Rahyra bajó con los demás hasta las puertas del primer anillo, y estas comenzaron cerrarse poco a poco. Vio como el ejercito Zorbano comenzó a entrar pro el agujero que dejó la explosión en el primer muro, y según los vigilantes, que estaban apostados bien Arriba para observar todo, traían consigo tres cajas, cada una más grande que la primera. La puerta se detuvo a la mitad, se suponía que era para que los zorbanos creyeran que las estaban cerrando y se abalanzaran a intentar llegar antes de eso, pero ya no importaba, ellos no llegarían por la puerta así que Rahyra ordenó que la abrieran de nuevo y se quedó ahí con los suyos, con todo el ejército detrás de ella y el resto rodeando la ciudad para poder alcanzarlos. Los zorbanos habían recorrido ya la mitad del trayecto hacia el muro cuando ella levantó la mano para indicar que debían atacar. Eliver la detuvo. — Tengo una idea —dijo el guarida y Rahyra lo miró — deme dos minutos, majestad — Rahyra lo miró, no tenían dos minutos, pero
Un par de zorbanos habían roto las filas del ejército del primer mundo, y Rahyra los observó, caminaron hacia el agujero que había dejado la nueva explosión y entre ellos estaba Vikro, que le dio una mirada fugaz a la petrificada Rahyra y desapareció entre el polvo.No tuvo tiempo de pensar en lo raro que aquello había sido, ellos estaban ahí para matarla, ¿Por qué la ignoraría de esa forma? Pero aquella pregunta quedó volando en la cabeza de Rahyra, no le importaba, lo único que quería saber era qué hacía Cleo ahí, y sin sus bebés, así que se puso de pie con la catana en la mano y corrió hacia ella con las rodillas temblorosas.— Cleo — le dijo y la dama de compañía a la miró con los ojos brillosos — mis hijos.— El príncipe Maximiliano está a salvo, pero a Neiyla la tiene Kaeira y está en la habitación del rey — Rahyra la abrazó, la mujer estaba temblorosa — lo siento, me acorralaron, no pude hacer nada…— Todo está bien — le dijo — Kaeira no le hará nada porque quiere que yo vea co
— Toma tú mi corazón, te lo regalo, te lo entrego y te lo da mi propia mano — Rahyra sintió un escalofrío al escuchar esas palabras, y apretó a su hijo contra el pecho y lo observó. El príncipe dormía pacíficamente. Después de la muerte de Kaeira todo había terminado, Maxwell usó la corona de piedra e hizo que los pocos sobrevivientes del ejercito Zorbano, que resultaron ser unos cuatro mil, le juraran eterna lealtad y después los dejó regresar a Zorba. Una decisión polémica, pero Maxwell apeló a la misericordia de la diosa y nadie más lo molestó. Su hijo llegó un rato después en los brazos de una doncella y Rahyra le regaló la bolsilla de diamantes que la muchacha le trató de regresar. Nunca se había sentido tan completa como cuando tuvo a sus dos hijos en sus brazos y a su esposo a su lado. Cleo y Eliver estaban sobre el altar, atados con cadenas de oro y plata y la muchacha lucía tan hermosa y feliz que Rahyra se sintió feliz por ella. Se le hizo gracioso ver a Eliver nervioso, er
Rahyra apretó el pañuelo en su mano con fuerza, tenía el corazón acelerado palpitándole en los oídos tan desbocadamente que no podía oír nada más allá de eso. Estaba escondida detrás de la cortina de ceda.Le había tomado tiempo y energía colarse al lugar, pero a pesar de la alta seguridad y los guardias que custodiaban las entradas, Rahyra había logrado colarse por los grandes salones del palacio.Un cañonazo resonó por todo el lugar, anunciando la llegada del rey y su corazón se detuvo, tenía que actuar en ese instante o no habría tiempo ya.Salió de detrás de la cortina donde estaba y caminó por la ostentosa habitación. Frente a un enorme espejo había una mujer joven, y cuando la vio a través del espejo dio un salto y se volvió hacia ella.— ¡Rahyra! —dijo con alegría —hermana, pensé que no vendrías —pero en cuanto vio la expresión en el rostro de su hermana mayor Kaeira tragó saliva.Rahyra avanzó hacia ella con pasos decididos y le aplastó el pañuelo en la cara. Su hermana menor
Las familias o estirpes más importantes del reino se habían reunido para la ceremonia, por eso, cuando las enormes puertas del salón se abrieron, los cuellos de los presentes se estiraron para ver a la querida afortunada.Rahyra caminaba sola, arrastrando el blanco vestido de novia y apretando la rosa en la mano cuando se encontró con su padre, el hombre palideció al verla y abrió la boca para gritarle algo, pero todo el reino estaba ahí así que se quedó callado.Cuando ella llegó con él el sonido de los violines inundó el lugar, se colgó del brazo de su padre y comenzaron a avanzar por la fina alfombra de ceda dorada hacia donde el rey la esperaba para hacerla su esposa.— ¿Qué hiciste, Rahyra? — le preguntó su padre, de seguro tenía la cara roja de la rabia.—Una hija Leroy debía casarse con el rey — le dijo ella — y no permitiré que mi hermanita Kaeira tenga que pasar por esto — las personas los miraban con asombro, admiración y envidia.—Nunca pudiste comportarte como una mujer de
El rey salió de la habitación después de ponerse la armadura dorada, miró a Rahyra como si quisiera decirle algo, pero cerró la boca y Salió.Un par de doncellas entraron a la habitación y tomaron el vestido de novia que reposaba en el suelo. La sangre sobre el edredón eran apenas un par de gotas, pero significaban toda una vida de castidad y pureza que se habían ido esa noche.Miles, millones de mujeres, hubieran dado lo que fuera para que su primera vez fuera con el rey del primer mundo, pero ella no, y por la actitud del hombre notó que él lo había detestado tanto como ella, eso la hizo sentir un poco mejor, ambos habían sido obligados por el deber de sus estirpes.Se vistió en silencio mientras las mujeres le ayudaban y luego salió, con la cabeza alta y respiró profundo antes de entrar al cubículo que los llevaría al banquete. Se preguntó por qué no podrían ir a pie si estaba tan cerca.El rey no la miró durante el trayecto, casi como si se sintiera avergonzado, pero nunca perdió
Rahyra no entendió lo que sucedió después, el hombre envenenado había sido retirado del banquete, el rey había comido de la fruta para averiguar qué clase de veneno era, luego la había amenazado y todo seguía como si nada hubiera pasado.Agradeció que los violines tocaran los vientos cálidos para ponerse de pie y caminar con decisión hacia la mesa de los Leroy donde su hermano la interceptó antes de que llegara y la arrastró hasta la pista de baile.— En esto te metiste — le dijo él — así que no te quejes.— Lo sé — le contestó Rahyra, su hermano Raeyron era alto y atractivo, tenía el cabello rojo de los Leroy un poco más oscuro y era un hábil peleador, ella lo había visto derrotar a hombres el doble de grandes que él — solo que no pensé que me envenenarían antes de ser coronada.— Con la corona de piedra, querrás decir, porque ya te coronaron — bromeó y Rahyra lo golpeó en el brazo — ¿Cómo estuvo? — ella miró alrededor, las personas que bailaban a su lado parecían inmersas en sus pro
Rahyra se acarició la mejilla mientras esperaba que su dama de compañía cerrara bien la puerta, miró a Kaeira, su hermana parecía encolerizada y ella la entendió, se había ilusionado realmente por ser la reina y Rahyra se lo había arrebatado de la peor manera, pero lo había hecho por salvarla.— No pediré disculpas por lo que hice — le dijo.— Lo sé — le contestó la menor — nunca lo haces — Rahyra negó con la cabeza repetidas veces.— No lo entiendes, lo hago para protegerte, justo ayer intentaron envenenarme, si hubieras sido tu…— ¿Sabes cuál es tu problema, hermana? — le dijo Kaeira acercados a ella, estaba más calmada pero su tono era igual de amenazante — siempre me has subestimado, siempre. No finjas que haces esto por alguien más que no seas tu.— Yo lo hice por protegerte — le insistió y la menor negó con la cabeza.— No te mientas. Esto no se va a quedar así, me lo pagarás, hermana — dio la vuelta y salió de la habitación cerrando de golpe.Rahyra se dejó caer en la cama, ni