Pero antes de la reunión familiar, Daniel necesitaba asegurarse de que su futura esposa pasara el “control de calidad”. Tenía muy presente que Deanna no estaba acostumbrada a desenvolverse en el mismo ambiente que él y aunque poco le importaba, sabía que su familia se fijaría en el más mínimo detalle.
Así que habló con Harry y le pidió que avisara a Deanna que tendrían una cena solos.- ¿Por qué no la llamas tú mismo? –- Porque no tengo su teléfono –-Tenías que pedírselo cuando la llevaste a su casa, hermano –- No lo creí necesario. Llámala por mí y dile que pasaré por ella a las 8 –No era la primera vez que salía a cenar con una mujer, ni tampoco era la primera vez que pasaba a buscar a una por su casa. Sin embargo, como el día que la conoció, Daniel estaba otra vez con esta sensación extraña en la boca del estómago. Pero esta vez, como irían a un buen restaurante, decidió volver a su habitual traje de tres piezas. El chaleco no podía faltar nunca en sus trajes, lo que hacía que se caracterizara del resto de los empresarios por su elegancia.Deanna tenía el vestido que Laura le había aconsejado llevar sobre la cama. Lo observaba como quien mira una pintura en un museo y no la comprende. Le gustaba mucho, pero le parecía demasiado para una cena. A lo mejor, Laura entendió mal y supuso que irían a la Ópera. En realidad, el vestido era sencillo, color champagne y de una tela liviana. Eso sí, cumplía el criterio de tener un largo por debajo de las rodillas. Algo clásico.Lo esperó en la puerta de su edificio ansiosa. Sabía que esto era una preliminar para asegurarse de que su papel como futura esposa estuviera bien interpretado. ¿Qué diría su abuela si la viera tan elegante? Deanna sonrió. Tenía puesto un abrigo y, gracias a Dios, los zapatos eran bajos. Poco maquillaje y el cabello atado sobre el hombro. Bastante discreta.Daniel estacionó el coche y se bajó, se sorprendió al verla. Laura se había esforzado por encontrarle ropa que le quedara bien y fuera más elegante para que encajara con el resto. Pero lo que él vio fue algo más que el vestuario, allí parada estaba una mujer que imponía presencia.- Deanna…-- Hola Daniel –- ¿Vamos? – Se acercó al coche y le abrió la puerta para que subiera.Dean se había mentalizado para intentar soportar los embates de Daniel con paciencia. Se dijo a si misma que lo mejor era no responder con sarcasmos a sus comentarios bruscos y solo dejarlos pasar. De cierta forma era un entrenamiento para el año que le quedaba por delante, no podían pasárselo en medio de discusiones y desacuerdos.- Entonces ¿cómo has estado?... – Daniel tenía que encontrar la manera de hablar con ella con una manera más cordial, como Harry y Susan le habían recomendado.- Bien ¿y tú? –- Bien –No sabía que más decirle, solía ser un hombre de pocas palabras, pero hoy el silencio lo incomodaba. Así que Deanna tomó la iniciativa para intentar romper el hielo.-Me dijo Harry que trabajas en la empresa de tu familia –- Así es –- ¿Qué haces? –- Soy el jefe… - Estableciendo lo obvio y lo que todos sabían.- Si, pero me refiero a que haces específicamente –- Gestiono… -Al parecer ese enfoque no iba a resultar. Daniel se dio cuenta de que estaba siendo muy escueto y cortante, pero no tenía idea de cómo más explicar su trabajo. Sus pocas palabras siempre habían sido directas y concisas y resultaban más que suficientes. La incomodidad volvió a sentirse.Deanna miraba por la ventana, tal vez solo debía relajarse y dejar que las cosas fluyeran por si solas. Estaba segura de que en algún momento encontrarían algo de que conversar o pasarían el resto de la noche en silencio mirándose las caras.Finalmente llegaron al restaurante. Definitivamente era un lugar al que Deanna no estaba acostumbrada, muy elegante, demasiado. Se estaba poniendo nerviosa ¿Cómo se suponía que debía comportarse en un lugar así? Si bien Laura le había explicado algo de etiqueta estaba segura que cometería errores. Ella cenaba en un puesto de comidas cerca de la Universidad y generalmente era algo que se comía con la mano.Mientras Daniel pedía la mesa reservada, un miembro del lugar se acercó discretamente a Deanna y le habló.-Su abrigo señorita… - Deanna no lo comprendió enseguida.- ¡Oh sí, claro! Gracias – Y el muchacho se llevó la prenda.- Si me acompañan por aquí los llevaré a su mesa… - Les dijo el maîtrePero cuando Daniel se volteó para seguirlo lo primero que vio fue la imagen de Deanna con la espalda casi desnuda hasta la cintura. El vestido tenía una abertura considerable que dejaba ver su columna. No mostraba demasiada piel, pero si la suficiente para que a él se le cortara la respiración. Pecas, tenía pecas en la espalda.Caminaron hasta la mesa y a él no se le pasó por alto que más de uno se quedó viéndola. Algunos lo saludaron cuando los atrapaba mirando y otros le sonreían cómplices. Que tipos más desagradables. La mesa quedaba del otro lado del salón, por lo que prácticamente todos los comensales los habían visto pasar.Daniel pidió la carta de vinos y eligió por ambos. Deanna observaba todo a su alrededor. El lugar era muy bonito y acogedor, tranquilo.- Ese vestido… -- Lo compró Laura ¿no está bien? –- La espalda de ese vestido… es demasiado – Ahí estaba la primera queja.- Lo siento, solo seguí sus consejos. No sabía que debía usar, nunca había estado en un lugar así… -- Esta bien, el vestido es bonito… pero todos lo miraron –- Dices que me miraron por llevarlo –- No, miraron el vestido – Daniel no iba a decirle que sí, que era a ella y a sus pecas lo que se quedaron viendo.- Ah, bien… - Eso no tenía ningún sentido.- De todas maneras, no deberías usar esa clase de vestidos que… dejan ver demasiado… - Esto era muy incómodo.-Está bien, ya no los usaré –- No me refiero a eso, si puedes usarlos, solo no lo hagas cuando haya tanta gente –¿Y cuándo se supone que se lo ponga? Daniel estaba siendo muy extraño diciendo cosas incoherentes. Pero al menos estaba utilizando más palabras de las habituales y eso era un avance. Deanna esperaba que no encontrara más fallas en su vestuario esa noche.Durante la cena siguieron con una conversación ligera sobre los estudios que ella realizaba en la Universidad y los planes que tenía cuando se graduara. También comentaron algunas cosas sobre la reunión familiar que se aproximaba, donde sería y quienes irían. Daniel le preguntó si algún miembro de su familia asistiría, Deanna le mintió diciéndole que vivían muy lejos para venir.Afortunadamente no hubo más inconvenientes, hasta que llegó el postre. Él ya la había visto sentada con su hermana unas mesas más atrás, justo hoy tenían que coincidir en el mismo lugar. Lynda era una de las hijas de una amiga de su madre, la que no tuvo problemas con que él tuviera 3 hijos y que estaba más que dispuesta a una relación con Daniel, quien la rechazo con toda caballerosidad.No pudo resistirse y se detuvo en su mesa mientras salía.- Hola Daniel ¿Cómo has estado? –- Lynda –- Qué casualidad encontrarnos aquí –Deanna observaba la interacción, al parecer a Lynda no le interesaba su presencia. Daniel no dijo nada más, quizá en un intento de que desistiera y se marchara. Pero Lynda tenía otras ideas.La atmosfera se puso un poco tensa y Daniel sencillamente miraba hacia un costado. Quería que se fuera de una vez. En la cita que había compartido a él le cayó muy mal su actitud y le fastidiaron los temas de conversación que sacaba, preguntaba constantemente por sus hijos. Era una manera vulgar de demostrar el interés que tenía por Daniel, utilizar a sus hijos para llegarle.- Le decía a Mary que eras tú y ella no quería creerlo. ¿Qué estaría haciendo Daniel Crusher con una jovencita en un lugar así? – Y se volteó a mirar a Deanna.- Hola – Le dijo Deanna, pero ella no le respondió. Estaba esperando que Daniel diera una explicación.- ¿Este es tu estilo ahora? – Eso era muy grosero de su parte.- Disculpa, pero puedo oírte también – Lynda la miró.- ¿Y quién eres? –- Soy Deanna, mucho gusto. –- Hola ¿y eres…? –- La prometida de Daniel – Lynda se rio.La situación estaba escalando. Estaba tratando de menospreciarla con un descaro absoluto y siendo grosera, ni siquiera la conocía. ¿
Camila se había adelantado a su hijo y habló con sus nietos sobre lo que su padre planeaba hacer. Daniel estaba furioso, eso era algo que le correspondía a él y a nadie más que a él. Pero Camila estaba muy preocupada por la decisión que estaba punto de tomar y quiso prevenir a sus nietos. Las cosas se estaban yendo un poco de control.- ¿Qué le dijiste a mis hijos, mamá? -- Qué piensas cometer una locura y que meterás en tu casa a una mujer que no tienen edad para ser su madre –- Eso tenía que hablarlo yo con ellos, no tú –- Son mis nietos, Daniel –- Son mis hijos y nadie puede intervenir en mis decisiones o en la manera en que los crio, mucho menos adelantarse a hacer algo que es mi deber –Camila no tenía malas intenciones, estaba consternada por todo el escándalo que iba a sucederse. Daniel Crusher casado con una jovencita que era evidente solo quería su dinero. Ninguna mujer de su edad se casaba con alguien mayor y con 3 niños. Era bien conocido que las únicas que reunían esas
Lo mejor sería que los niños conocieran a Deanna en su casa, en territorio propio para que no se sintieran incomodos en público. Pero antes de eso se sentó con ellos a asegurarles que lo que su abuela les había dicho no era cierto; a los más grandes les explicó que no habían sabido antes de ella porque tenía que estar seguro de que las cosas funcionarían. Quizá cuando crecieran un poco más podría darles la verdadera razón.Daniel no estaba seguro si el pequeño Jonathan había entendido bien la situación, era el que más le preocupaba de los tres. Ethan no tuvo ninguna queja al respecto, le dijo a su padre que era su decisión y la respetaba. Naomi siendo más tímida le aseguró que no había ningún problema y que no hizo caso a las cosas que su abuela le contó. Ambos niños confiaban en su padre, pero tampoco se animaban a contradecirlo.Para intentar hacer que el encuentro fuera más relajado invitaron a Susan, Harry y Laura. Tal vez, rodeados de sus tíos se sentirían más a gusto y menos ríg
Finalmente llegó el día en que debía presentársela a su familia. Deanna tenía un nudo en el estómago y no pudo comer nada en todo el día por los nervios. Si sobrevivía a esta noche, Harry y Laura empezarían una familia juntos; si fracasaba, también, pero tendría un año horrible por delante.Por su parte Daniel se sentía seguro de lo que estaba por venir. Si no mostraba entereza tendría que soportar los embates permanentes de su madre por lo que durara el matrimonio. Eso era algo que no debía suceder, no solo estaba en juego la boda de su hermano, sino también el bienestar de Deanna. Ella tenía que dejar muchas cosas importantes de lado por ayudarlos y necesitaba protegerla de alguna manera.La reunión sería en la casa de los padres de Daniel. Estarían allí también los padres de Laura y algunos miembros cercanos de la familia. Daniel insistió en que fuera una cena simple y discreta. Si tenía que exponerla a todos sus familiares era muy probable que Deanna se sintiera abrumada. Ya tendr
Había una chance de que Laura y Harry tuvieran la boda que merecían ¿Qué podía perder con intentarlo?-De hecho, Laura, estaba pensando… ¿Qué te parece una boda doble? –Laura la miró muy sorprendida.- ¿Doble? –- Si ¿Por qué no? Tú y Harry también planean casarse ¿verdad? Podríamos hacerlo juntos –Harry conocía a Deanna y sabía lo que estaba planeando.-Deanna tiene razón, podemos hacerlo juntos ¡Sería maravilloso! –-No, no, no, hay que preparar muchísimas cosas y en dos semanas es imposible. Además, es demasiado pronto para que te cases, Laura – Dijo la madre de Laura.- Entre las dos la organización será mucho más rápida y fácil – Insistía Deanna.Susan también se dio cuenta de lo que Deanna estaba intentando hacer y se sumó.- ¡Es una idea estupenda! Me ofrezco como voluntaria a ayudarlas –- ¿Pero compartir una boda? – La madre no quería ceder.- Nuestra boda será sencilla, nada espectacular. Así que la de Harry y Laura podría ser la cereza del postre… ¿Qué te parece, “querido
Enviaron las invitaciones, contrataron todos los servicios y la iglesia. Estaba todo listo, esperándolos. Solo faltaba el vestido de Laura, dos semanas si era poco tiempo para encontrar el ideal, mucho menos para hacerlo confeccionar. Pero si el suficiente para que Deanna encontrara el suyo que resultó ser muy parecido al estilo que en su época usó su soprano favorita.Un vestido blanco, con los hombros descubiertos y ceñido al cuerpo, pero con un drapeado en la falda. Nada espectacular, cuanto más sencillo mejor. Se suponía que la protagonista de ese día no fuese ella, sino Laura y para lograrlo iba a hacer falta más que un vestido. Necesitaría la ayuda de algunas personas más.Los invitados serían miembros de la familia de ambos, los amigos más cercanos y por supuesto varios compañeros de la Universidad, algo con lo que ella estaba contando. Deanna quería mucho a Harry y Laura, eran como sus hermanos y deseaba regalarles algo que nadie más pudiera darles. Así que tuvo que andar con
La recepción de la boda fue en el mismo hotel donde las novias se prepararon. Un gran salón decorado, mesas dispuestas alrededor de una pista de baile y una mesa principal donde los 4 novios estarían sentados. Un gran evento para algo que se suponía sería solo una cena en familia.De a poco la gente fue llenando el lugar y saludando a los padres de los novios. Las dos parejas llegaron un poco después, Deanna insistió en solo pasar rápidamente y Daniel estuvo de acuerdo porque no soportaba ser el centro de atención.- ¡Deanna! Eso fue hermoso – Le dijo Susan- Gracias –- En verdad, maravilloso ¿Sabías que podía cantar así, hermano? –- No, no lo sabía – Deanna estaba sintiendo vergüenza.- Solo quise darles algo especial. Los muchachos de la universidad me ayudaron a preparar el sonido – Así que esos eran los hombres que salían de la habitación donde estaba.-Debiste haberme dicho – Le dijo Daniel. ¿Qué debería pensar si estaba ahí metida con todos esos tipos?- Se suponía que era una
Daniel la esperaba de pie mientras ella regresaba luego de su “espectáculo”. Caminaba como si nada hubiese ocurrido, algo agitada y tratando de recogerse el cabello.- Ven conmigo – Le dijo.- ¿A dónde? –- Solo ven –Ella lo siguió hasta que salieron del salón a una habitación que estaba vacía donde había mesas y sillas apiladas.- ¿Qué fue eso? –- ¿Qué cosa? – Deanna no entendía que quería decirle.- Ese “show” con Harry –- Solo bailamos, solemos hacerlo con frecuencia en el campus –- Debes dejar de hacerlo, es vergonzoso –Recién llevaban unas horas casados y él ya había empezado a prohibirle cosas. Daniel estaba muy molesto, pero no porque haya bailado, sino porque lo hizo con Harry.-Dame un respiro, no volveré a hacerlo hasta dentro de un año – Si por él fuera no lo haría nunca más.- Estás casada conmigo ahora y debes comportarte de otra manera. No puedes dar esa clase de espectáculo delante de todos –- ¿Me salí de las normas? Lo siento – Estaba siendo sarcástica.- Al pare