Capítulo 1.

Mirando mi ordenador fijamente, tecleo lo más rápido que puedo para terminar el trabajo, viendo de reojo la hora como una demente, tenía que apresurarme para llegar a la presentación de mi hija.

Mi nombre es Lucy Thomson, y soy madre soltera de 3 pequeños niños de 6 años. Hace 7 años perdí la memoria por un accidente extraño, los doctores dijeron que era una anomalía de la medicina, e incluso escribieron libros sobre lo que me había pasado. Después de todo, no todos los días encuentras a una chica que desapareció por tres meses y luego regresa como si nada, sin memoria y embarazada.

Supongo que ahora que ha pasado un tiempo desde mi accidente puedo contar esta historia riéndome, pero en ese momento fue algo muy traumático. Mi caso se volvió mediático, y aunque no se dijo mi nombre y no se mostró mi cara, podía ver mi historia en todos lados, en internet o en las noticias, todos estaban interesados en conocer a la chica embarazada que perdió la memoria. Los doctores en cierto punto quisieron convencerme de dar en adopción a mis hijos, no sabía quién era el padre, y tampoco como se habían concebido. Pero yo no lo hice, después de pasar toda mi infancia en orfanatos no podía dejar a más niños a cargo del sistema, no para que pasaran lo mismo que yo.

Fue difícil, soy una chica huérfana, me dejaron frente a un orfanato cuando solo tenia un par de semanas de vida, y sufrí toda mi vida en ese lugar infernal. Lo único que tenia de mis padres era una pequeña medalla de plata con la forma de una media luna, la cual tenía escrita el nombre “Jason” en la parte posterior, yo soy una mujer así que “Jason” no es el nombre que me pusieron mis padres, por lo que en el orfanato me llamaron Lucy, y nunca supe quién era el tal “Jason”…

Pero esos recuerdos son dolorosos, pensar en el orfanato y en ese collar, son cosas que me lastiman.

—¿Estás lista? —me pregunta Leon asomándose al interior de mi oficina.

—Ya casi, estoy a punto de terminar… —le respondo a mi jefe, sonriendo algo nerviosa.

—Déjalo, se te hará tarde para la presentación.

—Pero…

—Yo lo terminaré y cerraré la oficina, tu vete ya, yo te alcanzare en el auditorio cuando termine —me dice Leon, tan amable como siempre.

—Oh Leon… De verdad muchas gracias —digo emocionada, poniéndome de pie para acercarme a él y abrazarlo.

La vida ahora ya no era mala, cuando salí del shock que me produjo mi embarazo y mi desaparición, pude continuar y prepararme para ser una buena madre primeriza de mis bebés. Porque si, mi mala suerte nunca termina, y como si fuera una mala broma del destino yo no tuve solo un hijo, estaba embarazada de trillizos.

Pero logré salir adelante, con el apoyo de Theresa que es mi mejor amiga, entré a la universidad para estudiar informática, y luego fui contratada por uno de mis compañeros de clase llamado Leon, con el cual abrimos una empresa de seguridad, aunque solo somos los dos en este gran proyecto.

El dinero no es demasiado, no soy rica, pero me permite mantener a mis bebés y darles una buena educación, además de mantener a Theresa a mi lado y poder tener un ambiente laboral increíble junto a Leon.

Este es el mejor destino que pude soñar, una vida llena de felicidad al lado de las personas que amo.

¿Qué podría salir mal ahora?

Después de agradecerle a mi jefe por haberme dado más tiempo libre, tomé mi bolso y el ramo de flores que compre durante el almuerzo, despidiéndome de Leon salí del edificio donde estaban nuestras oficinas y me subí a mi coche, preparándome para ir a la escuela de mis pequeños.

No era fácil conducir, siempre recordaba ese momento antes de perder la memoria, los arboles obscuros y el lobo negro, llevando una de mis manos a mi cuello donde solía estar mi collar. Son traumas que debo superar poco a poco, y a pesar de todas las cosas malas que pasaron en mi vida, no me arrepiento de nada, porque finalmente tengo todo lo que siempre desee, mi verdadera felicidad.

Con la noche cada vez más cerca, finalmente llego a Downton donde está la escuela de mis hijos. Así como Leon me dijo, por la hora el tráfico estaba hecho un caos, así que tengo que estacionar mi coche donde sea, para luego entrar corriendo a la escuela, buscando el auditorio donde sería la presentación de mi niña.

—¡Mamá!

—Ma, otra vez tarde.

Pronto las dos voces de mis dos hijos me sorprenden, ya que ellos junto a Theresa están parados en la puerta del auditorio, esperándome.

—Lo siento mucho mis pequeños —me disculpo de inmediato, acercándome a mis dos hijos para abrazarlos— ¿Su hermana ya está adentro?

—Si —responde Cameron, tan cortante como siempre.

—Ella te está esperando, ¡Apúrate! —me pide Christian, tan impaciente como siempre.

Yo no puedo evitar reír, dejando un beso en la frente de cada uno de ellos, acercándome a Theresa para saludarla antes de seguir corriendo. Ya casi todo el auditorio estaba preparado, pronto iniciaría la presentación, así que voy a la parte posterior a buscar a mi pequeña Crystal, la cual seguro debe estarme esperando.

Crystal es la mayor de mis tres pequeños, es una niña adorable con cabello rubio y ojos azules brillantes. El siguiente es Christian, el cual se parece mucho a su hermana, casi parecen gemelos, con su cabello rubio un poco más claro y los mismos ojos azules. Y el menor de mis pequeños es Cameron, el único de mis bebés que sacó mi cabello de color rojo, pero teniendo los mismos ojos azules que sus hermanos.

Ellos tres se han convertido en mi vida y mi mayor orgullo, daría cualquier cosa por mis hijos, incluso mi propia vida de ser necesario…

—¡Mamá, viniste! —dice Crystal emocionada, viéndome llegar a los vestidores.

—Claro que vine amor, te ves preciosa —respondo con una sonrisa, viendo a mi pequeña niña vestida en sus mallas de gimnasia.

Mis tres hijos eran excelentes, muchas personas me han dicho a lo largo de los años que ellos son niños genio, que debería llevarlos con un doctor o algo así para ver su IQ, pero nunca lo he hecho, no quiero poner esa presión en niños de 6 años. Sin embargo cada día es más evidente que mis hijos son más inteligentes y hábiles que los demás, teniendo como claro ejemplo a mi pequeña Crystal, la cual a pesar de su corta edad fue admitida en el equipo infantil estatal de gimnasia este año.

—No te pongas nerviosa amor, lo harás increíble —le digo a mi pequeña con una sonrisa.

Hoy era su presentación como gimnasta frente a toda su escuela, crearon un escenario solo para ella en este auditorio, y yo no podía sentirme más orgullosa por mi niña. Crystal tenía un gran futuro como atleta de alta categoría, y este era el primer paso en su vida como una deportista de elite.

Quedándome junto a Crystal detrás de bambalinas hasta que el acto de presentación comienza, yo la acompaño al escenario y le doy un beso en la frente antes de dejarla salir a hacer su acto.

Pero cuando estoy ahí arriba, mirando a todos los espectadores, veo a un hombre a la distancia, en la entrada del auditorio.

Esos ojos azules… ¿Dónde los he visto antes? ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué me parece tan familiar?

Por la distancia no puedo ver bien sus rasgos, solo veo su ropa completamente negra, esa piel blanca contrastada con un cabello obscuro, y lo que más resaltaba en él: Esos ojos azules brillantes.

Mi pequeña Crystal entra confiada en el escenario y empieza a hacer su acto, mientras yo me quedo detrás de las cortinas, mirando de reojo en dirección al público, en dirección a ese hombre, el cual sigue mirando hacia el escenario de una forma misteriosa.

No sé por qué me pongo tan alerta al verlo, es como cualquier otro espectador, y hoy por la presentación de mi niña hay muchas personas que vinieron a verla. Pero yo no puedo apartar mi vista de ese extraño, como si su presencia obscura al final del escenario me perturbara…

Hay algo en mi instinto que me hace querer correr hacia él, como si me estuviera llamando.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo