Lo mejor sería que los niños conocieran a Deanna en su casa, en territorio propio para que no se sintieran incomodos en público. Pero antes de eso se sentó con ellos a asegurarles que lo que su abuela les había dicho no era cierto; a los más grandes les explicó que no habían sabido antes de ella porque tenía que estar seguro de que las cosas funcionarían. Quizá cuando crecieran un poco más podría darles la verdadera razón.Daniel no estaba seguro si el pequeño Jonathan había entendido bien la situación, era el que más le preocupaba de los tres. Ethan no tuvo ninguna queja al respecto, le dijo a su padre que era su decisión y la respetaba. Naomi siendo más tímida le aseguró que no había ningún problema y que no hizo caso a las cosas que su abuela le contó. Ambos niños confiaban en su padre, pero tampoco se animaban a contradecirlo.Para intentar hacer que el encuentro fuera más relajado invitaron a Susan, Harry y Laura. Tal vez, rodeados de sus tíos se sentirían más a gusto y menos ríg
Finalmente llegó el día en que debía presentársela a su familia. Deanna tenía un nudo en el estómago y no pudo comer nada en todo el día por los nervios. Si sobrevivía a esta noche, Harry y Laura empezarían una familia juntos; si fracasaba, también, pero tendría un año horrible por delante.Por su parte Daniel se sentía seguro de lo que estaba por venir. Si no mostraba entereza tendría que soportar los embates permanentes de su madre por lo que durara el matrimonio. Eso era algo que no debía suceder, no solo estaba en juego la boda de su hermano, sino también el bienestar de Deanna. Ella tenía que dejar muchas cosas importantes de lado por ayudarlos y necesitaba protegerla de alguna manera.La reunión sería en la casa de los padres de Daniel. Estarían allí también los padres de Laura y algunos miembros cercanos de la familia. Daniel insistió en que fuera una cena simple y discreta. Si tenía que exponerla a todos sus familiares era muy probable que Deanna se sintiera abrumada. Ya tendr
Había una chance de que Laura y Harry tuvieran la boda que merecían ¿Qué podía perder con intentarlo?-De hecho, Laura, estaba pensando… ¿Qué te parece una boda doble? –Laura la miró muy sorprendida.- ¿Doble? –- Si ¿Por qué no? Tú y Harry también planean casarse ¿verdad? Podríamos hacerlo juntos –Harry conocía a Deanna y sabía lo que estaba planeando.-Deanna tiene razón, podemos hacerlo juntos ¡Sería maravilloso! –-No, no, no, hay que preparar muchísimas cosas y en dos semanas es imposible. Además, es demasiado pronto para que te cases, Laura – Dijo la madre de Laura.- Entre las dos la organización será mucho más rápida y fácil – Insistía Deanna.Susan también se dio cuenta de lo que Deanna estaba intentando hacer y se sumó.- ¡Es una idea estupenda! Me ofrezco como voluntaria a ayudarlas –- ¿Pero compartir una boda? – La madre no quería ceder.- Nuestra boda será sencilla, nada espectacular. Así que la de Harry y Laura podría ser la cereza del postre… ¿Qué te parece, “querido
Enviaron las invitaciones, contrataron todos los servicios y la iglesia. Estaba todo listo, esperándolos. Solo faltaba el vestido de Laura, dos semanas si era poco tiempo para encontrar el ideal, mucho menos para hacerlo confeccionar. Pero si el suficiente para que Deanna encontrara el suyo que resultó ser muy parecido al estilo que en su época usó su soprano favorita.Un vestido blanco, con los hombros descubiertos y ceñido al cuerpo, pero con un drapeado en la falda. Nada espectacular, cuanto más sencillo mejor. Se suponía que la protagonista de ese día no fuese ella, sino Laura y para lograrlo iba a hacer falta más que un vestido. Necesitaría la ayuda de algunas personas más.Los invitados serían miembros de la familia de ambos, los amigos más cercanos y por supuesto varios compañeros de la Universidad, algo con lo que ella estaba contando. Deanna quería mucho a Harry y Laura, eran como sus hermanos y deseaba regalarles algo que nadie más pudiera darles. Así que tuvo que andar con
La recepción de la boda fue en el mismo hotel donde las novias se prepararon. Un gran salón decorado, mesas dispuestas alrededor de una pista de baile y una mesa principal donde los 4 novios estarían sentados. Un gran evento para algo que se suponía sería solo una cena en familia.De a poco la gente fue llenando el lugar y saludando a los padres de los novios. Las dos parejas llegaron un poco después, Deanna insistió en solo pasar rápidamente y Daniel estuvo de acuerdo porque no soportaba ser el centro de atención.- ¡Deanna! Eso fue hermoso – Le dijo Susan- Gracias –- En verdad, maravilloso ¿Sabías que podía cantar así, hermano? –- No, no lo sabía – Deanna estaba sintiendo vergüenza.- Solo quise darles algo especial. Los muchachos de la universidad me ayudaron a preparar el sonido – Así que esos eran los hombres que salían de la habitación donde estaba.-Debiste haberme dicho – Le dijo Daniel. ¿Qué debería pensar si estaba ahí metida con todos esos tipos?- Se suponía que era una
Daniel la esperaba de pie mientras ella regresaba luego de su “espectáculo”. Caminaba como si nada hubiese ocurrido, algo agitada y tratando de recogerse el cabello.- Ven conmigo – Le dijo.- ¿A dónde? –- Solo ven –Ella lo siguió hasta que salieron del salón a una habitación que estaba vacía donde había mesas y sillas apiladas.- ¿Qué fue eso? –- ¿Qué cosa? – Deanna no entendía que quería decirle.- Ese “show” con Harry –- Solo bailamos, solemos hacerlo con frecuencia en el campus –- Debes dejar de hacerlo, es vergonzoso –Recién llevaban unas horas casados y él ya había empezado a prohibirle cosas. Daniel estaba muy molesto, pero no porque haya bailado, sino porque lo hizo con Harry.-Dame un respiro, no volveré a hacerlo hasta dentro de un año – Si por él fuera no lo haría nunca más.- Estás casada conmigo ahora y debes comportarte de otra manera. No puedes dar esa clase de espectáculo delante de todos –- ¿Me salí de las normas? Lo siento – Estaba siendo sarcástica.- Al pare
Harry y Laura salieron a su luna de miel no muy lejos de la ciudad, regresarían en unos días, y eso la dejaba totalmente sola en su nuevo rol de esposa. Sola con Daniel y los niños intentando acomodarse a su nueva vida y a la rutina diaria de la familia.Por la mañana los niños iban a la escuela y Daniel al trabajo, lo que le dejaba gran parte del día vagando por esa casa tan grande sin saber qué hacer. La mayor parte del tiempo lo pasaba en el pequeño cuarto que él hizo arreglar para que semejara un salón de música. Incluso habían puesto un piano y algunos instrumentos más. La acústica era buena y Deanna podía cantar sin que el sonido viajara por el resto de la casa.Esa primera semana decidió permanecer al margen de todo para poder observar cómo podía encajar. Por la mañana desayunaban todos juntos y luego Daniel dejaba a los niños en la escuela camino al trabajo y por la tarde cuando regresaban, los más grandes se encerraban en sus cuartos y él en su oficina. El único que parecía n
Daniel también se sentía culpable, había logrado un avance con ella y luego dio dos pasos para atrás. No sabía cómo contener el torrente de emociones que sentía hacia Deanna. No sabía cómo hacer para acercarse o tratarla de la mejor manera posible, estaba enredado entre sus sentimientos y su lógica. Se negaba a si mismo lo que sentía, porque en su cabeza una relación con una mujer como ella estaba fuera de discusión.Con las clases de canto parecía que Deanna estaba volviendo a sonreír más, tal vez debía liberarla un poco de las “obligaciones” y ser flexible con las reglas.La encontró sentada afuera, cubierta con una manta y escuchando música, se acercó y sin decir nada se sentó a su lado. Ya habían desarrollado esa costumbre.- Lamento lo que ocurrió el otro día con tus clases –- No te preocupes, entiendo lo que le dijiste a Harry –- Pero me alegra que hayas encontrado otra profesora –- Quería preguntarte algo… ¿Crees que pueda ir por Jonathan al jardín de infantes por las tardes