En casa del Gran Igor Hagen, se desató el infierno por que se dio cuenta que su esposa no estaba y sospechaba a dónde fue y esto lo tiene muy enfurecido.
— Ah, miren quien apareció, parece que por fin encontraste el camino a tu casa ¿Dónde estabas a esta hora? — le dice a Nora al verla entrar a la sala.
— ¿Por qué no están desayunando? ¿es que no tienen hambre? Si no desayunan se les hará tarde para ir al trabajo — les dice como si no estuviera pasando nada, trata de ir a la cocina para servir el desayuno.
— ¡Te estoy haciendo una pregunta mujer! ¿Dónde estabas? ¿A dónde fuiste tan temprano? — le empieza a gritar a su esposa delante de todos, impidiéndole que vaya a la cocina a servir el desayuno.
— Tuve que salir — le responde a su esposo, trata de no hacer más grande el asunto, sobre todo porque le está gritando frente a su hijo y a su nuera.
— No me hagas perder la paciencia, dime ¿Dónde estabas? ¡Si fuiste a ver a esa mujer! sabes muy bien lo que pienso al respecto — empieza a amenazarla y a faltarle al respeto frente a todos.
— ¿Y qué pasa si lo hice? — Nora se enfurece porque su esposo le está hablando de esa manera, así que sin ningún miramiento le responde.
— ¡Te mato mujer! sabes que en mi casa las ordenes se obedecen y yo te ordene que no te acercaras a esa mujer — le grita a su esposa, está muy enojado por que ha desobedecido una de sus órdenes.
— ¡Pues entonces mátame! ¡fui a su casa a ver a nuestro nieto! — le grita y se marcha a su habitación, en todos los años de matrimonio con Igor Hagen, jamás le había hablado de esa manera y mucho menos la había humillado delante de los demás.
Igor Hagen sigue a su esposa hasta su habitación, debe hablar con ella y dejarle muy en claro que está muy furioso porque lo ha desobedecido.
Igor entra a su habitación en donde esta Nora muy triste, está llorando por la manera en que la trato su esposo y de cómo la humillo delante de su familia, esto no le importa al gran Igor Hagen que entra azotando la puerta y gritando.
— Llevamos treinta y nueve años de casados Nora y hasta ahora nunca me habías fallado, por esta vez te perdono, pero escúchame bien, que no se vuela a repetir — le dice gritándole y hablándole mal a la mujer con la que ha compartido una vida.
— No seas tan cruel Igor y tenle miedo a Dios, nuestro nieto está muriendo, por lo menos tenle misericordia — le responde a su esposo sin voltearlo a ver, de verdad está muy herida por la manera en que la está tratando, sin ninguna consideración y sin respeto.
— ¿Qué significa eso de mi nieto? ¿Cómo puede ser mi nieto alguien a quien ni siquiera conozco? — le dice a su esposa, se está dando cuenta que está muy molesta, así que poco a poco va bajando el tono al hablar con ella.
— Igor no hagas esto, tú nunca quisiste conocerlo, nuestro hijo te lo pidió muchas veces, incluso cuando te trajo a presentar a su hijo, tu no lo recibiste — le recuerda a Igor como fue su decisión de no conocer al pequeño Axel.
— Mujer no entiendes lo que digo ¿acaso es que hablo en otro idioma? yo no tengo otro hijo, ni tampoco tengo un nieto — le responde a su esposa que sigue llorando, ahora por que su esposo está desconociendo al hijo que murió y a su nieto.
— Eres un hombre que maneja millones de euros, así que supongamos que no es nuestro nieto, estoy segura que si fuera otro niño si lo salvarías, solo estas terco porque es el hijo de nuestro hijo, el que te desobedeció y no pidió tu bendición para casarse — le empieza a hacer ver las cosas a su esposo, ya que sin importar que sea su nieto, es la vida de un pequeño niño que necesita su ayuda.
— ¿Por qué gastaría setenta y cinco mil dólares por la vida de ese niño? Prefiero donar quinientos mil dólares a un hospital y así puedo salvar a más niños — le responde a Nora que al escuchar esto no reconoce a su esposo, como puede permitir que muera su nieto solo por no pagar el trasplante de medula que necesita.
— Igor ya basta — le dice a su esposo y lo ve directamente a los ojos, él se da cuenta que se ha pasado con esos comentarios, pero no está dispuesto a disculparse.
— El tema está cerrado, no quiero volver a hablar de esto — le dice a su esposa Nora y se marcha de la habitación, no quiere seguir discutiendo con ella.
Los siguientes días Freya Jensen trata de varias maneras de conseguir el dinero que le hace falta para hacer el trasplante de medula para su pequeño, va a varios bancos solicitando créditos para conseguir el monto que necesita, pero no logra conseguir un préstamo tan grande, cada vez está más desesperada por no poder conseguir el dinero.
Después de que el último de los bancos a los que había hecho la solicitud la rechazara, recibe una llamada del médico que está coordinando el trasplante de Axel.
— Lamentablemente le tengo una mala noticia, mire paso algo fuera de lo común, la donante de Axel, la señora Emma Holm, recibió otra solicitud de un paciente en Dubái — empieza a explicarle el medico a Freya.
— ¿Que dice doctor? — Freya entra en pánico al enterarse que puede perder al donante de medula para su pequeño Axel.
— Ellos tienen el dinero que se necesita, ya hicieron los tramites y mandaron el pasaje para la señora Holm, me pidió que le dijera que lo lamenta mucho — le dice el doctor que la donante ya no hará la donación para Axel, el terror se apodera del cuerpo de Freya no puede creer que al estar tan cerca de salvarle la vida a su pequeño las posibilidades simplemente desaparezcan.
— No puede ser, no puedo creer lo que me está diciendo — le contesta al médico, sabe que sin ese trasplante su hijo morirá, y tenían muchos meses buscando un donante que fuera compatible con Axel.
— Se que lo que le estoy diciendo es muy difícil, pero si puede conseguir el dinero antes del domingo, quizá pueda convencer a la señora Emma Holm para que venga a donarle su medula a Axel — le explica a Freya que esta es la última oportunidad que tiene para salvarle la vida a su pequeño, ya que después será casi imposible encontrar a un donante compatible para el niño.
Freya esta desconsolada, no sabe que hacer empieza a caminar sin rumbo, está desesperada, sabe que este trasplante es la única esperanza para su pequeño, toma valor se sube a un taxi y va hasta la oficina del gran Igor Hagen, sabe que debe convencerlo para que le ayude a pagar el trasplante para su pequeño.
— Aquí esta esta mujer otra vez, ve y prepara el auto, nos vamos — le dice a su chofer en cuanto ve a Freya entrar a la oficina, se levanta y se dirige a la puerta sin dejarle hablar, no está dispuesto a escucharla.
— Señor Hagen por favor, escúcheme — le suplica para que se detenga y no se marche es imprescindible que hable con él, para convencerlo de que le ayude.
— Veo que es una mujer tan cara dura y sin vergüenza, que se atreve a tocar mi puerta otra vez — le dice a la pobre de Freya que está desesperada, la vida de su pequeño se le escapa de las manos sin que pueda hacer nada.
— Por favor escúcheme — le suplica, mientras lo sigue de la oficina hasta el estacionamiento porque en ningún momento Igor Hagen se ha detenido a escucharla.
— ¿Acaso no tienes dignidad? ¿no tienes ningún sentido de la decencia? — le pregunta a la pobre mujer que tiene enfrente, que está desesperada tratando de salvar la vida de su hijo.
— Por favor se lo suplico tiene que escucharme, solo un momento por favor — le insiste, pero el señor Hagen ni siquiera voltea a verla, solo sigue su camino.
— Déjame, déjame en paz, ya te dije que no eres bienvenida — le contesta y sigue caminado, Freya va tras de él tratando de hablarle.
— Por favor escúcheme, el donante de Axel también tiene otra solicitud de otro paciente que vive en Dubái, por favor debo conseguir el dinero antes del domingo, si no mi hijo no tendrá un donante y morirá — trata de explicarle, pero el señor Hagen no le importa lo que le está diciendo, simplemente se sube a su auto y se marcha dejando a Freya hablando sola en el estacionamiento de su compañía.
— ¡Por favor ayúdeme! — le grita al señor Hagen mientras ve como el auto se aleja sin poder hacer nada.
I Freya se queda llorando desconsoladamente en el estacionamiento, mientras ve como su última esperanza se marcha en ese carro, en ese preciso momento recibe la llamada de la secretaria de Odín Larsen, que le informa que debe presentarse inmediatamente en la oficina que es muy importante que el señor Odín ha pedido hablar con ella. Por un segundo considera mandarlo todo al carajo, pero se contiene, sabe que si la llaman del trabajo debe de ir aunque sea su día de descanso o fin de semana, no tiene cabeza así que se va directamente a la oficina, sin antes pasar a su casa para cambiarse, va con un sencillo vestido blanco y el cabello suelto, muy diferente a como siempre se presenta en la oficina con trajes sastres y el cabello recogido, pero en esos momentos no tiene tiempo para pensar en esos detalles, así que simplemente va a su trabajo. En la oficina la están esperando Odín y su inseparable amigo y socio en la compañía Olaf, Freya llega y toca la puerta para entrar a hablar con su
Al día siguiente por la mañana, Freya llevo al pequeño Axel con el médico para que le haga los últimos estudios que se necesitan para hacer el trasplante, después que revisara al pequeño se queda a solas con él mientras el pequeño juega, quiere saber el estado de salud de su hijo. — ¿Estamos a tiempo? — le pregunta al doctor, quiere saber si con el trasplante salvara la vida de su pequeño. — Si — le responde el médico, sabe lo difícil que ha sido para Freya conseguir el dinero y le apena que por eso el pequeño no pueda recuperar su salud. — Doctor, ya tengo el dinero, puede llamar a la donante para que venga — le da la noticia al medido de que ya consiguió el dinero para el trasplante de Axel. — Me da gusto saber que pudiste reunir el dinero, empezare a preparar todo lo que se necesita, pero es necesario que ingreses ese dinero al hospital — le dice a Freya que debe presentar el dinero para poder seguir con los tramites. — Si doctor, mañana por la mañana traeré el dinero — le dice
Odín tampoco puede creer lo que hizo la noche anterior, en cuento Freya se marcha, toma un baño, se viste y va a casa de madre para acompañarla a desayunar, quiere compensarla por no haber ido a cenar. Inmediatamente empiezan a discutir como siempre que se encuentran solos, de cuando el padre de Odín los abandono por irse con otra mujer, no importándole el dejarlos solos, de cómo a pesar del paso de tantos años, la madre de Odín no puede olvidar el resentimiento que tiene. Pasa toda la mañana y Freya ha estado durmiendo, su amiga Edda la despierta sabe que debe comer. — Amiga ¿te sientes bien? te veo pálida, anda levántate y come algo — le dice a Freya para que se anime un poco, se da cuenta que está muy triste y quiere ayudarla. — Soñé que mi Axel se moría — le cuenta a su amiga las terribles pesadillas que ha tenido y por qué no ha podido descansar ni un poco. — No digas eso, veras que Axel se recuperará — le contesta tratando de animarla. — Sentí un dolor tan grande en mi cora
Pero Odín no siempre fue así, cuando joven era un enamorado del amor, creía en el amor de las mujeres y tanto era así que estuvo casi comprometido con una joven de las mejores familias de la ciudad, su madre era la mas contenta con esa relación. Johan era una joven muy hermosa, con cabello largo de color castaño claro, sus ojos color miel, conocía a Odín desde que estudiaban juntos desde que eran muy niños, sus familias además de tener negocios en común, también tenían una amistad muy fuerte de muchos años. Las familias se distanciaron cuando el padre de Odín fue descubierto en una cama de un hotel muerto en los brazos de una mujer que no era su esposa, ese escandalo hizo que la familia de Odín fuera excluida de la sociedad de Noruega durante muchos años. Pero aun así sin importarles el que dirán, Johan siguió al lado de Odín siendo muy amigos durante su juventud, incluso fueron juntos a la misma universidad, en donde esa amistad de muchos años se convirtió en un gran amor, o por lo
Freya conoció al padre de Axel en la universidad, los dos estudiaban arquitectura, eran de la misma generación, conforme pasaban los meses de estudio se fueron conociendo y fue creciendo su amor, cuando ambos terminaron la universidad y decidieron casarse fue cuando empezaron los problemas. El gran Igor Hagen no aceptaba la relación de su hijo, su primogénito con una desconocida, él ya le había conseguido una novia de su nivel para su hijo, pero el padre de Axel ya estaba enamorado de Freya. — Esa chica no puede ser tu esposa, yo no te daré mi bendición para ese matrimonio — le advierte el gran Igor a su hijo. — Pero padre, conócela primero, veras que es una mujer maravillosa — le dice el joven con la cara llena de esperanza e ilusión en su futuro junto a la mujer que ama. — No necesito conocerla, ella no tiene familia, sin una familia que te respalde no eres nadie — le dice su padre, Freya había quedado huérfana desde muy chica, después de la muerte de sus padres había vivido con
En la oficina del gran Igor Hagen, esta esperando a que llegue su hijo Erick, con el dinero que Freya necesita para el trasplante de medula del pequeño Axel, después de varias horas de estar haciendo tramites en los bancos para disponer de setenta y cinco mil euros en efectivo, llega Erick con una maleta con el dinero a la oficina de su padre.— ¿Lo contaste? ¿Te aseguraste que este completo? — le pregunta incisivamente a su hijo Erick, porque sabe que es muy distraído y nunca se preocupa por las cosas, al fin y al cabo, su padre siempre le resuelve los problemas.— Si lo hice, son setenta y cinco mil euros, para un niño que parió una desconocida — le responde a su padre, está en desacuerdo que ayuden a la mujer que, según él mato a su hermano.— Repite eso — le contesta el gran Igor, porque su hijo le está haciendo ver que está en desacuerdo en ayudar a Freya, y al hacer esto está contraviniendo sus órdenes.— ¿Acaso estoy mintiendo? Esa mujer no es nada para nosotros, no entiendo po
Freya y su amiga Edda siguen en el hospital, acompañando al pequeño Axel durante su tratamiento, siguen conversando, Edda trata de animar a su amiga, que esta desconsolada.— Hoy me llamo el abuelo de Axel — le empieza a contar a su amiga con mucha tristeza.— ¿Qué? Te llamo de nuevo para insultarte — le contesta a su amiga, ella ha sido testigo de los malos tratos que ha recibido por parte de la familia de su esposo.— No es eso amiga, se compadeció y me ofreció el dinero para el tratamiento de Axel — al escuchar esto Edda se sorprendió mucho, ya había perdido la esperanza de que ese hombre ayudara a su amiga, más por como la ha humillado y rechazado los últimos días.— ¿No lo aceptaste? — se dio cuenta por la reacción de Freya al contarle de la llamada, ella se lo confirmó moviendo la cabeza.— Amiga deberías aceptar ese dinero, y así le pagas a tu amigo, el que me contaste te presto los setenta y cinco mil euros para el tratamiento de Axel — le insiste a su amiga, así por lo menos
Al salir de la reunión, Olaf alcanza a Odín que salió a toda prisa de la sala de juntas, no entiende porque trata así a Freya, ni por qué la presiona de esa manera, le parece injusta la manera en cómo le habla.— Exageraste, veintidós días en el cronograma estaban bien — le hace ver a Odín que está siendo muy injusto y la está haciendo trabajar de más.— Si puede en veintidós, también podrá hacerlo en quince días — le responde a su amigo, no quiere que interceda por ella, quiere hacer que todo el tiempo que tenga Freya lo ocupe trabajando en su compañía.— Esta bien es tu proyecto y tu mejor que nadie sabes cómo tratas a tu personal — le dice a su amigo Odín, sabe que, aunque le explique que está siendo injusto, no lo hará cambiar de opinión acerca de Freya.— Que Freya trabaje más, yo la vi, a las seis sale corriendo de la oficina, como si el mundo se fuera a acabar — tiene mucha curiosidad de que hace en su tiempo libre, pero ahora se asegurará de que se la pase trabajando.— No sé