La forma en la que Filip mira a su amigo, como si estuviera considerando el darle o no un puñetazo justo ahora, me resulta muy cómica. Es evidente que la denominación de “mejor amigo”, se queda corta en éste caso: la forma en la que se tratan, en la que se miran, es mucho más cercana, imagino que así se tratarían un par de hermanos que se llevara muy bien. Al ser hija única, siento cierta envidia viéndolos, mas hago a un lado eso y me concentro nuevamente en el par frente a mí. -No me hagas arrepentirme de llevarte conmigo. -Vamos, amargado, mejor vamos a almorzar, ¿sí? ¿Vienes, Hela? Tu jefe invita. -Bueno, ¿por qué no? La verdad es que sí tengo hambre. Tomo mi bolso, apago la pantalla de mi computadora y me pongo de pie, aceptando la mano que me ofrece Zack para llevarme al ascensor. La mirada de Filip está clavada en la nuca de su amigo como si quisiera atravesarlo, y me pregunto qué es lo que le pasa, ¿estará enojado? El rubio acomoda mi mano sobre su brazo, casi como
-No creo, no me dedicó ni siquiera una mirada. A sus ojos y con su objetivo en otro sitio, yo solo soy la secretaria del rival de su jefe, no importo. -Pues, esa misma secretaria que no importa, acaba de dejarlo en evidencia, arruinando así su plan. -No lo sabe: solo vio a un grupo de guardias de seguridad apareciendo de la nada en la sala y llevárselo.-Hay que estar atentos, no sabemos si ya le pasó o no algo de información a mi padre o si, en su lugar, saboteó alguna cosa. -Ella tiene razón, lo mejor será que mandes a que todo se revise.-Y también si pueden, traten de chequear sus equipos electrónicos y correo, podría haber mandado algo por esas vías. -Es verdad, me encargaré yo mismo. Asiento mientras el pelinegro se pone a hacer unas llamadas y Zack se me acerca.-¿Estás bien?-¿Por qué no lo estaría?-Bueno, tuviste la primera prueba real, te enfrentaste a algo muy cercano a tu padre y mantuviste la calma. -No lo considero así, es solo un peón. La verdadera prueba llegará
Sé que le dije a Daniela que fuera seria mientras ejercía como mi secretaría, pero ahora, no veo nada en su mirada, está más fría que el culo de un pingüino. Es más, ni siquiera me dedica mucha atención, solo me ofrece mi café, igual que a los demás, y parece querer irse, ¿no trajo uno para ella? -Hela. -¿Sí, Sr.? -¿Por casualidad te compraste algo para ti también? -No Sr., no me corresponde. -¿Cómo que no? Si tú… El grito proveniente de mi costado, más puntualmente de Vanesa, me pone en alerta y la veo abanicándose la boca con evidente dolor. Su traje se manchó un poco con el marrón de su bebida y tanto Zack como yo nos apuramos a asistirla. Ella casi llora por la quemadura por el café y prácticamente al instante, Daniela me ofrece un sobre de azúcar, confundiéndome. -Póngaselo en la lengua a ella, le ayudará a acelerar el proceso de cicatrización y por lo tanto, también aliviará el dolor y las molestias. Curioso, por lo saber ese dato, mas por la seriedad con la que habla
La rabia me quema por dentro, en serio que sí: ya antes había tenido el desagrado de tratar con mujeres como ella muchas veces, son niñas mimadas, hijas de papi que lloran lágrimas de cocodrilo a la primera que algo que quieren se les niega y corren con su “salvador” en cuanto alguien les hace frente, alegando que han sido maltratadas o similar, pero ella… francamente me desagrada a más no poder. ¿Por qué ella en específico? No estoy segura, tiene algo que me hace sentir repulsión de solo verla y no es por su aspecto, porque al igual que su hermano, tienen una belleza exótica del tipo surfista, de aquellos que pasan mucho tiempo bajo el sol y no precisamente trabajando, es otra cosa y, solo se me ocurren dos opciones: una su personalidad desagradable, y otra, su trato con Filip, demasiado cercano quizás, o no sé, solo me molesta, y que venga aquí, a torearme y amenazarme de esa forma, en serio que está tomando gran parte de mi paciencia el mantenerme quieta.-Disculpe, Srta. Boild, p
-¿Quieres que sea honesta? -Pues sí, me gustaría. Se supone que estamos juntos en esto, lo ideal sería que no nos ocultáramos cosas. -Puede ser, pero no somos más que socios, no es que esté bien que me comporte de una manera semejante. -O sea que sí estabas celosa. -La verdad, para mi desgracia sí, aunque no estoy del todo segura de porqué. Fue verla, esa cercanía que tenía contigo… Ella representa todo lo que siempre desee evitar de mis obligadas reuniones de “sociedad” a la que me llevaban mis padres a la fuerza. No podía soportar ver eso mismo en la forma de esa mujer colgada de tu brazo, exigiendo atención de tu parte y queriendo que la trataran como una princesa… -Tranquila, te entiendo, para ser franco, tampoco me gustan mucho esas cosas, de hecho, la noche en que casi te atropello, me estaba prácticamente escapando de una de esas fiestas pretenciosas. -¿En serio? Qué coincidencia. -Sí, y además, para ser honesto contigo como tú lo acabas de ser conmigo, no eres la
La luz de la luna que entra por la ventana que no cerramos por el calor del momento, cae sobre sobre los rasgos relajados de Daniela y no puedo evitar admirar el halo que se forma alrededor de su cabeza por su cabellera temporalmente rubia. Con el color que tenía antes, seguro que se vería increíble, sin embargo, de todas formas está hermosa ahora. Un suave gemido escapa de sus labios y se estira lentamente, casi enroscándose sobre sí misma como una gatita al sol, lo cual me resulta tierno. Cuando esos abanicos naturales que tiene por pestañas se alzan, las lentillas no cambian la belleza de su mirada y una sonrisa perezosa estira poco a poco sus labios al verme. -Hola. -Hola, ¿cómo te sientes? -De maravilla, a diferencia del último tiempo de mi vida, para ser sincera. Parte de su torso está expuesto fuera de las mantas, dejando así su piel expuesta. Ahora no queda prácticamente ninguna señal de esa terrible noche, al menos no físicamente, sin embargo, es evidente que no es algo
El simple hecho de escuchar ese nombre me pone los nervios de punta en menos de un segundo, el dolor y las imágenes vuelven en fogonazos demasiado vívidos para mí, pero hago un enorme esfuerzo por mantener mi rostro neutro sin que nada escape de mí. A simple vista, y por la falta de reacción por parte del idiota de Lucas, mi incomodidad no ha quedado expuesta, mas sé que seguramente, Filip debe de estar preocupado por mí. Sé que dije que quería enfrentarme al infeliz de Chers y verlo caer, solo que no estoy lista aún para compartir el espacio físico sin reaccionar de ninguna manera. Si se me escapa siquiera una sílaba fuera de lugar contra él, todo podría irse por el caño. -Sí, me suena, sin embargo, no sabía que se habían asociado, ¿desde cuándo es así? -Martin Phells me contactó con él luego de que hicieran un trato juntos y resultara en un desastre. Dijo que, para compensar la pérdida, mis servicios harían que todo fuera mucho más suave y, como sé que puedo sacar buenas gananci
Que Filip le esté diciendo cosas como esas, no le está causando ninguna gracia a ese maldito, porque deja en evidencia que, sin importar lo que él quiera o no, no puede tener lo que se vuelva su capricho por el simple hecho de tener dinero. Mi familia ha sido adinerada desde que tengo uso de razón, por lo cual, que me ofrezca un cheque con varios ceros, me importa un bledo, sobre todo porque no estoy aquí y en esto por una remuneración financiera real, sino por la más sublime y dulce venganza. Que él no lo sepa y simplemente hierva a fuego lento porque no consigue lo que quiere, porque un "niño" (en comparación de su edad) no se lo está ofreciendo en bandeja de plata a penas él lo "sugiere", le está resultando tan irritante como tragarse un papel de lija. -Mi empresa es una de las mejores en las que tendría el privilegio de trabajar, si no es que retiro mi oferta antes de que lo considere. No soy un hombre paciente precisamente, y tampoco hago propuestas de este tipo todo el tiempo,