Freya sabe que tiene que hacer todo lo necesario para conseguir el dinero para salvarle la vida a su hijo y hará cualquier cosa para conseguirlo, ese mismo día saliendo de trabajar se dirige a la casa de su suegro, el gran y poderoso Igor Hagen, el abuelo de Axel, para tratar de conseguir el dinero que necesita para el tratamiento del su pequeño.
Su amiga Edda la llevo a la mansión donde vive la familia del que fue su esposo, aunque no está segura de que siquiera la reciban, pero ella intentará todo para conseguir el dinero que necesita, aunque tenga que ir a ver a esa familia que le dio la espalda a ella y su pequeño Axel.
En la mansión se encuentra el padre del que fue su esposo con su esposa, la señora Nora, la abuela de Axel, Erick el hermano de su esposo, que vive ahí con Ingrid su esposa y sus dos hijas, que son primas de su pequeño, a pesar de que los niños no se conocen, toda la familia está compartiendo la cena.
Afuera de la casa, Edda trata de darle valor a su amiga para que entre a hablar con su suegro y le preste el dinero que necesita para el tratamiento de su pequeño.
— Anímate, ve a hablar con él — le dice Edda, sabe que esta es una muy buena posibilidad para conseguir el dinero que necesita para el tratamiento de Axel.
— ¿Qué hago si me corren? — le pregunta a su amiga, sabe que es una posibilidad, que ni siquiera la escuchen y que simplemente la corran de la casa.
— ¿Y si no lo hacen? — está tratando de ayudar a su amiga y protegerla, sabe que debe hablar con el abuelo de Axel para tratar de conseguir el dinero que necesita, es la única familia que tiene el pequeño.
— Vamos no tienes nada que perder, aquí te espero el tiempo que necesites para hablar con ellos — le contesta su amiga, para que tome valor y vaya a habar con sus suegros para pedirles ayuda.
Ya en la mansión, justo a la mitad de la cena, la empleada de servicio interrumpe anunciando la llegada de Freya.
— Hay una señorita que ha venido a verlo señor Hagen, pide hablar con usted — les avisa una de las empleadas mientras están cenando en familia.
— Dígale que pase — le contesta en ese momento Freya entra por la sala hacía en comedor y deja a todos sorprendidos con su visita, desde la muerte de su esposo hacía ya varios años, nunca había ido a esa casa, ni había llevado al pequeño Axel a que conociera a sus abuelos.
Al verla, la señora Nora, la madre del que fue su esposo se levanta y trata de hablar con ella, pero su suegro, el gran e imponente Igor se lo impide, le advierte que no se acerque a esa mujer, con tan solo una mirada hace que su esposa regrese a su lugar en la mesa, sabe que no puede desobedecerle, para no quietarle el respeto a su esposo frente a toda la familia.
El señor Igor la ignora, hace como si no estuviera, quiere dejarle claro a Freya que no es bienvenida en esa casa, pero, así como con una mirada la señora Nora obedece a su esposo, con otra mirada, le hace saber al gran Igor que no permitirá que le haga una grosería a Freya la esposa de su hijo en su casa.
— Hazlo por mi — son las únicas palabras que se escuchan de la señora Nora en la mesa, sabe el gran Igor que no puede ignorar más a Freya, porque se lo ha pedido su esposa.
— Que pase a mi oficina — le dice a la empleada para que lleve a Freya a la oficina para hablar con ella a solas.
Igor Hagen se levanta la mesa, va hasta su oficina para hablar con ella, su hijo Erick trata de seguirlo, pero su padre se lo impide, sabe que este tema debe tratarlo solo con ella, entra a su oficina donde lo está esperando, está muy contento porque Freya ha ido a su casa seguramente rogando por su ayuda y eso alimenta su orgullo.
Igor Hagen se sienta en su gran escritorio de cedro, y deja a Freya ahí parada en la mitad de la oficina, sin siquiera un poco de cortesía.
— Asumo que, si ha venido a esta hora, a un lugar en donde sabe que no es bienvenida, es porque debe tener un gran problema — empieza a decirle a la madre de su nieto, la mujer que fue esposa de su primogénito.
— No vendría si no fuera necesario — le contesta al gran Igor Hagen, quiere que sepa que esta situación es desesperada, que realmente necesita de su ayuda.
— Veo que no es una visita de cortesía — se imagina que tendrá algún problema, pero nada que tenga que ver con ella ni con el niño le interesa.
— Su nieto esta grave — le trata de explicar la situación a Igor, para que entienda la gravedad del asunto y lo importante que es su ayuda para salvarle la vida al pequeño.
— No me diga, según yo no tengo ningún nieto — le contesta a Freya que ignora el desprecio con que le está hablando solo le interesa conseguir el dinero que necesita para el tratamiento de su pequeño.
— Tiene leucemia, es cáncer en la sangre, necesita urgentemente un trasplante de medula, después de mucho tiempo y mucho trabajo he encontrado un donador para salvarle la vida — le empieza a contar el camino que ha recorrido para salvarle la vida al pequeño.
— Pude conseguir una pequeña parte del dinero que se necesita para hacer el trasplante, pero no es suficiente, necesito setenta y cinco mil dólares más, por favor, se lo estoy rogando, no tengo a nadie más a quien pedirle — le explica a su suegro la situación tan desesperada en la que se encuentra, el gran Igor Hagen solo la está escuchando, sin responderle nada.
— Le pagare todo el dinero, le juro que lo hare, solo necesito me lo preste para poder hacerle el trasplante a Axel, es su nieto — le pide el dinero y la ayuda llorando, Freya está llorando delante de este hombre pidiéndole ayuda, pero esto no conmueve al gran Igor Hagen.
Igor Hagen solo se queda observando a Freya que está llorando frente de él y suplicándole que le ayude a salvar la vida de su hijo, pero esto no conmueve para nada al gran y poderoso Igor Hagen qué se queda viéndola inclemente ante el dolor de una madre y ante la posibilidad de la muerte de su nieto, del único hijo, del hijo que perdió.
— No entiendo tus palabras ¿cómo puede ser mi nieto? un niño al que no conozco y al que jamás he visto — le responde a la pobre Freya que sigue llorando y suplicándole ayuda para pagar el trasplante de medula que necesita el pequeño.
— Pero usted nunca me ha pedido verlo, nunca se ha acercado a nosotros para conocer a Axel — le responde, está muy sorprendida porque no sabía que quería conocer al pequeño, al contrario, siempre supuso que no quería estar cerca de ellos, después de la muerte de su esposo.
— ¿Acaso yo tenía que pedirlo? no nada más tuve que aguantar su falta de respeto de casarse con mi hijo sin mi bendición, sino que ¿también tenía que suplicar para conocer a mi nieto? — empieza a reclamarle a Freya, en vez de ablandar su corazón y ayudarla para mejorar la salud de Axel, solamente le reclama los sucesos del pasado.
Freya se queda impresionada, no entiende porque ahora le reclama el no haber conocido al pequeño Axel, cuando estaba vivo su esposo en muchas ocasiones trato de llevárselo para que lo conociera y para que conviviera con el pequeño y siempre el gran Igor Hagen había rechazado siquiera recibirlos.
— Queda muy claro que yo no era nada para usted, pero yo era un padre y gracias a ti ya no lo soy — le sigue reclamando a Freya sin entender la gravedad de la situación, justo cuando están hablando llega Nora, la esposa de Igor y empieza a escuchar toda la conversación escondida detrás de la puerta, quiere saber por qué razón Freya ha ido a la casa, sabe que debe ser algo grave y quiere entender que es lo que está pasando.
— Señor Hagen, por favor, se lo suplico, dejemos atrás el pasado y ayúdeme a salvar la vida de mi pequeño Axel, él también es su nieto — trata de hacerle ver al que una vez fue su suegro la importancia de poder hacer algo a tiempo para salvar la vida del pequeño.
— Miré señora Jensen, mi ingrato hijo se casó con alguien como usted a pesar de que yo me opuse a ese matrimonio, él ni siquiera sintió la necesidad de pedir mi bendición, con tal de estar a su lado me desprecio a mí y a su madre sin tener ningún tipo de consideración con nosotros — le sigue recriminando las acciones que hizo su hijo sin ella tener ningún tipo de culpa y mucho más importante son cosas del pasado y ahora en el presente es más importante la vida de Axel.
— Tiene usted toda la razón señor Hagen, pero por favor le ruego, no discutamos eso ahora, entienda usted mi dolor y mi desesperación necesito de su ayuda y he venido a rogarle, tenga por seguro que le pagaré cada peso, lo importante ahora es poder pagar el tratamiento para Axel — le sigue insistiendo para que entienda la urgencia y la gravedad de la enfermedad del pequeño, pero todo esto no con mueve en lo más mínimo el gran Igor Hagen, qué en ningún momento ha considerado siquiera la opción de ayudarla para pagar el tratamiento del pequeño.
— Por favor entienda, si no me ayuda Axel va morir, también es su nieto, se lo estoy suplicando, por favor ayúdenme — le vuelve a decir, todo esto lo está escuchando Nora afuera de la oficina, escondida detrás de una puerta, en cuanto escucha que el pequeño puede morir, empieza a llorar tratando de que no la escuchen, pero aun así siente con su corazón se rompe en mil pedazos, ante la posibilidad de perder al pequeño Axel. — Yo no sé nada de usted y no me importa por lo que está pasando, ni me importa ese niño, yo solo sé que usted causó la muerte de mi hijo, es lo único en lo que puedo pensar, y si ahora se muere el suyo, tal vez entienda un poco mi dolor — le responde menospreciando la urgencia y la vida de su pequeño, al contrario, pareciera que Igor deseara que se muriera el pequeño, solo para que Freya sienta el dolor de perder un hijo, así como él lo sintió. — Y que le quede muy claro, aunque tuviera diez vidas, yo no le daría ninguna, ni a usted, ni a su hijo — le contesta dej
En casa del Gran Igor Hagen, se desató el infierno por que se dio cuenta que su esposa no estaba y sospechaba a dónde fue y esto lo tiene muy enfurecido. — Ah, miren quien apareció, parece que por fin encontraste el camino a tu casa ¿Dónde estabas a esta hora? — le dice a Nora al verla entrar a la sala. — ¿Por qué no están desayunando? ¿es que no tienen hambre? Si no desayunan se les hará tarde para ir al trabajo — les dice como si no estuviera pasando nada, trata de ir a la cocina para servir el desayuno. — ¡Te estoy haciendo una pregunta mujer! ¿Dónde estabas? ¿A dónde fuiste tan temprano? — le empieza a gritar a su esposa delante de todos, impidiéndole que vaya a la cocina a servir el desayuno. — Tuve que salir — le responde a su esposo, trata de no hacer más grande el asunto, sobre todo porque le está gritando frente a su hijo y a su nuera. — No me hagas perder la paciencia, dime ¿Dónde estabas? ¡Si fuiste a ver a esa mujer! sabes muy bien lo que pienso al respecto — empieza a
I Freya se queda llorando desconsoladamente en el estacionamiento, mientras ve como su última esperanza se marcha en ese carro, en ese preciso momento recibe la llamada de la secretaria de Odín Larsen, que le informa que debe presentarse inmediatamente en la oficina que es muy importante que el señor Odín ha pedido hablar con ella. Por un segundo considera mandarlo todo al carajo, pero se contiene, sabe que si la llaman del trabajo debe de ir aunque sea su día de descanso o fin de semana, no tiene cabeza así que se va directamente a la oficina, sin antes pasar a su casa para cambiarse, va con un sencillo vestido blanco y el cabello suelto, muy diferente a como siempre se presenta en la oficina con trajes sastres y el cabello recogido, pero en esos momentos no tiene tiempo para pensar en esos detalles, así que simplemente va a su trabajo. En la oficina la están esperando Odín y su inseparable amigo y socio en la compañía Olaf, Freya llega y toca la puerta para entrar a hablar con su
Al día siguiente por la mañana, Freya llevo al pequeño Axel con el médico para que le haga los últimos estudios que se necesitan para hacer el trasplante, después que revisara al pequeño se queda a solas con él mientras el pequeño juega, quiere saber el estado de salud de su hijo. — ¿Estamos a tiempo? — le pregunta al doctor, quiere saber si con el trasplante salvara la vida de su pequeño. — Si — le responde el médico, sabe lo difícil que ha sido para Freya conseguir el dinero y le apena que por eso el pequeño no pueda recuperar su salud. — Doctor, ya tengo el dinero, puede llamar a la donante para que venga — le da la noticia al medido de que ya consiguió el dinero para el trasplante de Axel. — Me da gusto saber que pudiste reunir el dinero, empezare a preparar todo lo que se necesita, pero es necesario que ingreses ese dinero al hospital — le dice a Freya que debe presentar el dinero para poder seguir con los tramites. — Si doctor, mañana por la mañana traeré el dinero — le dice
Odín tampoco puede creer lo que hizo la noche anterior, en cuento Freya se marcha, toma un baño, se viste y va a casa de madre para acompañarla a desayunar, quiere compensarla por no haber ido a cenar. Inmediatamente empiezan a discutir como siempre que se encuentran solos, de cuando el padre de Odín los abandono por irse con otra mujer, no importándole el dejarlos solos, de cómo a pesar del paso de tantos años, la madre de Odín no puede olvidar el resentimiento que tiene. Pasa toda la mañana y Freya ha estado durmiendo, su amiga Edda la despierta sabe que debe comer. — Amiga ¿te sientes bien? te veo pálida, anda levántate y come algo — le dice a Freya para que se anime un poco, se da cuenta que está muy triste y quiere ayudarla. — Soñé que mi Axel se moría — le cuenta a su amiga las terribles pesadillas que ha tenido y por qué no ha podido descansar ni un poco. — No digas eso, veras que Axel se recuperará — le contesta tratando de animarla. — Sentí un dolor tan grande en mi cora
Pero Odín no siempre fue así, cuando joven era un enamorado del amor, creía en el amor de las mujeres y tanto era así que estuvo casi comprometido con una joven de las mejores familias de la ciudad, su madre era la mas contenta con esa relación. Johan era una joven muy hermosa, con cabello largo de color castaño claro, sus ojos color miel, conocía a Odín desde que estudiaban juntos desde que eran muy niños, sus familias además de tener negocios en común, también tenían una amistad muy fuerte de muchos años. Las familias se distanciaron cuando el padre de Odín fue descubierto en una cama de un hotel muerto en los brazos de una mujer que no era su esposa, ese escandalo hizo que la familia de Odín fuera excluida de la sociedad de Noruega durante muchos años. Pero aun así sin importarles el que dirán, Johan siguió al lado de Odín siendo muy amigos durante su juventud, incluso fueron juntos a la misma universidad, en donde esa amistad de muchos años se convirtió en un gran amor, o por lo
Freya conoció al padre de Axel en la universidad, los dos estudiaban arquitectura, eran de la misma generación, conforme pasaban los meses de estudio se fueron conociendo y fue creciendo su amor, cuando ambos terminaron la universidad y decidieron casarse fue cuando empezaron los problemas. El gran Igor Hagen no aceptaba la relación de su hijo, su primogénito con una desconocida, él ya le había conseguido una novia de su nivel para su hijo, pero el padre de Axel ya estaba enamorado de Freya. — Esa chica no puede ser tu esposa, yo no te daré mi bendición para ese matrimonio — le advierte el gran Igor a su hijo. — Pero padre, conócela primero, veras que es una mujer maravillosa — le dice el joven con la cara llena de esperanza e ilusión en su futuro junto a la mujer que ama. — No necesito conocerla, ella no tiene familia, sin una familia que te respalde no eres nadie — le dice su padre, Freya había quedado huérfana desde muy chica, después de la muerte de sus padres había vivido con
En la oficina del gran Igor Hagen, esta esperando a que llegue su hijo Erick, con el dinero que Freya necesita para el trasplante de medula del pequeño Axel, después de varias horas de estar haciendo tramites en los bancos para disponer de setenta y cinco mil euros en efectivo, llega Erick con una maleta con el dinero a la oficina de su padre.— ¿Lo contaste? ¿Te aseguraste que este completo? — le pregunta incisivamente a su hijo Erick, porque sabe que es muy distraído y nunca se preocupa por las cosas, al fin y al cabo, su padre siempre le resuelve los problemas.— Si lo hice, son setenta y cinco mil euros, para un niño que parió una desconocida — le responde a su padre, está en desacuerdo que ayuden a la mujer que, según él mato a su hermano.— Repite eso — le contesta el gran Igor, porque su hijo le está haciendo ver que está en desacuerdo en ayudar a Freya, y al hacer esto está contraviniendo sus órdenes.— ¿Acaso estoy mintiendo? Esa mujer no es nada para nosotros, no entiendo po