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3. HARÉ CUALQUIER COSA PARA SALVAR LA VIDA DE MI HIJO.

Freya sabe que tiene que hacer todo lo necesario para conseguir el dinero para salvarle la vida a su hijo y hará cualquier cosa para conseguirlo, ese mismo día saliendo de trabajar se dirige a la casa de su suegro, el gran y poderoso Igor Hagen, el abuelo de Axel, para tratar de conseguir el dinero que necesita para el tratamiento del su pequeño.

Su amiga Edda la llevo a la mansión donde vive la familia del que fue su esposo, aunque no está segura de que siquiera la reciban, pero ella intentará todo para conseguir el dinero que necesita, aunque tenga que ir a ver a esa familia que le dio la espalda a ella y su pequeño Axel.

En la mansión se encuentra el padre del que fue su esposo con su esposa, la señora Nora, la abuela de Axel, Erick el hermano de su esposo, que vive ahí con Ingrid su esposa y sus dos hijas, que son primas de su pequeño, a pesar de que los niños no se conocen, toda la familia está compartiendo la cena.

Afuera de la casa, Edda trata de darle valor a su amiga para que entre a hablar con su suegro y le preste el dinero que necesita para el tratamiento de su pequeño.

— Anímate, ve a hablar con él — le dice Edda, sabe que esta es una muy buena posibilidad para conseguir el dinero que necesita para el tratamiento de Axel.

— ¿Qué hago si me corren? — le pregunta a su amiga, sabe que es una posibilidad, que ni siquiera la escuchen y que simplemente la corran de la casa.

— ¿Y si no lo hacen? — está tratando de ayudar a su amiga y protegerla, sabe que debe hablar con el abuelo de Axel para tratar de conseguir el dinero que necesita, es la única familia que tiene el pequeño.

— Vamos no tienes nada que perder, aquí te espero el tiempo que necesites para hablar con ellos — le contesta su amiga, para que tome valor y vaya a habar con sus suegros para pedirles ayuda.

Ya en la mansión, justo a la mitad de la cena, la empleada de servicio interrumpe anunciando la llegada de Freya.

— Hay una señorita que ha venido a verlo señor Hagen, pide hablar con usted — les avisa una de las empleadas mientras están cenando en familia.

— Dígale que pase — le contesta en ese momento Freya entra por la sala hacía en comedor y deja a todos sorprendidos con su visita, desde la muerte de su esposo hacía ya varios años, nunca había ido a esa casa, ni había llevado al pequeño Axel a que conociera a sus abuelos.

Al verla, la señora Nora, la madre del que fue su esposo se levanta y trata de hablar con ella, pero su suegro, el gran e imponente Igor se lo impide, le advierte que no se acerque a esa mujer, con tan solo una mirada hace que su esposa regrese a su lugar en la mesa, sabe que no puede desobedecerle, para no quietarle el respeto a su esposo frente a toda la familia.

El señor Igor la ignora, hace como si no estuviera, quiere dejarle claro a Freya que no es bienvenida en esa casa, pero, así como con una mirada la señora Nora obedece a su esposo, con otra mirada, le hace saber al gran Igor que no permitirá que le haga una grosería a Freya la esposa de su hijo en su casa.

 — Hazlo por mi — son las únicas palabras que se escuchan de la señora Nora en la mesa, sabe el gran Igor que no puede ignorar más a Freya, porque se lo ha pedido su esposa.

— Que pase a mi oficina — le dice a la empleada para que lleve a Freya a la oficina para hablar con ella a solas.

Igor Hagen se levanta la mesa, va hasta su oficina para hablar con ella, su hijo Erick trata de seguirlo, pero su padre se lo impide, sabe que este tema debe tratarlo solo con ella, entra a su oficina donde lo está esperando, está muy contento porque Freya ha ido a su casa seguramente rogando por su ayuda y eso alimenta su orgullo.

Igor Hagen se sienta en su gran escritorio de cedro, y deja a Freya ahí parada en la mitad de la oficina, sin siquiera un poco de cortesía.

— Asumo que, si ha venido a esta hora, a un lugar en donde sabe que no es bienvenida, es porque debe tener un gran problema — empieza a decirle a la madre de su nieto, la mujer que fue esposa de su primogénito.

— No vendría si no fuera necesario — le contesta al gran Igor Hagen, quiere que sepa que esta situación es desesperada, que realmente necesita de su ayuda.

— Veo que no es una visita de cortesía — se imagina que tendrá algún problema, pero nada que tenga que ver con ella ni con el niño le interesa.

— Su nieto esta grave — le trata de explicar la situación a Igor, para que entienda la gravedad del asunto y lo importante que es su ayuda para salvarle la vida al pequeño.

— No me diga, según yo no tengo ningún nieto — le contesta a Freya que ignora el desprecio con que le está hablando solo le interesa conseguir el dinero que necesita para el tratamiento de su pequeño.

— Tiene leucemia, es cáncer en la sangre, necesita urgentemente un trasplante de medula, después de mucho tiempo y mucho trabajo he encontrado un donador para salvarle la vida — le empieza a contar el camino que ha recorrido para salvarle la vida al pequeño.

— Pude conseguir una pequeña parte del dinero que se necesita para hacer el trasplante, pero no es suficiente, necesito setenta y cinco mil dólares más, por favor, se lo estoy rogando, no tengo a nadie más a quien pedirle — le explica a su suegro la situación tan desesperada en la que se encuentra, el gran Igor Hagen solo la está escuchando, sin responderle nada.

— Le pagare todo el dinero, le juro que lo hare, solo necesito me lo preste para poder hacerle el trasplante a Axel, es su nieto — le pide el dinero y la ayuda llorando, Freya está llorando delante de este hombre pidiéndole ayuda, pero esto no conmueve al gran Igor Hagen.

Igor Hagen solo se queda observando a Freya que está llorando frente de él y suplicándole que le ayude a salvar la vida de su hijo, pero esto no conmueve para nada al gran y poderoso Igor Hagen qué se queda viéndola inclemente ante el dolor de una madre y ante la posibilidad de la muerte de su nieto, del único hijo, del hijo que perdió.

— No entiendo tus palabras ¿cómo puede ser mi nieto? un niño al que no conozco y al que jamás he visto — le responde a la pobre Freya que sigue llorando y suplicándole ayuda para pagar el trasplante de medula que necesita el pequeño.

— Pero usted nunca me ha pedido verlo, nunca se ha acercado a nosotros para conocer a Axel — le responde, está muy sorprendida porque no sabía que quería conocer al pequeño, al contrario, siempre supuso que no quería estar cerca de ellos, después de la muerte de su esposo.

— ¿Acaso yo tenía que pedirlo? no nada más tuve que aguantar su falta de respeto de casarse con mi hijo sin mi bendición, sino que ¿también tenía que suplicar para conocer a mi nieto? — empieza a reclamarle a Freya, en vez de ablandar su corazón y ayudarla para mejorar la salud de Axel, solamente le reclama los sucesos del pasado.

Freya se queda impresionada, no entiende porque ahora le reclama el no haber conocido al pequeño Axel, cuando estaba vivo su esposo en muchas ocasiones trato de llevárselo para que lo conociera y para que conviviera con el pequeño y siempre el gran Igor Hagen había rechazado siquiera recibirlos.

— Queda muy claro que yo no era nada para usted, pero yo era un padre y gracias a ti ya no lo soy — le sigue reclamando a Freya sin entender la gravedad de la situación, justo cuando están hablando llega Nora, la esposa de Igor y empieza a escuchar toda la conversación escondida detrás de la puerta, quiere saber por qué razón Freya ha ido a la casa, sabe que debe ser algo grave y quiere entender que es lo que está pasando.

— Señor Hagen, por favor, se lo suplico, dejemos atrás el pasado y ayúdeme a salvar la vida de mi pequeño Axel, él también es su nieto — trata de hacerle ver al que una vez fue su suegro la importancia de poder hacer algo a tiempo para salvar la vida del pequeño.

— Miré señora Jensen, mi ingrato hijo se casó con alguien como usted a pesar de que yo me opuse a ese matrimonio, él ni siquiera sintió la necesidad de pedir mi bendición, con tal de estar a su lado me desprecio a mí y a su madre sin tener ningún tipo de consideración con nosotros — le sigue recriminando las acciones que hizo su hijo sin ella tener ningún tipo de culpa y mucho más importante son cosas del pasado y ahora en el presente es más importante la vida de Axel.

— Tiene usted toda la razón señor Hagen, pero por favor le ruego, no discutamos eso ahora, entienda usted mi dolor y mi desesperación necesito de su ayuda y he venido a rogarle, tenga por seguro que le pagaré cada peso, lo importante ahora es poder pagar el tratamiento para Axel — le sigue insistiendo para que entienda la urgencia y la gravedad de la enfermedad del pequeño, pero todo esto no con mueve en lo más mínimo el gran Igor Hagen, qué en ningún momento ha considerado siquiera la opción de ayudarla para pagar el tratamiento del pequeño.

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