Laura llamó a la puerta de su departamento, Deanna no la esperaba. Ese día las clases se habían cancelado y aprovechó para poner orden y hacer algo de limpieza; lo de contrario no regresaba hasta bien entrada la tarde. Se suponía que ese sería el último año y terminaría la carrera junto con Harry; tendría que esperar un poco más.
- Lamento molestarte hoy –- Para nada, Laura, pasa… Está un poco revuelto porque me puse a limpiar un poco-- Gracias. Vengo con una misión –- ¿Una misión? –-Sí, mi cuñado me dio su tarjeta de crédito y hoy iremos de compras las dos –- Me imagino que ya está planificada la reunión familiar –- Si –- Bien, haré mi mejor esfuerzo –- De verdad, Deanna, no sé cómo agradecerte lo que estás haciendo. Sé que no te llevaste una buena impresión de Daniel la otra noche y deberás posponer tus estudios por nosotros. Pero no sabes lo que significa para mí – Y se colocó ambas manos sobre el vientre.- Estoy más que contenta por poder ayudarlos, no seas tonta. Ese pequeño granito que está creciendo dentro de ti tendrá los mejores padres de mundo y crecerá feliz. Eso es todo lo que importa –- Y tendrá una tía maravillosa –- Que va a malcriarlo hasta el cansancio –- Vayamos a gastar el dinero de Daniel, tenemos que encontrar el atuendo perfecto –- Bien, déjame que me cambie primero –En su vida Deanna había pisado tiendas como esas. El vestido más barato equivalía a tres meses de su salario ¿había gente que gastaba tanto en una sola prenda? Se sentía reticente a comprar esas cosas, no solo necesitaba ropa nueva, sino también zapatos y bolsos y una visita al salón, según Laura.Así que así era como estaban acostumbrados a vivir; Laura solo pasaba la tarjeta de crédito y salían de una tienda para entrar en otra. Y no solo eso, sino que pasaban mucho tiempo probando modelos e eligiendo colores. Ya comenzaba a dolerle la cabeza. Era un mundo totalmente extraño para ella.Su vida siempre fue sencilla. Su madre y su abuela la habían criado prácticamente en el pequeño restaurante que manejaban, entre ollas y condimentos. Tuvo una infancia normal, jugando con sus amigos después del colegio hasta tarde en el parque. Una adolescencia común, entre amigas y salidas al cine. Había trabajo en el restaurante desde los 16 años y tenido su primer amor a los 17.De pronto estaba sumergida en un mundo totalmente nuevo y no estaba segura si podía disfrutarlo. Ninguna de esas cosas por las que Laura se emocionaba le causaban el mínimo interés. Su única pasión siempre fue cantar y todo lo que quería era hacerlo en un teatro de renombre hasta que no pudiera hablar más. Tampoco buscaba fama o fortuna, cuando cantaba sentía una energía que no sabía describir, era feliz, era libre.- Creo que este color va muy bien con tu tono de cabello –- No tengo idea de lo que hablas, Laura, pero eres la experta – Laura rio.- Bueno, entonces deja todo en mis manos. Ni Harry podrá reconocerte –Sus profesores se sorprendieron cuando se presentó en la audición para la prueba de ingreso. Nadie entendía como de ese cuerpo delgado podía surgir una voz con semejante potencia que alcanzaba las notas más altas sin perder calor. Definitivamente estaba destinada a un futuro brillante.Su estancia arriba del escenario cambiaba radicalmente, no era la Deanna de siempre optimista y sonriente. Se transformaba en una presencia que acaparaba todas las miradas, su porte mutaba y su rostro expresaba una pasión que alcanzaba a todo el que la estuviera observando. Ponía toda su alma en cada interpretación.- Parezco mi tía abuela con esto puesto… y está muerta –- Estás exagerando, te queda magnifico… pero quizá no es tu estilo –- ¿Vamos a tardar mucho más? –- No podemos volver hasta que encuentres el traje perfecto para impresionarlos a todos… Aunque creo que a Daniel ya lo impresionaste –- Tu cuñado es el hombre más impasible que conozco –- Es una gran persona, solo un poco… -- ¿Desabrido? –- Formal, diría yo –En realidad, Deanna no había esperado que Daniel fuera tan atractivo en persona. Se había hecho la idea de que sería un hombre diferente, pero él no aparentaba sus 40 años, tampoco parecía más joven. Era como si estuviese en el momento justo de la vida. Apenas tenía algo de gris en las sienes y se expresaba más con los ojos que con las palabras. Tenía una apariencia formal, como decía Laura, pero a la vez daba la impresión de que era totalmente alcanzable.Si no fuera por esa manera brusca que tenía de decir las cosas y sus intentos de imponer su voluntad, podría entender porque lo consideraban un buen partido. Deanna percibió algo más, pero no se atrevía a mencionárselo a Laura; tal vez fuese solo idea suya, pero Daniel parecía llevar una tristeza muy grande dentro de él. Conocía su historia por Harry, seguramente a eso se debía.- ¡Oh, sí! Ese es el adecuado para ti –- ¿Estás segura? –- ¡Por supuesto! ¿Cómo te sientes en él? –- Cómo una Prima Donna –- Entonces este es –- ¡Gracias a los cielos! ¿Ya nos podemos ir? Tengo hambre –- Claro, iremos a comer algo y luego buscaremos el resto de las cosas –Internamente, Deanna se juró que mataría a Harry cuando le pusiera las manos encima.Mientras ellas hacían compras. Harry había ido a visitar a su hermano a la oficina. Tenía que lograr que Daniel bajara un poco de intensidad con respecto a su trato hacia Deanna. Sabía que ella no se echaría atrás, pero tampoco quería que fuera el blanco del carácter complicado de su hermano.Pero en ese momento Susan estaba con él tratando de averiguar si lo que su madre le había comentado era cierto. Al final, Harry decidió confesarle todo.-Tengo dos hermanos que se fugaron de un manicomio… Están locos –- Vamos, Susan, sabes bien que no tenemos otra opción y todo por esa regla familiar y mi amiga era la única que podía decirnos que si –- Debe quererte mucho para haber accedido a esto sin pedir nada a cambio –- Ella solo es genial. Por eso te pido, Daniel, que por favor trates de ser menos estricto ¿sí? –- Esa mujer es combativa y para todo tiene una respuesta, ¿Por qué no le pides que sea más dócil? –- Hermano, la estamos poniendo en una situación difícil y no tenía por qué aceptar; solo quiere ayudarnos –- Tiene razón Harry. Trátala bien, Daniel –- Me hacen sentir como si fuera un monstruo sin corazón –- Claro que no… solo eres un poco distante a veces y muy, muy pero muy desdeñoso cuando te lo propones–- Por supuesto que no –- Por supuesto que sí, Dan – Le dijo Susan.Con el apoyo de Susan en toda esta farsa tenían más chance de lograr que fuera más creíble. Aunque ella todavía no podía entender como era que Daniel había accedido con tanta facilidad, estaba segura de que su hermano mayor jamás se prestaría para algo como esto. Pero si tenía un sobrino en camino todo cerraba. De todas maneras, tenía que haber un factor más involucrado. Lo sabría cuando al fin conociera a Deanna.Pero antes de la reunión familiar, Daniel necesitaba asegurarse de que su futura esposa pasara el “control de calidad”. Tenía muy presente que Deanna no estaba acostumbrada a desenvolverse en el mismo ambiente que él y aunque poco le importaba, sabía que su familia se fijaría en el más mínimo detalle.Así que habló con Harry y le pidió que avisara a Deanna que tendrían una cena solos.- ¿Por qué no la llamas tú mismo? –- Porque no tengo su teléfono –-Tenías que pedírselo cuando la llevaste a su casa, hermano –- No lo creí necesario. Llámala por mí y dile que pasaré por ella a las 8 –No era la primera vez que salía a cenar con una mujer, ni tampoco era la primera vez que pasaba a buscar a una por su casa. Sin embargo, como el día que la conoció, Daniel estaba otra vez con esta sensación extraña en la boca del estómago. Pero esta vez, como irían a un buen restaurante, decidió volver a su habitual traje de tres piezas. El chaleco no podía faltar nunca en sus trajes, lo que hacía que
La atmosfera se puso un poco tensa y Daniel sencillamente miraba hacia un costado. Quería que se fuera de una vez. En la cita que había compartido a él le cayó muy mal su actitud y le fastidiaron los temas de conversación que sacaba, preguntaba constantemente por sus hijos. Era una manera vulgar de demostrar el interés que tenía por Daniel, utilizar a sus hijos para llegarle.- Le decía a Mary que eras tú y ella no quería creerlo. ¿Qué estaría haciendo Daniel Crusher con una jovencita en un lugar así? – Y se volteó a mirar a Deanna.- Hola – Le dijo Deanna, pero ella no le respondió. Estaba esperando que Daniel diera una explicación.- ¿Este es tu estilo ahora? – Eso era muy grosero de su parte.- Disculpa, pero puedo oírte también – Lynda la miró.- ¿Y quién eres? –- Soy Deanna, mucho gusto. –- Hola ¿y eres…? –- La prometida de Daniel – Lynda se rio.La situación estaba escalando. Estaba tratando de menospreciarla con un descaro absoluto y siendo grosera, ni siquiera la conocía. ¿
Camila se había adelantado a su hijo y habló con sus nietos sobre lo que su padre planeaba hacer. Daniel estaba furioso, eso era algo que le correspondía a él y a nadie más que a él. Pero Camila estaba muy preocupada por la decisión que estaba punto de tomar y quiso prevenir a sus nietos. Las cosas se estaban yendo un poco de control.- ¿Qué le dijiste a mis hijos, mamá? -- Qué piensas cometer una locura y que meterás en tu casa a una mujer que no tienen edad para ser su madre –- Eso tenía que hablarlo yo con ellos, no tú –- Son mis nietos, Daniel –- Son mis hijos y nadie puede intervenir en mis decisiones o en la manera en que los crio, mucho menos adelantarse a hacer algo que es mi deber –Camila no tenía malas intenciones, estaba consternada por todo el escándalo que iba a sucederse. Daniel Crusher casado con una jovencita que era evidente solo quería su dinero. Ninguna mujer de su edad se casaba con alguien mayor y con 3 niños. Era bien conocido que las únicas que reunían esas
Lo mejor sería que los niños conocieran a Deanna en su casa, en territorio propio para que no se sintieran incomodos en público. Pero antes de eso se sentó con ellos a asegurarles que lo que su abuela les había dicho no era cierto; a los más grandes les explicó que no habían sabido antes de ella porque tenía que estar seguro de que las cosas funcionarían. Quizá cuando crecieran un poco más podría darles la verdadera razón.Daniel no estaba seguro si el pequeño Jonathan había entendido bien la situación, era el que más le preocupaba de los tres. Ethan no tuvo ninguna queja al respecto, le dijo a su padre que era su decisión y la respetaba. Naomi siendo más tímida le aseguró que no había ningún problema y que no hizo caso a las cosas que su abuela le contó. Ambos niños confiaban en su padre, pero tampoco se animaban a contradecirlo.Para intentar hacer que el encuentro fuera más relajado invitaron a Susan, Harry y Laura. Tal vez, rodeados de sus tíos se sentirían más a gusto y menos ríg
Finalmente llegó el día en que debía presentársela a su familia. Deanna tenía un nudo en el estómago y no pudo comer nada en todo el día por los nervios. Si sobrevivía a esta noche, Harry y Laura empezarían una familia juntos; si fracasaba, también, pero tendría un año horrible por delante.Por su parte Daniel se sentía seguro de lo que estaba por venir. Si no mostraba entereza tendría que soportar los embates permanentes de su madre por lo que durara el matrimonio. Eso era algo que no debía suceder, no solo estaba en juego la boda de su hermano, sino también el bienestar de Deanna. Ella tenía que dejar muchas cosas importantes de lado por ayudarlos y necesitaba protegerla de alguna manera.La reunión sería en la casa de los padres de Daniel. Estarían allí también los padres de Laura y algunos miembros cercanos de la familia. Daniel insistió en que fuera una cena simple y discreta. Si tenía que exponerla a todos sus familiares era muy probable que Deanna se sintiera abrumada. Ya tendr
Había una chance de que Laura y Harry tuvieran la boda que merecían ¿Qué podía perder con intentarlo?-De hecho, Laura, estaba pensando… ¿Qué te parece una boda doble? –Laura la miró muy sorprendida.- ¿Doble? –- Si ¿Por qué no? Tú y Harry también planean casarse ¿verdad? Podríamos hacerlo juntos –Harry conocía a Deanna y sabía lo que estaba planeando.-Deanna tiene razón, podemos hacerlo juntos ¡Sería maravilloso! –-No, no, no, hay que preparar muchísimas cosas y en dos semanas es imposible. Además, es demasiado pronto para que te cases, Laura – Dijo la madre de Laura.- Entre las dos la organización será mucho más rápida y fácil – Insistía Deanna.Susan también se dio cuenta de lo que Deanna estaba intentando hacer y se sumó.- ¡Es una idea estupenda! Me ofrezco como voluntaria a ayudarlas –- ¿Pero compartir una boda? – La madre no quería ceder.- Nuestra boda será sencilla, nada espectacular. Así que la de Harry y Laura podría ser la cereza del postre… ¿Qué te parece, “querido
Enviaron las invitaciones, contrataron todos los servicios y la iglesia. Estaba todo listo, esperándolos. Solo faltaba el vestido de Laura, dos semanas si era poco tiempo para encontrar el ideal, mucho menos para hacerlo confeccionar. Pero si el suficiente para que Deanna encontrara el suyo que resultó ser muy parecido al estilo que en su época usó su soprano favorita.Un vestido blanco, con los hombros descubiertos y ceñido al cuerpo, pero con un drapeado en la falda. Nada espectacular, cuanto más sencillo mejor. Se suponía que la protagonista de ese día no fuese ella, sino Laura y para lograrlo iba a hacer falta más que un vestido. Necesitaría la ayuda de algunas personas más.Los invitados serían miembros de la familia de ambos, los amigos más cercanos y por supuesto varios compañeros de la Universidad, algo con lo que ella estaba contando. Deanna quería mucho a Harry y Laura, eran como sus hermanos y deseaba regalarles algo que nadie más pudiera darles. Así que tuvo que andar con
La recepción de la boda fue en el mismo hotel donde las novias se prepararon. Un gran salón decorado, mesas dispuestas alrededor de una pista de baile y una mesa principal donde los 4 novios estarían sentados. Un gran evento para algo que se suponía sería solo una cena en familia.De a poco la gente fue llenando el lugar y saludando a los padres de los novios. Las dos parejas llegaron un poco después, Deanna insistió en solo pasar rápidamente y Daniel estuvo de acuerdo porque no soportaba ser el centro de atención.- ¡Deanna! Eso fue hermoso – Le dijo Susan- Gracias –- En verdad, maravilloso ¿Sabías que podía cantar así, hermano? –- No, no lo sabía – Deanna estaba sintiendo vergüenza.- Solo quise darles algo especial. Los muchachos de la universidad me ayudaron a preparar el sonido – Así que esos eran los hombres que salían de la habitación donde estaba.-Debiste haberme dicho – Le dijo Daniel. ¿Qué debería pensar si estaba ahí metida con todos esos tipos?- Se suponía que era una