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6. SOLO SERÁ UNA NOCHE Y TENDRÁS TU DINERO.

I

Freya se queda llorando desconsoladamente en el estacionamiento, mientras ve como su última esperanza se marcha en ese carro, en ese preciso momento recibe la llamada de la secretaria de Odín Larsen, que le informa que debe presentarse inmediatamente en la oficina que es muy importante que el señor Odín ha pedido hablar con ella.

Por un segundo considera mandarlo todo al carajo, pero se contiene, sabe que si la llaman del trabajo debe de ir aunque sea su día de descanso o fin de semana, no tiene cabeza así que se va directamente a la oficina, sin antes pasar a su casa para cambiarse, va con un sencillo vestido blanco y el cabello suelto, muy diferente a como siempre se presenta en la oficina con trajes sastres y el cabello recogido, pero en esos momentos no tiene tiempo para pensar en esos detalles, así que simplemente va a su trabajo.

En la oficina la están esperando Odín y su inseparable amigo y socio en la compañía Olaf, Freya llega y toca la puerta para entrar a hablar con su jefe, abre la puerta y entra, los dos inseparables amigos se quedaron sorprendidos al verla, ahí frente a ellos, con su vestido blanco y el cabello suelto, casi parecía un ángel, ambos amigos se quedaron sin palabras ante tanta belleza.

— Buenas tardes, ¿usted me llamo? — le pregunta a su jefe, pues al entrar ninguno de los dos le dijo nada, solo quedaron admirando su gran belleza.

— Si pase y siéntese por favor — le contesta Odín reaccionando al darse cuenta que solo la estaba mirando sin decirle nada.

Freya pasa y se sienta, pero Odín no puede dejar de verla, esta embelesado ante su belleza, Freya como esta absorta en sus pensamientos no se da cuenta de cómo la están mirando los dos amigos.

— Hemos decidido que usted se haga cargo del proyecto de las torres de Dubái — esta noticia sorprende a Freya, le da un poco de esperanza porque significa un ascenso en su trabajo y por lo tanto un aumento de sueldo, tal vez con esto si pueda conseguir el préstamo que había solicitado en los bancos, aunque no sabe si lo conseguirá antes del domingo.

Freya llega a su casa con una muy pequeña esperanza de conseguir el dinero para el trasplante de su hijo, cuando al llegar a su departamento la vecina que lo cuida le da la noticia de que ha estado toda la tarde tratando de bajarle la temperatura al pequeño Axel, cada vez está más débil, y se está quedando sin tiempo para poder hacerle el trasplante de medula que le salvará la vida.

Inmediatamente le habla al doctor que le da instrucciones de que en caso de que empeore lo lleve rápidamente al hospital.

Así pasan los días y las noches de Freya, por la noche casi sin dormir, con su pequeño cada vez más débil, y los días entre su incremento de trabajo y tratando de conseguir el dinero que le hace falta en los bancos, solicitando los prestamos nuevamente y llamando a todas las personas que conoce tratando de reunir la mayor cantidad de dinero posible, muchas de sus amistades sin pensarlo dos veces le prestan todo el dinero que tienen, pero aun así es muy poca la cantidad que está logrando reunir.

Llega el viernes y casi no ha podido reunir mucho dinero, está terminado unos planos en la oficina de Odín Larsen, cuando por la desesperación se atreve a pedirle un préstamo a la compañía, sabe que esta es la última opción que tiene para conseguir el dinero.

— Disculpe señor Larsen ¿puedo conversar con usted? — le pregunta con mucha propiedad a su jefe, si puede hablarle de un tema diferente al de su trabajo, Odín se sorprende ya que sabe que Freya es una mujer muy propia y solamente se dirige a él con asuntos del proyecto de Dubái.

— Claro, dígame ¿qué pasa señorita Jensen? — le contesta y queda atento a lo que va a decirle.

— Necesito pedir un préstamo a la empresa — le dice a su jefe tomando valor de la desesperación por salvar a su pequeño, Odín no le contesta, solo se queda esperando que más va a decirle.

— Necesito pedir un préstamo por setenta y cinco mil dólares por favor — le sigue diciendo a Odín que está cada vez más sorprendido por el descaro de su arquitecta para pedirle dinero.

— Así que necesita setenta y cinco mil dólares — le pregunta con cinismo a Freya que está tratando de conseguir el dinero para su hijo.

— Así es — le contesta, sabe que esta es la última oportunidad que tiene para conseguir el dinero.

— Eres impresionante Freya, de veras, como tienes vergüenza para pedir un préstamo por setenta y cinco mil dólares en una empresa en la que solo llevas trabajando tres meses — le contesta poniéndola en su lugar por su atrevimiento y descaro, ella solamente se queda callada, se está dando cuenta que la oportunidad de salvar a su hijo se está desvaneciendo.

— ¿Te atreviste a hacerlo por estar a cargo del proyecto de las torres de Dubái? Parece que estar a cargo de un proyecto importante te dio el valor — le empieza a recriminar a Freya que solo está tratando de no llorar, sabe que si dice algo equivocado puede perder su trabajo y con ello el servicio médico que atiende a Axel cuanto tiene alguna emergencia con su salud y no puede permitirse quedar sin el servicio médico.

—Lo siento, perdóneme, disculpe, por favor olvide lo que dije, me retiro, disculpe nuevamente por haberlo molestado — le contesta a su jefe quiere salir lo más rápido posible de esa oficina, no quiere que la vea llorar, su orgullo no se lo permite, se dirige a la puerta de la oficina para salir de ahí.

— Freya, ninguna empresa con sentido común, sin importar por qué razón le prestaría setenta y cinco mil dólares a un empleado que lleva apenas tres meses trabajando — le dice a Freya quiere seguirla recriminando y quiere impedir que se vaya, sabe que ella no se ira de la oficina si el sigue hablando.

— Si lo sé, por favor ya le pedí disculpas, pero me vuelvo a disculpar con usted por mi impertinencia, por favor discúlpeme, buenas noches — le contesta un poco más alterada, está perdiendo la paciencia, lo único que quiere es salir de ahí lo más pronto posible.

— No he dicho que no — le dice a Freya, estas palabras hacen que se detenga justo antes de abrir la puerta para irse de ahí.

— Pero no te va a salir gratis — Freya accedió con un movimiento de cabeza, sin saber realmente a lo que estaba accediendo, por segundos le volvió el alma al cuerpo, ha regresado la posibilidad de salvarle la vida a su hijo.

— Vas a pasar la noche conmigo — le dice a Freya que se queda impresionada y muy sorprendida por lo que acaba de escuchar.

— Solo será una noche y tendrás tu dinero — le dice sin dejar de mirarla a los ojos, quiere ver la reacción que tendrá por haberle hecho esta proposición.

— ¿Quién se cree usted que soy? — le pregunta a Odín de verdad está muy ofendida por que la está tratando como si ella fuera una prostituta ofreciéndole dinero por pasar la noche con él, cuando ella siempre se ha portado con mucha propiedad y profesionalismo, ha demostrado ser muy buena en su trabajo.

— Solamente te estoy haciendo una oferta, no es para enojarse tanto, pasa una noche conmigo y gana setenta y cinco mil dólares — le dice a Freya explicándole que no será un préstamo, que será el pago por pasar una noche con él.

— ¿Cómo se atreve a hacerme una propuesta tan indecente? ¿quién se cree que es? — le pregunta viéndolo directamente a los ojos, de verdad está muy ofendida por que la está tratando como a una cualquiera.

— Busque a otro arquitecto para su proyecto de Dubái, no volveré a poner un pie en este edificio — le contesta, por un momento el orgullo y la decencia le ganaron, ella no es ese tipo de mujer y su dignidad no tiene precio.

— ¿Entonces no vas a aceptar mi propuesta? — le pregunta a Freya, está muy contento de ver su reacción, le da mucho gusto que ella defienda así su dignidad y su decencia.

— Nunca aceptaría algo tan indecente como su propuesta — le responde a Odín Larsen y sale de la oficina azotando la puerta, Odín se queda sorprendido, parece que por fin ha encontrado a una mujer diferente, a una que realmente vale la pena.

Freya sale furiosa de la oficina de Odín, pero la fuerza le duro hasta las escaleras, como ya es tarde la oficina está vacía, así que se sienta en las escaleras a llorar, quiere salir corriendo de ahí y nunca más regresar a esa oficina, pero sabe que necesita el dinero para salvar la vida de su hijo, y también necesita el trabajo para poder seguir cuidando de su pequeño, no puede parar de llorar, esta es la decisión más difícil de toda su vida, pero antes que su orgullo y su dignidad esta la vida de su hijo Axel, regresa a la oficina de Odín y sin tocar la puerta entra.

— Si acepto — le dice a Odín con lágrimas en los ojos, aunque él no se da cuenta de eso, simplemente ve a otra mujer como todas las demás, se desilusiona de Freya por haber aceptado su proposición de pasar la noche con él a cambio de dinero.

— Pero con condiciones, solo una noche, esto quedara entre nosotros y esto no afectara nuestro trabajo — le dice a Odín que esto es lo que necesita para pasar la noche con él, quiere dejarlo todo bien claro por qué no puede además de su dignidad y de su orgullo también perder su trabajo.

— ¿Algo más? ¿solo eso? — le pregunta Odín, ya ni siquiera la mira, ante sus ojos a partir de ese momento Freya es una más como todas las mujeres que solamente quieres dinero de los hombres.

— Quiero el dinero al final de la noche, que sea en billetes — le dice a pesar de parecer tranquila, en ningún momento las lágrimas han dejado de rodar por sus mejillas.

— ¿Mañana? — le pregunta Odín esta desconcertado porque Freya aceptó la propuesta de pasar la noche juntos.

— Mañana — le responde necesita llevar ese dinero lo más pronto posible al hospital para que la donante pueda viajar hasta Noruega para hacer el trasplante.

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