El simple hecho de escuchar ese nombre me pone los nervios de punta en menos de un segundo, el dolor y las imágenes vuelven en fogonazos demasiado vívidos para mí, pero hago un enorme esfuerzo por mantener mi rostro neutro sin que nada escape de mí. A simple vista, y por la falta de reacción por parte del idiota de Lucas, mi incomodidad no ha quedado expuesta, mas sé que seguramente, Filip debe de estar preocupado por mí. Sé que dije que quería enfrentarme al infeliz de Chers y verlo caer, solo que no estoy lista aún para compartir el espacio físico sin reaccionar de ninguna manera. Si se me escapa siquiera una sílaba fuera de lugar contra él, todo podría irse por el caño. -Sí, me suena, sin embargo, no sabía que se habían asociado, ¿desde cuándo es así? -Martin Phells me contactó con él luego de que hicieran un trato juntos y resultara en un desastre. Dijo que, para compensar la pérdida, mis servicios harían que todo fuera mucho más suave y, como sé que puedo sacar buenas gananci
Que Filip le esté diciendo cosas como esas, no le está causando ninguna gracia a ese maldito, porque deja en evidencia que, sin importar lo que él quiera o no, no puede tener lo que se vuelva su capricho por el simple hecho de tener dinero. Mi familia ha sido adinerada desde que tengo uso de razón, por lo cual, que me ofrezca un cheque con varios ceros, me importa un bledo, sobre todo porque no estoy aquí y en esto por una remuneración financiera real, sino por la más sublime y dulce venganza. Que él no lo sepa y simplemente hierva a fuego lento porque no consigue lo que quiere, porque un "niño" (en comparación de su edad) no se lo está ofreciendo en bandeja de plata a penas él lo "sugiere", le está resultando tan irritante como tragarse un papel de lija. -Mi empresa es una de las mejores en las que tendría el privilegio de trabajar, si no es que retiro mi oferta antes de que lo considere. No soy un hombre paciente precisamente, y tampoco hago propuestas de este tipo todo el tiempo,
Después de esa reunión tan estresante, los días siguientes no me sentí para nada bien. Me notaba cansada todo el tiempo, apretaba los dientes constantemente sin siquiera notarlo hasta que me dolía, tenía migrañas frecuentemente y hasta padecía de insomnio, lo que ha hecho de la base de maquillaje mi mejor amiga. No fui la única que lo notó, Filip también lo hizo y me convenció de venir a ver a su amigo médico, que fue el que me atendió la primera noche, por lo que, siendo la hora del almuerzo del viernes, henos aquí, en el consultorio del Dr. Alfonso Shez esperando a ser llamada. La verdad es que no me gusta molestar a un hombre que, evidentemente por la sala de espera llena, tiene mucho trabajo, pero como el morocho fue quien lo llamó para que me atendiera, que me diera un sobreturno para poder atenderme ahora, estaba segura de que había sido todo un incordio para el pobre hombre que tiene ya suficiente trabajo como para tirar para arriba sin necesidad de alguien más molestándolo.
La consternación en su rostro me resulta cómica, pues pareciera que le hubiera dicho que pienso comprarle un traje espacial. -No solo un vestido, vamos a buscar el que te haga resaltar entre todas esas mujeres que creen que, por tener dinero, eso les dice que son las reinas y mostrarles así, que están en un error. -¿No estás exagerando un poco?-En lo absoluto, jamás te han tratado como te mereces, y aunque no puedes ser tu misma y restregarles en el rostro a todos esos idiotas tu nueva vida, sí que puedes mostrarles que eres mejor que todos ellos y mucho más hermosa que todas ellas. Será divertido, ¿no crees? En un mundo lleno de hipocresía y donde las apariencias son lo único que importa, tú serás quien les reviente su burbuja.-¿Tu secretaria va a hacer eso? -Claro que sí, serás mi acompañante, así que ahí no importará el puesto. -Si tú lo dices…-Ya vamos, estoy deseando verte con vestido. Ya te he visto de otras formas, sobre todo con tu sexy “traje natural”, solo me falta és
Esto es una maldita locura, ¿y a éste qué mosca le picó ahora? ¿Realmente está considerando el hacer ESO aquí? ¡CUALQUIERA PODRÍA ATRAPARNOS! Y yo no lo provoqué, él fue quien insistió en que “modelara”, él era quien quería verme con esto puesto, no es mi culpa que el resultado lo pusiera cachondo… ¿o sí? Bueno, a decir verdad, si tengo que ser honesta al menos conmigo misma, el saber que lo he dejado lo suficientemente caliente para meterse aquí a querer hacer “travesuras” con el simple hecho de aparecerme frente a él con un vestido, me gusta más de lo que estoy dispuesta a admitir. Incluso, aunque suene a locura, la idea del riesgo o peligro que representa lo que quiere hacer, sumado al hecho de sentir ese órgano sin cerebro presionando contra mi abdomen, está haciendo que yo también reaccione a él como quiere. Antes de que pueda decir nada más, su boca se une a la mía, impidiéndome el replicar de alguna forma y revolucionando aún más mi sangre en mis venas, haciendo que la necesi
Saber que parece estar disfrutando de todo esto que, en general, suele aburrir a los hombres, la verdad es que me resulta cada vez más curioso. Casi por norma, y sobre todo en los de estatus alto como Filip, donde los tipos están demasiado ocupados para andar perdiendo el tiempo en “tonterías de mujeres”, él no solo no lo considera un desperdicio, sino que se nota que esto le gusta. Otra novedad unida a éste hombre.Ya dentro del local de “La Perla”, mientras recorremos los distintos muestrarios, observo con curiosidad cómo él repasa las prendas con sus ojos. Lo principal que requiero es una braga azul medianoche o negra, la cual se disimule bien bajo los pliegues de la larga falda y, como el vestido tiene un escote en el frente que no deja que use brasier, también voy a requerir unos cubre o unas pezoneras con adhesivo, las cuales mantendrán todo en su lugar y fuera de peligro para que nada se vea si me muevo. Mientras pienso en eso, veo a Filip pasando sus dedos por un maniquí,
Observo la enormes puertas del SPA y suspiro con cansancio, ¿cómo me dejé convencer de esto? Hay otras maneras de relajarse que estar en un sitio que te cobra una maldita fortuna por sumergiste en lodo y ponerte rodajas de pepino en los ojos. Como sea, no puedo volver a la casa, Filip me dijo que no me dejaría entrar sin que antes ver que, la cuenta completa del SPA, apareciera entre sus cobros. Digamos que no tengo muchas opciones precisamente. Aún con renuencia, me rindo y entro de una vez, encontrando una estancia amplia, bien luminosa y casi completamente blanca, en la cual hay todo tipo de plantas esparcidas por el espacio y una música suave y relajante flota en el aire. Al menos es lindo…Me acerco al mostrador que hay en el centro de la estancia y una mujer joven, de quizás veintidós o veintitrés años me observa con una sonrisa que, a mi parecer, se nota bastante sincera. Nada mal…-Buenos días, mi nombre es Amelia, bienvenida al SPA Golden Moon, ¿en qué puedo ayudarla?-Hol
Corro por el pasillo, no pienso en nada, solo quiero llegar hasta la oficina de Filip, porque no lo he escuchado corriendo o llamándome y me preocupa mucho que pueda ser que esté herido, ¿de dónde salió el fuego? Los pasillos están plagados de llamas, el humo y el olor a quemado inundan mis pulmones, y sé que debo arrojarme al suelo para poder respirar el poco oxígeno que queda, mas si no me apuro, el pasillo podría desaparecer por el fuego antes de que llegue a Filip, podría eliminar mi única posibilidad de llegar hasta él. Siento mis pies calientes y me arden las plantas, incluso los brazos y la cabeza caliente. Todo se me dificulta y me pesan los pulmones al tiempo que la garganta me arde, haciendo que tosa una y otra vez. Cuando por fin alcanzo la oficina, al agarrar la manija, lo caliente de ésta me quema la mano, haciéndome chillar por el dolor, ¡MALDITA SEA! Gruño adolorida, mas no me detengo a mirar cómo quedé, simplemente busco algo con lo cual agarrar la puerta sin quemar