Por la mañana lo encontró en su oficina, al fin. Su rostro estaba inexpresivo, sabía que había cometido un error, pero no como repararlo. De todas formas, tenía que dar la cara.- Daniel, tengo que hablar contigo –- Si, Beverly, siéntate –- Sobre lo que nos ocurrió el otro día… -- Lo lamento mucho, fue un lapso de juicio. Espero que puedas olvidarlo y podamos continuar trabajando juntos –¿Olvidarlo?- Me niego a hacerlo –- Beverly… -- No, no lo olvidaré Daniel. Debes saber cómo todo el mundo que he estado interesada en ti desde hace muchísimo tiempo, no voy a dejarlo pasar luego de haber esperado tanto –- Estoy casado ahora y no quiero ser grosero, pero… -- Entonces no lo seas. Olvidaste que estabas casado esa noche… ¿Le dijiste lo que pasó? No ¿verdad? –- No… -- No te preocupes, yo tampoco voy a hacerlo. No es como gano mis batallas, pero quiero que te quede en claro que no voy a rendirme… Tu matrimonio no funcionará y ahí estaré, otra vez, para recibirte cuando ella vuelva
Daniel entró a la casa de sus padres cansado, el día había sido difícil en la compañía. Su padre estaba, como siempre, disfrutando de una copa antes de la cena.- Papá –- Hola hijo –- ¿Y mamá? –- Está en la biblioteca, creo… ¿Qué hiciste? –- Nada… ¿Qué le pasa? –- No sé… pero algo hiciste porque está insoportable… Ve a verla ¿quieres? –Increíble que aún tuviera que correr a su casa cada vez que ella lo llamaba. Él solo quería volver con su familia después de una jornada agotadora.- Que bueno que viniste, pasa y siéntate –- Dime que sucede –- Quiero que te divorcies de una vez y envíes a esa mujer lejos –- ¡Dios! No empieces de nuevo, mamá… - Le dijo fastidiado.- Ya sé porque Harry se comporta como lo hace y también que tu estas al tanto… Dime, Daniel ¿cómo puedes elegirla por sobre tu propia familia? –Se sorprendió con esa declaración, pero no tenía sentido fingir.- No la elegí por sobre nadie, simplemente no voy renunciar a ella. Comencé una nueva familia ahora y, lo lame
Leonard volvió a recostarse sobre una de las butacas a esperar. La joven aspirante a Prima Donna llevaba unos cuantos días sin aparecer en el Ambassador.- Relájate, Leonard, si regresó con el esposo debe estar “reconciliándose” con él – Le dijo en tono burlón.- Envidio la suerte de Crusher, Marcus… En verdad lo hago –- No lo dudo de ti –- Pero sigo sin entender que puede haberle visto a Daniel, es un pedazo de hielo –- Quizá solo lo sea en el exterior y se esté guardando varias sorpresas para su “pequeña esposa” … No te desesperes, vendrá en algún momento, sabe que tiene las puertas abiertas siempre –- Mi paciencia se está agotando, Marcus. Se me hace cada vez más difícil resistir los impulsos. Terminó saliendo del teatro a buscar alguna mujer para descargar mis ansias –- No te precipites, no sé qué te hizo para que estés en este estado, pero te repito Leonard: no la espantes. La quiero en mi escenario interpretando a Mimi de La Bohème la noche de apertura de la temporada -- ¡
El ambiente en el departamento de Harry era muy diferente. Laura no le hablaba y no dejó que la ayudara a preparar el bolso de Emma para llevar al hospital el día del parto. Al final, Harry se dio por vencido.- ¿Qué hacías en casa de Daniel? Dijiste que no harías locuras –- No quiero hablar de eso, Susan… Esto pasó porque eres una metida –- ¡Claro que lo soy! Y por eso mismo te llamo –- Todo lo que haces es para que permanezcan juntos –- Si, Harry. Es mi hermano y no me gusta verlo triste –- Yo también soy tu hermano –- Pero tu problema no puedo solucionarlo o ayudarte a hacerlo… ¿Cuándo entenderás que de lo primero que debes ocuparte es de tu familia? –- Lo sé… -- No lo parece. Mamá me volvió loca contándome como te emborrachaste… Estamos todos preocupados por ti, por Laura y Emma… ¿Cuánto más piensas seguirás así? –- No puedo dejarla ir… Créeme que he buscado la manera, pero no puedo… Pienso en ella todos los días, Susan… La imagino con Daniel y lo único que me aplaca el e
- ¡Vamos Deanna! –Tenía más miedo que excitación Deanna ese día. El Festival del Día de las Madres en el colegio, de nuevo exponiéndose ante esa gente. Pero esta vez era diferente, ella se sentía diferente. No era un baile o una fiesta y no iba como chaperona. Era parte de la familia.Por supuesto no faltaron las miradas disimuladas y los susurros. Las madres presentes pertenecían todas al mismo círculo social, pertenecían todas a familias acomodadas y compartían la misma red de chismes.- Naomi, esto es enorme… -- ¿La escuela? Sí, es muy grande… Quédate conmigo así no te pierdes –Pero pronto se encontró sola en uno de los patios donde habían dispuesto una especie de “picnic” para las madres y los niños, Naomi estaba hablando con ese mismo muchacho del baile. Deanna sonrío pensando en las reacciones de Daniel y Ethan si se enterarán.- ¿Es la esposa de Crusher, de Daniel? --Si ¿no la conocías? –- No, es la primera vez que la veo ¿Qué hace aquí? --Supongo que cumpliendo su rol de
Naomi marchó enojada a paso rápido a su habitación y dio un portazo.- ¿Qué ocurrió? – Le preguntó Daniel.- Arruiné el día… lo lamento –Deanna estaba conteniendo las lágrimas.-Está enojada conmigo… -Pero de pronto Naomi apareció de nuevo y bajó aún más indignada a parársele al padre delante.- ¡Esa mujer le dijo un montón de cosas horribles a Deanna, papá! ¡Le gritó y le gritó, como lo hace la abuela! –- ¿Qué mujer, hija? –- ¡La llamó de formas horrendas delante de todos! ¡Estoy muy enojada! ¡Has algo para que se arrepienta de haberlo hecho! ¡Eres mi papá, debes hacerlo!-- Cálmate, Naomi, cálmate… Dime, de que estás hablando… -- No es necesario, nena… -Deanna trataba de minimizarlo.- ¡¿Cómo puedes decir eso Deanna?! ¡Dijo que te estabas llevando el dinero de papá y no es verdad! –- Naomi, ya deja de gritar porque no comprendo nada… Habla despacio –- La mamá de Samantha comenzó a gritarle a Deanna en el pasillo, como una loca. Le dijo muchos insultos y que mamá estaría muy t
Deanna solo supo hacer una cosa luego de que Beverly se marchara: encerrarse en la sala de música. Era su refugio cuando necesitaba pensar, cuando discutía con Daniel o cuando necesitaba llorar. Y en ese momento sí que necesitaba llorar.Su lugar en la casa era hermoso, tan lleno de música, tan lleno del cariño de su esposo en cada detalle. Todo pensado para ella, desde los sillones para que pudiera recibir a sus amigos músicos, hasta los instrumentos que no sabía tocar.Cantaba para todos ahí. Jonathan corría con todas sus fuerzas cuando sabía que Deanna les daría una presentación particular. Se acomodaba en el piso, con las piernas cruzadas y la carita llena de expectación, una sonrisa enorme de oreja a oreja. Y la miraba maravillado.Allí, le ensañaba, aunque él no repetía nada. Solo movía la cabeza al compás y disfrutaba. Ese niño tan bonito y repleto de historias sin contar que la adoraba con locura. Recordar sus mejillas rosadas la hizo llorar más fuerte. Tuvo que cubrirse la bo
La siguiente estela llegó del lugar menos esperado. Convencida de que Harry iba a dejarla, que se iría lejos y no podría retenerlo, Laura decidió utilizar su último recurso: la misma Deanna.A lo mejor los últimos días de la recta final de su embarazo la estaban enloqueciendo, a lo mejor los rumores constantes sobre Deanna y Daniel la fastidiaban o a lo mejor se sentía acorralada por el eminente final de su corto matrimonio; pero Laura estaba lívida, cansada, exhausta.Uno puede tomar las mejores decisiones cuando siente que se juega algo importante, o las peores de toda su vida; finalmente, es el resultado quien lo determina. Tenía la sensación de que algo se le fugaba entre los dedos.-Deanna, necesito hablar contigo. ¿Crees que puedas venir al café de la Universidad a las 4?-Hola Laura, claro, ahí estaré ¿Estás bien?-Si. Te espero allíNo, Laura no estaba bien, para nada bien. Le costó subir los cinco escalones del café, los pies la estaban matando. Cuando abrió la puerta encontr