I
Freya se queda llorando desconsoladamente en el estacionamiento, mientras ve como su última esperanza se marcha en ese carro, en ese preciso momento recibe la llamada de la secretaria de Odín Larsen, que le informa que debe presentarse inmediatamente en la oficina que es muy importante que el señor Odín ha pedido hablar con ella.
Por un segundo considera mandarlo todo al carajo, pero se contiene, sabe que si la llaman del trabajo debe de ir aunque sea su día de descanso o fin de semana, no tiene cabeza así que se va directamente a la oficina, sin antes pasar a su casa para cambiarse, va con un sencillo vestido blanco y el cabello suelto, muy diferente a como siempre se presenta en la oficina con trajes sastres y el cabello recogido, pero en esos momentos no tiene tiempo para pensar en esos detalles, así que simplemente va a su trabajo.
En la oficina la están esperando Odín y su inseparable amigo y socio en la compañía Olaf, Freya llega y toca la puerta para entrar a hablar con su jefe, abre la puerta y entra, los dos inseparables amigos se quedaron sorprendidos al verla, ahí frente a ellos, con su vestido blanco y el cabello suelto, casi parecía un ángel, ambos amigos se quedaron sin palabras ante tanta belleza.
— Buenas tardes, ¿usted me llamo? — le pregunta a su jefe, pues al entrar ninguno de los dos le dijo nada, solo quedaron admirando su gran belleza.
— Si pase y siéntese por favor — le contesta Odín reaccionando al darse cuenta que solo la estaba mirando sin decirle nada.
Freya pasa y se sienta, pero Odín no puede dejar de verla, esta embelesado ante su belleza, Freya como esta absorta en sus pensamientos no se da cuenta de cómo la están mirando los dos amigos.
— Hemos decidido que usted se haga cargo del proyecto de las torres de Dubái — esta noticia sorprende a Freya, le da un poco de esperanza porque significa un ascenso en su trabajo y por lo tanto un aumento de sueldo, tal vez con esto si pueda conseguir el préstamo que había solicitado en los bancos, aunque no sabe si lo conseguirá antes del domingo.
Freya llega a su casa con una muy pequeña esperanza de conseguir el dinero para el trasplante de su hijo, cuando al llegar a su departamento la vecina que lo cuida le da la noticia de que ha estado toda la tarde tratando de bajarle la temperatura al pequeño Axel, cada vez está más débil, y se está quedando sin tiempo para poder hacerle el trasplante de medula que le salvará la vida.
Inmediatamente le habla al doctor que le da instrucciones de que en caso de que empeore lo lleve rápidamente al hospital.
Así pasan los días y las noches de Freya, por la noche casi sin dormir, con su pequeño cada vez más débil, y los días entre su incremento de trabajo y tratando de conseguir el dinero que le hace falta en los bancos, solicitando los prestamos nuevamente y llamando a todas las personas que conoce tratando de reunir la mayor cantidad de dinero posible, muchas de sus amistades sin pensarlo dos veces le prestan todo el dinero que tienen, pero aun así es muy poca la cantidad que está logrando reunir.
Llega el viernes y casi no ha podido reunir mucho dinero, está terminado unos planos en la oficina de Odín Larsen, cuando por la desesperación se atreve a pedirle un préstamo a la compañía, sabe que esta es la última opción que tiene para conseguir el dinero.
— Disculpe señor Larsen ¿puedo conversar con usted? — le pregunta con mucha propiedad a su jefe, si puede hablarle de un tema diferente al de su trabajo, Odín se sorprende ya que sabe que Freya es una mujer muy propia y solamente se dirige a él con asuntos del proyecto de Dubái.
— Claro, dígame ¿qué pasa señorita Jensen? — le contesta y queda atento a lo que va a decirle.
— Necesito pedir un préstamo a la empresa — le dice a su jefe tomando valor de la desesperación por salvar a su pequeño, Odín no le contesta, solo se queda esperando que más va a decirle.
— Necesito pedir un préstamo por setenta y cinco mil dólares por favor — le sigue diciendo a Odín que está cada vez más sorprendido por el descaro de su arquitecta para pedirle dinero.
— Así que necesita setenta y cinco mil dólares — le pregunta con cinismo a Freya que está tratando de conseguir el dinero para su hijo.
— Así es — le contesta, sabe que esta es la última oportunidad que tiene para conseguir el dinero.
— Eres impresionante Freya, de veras, como tienes vergüenza para pedir un préstamo por setenta y cinco mil dólares en una empresa en la que solo llevas trabajando tres meses — le contesta poniéndola en su lugar por su atrevimiento y descaro, ella solamente se queda callada, se está dando cuenta que la oportunidad de salvar a su hijo se está desvaneciendo.
— ¿Te atreviste a hacerlo por estar a cargo del proyecto de las torres de Dubái? Parece que estar a cargo de un proyecto importante te dio el valor — le empieza a recriminar a Freya que solo está tratando de no llorar, sabe que si dice algo equivocado puede perder su trabajo y con ello el servicio médico que atiende a Axel cuanto tiene alguna emergencia con su salud y no puede permitirse quedar sin el servicio médico.
—Lo siento, perdóneme, disculpe, por favor olvide lo que dije, me retiro, disculpe nuevamente por haberlo molestado — le contesta a su jefe quiere salir lo más rápido posible de esa oficina, no quiere que la vea llorar, su orgullo no se lo permite, se dirige a la puerta de la oficina para salir de ahí.
— Freya, ninguna empresa con sentido común, sin importar por qué razón le prestaría setenta y cinco mil dólares a un empleado que lleva apenas tres meses trabajando — le dice a Freya quiere seguirla recriminando y quiere impedir que se vaya, sabe que ella no se ira de la oficina si el sigue hablando.
— Si lo sé, por favor ya le pedí disculpas, pero me vuelvo a disculpar con usted por mi impertinencia, por favor discúlpeme, buenas noches — le contesta un poco más alterada, está perdiendo la paciencia, lo único que quiere es salir de ahí lo más pronto posible.
— No he dicho que no — le dice a Freya, estas palabras hacen que se detenga justo antes de abrir la puerta para irse de ahí.
— Pero no te va a salir gratis — Freya accedió con un movimiento de cabeza, sin saber realmente a lo que estaba accediendo, por segundos le volvió el alma al cuerpo, ha regresado la posibilidad de salvarle la vida a su hijo.
— Vas a pasar la noche conmigo — le dice a Freya que se queda impresionada y muy sorprendida por lo que acaba de escuchar.
— Solo será una noche y tendrás tu dinero — le dice sin dejar de mirarla a los ojos, quiere ver la reacción que tendrá por haberle hecho esta proposición.
— ¿Quién se cree usted que soy? — le pregunta a Odín de verdad está muy ofendida por que la está tratando como si ella fuera una prostituta ofreciéndole dinero por pasar la noche con él, cuando ella siempre se ha portado con mucha propiedad y profesionalismo, ha demostrado ser muy buena en su trabajo.
— Solamente te estoy haciendo una oferta, no es para enojarse tanto, pasa una noche conmigo y gana setenta y cinco mil dólares — le dice a Freya explicándole que no será un préstamo, que será el pago por pasar una noche con él.
— ¿Cómo se atreve a hacerme una propuesta tan indecente? ¿quién se cree que es? — le pregunta viéndolo directamente a los ojos, de verdad está muy ofendida por que la está tratando como a una cualquiera.
— Busque a otro arquitecto para su proyecto de Dubái, no volveré a poner un pie en este edificio — le contesta, por un momento el orgullo y la decencia le ganaron, ella no es ese tipo de mujer y su dignidad no tiene precio.
— ¿Entonces no vas a aceptar mi propuesta? — le pregunta a Freya, está muy contento de ver su reacción, le da mucho gusto que ella defienda así su dignidad y su decencia.
— Nunca aceptaría algo tan indecente como su propuesta — le responde a Odín Larsen y sale de la oficina azotando la puerta, Odín se queda sorprendido, parece que por fin ha encontrado a una mujer diferente, a una que realmente vale la pena.
Freya sale furiosa de la oficina de Odín, pero la fuerza le duro hasta las escaleras, como ya es tarde la oficina está vacía, así que se sienta en las escaleras a llorar, quiere salir corriendo de ahí y nunca más regresar a esa oficina, pero sabe que necesita el dinero para salvar la vida de su hijo, y también necesita el trabajo para poder seguir cuidando de su pequeño, no puede parar de llorar, esta es la decisión más difícil de toda su vida, pero antes que su orgullo y su dignidad esta la vida de su hijo Axel, regresa a la oficina de Odín y sin tocar la puerta entra.
— Si acepto — le dice a Odín con lágrimas en los ojos, aunque él no se da cuenta de eso, simplemente ve a otra mujer como todas las demás, se desilusiona de Freya por haber aceptado su proposición de pasar la noche con él a cambio de dinero.
— Pero con condiciones, solo una noche, esto quedara entre nosotros y esto no afectara nuestro trabajo — le dice a Odín que esto es lo que necesita para pasar la noche con él, quiere dejarlo todo bien claro por qué no puede además de su dignidad y de su orgullo también perder su trabajo.
— ¿Algo más? ¿solo eso? — le pregunta Odín, ya ni siquiera la mira, ante sus ojos a partir de ese momento Freya es una más como todas las mujeres que solamente quieres dinero de los hombres.
— Quiero el dinero al final de la noche, que sea en billetes — le dice a pesar de parecer tranquila, en ningún momento las lágrimas han dejado de rodar por sus mejillas.
— ¿Mañana? — le pregunta Odín esta desconcertado porque Freya aceptó la propuesta de pasar la noche juntos.
— Mañana — le responde necesita llevar ese dinero lo más pronto posible al hospital para que la donante pueda viajar hasta Noruega para hacer el trasplante.
Al día siguiente por la mañana, Freya llevo al pequeño Axel con el médico para que le haga los últimos estudios que se necesitan para hacer el trasplante, después que revisara al pequeño se queda a solas con él mientras el pequeño juega, quiere saber el estado de salud de su hijo. — ¿Estamos a tiempo? — le pregunta al doctor, quiere saber si con el trasplante salvara la vida de su pequeño. — Si — le responde el médico, sabe lo difícil que ha sido para Freya conseguir el dinero y le apena que por eso el pequeño no pueda recuperar su salud. — Doctor, ya tengo el dinero, puede llamar a la donante para que venga — le da la noticia al medido de que ya consiguió el dinero para el trasplante de Axel. — Me da gusto saber que pudiste reunir el dinero, empezare a preparar todo lo que se necesita, pero es necesario que ingreses ese dinero al hospital — le dice a Freya que debe presentar el dinero para poder seguir con los tramites. — Si doctor, mañana por la mañana traeré el dinero — le dice
Odín tampoco puede creer lo que hizo la noche anterior, en cuento Freya se marcha, toma un baño, se viste y va a casa de madre para acompañarla a desayunar, quiere compensarla por no haber ido a cenar. Inmediatamente empiezan a discutir como siempre que se encuentran solos, de cuando el padre de Odín los abandono por irse con otra mujer, no importándole el dejarlos solos, de cómo a pesar del paso de tantos años, la madre de Odín no puede olvidar el resentimiento que tiene. Pasa toda la mañana y Freya ha estado durmiendo, su amiga Edda la despierta sabe que debe comer. — Amiga ¿te sientes bien? te veo pálida, anda levántate y come algo — le dice a Freya para que se anime un poco, se da cuenta que está muy triste y quiere ayudarla. — Soñé que mi Axel se moría — le cuenta a su amiga las terribles pesadillas que ha tenido y por qué no ha podido descansar ni un poco. — No digas eso, veras que Axel se recuperará — le contesta tratando de animarla. — Sentí un dolor tan grande en mi cora
Pero Odín no siempre fue así, cuando joven era un enamorado del amor, creía en el amor de las mujeres y tanto era así que estuvo casi comprometido con una joven de las mejores familias de la ciudad, su madre era la mas contenta con esa relación. Johan era una joven muy hermosa, con cabello largo de color castaño claro, sus ojos color miel, conocía a Odín desde que estudiaban juntos desde que eran muy niños, sus familias además de tener negocios en común, también tenían una amistad muy fuerte de muchos años. Las familias se distanciaron cuando el padre de Odín fue descubierto en una cama de un hotel muerto en los brazos de una mujer que no era su esposa, ese escandalo hizo que la familia de Odín fuera excluida de la sociedad de Noruega durante muchos años. Pero aun así sin importarles el que dirán, Johan siguió al lado de Odín siendo muy amigos durante su juventud, incluso fueron juntos a la misma universidad, en donde esa amistad de muchos años se convirtió en un gran amor, o por lo
Freya conoció al padre de Axel en la universidad, los dos estudiaban arquitectura, eran de la misma generación, conforme pasaban los meses de estudio se fueron conociendo y fue creciendo su amor, cuando ambos terminaron la universidad y decidieron casarse fue cuando empezaron los problemas. El gran Igor Hagen no aceptaba la relación de su hijo, su primogénito con una desconocida, él ya le había conseguido una novia de su nivel para su hijo, pero el padre de Axel ya estaba enamorado de Freya. — Esa chica no puede ser tu esposa, yo no te daré mi bendición para ese matrimonio — le advierte el gran Igor a su hijo. — Pero padre, conócela primero, veras que es una mujer maravillosa — le dice el joven con la cara llena de esperanza e ilusión en su futuro junto a la mujer que ama. — No necesito conocerla, ella no tiene familia, sin una familia que te respalde no eres nadie — le dice su padre, Freya había quedado huérfana desde muy chica, después de la muerte de sus padres había vivido con
En la oficina del gran Igor Hagen, esta esperando a que llegue su hijo Erick, con el dinero que Freya necesita para el trasplante de medula del pequeño Axel, después de varias horas de estar haciendo tramites en los bancos para disponer de setenta y cinco mil euros en efectivo, llega Erick con una maleta con el dinero a la oficina de su padre.— ¿Lo contaste? ¿Te aseguraste que este completo? — le pregunta incisivamente a su hijo Erick, porque sabe que es muy distraído y nunca se preocupa por las cosas, al fin y al cabo, su padre siempre le resuelve los problemas.— Si lo hice, son setenta y cinco mil euros, para un niño que parió una desconocida — le responde a su padre, está en desacuerdo que ayuden a la mujer que, según él mato a su hermano.— Repite eso — le contesta el gran Igor, porque su hijo le está haciendo ver que está en desacuerdo en ayudar a Freya, y al hacer esto está contraviniendo sus órdenes.— ¿Acaso estoy mintiendo? Esa mujer no es nada para nosotros, no entiendo po
Freya y su amiga Edda siguen en el hospital, acompañando al pequeño Axel durante su tratamiento, siguen conversando, Edda trata de animar a su amiga, que esta desconsolada.— Hoy me llamo el abuelo de Axel — le empieza a contar a su amiga con mucha tristeza.— ¿Qué? Te llamo de nuevo para insultarte — le contesta a su amiga, ella ha sido testigo de los malos tratos que ha recibido por parte de la familia de su esposo.— No es eso amiga, se compadeció y me ofreció el dinero para el tratamiento de Axel — al escuchar esto Edda se sorprendió mucho, ya había perdido la esperanza de que ese hombre ayudara a su amiga, más por como la ha humillado y rechazado los últimos días.— ¿No lo aceptaste? — se dio cuenta por la reacción de Freya al contarle de la llamada, ella se lo confirmó moviendo la cabeza.— Amiga deberías aceptar ese dinero, y así le pagas a tu amigo, el que me contaste te presto los setenta y cinco mil euros para el tratamiento de Axel — le insiste a su amiga, así por lo menos
Al salir de la reunión, Olaf alcanza a Odín que salió a toda prisa de la sala de juntas, no entiende porque trata así a Freya, ni por qué la presiona de esa manera, le parece injusta la manera en cómo le habla.— Exageraste, veintidós días en el cronograma estaban bien — le hace ver a Odín que está siendo muy injusto y la está haciendo trabajar de más.— Si puede en veintidós, también podrá hacerlo en quince días — le responde a su amigo, no quiere que interceda por ella, quiere hacer que todo el tiempo que tenga Freya lo ocupe trabajando en su compañía.— Esta bien es tu proyecto y tu mejor que nadie sabes cómo tratas a tu personal — le dice a su amigo Odín, sabe que, aunque le explique que está siendo injusto, no lo hará cambiar de opinión acerca de Freya.— Que Freya trabaje más, yo la vi, a las seis sale corriendo de la oficina, como si el mundo se fuera a acabar — tiene mucha curiosidad de que hace en su tiempo libre, pero ahora se asegurará de que se la pase trabajando.— No sé
Freya esta como todos los días en el hospital, acompañando a su hijo hasta que se duerme, no se separa del pequeño ni un segundo, recibe la visita de su amigo, lo conoce desde la universidad, la acompaña un rato, quiere animarla y ayudarle en lo que ella necesite.— ¿Has sabido algo de tu aumento? — le pregunta a Freya, sabe que en este momento necesita el dinero y como son muy amigos desde hace mucho tiempo, está preocupado por ella.— ¿Aumento?, ni siquiera tengo un contrato, me pusieron a cargo de un gran proyecto, pero aun no me han dicho nada de un contrato — le explica a su amigo, es una de las personas que le han estado ayudando con prestamos durante la enfermedad de Axel.— ¿Pero por qué? ¿Qué te han dicho tus jefes?, no te preocupes, yo sé que eres una mujer muy fuerte — le pregunta, sabe lo importante que es para ella este trabajo.— Que se yo, este proyecto llego en un muy mal momento, solo estoy pensando todo el tiempo en Axel, no tengo cabeza para nada mas — le cuenta a s