Freya al terminar su día de trabajo, como todos los días se va corriendo a su casa, sabe que su pequeño la espera y debe de llegar temprano para estar con él.
— Axel, amor mío, ya llegué a la casa ¿dónde estás querido? — le dice Freya al entrar a casa para que su pequeño sepa que ya llegó.
Como siempre Axel es un niño muy bien educado y muy contento se da cuenta que su mamá ha llegado, aunque está muy débil, ya que tiene algunos meses en que fue diagnosticado con leucemia y debido a esto no siempre tiene la fuerza necesaria para salir corriendo a ver a su mamá y hoy es uno de esos días, en que está débil en cama al cuidado de una vecina, que siempre cuida de él, cuando su madre va a trabajar.
Pero eso no le quita la ilusión de ver a su madre, que en cuanto la ve entrar por la puerta cambia su carita de cansancio y de dolor, se llena de ilusión y de alegría porque su mamá llegó después de un día de trabajo.
— Hola cariño ¿cómo estás? ¿hiciste un dibujo? está muy bonito ¿quieres que juguemos juntos? — le dice a su pequeño a pesar de que está cansada de todo el día, aun así, tiene fuerza para llegar a jugar con su pequeño.
— Señora Freya, conteste el teléfono, es el médico de Axel, dice que es urgente — le dice la señora que cuida del pequeño Axel y le pase el teléfono sabe que cualquier llamada del médico es muy importante, ya que tienen mucho tiempo esperando encontrar un donante de médula para curar el cáncer del pequeño Axel.
— Sí doctor dígame ¿qué pasa? — le contesta muy emocionada espera la noticia desde hace mucho tiempo, para poder curar a su pequeño Axel y salvarlo de las garras de la muerte.
— Freya te tengo muy buenas noticias, hemos encontrado el donante que estábamos buscando para Axel — le dice el doctor dándole esa noticia que desde hace mucho tiempo habían estado esperando.
— ¿Qué me está diciendo? ¿es en serio? ¿por fin hemos encontrado quién puede ayudar a mi hijo? — le pregunta al doctor, no puede creer que después de tanto tiempo y de tanto esfuerzo por fin hayan podido encontrar a un donante para salvarle la vida a su hijo.
— Sí es muy importante que vengas, necesitamos hablar, hay que preparar todo lo que se necesita para el trasplante de médula para Axel — le dice el médico por teléfono es necesario que vaya al hospital en ese momento para ultimar los últimos detalles.
— Está bien, voy para allá, muchas gracias — le dice al doctor y sale corriendo al hospital.
En el hospital el doctor le explica a Freya todo lo que necesitas saber para el trasplante de médula de su pequeño Axel.
— La donante no vive en este país, pero aun así está dispuesta a viajar para que se pueda hacer la donación para Axel, Emma Holm es una mujer de 38 años, ella también perdió a su hijo por culpa de la leucemia, es por eso que ahora ella hace donaciones de médula a los niños que lo necesitan — le empieza a dar más detalles de lo que sigue ahora que ya tienen un donante para el pequeño.
— Eso es muy triste, de verdad lo siento que esa mujer haya tenido que pasar por eso, aunque le doy gracias a Dios en su infinito amor, que ella ahora sea la que ayude a mi pequeño — le contesta Freya al doctor que escucha la historia de la mujer que puede salvarle la vid a su hijo.
— Ella está dispuesta a venir hasta acá a hacer la donación de médula y sangre, si nosotros le pagamos los gastos — le dice el doctor a Freya, de lo que tiene que afrontar ahora, aunque parece ser que ella no entiende lo que le está queriendo explicar.
— Por supuesto, no es ningún problema, nosotros pagamos los gastos — le contestó al doctor, Freya esta tan emocionada de que hayan encontrado una donante que no repara en los gastos adicionales para hacer el trasplante.
— Todos los estudios nos dicen que esta es la mejor donante que podemos encontrar para el pequeño Axel, aunque al llegar aquí repetiremos todos los exámenes antes de hacer el trasplante — le sigue explicando el procedimiento y las cosas que tiene que tener pendientes para la hora de que llegue la donante.
Freya está muy contenta por haber encontrado un donante para su pequeño después de tanto tiempo de estar buscando a alguien, una mujer está dispuesta a donar y es compatible con su hijo.
— El trasplante de médula es un procedimiento muy costoso — le explica el doctor ya para que se vaya preparando por los gastos que tiene que afrontar en cuanto llegue la donante.
— Es verdad usted me lo ha comentado muchas veces, pero nunca me he hablado de cifras y no me ha dicho bien en cuánto saldrá el procedimiento — le dice al doctor necesita estar preparada para los gastos que vienen, y que se necesitará para salvar la vida de su pequeño Axel.
— He hecho algunas averiguaciones y no tengo cifras exactas, pero son aproximadamente cien mil dólares — le explica a Freya que esto la tomo por sorpresa, ella tiene mucho tiempo ahorrando, sabe que esto es un procedimiento muy caro, pero no sabía qué tan caro era, es una cantidad a la que ella no tiene acceso.
— Es una locura, es mucho cien mil dólares — le dice al doctor, está muy preocupada porque no tiene una cantidad tan grande de dinero y no sabe cómo conseguirla.
— Es un tratamiento muy costoso pero esta cantidad cubre todos los gastos que se necesitan para salvarle la vida a su hijo, además necesitamos traer a la donante lo más pronto posible, para ver si es la candidata ideal para el procedimiento — le explica lo costoso de este procedimiento, pero es lo que Axel necesita para salvar su vida.
— Sí lo sé, pero nunca pensé que sería tan caro el tratamiento — le dice al doctor, realmente no sabe dónde sacar a todo ese dinero, pero hará todo lo necesario para salvar la vida de su hijo.
Al día siguiente muy temprano en la oficina, Freya está desconsolada, no puede creer como después de tanto tiempo, que por fin encontraron al donante y cómo después de tanto esfuerzo, la vida de su hijo se le escapa entre las manos, por no tener el dinero suficiente para su tratamiento, Edda Andersen su mejor amiga se da cuenta de la desesperación qué tiene.
— Estaba preocupada ¿dónde has estado? — le dice su amiga, al entrar a la oficina y ver a Freya, al ver a su amiga no aguanta la desesperación y empieza a llorar desconsoladamente con ella y la abraza.
— Cálmate amiga ¿qué pasa? ¿por qué estás llorando? ¿le paso algo a tu pequeño? — le pregunta y la abraza tratando de calmarla.
— Gracias por cubrirme otra vez, porque llegué tarde a la oficina esta mañana — le dice a su amiga, está desesperada por la noticia que le dio el doctor el día anterior, por la cantidad de dinero tan grande que debe pagar.
— No es nada, sabes que yo siempre que pueda te ayudaré, pero dime qué pasa ¿porque estás llorando? ¿se puso Axel mal otra vez? dime qué es lo que está pasando, no me tengas en esta desesperación — le dice su mejor amiga, ella sabe bien por lo que está pasando Freya con la enfermedad de Axel.
— Fui a hablar con el doctor de mi hijo, ya encontramos a un donante de médula — le explica a Edda mientras sigue llorando sin poderse calmar, está llorando de una manera tan amarga y desconsolada.
— Pero eso es una muy buena noticia, por fin después de tanto tiempo has conseguido un donante para Axel — le contesta su amiga, está muy contenta porque sabe lo importante que es este trasplante para salvar la vida de su hijo.
— No puedo evitar llorar, el doctor dijo que el procedimiento del trasplante cuesta cien mil dólares — le dice a su amiga mientras siga llorando.
— ¿Cien mil dólares? eso es muchísimo dinero — le contesta ahora entiende porque la desesperación de su amiga, sabe que sin ese dinero la vida de Axel corre riesgo y sin el tratamiento el pequeño puede morir.
— Yo no tengo todo ese dinero, recién empecé a trabajar en esta empresa, lo único que tengo es un auto y unos pequeños ahorros, comparado con todo lo que necesito para el trasplante — le explica a Edda, el porqué de su desesperación y que no sabe cómo hacer para juntar todo el dinero que necesita para el tratamiento de su hijo.
— Arriba con ese ánimo, no te desesperes, encontraremos juntas la forma de conseguir ese dinero, no te preocupes — le contesta a Freya tratando de animarla en un momento tan difícil.
— Pero dime ¿cómo vamos a conseguir cien mil dólares? ¿de dónde voy a sacar una cantidad como esa? — le dice a su amiga está muy desesperada porque no tiene ningún apoyo ni quién le ayude en momentos tan difíciles.
Freya sabe que tiene que hacer todo lo necesario para conseguir el dinero para salvarle la vida a su hijo y hará cualquier cosa para conseguirlo, ese mismo día saliendo de trabajar se dirige a la casa de su suegro, el gran y poderoso Igor Hagen, el abuelo de Axel, para tratar de conseguir el dinero que necesita para el tratamiento del su pequeño. Su amiga Edda la llevo a la mansión donde vive la familia del que fue su esposo, aunque no está segura de que siquiera la reciban, pero ella intentará todo para conseguir el dinero que necesita, aunque tenga que ir a ver a esa familia que le dio la espalda a ella y su pequeño Axel. En la mansión se encuentra el padre del que fue su esposo con su esposa, la señora Nora, la abuela de Axel, Erick el hermano de su esposo, que vive ahí con Ingrid su esposa y sus dos hijas, que son primas de su pequeño, a pesar de que los niños no se conocen, toda la familia está compartiendo la cena. Afuera de la casa, Edda trata de darle valor a su amiga para q
— Por favor entienda, si no me ayuda Axel va morir, también es su nieto, se lo estoy suplicando, por favor ayúdenme — le vuelve a decir, todo esto lo está escuchando Nora afuera de la oficina, escondida detrás de una puerta, en cuanto escucha que el pequeño puede morir, empieza a llorar tratando de que no la escuchen, pero aun así siente con su corazón se rompe en mil pedazos, ante la posibilidad de perder al pequeño Axel. — Yo no sé nada de usted y no me importa por lo que está pasando, ni me importa ese niño, yo solo sé que usted causó la muerte de mi hijo, es lo único en lo que puedo pensar, y si ahora se muere el suyo, tal vez entienda un poco mi dolor — le responde menospreciando la urgencia y la vida de su pequeño, al contrario, pareciera que Igor deseara que se muriera el pequeño, solo para que Freya sienta el dolor de perder un hijo, así como él lo sintió. — Y que le quede muy claro, aunque tuviera diez vidas, yo no le daría ninguna, ni a usted, ni a su hijo — le contesta dej
En casa del Gran Igor Hagen, se desató el infierno por que se dio cuenta que su esposa no estaba y sospechaba a dónde fue y esto lo tiene muy enfurecido. — Ah, miren quien apareció, parece que por fin encontraste el camino a tu casa ¿Dónde estabas a esta hora? — le dice a Nora al verla entrar a la sala. — ¿Por qué no están desayunando? ¿es que no tienen hambre? Si no desayunan se les hará tarde para ir al trabajo — les dice como si no estuviera pasando nada, trata de ir a la cocina para servir el desayuno. — ¡Te estoy haciendo una pregunta mujer! ¿Dónde estabas? ¿A dónde fuiste tan temprano? — le empieza a gritar a su esposa delante de todos, impidiéndole que vaya a la cocina a servir el desayuno. — Tuve que salir — le responde a su esposo, trata de no hacer más grande el asunto, sobre todo porque le está gritando frente a su hijo y a su nuera. — No me hagas perder la paciencia, dime ¿Dónde estabas? ¡Si fuiste a ver a esa mujer! sabes muy bien lo que pienso al respecto — empieza a
I Freya se queda llorando desconsoladamente en el estacionamiento, mientras ve como su última esperanza se marcha en ese carro, en ese preciso momento recibe la llamada de la secretaria de Odín Larsen, que le informa que debe presentarse inmediatamente en la oficina que es muy importante que el señor Odín ha pedido hablar con ella. Por un segundo considera mandarlo todo al carajo, pero se contiene, sabe que si la llaman del trabajo debe de ir aunque sea su día de descanso o fin de semana, no tiene cabeza así que se va directamente a la oficina, sin antes pasar a su casa para cambiarse, va con un sencillo vestido blanco y el cabello suelto, muy diferente a como siempre se presenta en la oficina con trajes sastres y el cabello recogido, pero en esos momentos no tiene tiempo para pensar en esos detalles, así que simplemente va a su trabajo. En la oficina la están esperando Odín y su inseparable amigo y socio en la compañía Olaf, Freya llega y toca la puerta para entrar a hablar con su
Al día siguiente por la mañana, Freya llevo al pequeño Axel con el médico para que le haga los últimos estudios que se necesitan para hacer el trasplante, después que revisara al pequeño se queda a solas con él mientras el pequeño juega, quiere saber el estado de salud de su hijo. — ¿Estamos a tiempo? — le pregunta al doctor, quiere saber si con el trasplante salvara la vida de su pequeño. — Si — le responde el médico, sabe lo difícil que ha sido para Freya conseguir el dinero y le apena que por eso el pequeño no pueda recuperar su salud. — Doctor, ya tengo el dinero, puede llamar a la donante para que venga — le da la noticia al medido de que ya consiguió el dinero para el trasplante de Axel. — Me da gusto saber que pudiste reunir el dinero, empezare a preparar todo lo que se necesita, pero es necesario que ingreses ese dinero al hospital — le dice a Freya que debe presentar el dinero para poder seguir con los tramites. — Si doctor, mañana por la mañana traeré el dinero — le dice
Odín tampoco puede creer lo que hizo la noche anterior, en cuento Freya se marcha, toma un baño, se viste y va a casa de madre para acompañarla a desayunar, quiere compensarla por no haber ido a cenar. Inmediatamente empiezan a discutir como siempre que se encuentran solos, de cuando el padre de Odín los abandono por irse con otra mujer, no importándole el dejarlos solos, de cómo a pesar del paso de tantos años, la madre de Odín no puede olvidar el resentimiento que tiene. Pasa toda la mañana y Freya ha estado durmiendo, su amiga Edda la despierta sabe que debe comer. — Amiga ¿te sientes bien? te veo pálida, anda levántate y come algo — le dice a Freya para que se anime un poco, se da cuenta que está muy triste y quiere ayudarla. — Soñé que mi Axel se moría — le cuenta a su amiga las terribles pesadillas que ha tenido y por qué no ha podido descansar ni un poco. — No digas eso, veras que Axel se recuperará — le contesta tratando de animarla. — Sentí un dolor tan grande en mi cora
Pero Odín no siempre fue así, cuando joven era un enamorado del amor, creía en el amor de las mujeres y tanto era así que estuvo casi comprometido con una joven de las mejores familias de la ciudad, su madre era la mas contenta con esa relación. Johan era una joven muy hermosa, con cabello largo de color castaño claro, sus ojos color miel, conocía a Odín desde que estudiaban juntos desde que eran muy niños, sus familias además de tener negocios en común, también tenían una amistad muy fuerte de muchos años. Las familias se distanciaron cuando el padre de Odín fue descubierto en una cama de un hotel muerto en los brazos de una mujer que no era su esposa, ese escandalo hizo que la familia de Odín fuera excluida de la sociedad de Noruega durante muchos años. Pero aun así sin importarles el que dirán, Johan siguió al lado de Odín siendo muy amigos durante su juventud, incluso fueron juntos a la misma universidad, en donde esa amistad de muchos años se convirtió en un gran amor, o por lo
Freya conoció al padre de Axel en la universidad, los dos estudiaban arquitectura, eran de la misma generación, conforme pasaban los meses de estudio se fueron conociendo y fue creciendo su amor, cuando ambos terminaron la universidad y decidieron casarse fue cuando empezaron los problemas. El gran Igor Hagen no aceptaba la relación de su hijo, su primogénito con una desconocida, él ya le había conseguido una novia de su nivel para su hijo, pero el padre de Axel ya estaba enamorado de Freya. — Esa chica no puede ser tu esposa, yo no te daré mi bendición para ese matrimonio — le advierte el gran Igor a su hijo. — Pero padre, conócela primero, veras que es una mujer maravillosa — le dice el joven con la cara llena de esperanza e ilusión en su futuro junto a la mujer que ama. — No necesito conocerla, ella no tiene familia, sin una familia que te respalde no eres nadie — le dice su padre, Freya había quedado huérfana desde muy chica, después de la muerte de sus padres había vivido con