Bueno, damas y caballeros hemos llegado al final. La verdad es que tuve varios encontronazos con ésta historia, hubo momentos tensos para mí (la razón no viene al caso ahora mismo), sin embargo, estoy feliz de que haya concluido y de que, si al menos una de ustedes la disfrutó, con eso me conformo. Gracias por seguirme y apoyar a ésta pareja, por regalarme su tiempo leyendo mi obra y permitiendo que no haya sido un "trabajo en vano". Si la disfrutaron, las invito a pasar por alguna de mis otras novelas y será hasta la próxima. Saludos y gracias.
Advertecia: el siguiente capítulo contiene escenas de violencia física y verbal, leer bajo propio riesgo.La puerta de mi cuarto suena con intensidad y suspiro con cansancio, ¿por qué tanta urgencia? La cena es en una hora, ni que estuviera tardando tanto, mi madre es quien suele demorarse, ¿por qué me están apurando a mí que no lo hago nunca? Tienen suerte de que ya estoy lista.Bufando, me salgo de mi tocador y me acerco a la puerta, abriendo con gesto fastidiado para encontrar al mayordomo observándome con una ceja alzada.-Mírame así cuanto quieras, Nighel, sabes que no es a mí a quien deberías apurar.-Su padre la espera abajo, como su madre se encuentra indispuesta, solo ustedes irán a la cena y él quiere que baje enseguida.-¿Mi madre está mal? Debería ir a verla…-Su madre solo padece el dolor clásico de los cólicos propios de su período, al parecer, ésta vez vinieron especialmente dolorosos, por lo que permanecerá en cama con un cojín caliente mientras ustedes asisten a la ce
Aunque el clima es cada vez peor y me duele todo lo que sabía que tenia mi cuerpo… y lo que no también, agradezco profundamente el que nadie haya notado aún mi ausencia o mi escape. De todas formas, cada vez me siento peor, entre el frío y el dolor, no puedo evitar temblar mientras doy cada paso que representa, en éste punto, prácticamente una agonía.¿Qué fue lo que hice mal? Siempre fui buena hija, estudiosa, atenta, respetuosa, hacía todo lo que me pedía sin chistar a pesar de no tener ganas o que me disgustara. Incluso estudié administración para poder ayudarlo con la empresa…Hice todo cuanto pude para ser un orgullo para ellos y me desecharon, me usaron como moneda de cambio para un estúpido trato con un ser tan horrible y detestable como ese maltratador.No puedo ni respirar profundo, mi abdomen me palpita y la zona de mis costillas me pulsa como si una aguja enorme fuera clavada ahí cada vez que respiro. Seguramente tengo algo roto, ¿debería ir al doctor?No, no puedo, no teng
No puedo creer la suerte que tengo, cuando salí de esa molesta y aburrida fiesta hipócrita, solo pensaba en llegar a casa. Estaba molesto porque, precisamente, Martin Phells había hecho una nueva jugada hace pocas semanas, intentando copiar uno de nuestros prototipos, lo que había hecho que todo se revolucionara mientras buscaba la fuga. Fue una suerte que consiguiera encontrarla y suprimirla, pero aun así, el problema seguía estando al acecho. Necesitábamos personal, estábamos en busca de empleados que precisábamos con relativa urgencia, yo mismo requería de una secretaria porque Marisa, la que había estado conmigo desde que empecé, había decido simplemente ser una ama de casa tranquila luego de tener a su bebé, y no estaba seguro de en quién podía o no confiar.¿Cómo asegurar que no era un enviado de ese desgraciado?Daniela llegó a mí como caída del cielo, y no pensaba desperdiciar la oportunidad. Puede que ya no fuera a utilizarla como un punto de presión como era mi plan original
Tenerlo cerca es una enorme tentación, todo él lo es. Sé que solo somos “compañeros de venganza” y que nuestro acuerdo es básicamente comercial, los dos ganamos algo con esto y es lo que interesa aquí, no otra cosa, sin embargo, en las últimas tres semanas que pasamos juntos, él ha mostrado ser una persona realmente amable y hay mucho de su persona que no puedo simplemente ignorar. Ahora, el tenerlo así de cerca, de poder casi saborear su aroma en mi lengua, con el calor de su ser envolviéndome… ¿Cómo resistirse a una provocación ésta? Su cuerpo se inclina hacia mí y une nuestras bocas, besándome con intensidad mientras me pide suavemente con su lengua que abra mis labios y lo deje pasar. Cedo, se lo permito, el momento es ahora y quiero esto. Separo mis labios y le permito el avanzar, que su lengua juegue con la mía y la acaricie, causando que mi sangre se revolucione y corra como autos de fórmula uno por mis venas. Me siento caliente, casi febril, cada célula de mi cuerpo vibra de
El momento no dura mucho, tristemente, porque antes de que pueda saborearlo lo suficiente, su celular suena y ambos bufamos con evidente molestia, lo que me hace reír bajo. -Lo siento, por mucho que quería hacer eso, el deber llama. Hay que hacer que esto se vea real si queremos que funcione, ¿no? -Sí, lo sé. -Esto no queda aquí… -Ya lo veremos, jefe. Sonriendo de lado, me volteo mientras él atiende la llamada y me río bajo cuando se queda mudo por un instante, porque sé que se fijó en mi trasero. Es su culpa, él me compró ésta ropa, ¿no? Sabía cómo me quedaría, así que ahora tendrá que aguantarse. Salgo de su oficina y me coloco en el escritorio, empezando a acomodarme al tiempo en que me familiarizo con todo lo que él me explicó del funcionamiento, viendo que hay algunas cosas que se podrían optimizar. Revisando su agenda, empiezo también a anotar todo lo que recuerdo de la agenda de mi padre. Muchas de las citas ya pasaron, pero eso no importa, el punto es saber quiénes so
Su forma de mirarme al escucharme decir eso muestra curiosidad, quizás porque no tengo el tipo de algo así como un mafioso, pero no es lo que quiero decir. Fui a la universidad, tengo muchas conexiones en mi familia, conozco a muchas personas, siempre que necesito algo en particular, tengo a alguien que puede ocuparse y/o encargarse de eso. Esto no es diferente, mi mejor amigo es uno de los abogados más capaces y más inteligentes que conozco, solo tengo que hablar con él y estoy muy seguro de que podrá conseguir, aunque sea, algún resquicio que haya podido querer utilizar o, tal vez, cualquier recurso legal que haya podido encontrar que pudiera darle poder sobre Daniela. -Eso suena misterioso, ¿tienes amigos en la mafia? -No, no me interesa meterme en ese mundo en lo más mínimo, nunca sabes quién puede estar a tu espalda espiándote. Una vez que entras, jamás volverás a estar a salvo, y si no entiendo mal su forma de operar, la única salida de eso suele ser morir. -No es muy alent
-Mmmm… suena misterioso, ¿qué necesitas? ¿Legal o ilegal?-Quiero creer que lo que te voy a pedir es legar, pero lo que necesito que averigües, probablemente no lo sea.-Explícate, porque me estás mareando un poco. ¿Cuál es el problema en sí y con qué tiene que ver?-Con el problema de siempre.-¿Phells? No sé ni porqué pregunto, últimamente tus temas legales tienen que ver principalmente con él. Vamos, dime de qué se trata ésta vez, ¿qué fue lo que hizo?-Vendió a su hija.-¿¡QUÉ!?Su horror se muestra a todas luces en su rostro, e imagino que se debe a que él mismo tiene una hermana y que siempre fue muy protector con ella, su padre lo educó así, y saber que alguien podría hacer algo semejante… Por algo hace ciertas caridades en juicios que implican agravio a menores y similares.-¿De qué demonios estás hablando? ¿Cómo es que lo hizo? ¿Es una menor? ¿Y por qué lo haría?-Una pregunta a la vez, ¿quieres? No puedo responder a nada si no me das tiempo para hacerlo.-Sí, lo sé, lo sient
La forma en la que Filip mira a su amigo, como si estuviera considerando el darle o no un puñetazo justo ahora, me resulta muy cómica. Es evidente que la denominación de “mejor amigo”, se queda corta en éste caso: la forma en la que se tratan, en la que se miran, es mucho más cercana, imagino que así se tratarían un par de hermanos que se llevara muy bien. Al ser hija única, siento cierta envidia viéndolos, mas hago a un lado eso y me concentro nuevamente en el par frente a mí. -No me hagas arrepentirme de llevarte conmigo. -Vamos, amargado, mejor vamos a almorzar, ¿sí? ¿Vienes, Hela? Tu jefe invita. -Bueno, ¿por qué no? La verdad es que sí tengo hambre. Tomo mi bolso, apago la pantalla de mi computadora y me pongo de pie, aceptando la mano que me ofrece Zack para llevarme al ascensor. La mirada de Filip está clavada en la nuca de su amigo como si quisiera atravesarlo, y me pregunto qué es lo que le pasa, ¿estará enojado? El rubio acomoda mi mano sobre su brazo, casi como