Harry se contenía lo mejor que podía, su madre no sabía la verdad. No sabía todo lo que Deanna hizo por ellos y por su hija. Hasta que no pudo más.- ¡Ya basta, mamá! ¡No conoces a Deanna ni un poco! ¿Cómo puedes referirte a ella de esa manera? ¡No tienes ni idea! –- ¡No me hables de esa manera, jovencito! Todos están diciendo cómo la Sra. Crusher se la pasa metida en el Ambassador con Leonard detrás de su falda. Hasta le prohibió la entrada a Alice al teatro, no sea cosa que los interrumpa-- Camila, estás hablando de mi nuera… Mídete –- ¿Qué nuera, Charles? Dejó a tu hijo, se fue y ahora juega a la estrella con Reed ¿cómo es que nadie se da cuenta? –Beverly permanecía callada, no diría ni una palabra al respecto; al igual que Laura, se mantenían al margen.- Eso no es cierto, mamá, deja de creer en los chismes –- Es hora de que tu hermano hable con un abogado, Susan… Beverly, querida ¿tú no podrías ayudarlo con eso? –- Discúlpame, Camila, pero no puedo intervenir en ese asunto
Daniel al tomó de la cintura y ella comenzó a moverse muy despacio sobre él, buscando excitarlo. Deanna también lo había hecho.Sus dedos se perdieron entre las hebras de su cabello y su boca le susurraba al oído. Como Deanna solía hacer.Suspiró profundo y lo tomó con más fuerza cuando sintió que sus movimientos sobre él empezaban a afectarlo. Deanna vocalizaba sin vergüenza su deseo.Su beso, su boca, la suavidad, la insistencia, la punta de la lengua buscando acceso a su boca. Deanna solo la invadía, sin pedir permiso.Algo se despertó de golpe dentro de él, la tomó de los muslos y la sentó sobre el escritorio. Así, como lo había hecho con ella. Las piernas envolviéndole la cintura, apurándolo a acercarse; la espalda arqueada, el trozo de piel descubierta que pedía, exigía, por su boca.El cuello expuesto y el calor emanando del cuerpo. Se fue sobre ese pedazo de piel para probarla y se detuvo con los labios sobre ella. No era su sabor, no era el sabor de Deanna ¿Qué estaba haciend
Daniel estaba en su oficina, tal como Susan había predicho, recostado sobre su silla con los ojos cerrados preparándose para otra noche de autocastigo. Lo que casi ocurrió con Beverly lo torturaba; las emociones lo habían traicionado pensándola, tratando de recordar las sensaciones que le provocaba Deanna. Y ahora tenía otro desastre en sus manos: tratar de reparar su error.Sabía que ella siempre estuvo esperando que le diera alguna clase de señal o que cediera a sus intenciones, pero nunca la vio de esa manera. Sin importar cuanto se mostraba en su presencia o si mantenía un perfil bajo, nunca sintió atracción por Beverly. Si no hubiese reaccionado a tiempo ahora estaría arrepintiéndose.Alguien tocó a su puerta, pero ni siquiera respondió. Oyó la puerta abrirse y abrió los ojos, listo para echar a quien fuera y entonces la vio. Deanna. Se incorporó en su silla conteniendo el aliento, no vaya a ser que fuera otra ilusión más.- ¿Puedo pasar? – No era una ilusión, era ella.-Deanna… -
Beverly estaba sentada detrás de su escritorio cuando uno de los miembros del cuerpo legal se asomó por su puerta.-Hoy tampoco vino – Le informó.Daniel llevaba dos días sin aparecer. El muy cobarde se estaba escondiendo luego de lo que casi hicieron ese día. Estaba por perder la paciencia cuando recibió un llamado.-Regresó a la casa, volvió con él. No fuiste lo suficientemente rápida, Beverly. Ahora lo tendrás más difícil que antes – Entonces, tomó una decisión. Ella sola no podría separarlos y estaban todos demasiados tranquilos para su gusto. Golpeó en la oficina de Harry.- Pasa, Beverly –- Lamento molestarte, Harry. Pero tengo varios pendientes que sacar y Daniel hace dos días que no aparece, ¿podrías firmarme algunos documentos? –- Claro ¿Qué son? –- Algunas cuestiones legales menores, pero si no tengo la firma de uno de los dueños no puedo proceder. No sé qué ocurre con Daniel que de repente se toma “vacaciones” –- Debe estar lamiéndose las heridas desde que Deanna se fu
Por la mañana lo encontró en su oficina, al fin. Su rostro estaba inexpresivo, sabía que había cometido un error, pero no como repararlo. De todas formas, tenía que dar la cara.- Daniel, tengo que hablar contigo –- Si, Beverly, siéntate –- Sobre lo que nos ocurrió el otro día… -- Lo lamento mucho, fue un lapso de juicio. Espero que puedas olvidarlo y podamos continuar trabajando juntos –¿Olvidarlo?- Me niego a hacerlo –- Beverly… -- No, no lo olvidaré Daniel. Debes saber cómo todo el mundo que he estado interesada en ti desde hace muchísimo tiempo, no voy a dejarlo pasar luego de haber esperado tanto –- Estoy casado ahora y no quiero ser grosero, pero… -- Entonces no lo seas. Olvidaste que estabas casado esa noche… ¿Le dijiste lo que pasó? No ¿verdad? –- No… -- No te preocupes, yo tampoco voy a hacerlo. No es como gano mis batallas, pero quiero que te quede en claro que no voy a rendirme… Tu matrimonio no funcionará y ahí estaré, otra vez, para recibirte cuando ella vuelva
Daniel entró a la casa de sus padres cansado, el día había sido difícil en la compañía. Su padre estaba, como siempre, disfrutando de una copa antes de la cena.- Papá –- Hola hijo –- ¿Y mamá? –- Está en la biblioteca, creo… ¿Qué hiciste? –- Nada… ¿Qué le pasa? –- No sé… pero algo hiciste porque está insoportable… Ve a verla ¿quieres? –Increíble que aún tuviera que correr a su casa cada vez que ella lo llamaba. Él solo quería volver con su familia después de una jornada agotadora.- Que bueno que viniste, pasa y siéntate –- Dime que sucede –- Quiero que te divorcies de una vez y envíes a esa mujer lejos –- ¡Dios! No empieces de nuevo, mamá… - Le dijo fastidiado.- Ya sé porque Harry se comporta como lo hace y también que tu estas al tanto… Dime, Daniel ¿cómo puedes elegirla por sobre tu propia familia? –Se sorprendió con esa declaración, pero no tenía sentido fingir.- No la elegí por sobre nadie, simplemente no voy renunciar a ella. Comencé una nueva familia ahora y, lo lame
Leonard volvió a recostarse sobre una de las butacas a esperar. La joven aspirante a Prima Donna llevaba unos cuantos días sin aparecer en el Ambassador.- Relájate, Leonard, si regresó con el esposo debe estar “reconciliándose” con él – Le dijo en tono burlón.- Envidio la suerte de Crusher, Marcus… En verdad lo hago –- No lo dudo de ti –- Pero sigo sin entender que puede haberle visto a Daniel, es un pedazo de hielo –- Quizá solo lo sea en el exterior y se esté guardando varias sorpresas para su “pequeña esposa” … No te desesperes, vendrá en algún momento, sabe que tiene las puertas abiertas siempre –- Mi paciencia se está agotando, Marcus. Se me hace cada vez más difícil resistir los impulsos. Terminó saliendo del teatro a buscar alguna mujer para descargar mis ansias –- No te precipites, no sé qué te hizo para que estés en este estado, pero te repito Leonard: no la espantes. La quiero en mi escenario interpretando a Mimi de La Bohème la noche de apertura de la temporada -- ¡
El ambiente en el departamento de Harry era muy diferente. Laura no le hablaba y no dejó que la ayudara a preparar el bolso de Emma para llevar al hospital el día del parto. Al final, Harry se dio por vencido.- ¿Qué hacías en casa de Daniel? Dijiste que no harías locuras –- No quiero hablar de eso, Susan… Esto pasó porque eres una metida –- ¡Claro que lo soy! Y por eso mismo te llamo –- Todo lo que haces es para que permanezcan juntos –- Si, Harry. Es mi hermano y no me gusta verlo triste –- Yo también soy tu hermano –- Pero tu problema no puedo solucionarlo o ayudarte a hacerlo… ¿Cuándo entenderás que de lo primero que debes ocuparte es de tu familia? –- Lo sé… -- No lo parece. Mamá me volvió loca contándome como te emborrachaste… Estamos todos preocupados por ti, por Laura y Emma… ¿Cuánto más piensas seguirás así? –- No puedo dejarla ir… Créeme que he buscado la manera, pero no puedo… Pienso en ella todos los días, Susan… La imagino con Daniel y lo único que me aplaca el e