos que pagar porque todo esté bien―le recuerdo, para no decir las cosas como son.Que nos hemos mudado hasta aquí para no tener que saber nada de Dylan ni toda sus mentiras y sus manipulaciones.Si tan solo firmara los papeles del divorcio y que ya se pueda volver a su vida y deje en paz la mía, pues, ya estaríamos mejor. Además, falta tan poco para que tenga el dinero suficie
~~~Valery.Cuando los agentes de inmigración tocan a la puerta, solamente tengo una cosa que muero por hacer.Y esa es reírme.Y es que no es para menos, después de todo, de los seis años que he estado aquí, solamente uno he sido legal, gracias a mi matrimonio con Dylan. En cambio, los cinco anteriores, tenía que vivir en la clandestinidad, en donde nadie me pidió documentos o siquiera quiso arrestarme para deportarme, como estos señores pretenden hacer.―Deberías salir por la puerta de atrás―me dice Maggie muy preocupada ante esta situación, sin embargo, muevo mi cabeza de lado a lado.―No, amiga, no haré una cosa como esa―le digo de lo más tranquila―es todo lo contrario, porque no tengo nada que ocultar, ya no―le aseguro e intento tocar el botón, pero Nessim me detiene.―No, Valery―me indica y yo lo miro extrañada―no podemos dejar entrar a nadie así nada más a este lugar, en donde tenemos a los niños―me recuerda y tiene razón, porque, por seguridad del preescolar, las puertas deben
~~~Valery.De todas las noticias que he recibido en mi vida, esta es la peor de todas.Fue duro cuando me informaron que mi madre estaba muerta, cuando yo era tan solo una pequeña niña.Luego estuvo la que recibí en Dinamarca, cuando estaba estudiando y me dijeron que mi padre había muerto, quien se había convertido en mi todo, a pesar de que tenía problemas con su nueva esposa, una mujer a la cual todavía desprecio, por todo lo que hizo mientras estuvieron casados y luego, cuando murió, mientras intrigaba junto con su hijo para que no regresara a mi país de origen.Sin embargo, el saber que me iré y que mi pequeño Curtis se encontrará aquí, desamparado, es lo peor de todo.Y como la impotente que soy en este instante, me encuentro en esta horrenda celda, sentada en el piso, llorando sin encontrarle un remedio a todo esto.Es de mi hijo del que estamos hablando y esto es el peor malentendido que han podido tener las autoridades.Y no lo niego, yo me casé con Dylan para legalizar mi e