~~~ Valery. Sé que es malo generalizar, pero los abogados siempre me han parecido unas ratas asquerosas, capaces de torcer brazos en el primer momento que tienen una oportunidad. Y eso es precisamente lo que ha hecho este hombre, que con esa apariencia de bonachón que tiene, cualquiera se engañaría creyendo que es una inocente paloma. Pero, lo que no todo el mundo sabe es que las palomas son una especie de rata con alas, buscando en el desperdicio algo con lo cual alimentarse. Sin embargo, debo olvidar todo el odio que siento hacia este tipo o a su jefe y concentrarme en un último favor. ―Sé que ha sido muy claro referente a que no tengo ningún derecho aquí―le digo antes de firmar el documento que tengo enfrente de mí, tratando de parecer de lo más parca, algo que en definitiva no se me da en este instante―sin embargo, debe comprender que hasta hace un día, yo había adquirido un compromiso con mi mejor amiga y con Nessim, puesto a que tenemos una guardería―trato de explicarle y
~~~Dylan.Al ver que Valery se baja de la limosina, mi corazón se quiere salir de mi pecho, tan solo con tener su presencia en frente de mí, algo que he estado fantaseando durante todo un año y que ahora se materializa.“Ha vuelto, por la razón que sea, pero está de vuelta conmigo”, me repito una y otra vez, de lo contento que me tiene esto.Entonces, noto que tiene al bebé en las manos, a mi hijo, para ser más preciso y lo sé porque le mandé a hacer una prueba de ADN antes de mover todas mis fichas para que ella regresara.No iba a venir voluntariamente y eso me lo dejó muy claro, cuando me mandó los papeles de divorcio.Pero no se lo voy a permitir, hasta que me escuche.Hasta que la vuelva a reconquistar.Y es cuando se acerca a mí y me mira con tanta rabia que me hiela la sangre, así que me pongo mi máscara de indiferencia, puesto a que este juego lo podemos hacer ambos, en donde ella procura verse como la mujer que no me ama, mientras que yo me muestro como el hombre cruel que e
~~~Valery.―Ya veo de qué va todo esto―le digo a Dylan con sorna, destilando rabia con cada palabra―de seguro que tú y que él han hecho un trato para encontrarme―le señalo y él ahora me mira extrañado.―No entiendo de qué me hablas―me responde y me parece que es sincero, y ahora recuerdo que él no sabe las razones por las cuales me fui o, por lo menos, no todas las razones.― ¿Y de qué más sería, Dylan? ―le indico y él se nota nervioso―que tú y él estaban buscando la manera de cobrar mi herencia, desde luego―le revelo y él está muy contrariado, sin embargo, mueve la cabeza de lado a lado.―De tú… ―trata de decir, pero tal parece que las palabras se chocan entre sí, mientras salen de su boca― ¿y tú piensas que yo iba a cobrar tú…? ―intenta hablar, pero lo veo respirar profundo esta vez― ¿sabes una cosa? ―me indica con las cejas fruncidas―mejor espérame aquí, que tal parece que llevas un año torturándote con una cosa como esa―me dice y yo ahora me río de él.― ¿Que yo me he estado tort
~~~Valery.―Pues, que respetaras mi derecho a dejarte no quiere decir que repentinamente me hayan entrado unos deseos incontrolables por volver contigo, Dylan―le espeto cabreada, porque es cierto, ya que una cosa buena y loable de su parte no borra el hecho de que me mintió, después que me dijera hasta la saciedad de que no me volvería a utilizar para otro trato.O que me manipulara para darle quien sabe qué derechos a mi peor enemigo, uno que incluso, me amenazó de muerte y que a él le consta que me tomó por el cuello una vez para ahorcarme con sus propias manos, teniendo que intervenir para ponerlo en su sitio.Y no, no quiero regresar con él por mi propia voluntad, a sabiendas de todo lo que me puede esperar en un futuro con él.O a mi bebé.―Eso lo sé, Valery, sin embargo, que hayas vuelto y que me digas todo eso, no evitará de que me sienta feliz porque estés de vuelta―me indica todo risueño―de hecho, tenemos algo más por hacer, ya que estás aquí y esta fue una recomendación de
~~~Valery.―Cariño, si de algo estoy seguro es que tú nunca tuviste la intención de divorciarte de mí, por supuesto―me señala y yo me río de su tontería―de hecho, ahora estoy más que seguro de que fue un malentendido lo que hizo que te fueras así nada más―trata de aclararme, como si fuera el dueño de la verdad absoluta―es más, me tienes algo decepcionado, porque pensé que serías un poco más valiente, que ser una fugitiva de un esposo que te quiere desde el momento en que te conoció―me asevera esta vez y yo estoy a punto de reírme en su cara.―Y yo siempre te he considerado un hombre muy vanidoso y ahora tus palabras me lo demuestran―le digo de lo más risueña―tanto, que prefieres engañarte con esa mentira, a tener que ver los hechos como son, que me fui y te pedí el divorcio, pero tú, Dylan Pemberton, no sabes aceptar un "no" por respuesta, muy por el contrario, porque piensas que alguien que te rechaza es un reto más para ti―le indico y él es ahora quien se ríe nuevamente.― ¿Sabes q
~~~Valery.La verdad es que sí que debe de ser un gusto para Neil el volver a verme, después de todo, él ha hecho planes con la fortuna que debo cobrar en mi país, desde quién sabe cuánto tiempo, así que no es de extrañar que esté casi que acampando en la puerta de Dylan, ahora que estoy en su casa, haciendo el rol de su mujer.Sin embargo, estoy muy segura de que querrá buscarse la manera de que le encuentre algo bueno, con tal de que me divorcie de Dylan y me case con él, tal y como lo oí decir el año pasado.Y se tienen que secar todos los mares del mundo, antes de que yo haga una cosa como esa.―Me imagino que debes haber dejado a Dinamarca muy triste, considerando que te fuiste del lugar―me indica el idiota de Neil con una sonrisa pesetera que me causa unas ganas increíbles de ahorcarlo.Pero me contengo.―Dinamarca es Dinamarca y no necesita de mí, eso es seguro―le comento, poniendo mi mejor cara de póker en todo este asunto, porque supongo que esta es mi primera prueba, dentro
~~~Valery.De repente, siento como toda la sangre se drena de mi cara, dejándome casi que insensible.Es esa sensación que tienes cuando tu fachada se cae al suelo y te das cuenta de que estás al descubierto, justo como está pasando en este preciso momento.Sí, ya decía yo que era de lo más extraño que tanto Neil como Henry Clarkson estuvieran preguntando por Dinamarca, un lugar que de seguro que ni siquiera han visitado en su vida.Y Dinamarca debe agradecer por eso.Y ahora me doy cuenta del por qué, puesto a que están más que seguros de que hace mucho que no vivo en ese país, en especial porque si un oficial de inmigración como Carlos Martínez está detrás de mí, no habría manera de que me permitieran la entrada al país, por lo menos, en unos diez años, si es que se me ocurre salir del país o de alguno de sus territorios.―Es un placer volver a verla, señora… ¿Pemberton? ―me dice con sorna, al tiempo de que Dylan le da una mirada significativa.―Pero, claro que sí que lo es―le res
~~~Valery.La noche con Dylan fue bastante incómoda y no es que se estuviera pasando de manazas o algo por el estilo, sino que el temor estaba ahí, uno en el cual me durmiera tan profundamente, que no me diera cuenta en el momento que me pasara de mi lado de la cama y por pura casualidad terminara entre sus brazos.Porque sí, claro que lo odio, pero no me puedo olvidar de lo bueno que está, en especial, porque se volvió a desnudar frente a mí, mostrándome cada uno de sus bien definidos músculos.Y es que, en el momento en que dejé de ser virgen, Dylan abrió una caja de Pandora, la cual tenía dentro un montón de deseos reprimidos, los cuales ahora vagan libremente por mi cabeza.Sobre todo, los recuerdos de las noches que amanecí entre sus brazos, o los días interminables en los que no las pasamos en la habitación, dándonos todo el amor que nuestros cuerpos podían ejercer y debo decir que nunca pude cansarme de tener más de Dylan Pemberton, de quien no sé si es un gran amante, puesto