Una joven loba estaba agazapada tras unos matorrales que cubrían su presencia de aquel enorme venado que estaba totalmente convencida en cazar, por el momento tenía el viento a su favor y, si nada cambiaba, terminaría con el animal en un rápido y magistral movimiento.Solo tenía que saltarle encima y enterrar los colmillos en su cuello, justo en la yugular, para que el enorme ciervo pasara a ser parte de su despensa para el invierno.«Tres… dos… Uno…»Y justo cuando estaba por saltar sobre el animal un fuerte e inesperado ruido rompía la armonía del bosque, irrumpiendo sin ningún tipo de respeto la tranquilidad de los habitantes del lugar y haciendo que la joven loba gruñera molesta al perder a su presa que huyó despavorida por aquel extraño ruido.La loba corrió en busca de ese ruido y se sorprendió al ver aquel helicóptero aterrizando en el plano del bosque, no le gustaba ver gente desconocida en sus tierras, su manada vivía en armonía con los humanos de ese lugar, pero otra cosa er
— Señor Kiran…— se impresionó Anand, uno de los gemelos, al llegar a la casa y encontrándose al padre de su difunto cuñado sentado en el sofá de la sala.Pero ese hombre era mucho más que un simple familiar lejano, o el abuelo de la sobrina que cuidaron desde el incidente. Ese hombre era el lobo más importante que conocía, descendiente directo del gran lobo y transmisor de un secreto que pasaba generación tras generación, aquello era algo sagrado, esa magia mística que, en el pasado, había sido imprescindible en las antiguas luchas de clanes por el territorio.El otro gemelo, más purista, por su parte, estaba más bien molesto de verlo allí, ese hombre había compartido su magia con los humanos, algo que había sido entregado únicamente a su clan en el principio de los tiempos.— Vaya, creí que no volvería a posar las pezuñas en estas tierras — dijo Jaidev, ese era el nombre del otro hermano.No tardó en ganarse una mirada reprobatoria del abuelo por esa referencia, nadie debía conocer s
Iba a decir que él no podía casarse con la joven cuando el hombre llamado Jaidev se paró furioso.—Ella no puede casarse con él. Por supuesto que yo no lo permitiré. Él no es el hombre adecuado para ella.Fue escuchar a ese hombre y Aaron sentir unas inmensas ganas de golpearlo, sobre todo por el tono posesivo de su voz y de la mirada con la que veía a la nieta de Kiran.Pero así como llegó, ese sentimiento de posesividad fue desechado. ¿Cómo diablos podía sentir ese tipo de sentimientos por una mujer como ella? Debía concentrarse en hacer entrar en razón a Kiran sobre entregarle a él su secreto.—Por supuesto que no, nos vamos a casar, además que no entiendo nada de lo que dices Kiran. ¡Necesito que me lo expliques!Kiran estaba preparado para eso, sabía que Aaron no aceptaría tan rápido, pero él tenía muy claro lo que debía hacer y era conseguir que esos dos pasarán mucho tiempo juntos.Pero para lo que no estaba preparado era para la negativa de Jaidev. ¿Cómo osaba ponerse en su co
Alisha sabía que debía sentirse feliz por poder salir a aullar a la luna aquella noche con su abuelo, pero no era así.La loba tenía claro que su abuelo no vería un nuevo amanecer después de aquella noche. Su legado solo podía ser transmitido una vez que el actual guardián se decidiera a abandonar este mundo.Por eso observaba a Kiran con los ojos llorosos mientras se despedía de Aaron, el americano no era consciente de lo que estaba por suceder y ella tampoco podía revelar lo que ocurriría, por eso sentía cierta molestia al notar que todavía seguía muy molesto con su abuelo por el contrato que les había hecho firmar, en el cual había estampado su rúbrica a regañadientes.Ella no estaba molesta por eso, podía entender que era un simple humano y, como tal, le era imposible asumir lo que significaba su unión. Él tal vez no entendía que ella era su luna, que eran soul mates; sin embargo, ella no tenía prisa. Tenía una vida entera para mostrarle el porqué debían estar juntos.— Debes qued
Después de verlos partir, Anand caminó hasta el lugar donde se encontraba Aaron, intentaría hablar con él y calmarlo, luego se aseguraría de que estuviera a salvo y acudiría al llamado de Kiran cuando fuera necesario.— ¿Tienes hambre?— preguntó el gemelo que quedaba, sin saber muy bien como hablar con ese hombre — te ofrecería un café, pero es importante que duermas esta noche.Aaron volteó a ver a ese hombre, a diferencia del otro, y pese a su enorme parecido al ser gemelos, el tal Anand no le causaba ningún tipo de sentimiento negativo.Todo lo contrario. Estar a su lado lo hacía sentir tranquilo y en calma, din embargo, seguía sin entender por qué tenía que dormir como si fuera un crío del que querían deshacerse para descansar. —¿Por qué debo de hacerlo? ¿Qué es eso tan importante que Kiran y su nieta han ido a hacer?Anand observó al humano, en ese momento casi agradecía que su hermano no estuviera allí. Él no soportaba a los humanos, era de esos que creían que solo envenenaban
Cuando se dieron cuenta, abuelo y nieta ya estaban pisando suelo sagrado. Alisha era capaz de notar la fuerza y presencia de sus antepasados en aquel lugar, siempre había tenido aquella sensación de estar acompañada al estar allí, pero en ese momento era más que eso, era como si pudiera sentir la presencia de todos, junto a ella y su abuelo.Pero no solo eso, Kiran se veía mucho más poderoso y concentrado, no sabía del todo lo que hacía, ni qué consejos recibía de sus ancestros, pero estaba claro que se comunicaba con ellos. Ella podía notar aquel poder natural que desprendía su presencia y se estremecía con solo sentirlo cerca de ella y de su loba.Sabía que era el día de su ascensión como nueva portavoz de los ancestros. La nueva guardiana del secreto y su bebida ancestral, que su alma se uniría a todas aquellas que estaban vinculadas a esa tierra, a todos los representantes del gran espíritu del lobo antes que ella.Kiran ya podía ver a sus antecesores rodeándolos, era consciente d
Debería estar feliz y sentirse honrada, Alisha lo sabía, pero aquella mañana la losa sobre su espalda era demasiado pesada. Siempre supo que un día se convertiría en líder de todas las manadas, en la elegida por los ancestros para comunicarse con los suyos, para guiarlos hasta que, como su abuelo, decidiera abandonar su lugar.Aunque parecía que su responsabilidad no sería tan longeva como la de su abuelo, quien había conocido a su luna después de un siglo como hombre soltero, y al ser humana había decidido envejecer con ella.Alisha viviría menos, ella ya conocía a su luna, a su soul mate y, como todos en su especie, sabía que vivir sin él sería extremadamente doloroso después de conocerlo, por eso muchos renunciaban a sus lunas cuando eran humanas, por eso y por los prejuicios, pero ella no los tenía y se moría de ganas por experimentar el amor.Aun así era incapaz de quitarse la pena que todavía sentía al recordar la forma en que su abuelo se había desvanecido ante sus ojos, uniénd
Alisha no esperaba lo que sucedió, estaba completamente desprevenida cuando alguien se acercó a ella por la espalda y llevó una mano hasta su boca y así evitar que gritara, mientras el cuerpo mojado de su agresor se pegaba a su espalda.Intentó removerse, pero ese hombre era más grande y fuerte que ella, sin duda un lobo, pero no había ningún olor que le resultara conocido, tal vez, a causa del agua que había eliminado su aroma o quizá era un simple lobo errante. ¿Quién más se atrevería a hacerle algo así a la portavoz de los ancestros que alguien de fuera?Alisha se removió, tenía mucho miedo de lo que podría sucederle, sobre todo al notar cierta dureza bajo el agua rozando contra sus nalgas.La bilis se acumulaba en su garganta y las lágrimas resbalaban por su rostro, le era imposible liberarse, pero lo que realmente la asustó no fue la posibilidad de que ese hombre la obligara a hacer algo por la fuerza que no quería hacer, si no, esos dientes que podía sentir acariciándole el cue