Hora de la cena.

—Niños es hora de la comida, pasen a la mesa, llevan muchos días sin comer bien. — Betty habla con cariño.

—Mamá no teníamos apetito, perdimos a nuestro padre, fue muy doloroso. — Agacha la cabeza.

—Si, aún es difícil no recordar ese día, al menos ahora tenemos otro hermano mayor que nos ha cuidado y siempre está pendiente de nosotros.

—Lo sé, Nicholas es maravilloso, el mejor hijo y hermano que jamás hubiéramos podido encontrar.

—Si, en este tiempo hemos compartido muchas cosas con él, y nos ayudó a entender sobre la ida de nuestro padre.

Días después.

—Buenas noches.

—Edward hijo querido, que bueno que llegaste

—Hermano que bueno verte.

—Hermanitos los extrañé.

—Ya no vas a encerrarte en el estudio como los otros días, saldrás y estarás con nosotros. — Le dice inquieto.

—Claro que si, no volveré a encerrarme y a dejarlos solos, ya me siento mejor, sé que hubo días muy duros para todos nosotros, pero aún nos tenemos y mi padre esté donde este va a querer que estemos