Emma Escalante y Esteban Acosta llevan vidas similares, sí en lo profesional nos referimos ambos son grandes licenciados y destacan en sus trabajos. Emma con un corazón roto por eventos ocurridos en su adolescencia, decide no volver a enamorarse y enterrar esos sentimientos en lo más profundo de su ser, aunque no dejara de disfrutar de los placeres carnales, de una forma poco común, pero sí muy deliciosa. Esteban es un hombre enamora del amor y espera poder encontrar a esa mujer que lo llene en todos los sentidos. Disfrutaba de su vida, en el lugar donde residía, pero algo ocurrió y dadas las circunstancias decidió mudarse a la ciudad de México y aceptar una gran oferta de trabajo. Pronto sus vidas coincidirán y estas darán un cambio que nunca hubieran esperado.
Leer másEmma. Hace 5 años que Esteban y yo nos casamos, la boda fue de " en sueño", pero sencilla, perfecta para nosotros. A ella solo asistieron nuestros padres (ya que, al ser hijos únicos, ninguno de los dos tiene hermanos), nuestros mejores amigos (Carlos y Carol) y algunos empleados de la oficina. Fue así por petición mía, Esteban acepto con gusto, no me equivoque con él, es un hombre amoroso, protector, atento y complaciente. Nuestra vida de casados ha sido maravillosa, claro a habido discusiones, pero por cosas sin importancia, nos tranquilizamos y hablamos. De esta forma arreglamos todo y cuidamos mucho el nunca irnos a dormir molestos el uno con el otro. Nuestro amor es enrome por lo que, crece cada día más y más. Hace dos años después de habernos disfrutado por tres años completos, decidimos adoptar yo se lo propuse y él acepto de inmediato, lo dicho siempre me complace en todo. Cuando fuimos a la casa hogar tuvimos la di
Esteban. Estoy afuera de la cabaña donde dijo Carol que encontraría a Emma. Son las 8:00am. Siento un nudo en mi estómago. No sé cómo valla a tomar mi presencia Emma, no quiero que se moleste y salga huyendo. Necesito arreglar las cosas con ella, implorarle una nueva oportunidad, que sea mi novia o mejor aún proponerle matrimonio, pedirle que me conceda el honor de formar parte de su vida y que ella forme parte de la mía. En el bolsillo de mi pantalón traigo un anillo de compromiso, es una joya familiar, mi madre me la dio unas semanas después de mi regreso a la ciudad. Al parecer se percató que me estaba enamorando de Emma por lo cual me dijo: "hijo creo que esta ves si encontraste a la mujer perfecta y tú compañera para toda la vida por lo que quiero que este anillo sea el símbolo del inicio de una nueva vida en pareja". Ella tenía razón Emma lo es todo para mí y la que merece lucir esta joya. Por fin me armo de valor y toco a la pu
(Domingo después de lo ocurrido en el club). Emma. En la madruga de ayer Esteban me vio en el club, aún no puedo sacar de mi mente su mirada de asombro al ver que la mujer con la que estaba a punto de acostarse era yo, mucho menos he podido olvidar la plática que tuvimos en ese momento, aún muero de vergüenza de imaginar lo que piensa de mí. Por más que lo pienso creo que lo mejor es que renuncie a mi trabajo y desaparezca definitivamente de su vida. Siento un nudo en mi garganta y unas inmensas ganas de llorar, "Ay Carol, como me haces falta" quise llamarla, pero desistí de la idea, ella estaba feliz en su viaje como se lo iba a amargar y es que era tener que contarle todo hasta lo de del club, sé que es mi amiga que no me juzgará, aunque ahora me avergüenzo de haber frecuentado ese sitio. Antes todo era distinto iba por que era mi forma de sacar ese deseo de mi cuerpo y de esta forma evitar involucrarme sentimentalmen
Esteban. Hoy es viernes, son como las 7:00pm, me encuentro sentado en el sofá de mi habitación tomando una botella de vino, creo que es la tercera, la verdad no lo sé muy bien. Solo puedo pensar que hace ocho días desperté con grandes ilusiones (por la noche tan increíble que pasé con Emma) y que ese mismo día en la noche todo se fue al carajo. Aún me parece increíble todo lo qué pasó, lo último que quería era perderla y fue lo que ocurrió. El fin de semana pasado decidí darle su espacio, no la busque, preferí esperar a que ella se calmara para pedirle una disculpa por todas las tonterías que dije la noche que la encontré en el club y también quería pedirle otra oportunidad, que nos la diéramos mutuamente, solo quiero volver a empezar, porque sé que tenemos futuro. Aunque un problema más surgió el lunes. Al llegar a la oficina, cuando eran las nueve de la mañana pregunté a Leticia si Emma había llegado a lo que recibí una negativa,
Emma. Por fin estoy en mi casa, este viaje de regreso fue realmente horrible e insoportable. Solo quería decirle a Estaban que lo amaba y pedirle perdón por lo que le había dicho. Mantenerme firme fue muy difícil, pero él ayudó para que yo siguiera con mi plan, cumplió dándome el espacio que me prometió antes de que saliera de la habitación del hotel. Ahora solo tengo que mantenerme así, fría y distante para que pronto se olvide de mí. Voy a la cocina tomo una botella (la descorcho) y una copa, voy al baño preparo la tina, para darme una larga ducha. Al salir llega la notificación del club, ¡bendito club! Esta notificación llegó en el mejor de los momentos, esta noche iré y no saldré hasta que sea de madrugada. Esteban. Estoy acostado viendo una película, llega una notificación a mi celular, la abro para ver de lo que se trata, es del club. Entonces recuerdo a la pelirroja con la que estuve l
Emma. Despierto, aún estoy acostada en el pecho de Esteban. Lo qué pasó anoche fue hermoso, es algo que jamás había sentido al estar con ningún hombre ni siquiera con el que me topé alguna vez en el club, nada se parece a lo vivido con Esteban. Nosotros realmente hicimos el amor. Mi cara se ilumina al recordar todo. Con cuidado me siento para observar a Esteban se ve tan tierno y sexi durmiendo. No me cabe en el cuerpo el amor que siento por él, sé que no se lo dije con palabras, pero mi cuerpo lo expresó mejor que ellas. De pronto mi felicidad se nubla al recordar parte de su confesión, "quiero que seas la madre de mis hijos", ahora esas palabras no dejan de sonar en mi mente, siento como mis ojos se cristalizan y se llenan de lágrimas. Por lo que me paro con cuidado para ir al baño, no quiero que me vea así en caso de que despierte. Me meto a bañar mientras lo hago las palabras siguen atormentándome, las lágrimas siguen saliendo y es que
Esteban. Al escuchar que se abre la puerta del cuarto en automático veo hacia ese lugar, ¡Wow! una radiante Emma esta parada frente a mí, lleva puesto un vestido negro de encaje, la parte de arriba es como blusa manga corta pegado a su figura, la parte baja se suelta a partir de su cintura hasta llegar a sus rodillas y lleva puestas unas zapatillas altas a juego con su vestido. El cabello lo lleva de lado y peinado en rizos gruesos. Se ve espectacular. — ¿Nos vamos? — Pregunta una Emma ruborizada por mi excesiva atención. — Si, vamos, pero permítame decirte que te ves hermosa y no cabe duda de que dejarás a varios con la boca abierta esta noche. — Sonríe. — Gracias, pero ya no sigas me estás apenando. — Esta bien no diré una palabra más, aunque sospecho que tendré que estar muy atento por si alguien se quiere propasar. — Ríe. No es broma todavía no salimos y ya siento celos. — Basta Esteban, mejor vámonos.
Emma. Salimos a primera hora a Guadalajara, como lo dijo Esteban nos estaban esperando en el aeropuerto para llevarnos al hotel que se encuentra en Tequila. El viaje fue agradable, estuvimos platicando sobre las estrategias que pondríamos en práctica al momento de conocer a los productores, nos comportamos como unos profesionales. Aquí el problema fue cuando llegamos al hotel, resulta ser que hubo una confusión por parte de la recepción. — Señorita por favor hágame el favor de comunicarme con su gerente. — Pide Esteban. El problema fue que solo se hizo la reservación de una habitación para dos personas y como saben no puedo darme el lujo de tener a tan grande tentación durmiendo a un lado de mí, por lo que le pedí a Esteban que hiciera lo posible por que se nos diera otra habitación. Alegando que teníamos que tener nuestro espacio para no sentirnos incómodos y él lo entendió, ya que tuve mucho tacto para no hacerlo sentir mal por l
Emma. Este fin de semana fue la boda Carol y Carlos, se veían tan felices, sé que lograran crear un matrimonio espectacular. En este tiempo traté más a Carlos y en las comidas con Esteban le pedía que me hablara de él, los dos llegamos a conclusión de que hará feliz a Carol que es su vida, hará todo por su bienestar, al igual que ella lo hará por Carlos. Los dos estamos felices por nuestros amigos. La amistad que tengo con Esteban cada día crece más al igual que mi confusión por él, me niego a aceptar cualquier sentimiento que salga fuera la que conlleva una amistad. El estar a su lado es tanto una dicha como una tortura, pero no puedo estar lejos, algo en mí, me pide a gritos que, aunque no me entregue a lo que siento, tampoco me separe de él. — ¡Licenciada! — Se oye al otro lado de la puerta seguido de unos golpes a esta. — Si, pase. — Licenciada me dice el señor presidente, que le pida que pase a su oficina.