-¿Qué dijiste? ¿Cómo que testamento? ¿De qué hablas?-Escucha, la noche cuando fuimos a que te hicieran el ultrasonido, me quedé pensando en que, antes no había sido algo que me haya preocupado porque, si algo me pasaba, estaba mi familia, pero ahora hay alguien más a quien tengo que cuidar, en quien tengo que pensar, y luego de recordar lo cerca que estuve de morir en el incendio, no pude evitar darme cuenta de lo efímero que es el estado de vida y cómo, si hubiera muerto esa noche, tú y nuestro bebé habrían quedado solos. Por eso le pedí a Zack que viniera, para redactar un testamento que deje asentado que, si algo pasa, ambos tendrán todo lo que necesiten y que nunca les faltará nada.-Filip, por favor, no pienses así ni hagas locuras. No es necesario que hagas nada de eso.-Claro que sí, ahora son lo más importante, y los trataré como tal. Me aseguraré de que nunca tengan que preocuparse por nada.-No sé qué decir… no es que me sienta muy cómoda con esto. -Lo sé, sin embargo, no
Bajo a mi mujer lentamente, haciendo que ella pueda apoyar los pies en el suelo, aunque no la dejo suelta, porque temo que el temblor y languidez de sus músculos la hagan caer. Todavía estoy firmemente clavado en ella, porque a pesar de que hice que se viniera, yo aún no lo hago y quiero darle un orgasmo más antes de dejarme ir. Y pensar que, en una así, en un momento de placer puro entre nosotros, ahora una nueva vida crece en el centro más profundo de su ser y nosotros lo hicimos. Dentro de poco, su vientre con esa ligera redondez tan suave que siempre ha tenido y que me encanta acariciar, crecerá para albergar a nuestro hermoso bebé… Beso sus labios, su cuello, sus jadeos repercuten en mi entrepierna y siento la necesidad de moverme otra vez, por lo que la volteo luego de salirme, y la hago apoyarse contra el azulejo de la ducha. Mi boca pegada a su oído al tiempo en que la sujeto de la cadera con firmeza. -Abre más las piernas para mí, quiero hacer que veas las estrellas hoy.
-¿Que qué quiero? Para ser honesta, y aunque suene cruel, quiero verlos a ambos tan hundidos y destrozados que no sean capaces de levantarse nunca más. Quiero que sufran todo lo que yo, aunque no sea de forma física. Quiero que les duela, de la única forma en la que puede dolerles a tipos como ellos. -¿Entonces eso significa que estás dispuesta a dejar de ser Hela y volver a ser tú? -Es antes de lo previsto, sin embargo, estaba en los planes, para ser honesta. No obstante, antes de hacerlo, creo que hay algo que deberíamos considerar. -¿Y eso qué es? -Me enteré de que Phells está realizando todos los procesos necesarios para entrar a la bolsa. -¿Qué? ¿Y por qué haría algo así? -Tiene sentido, porque su empresa está teniendo problemas financieros y, el entrar al mercado de valores y presentarse a una IPO, podría ayudarle a levantar y solventar los baches que está teniendo. -¿IPO? Soy abogado, no financista, habla en español, por favor. -Lo siento, una IPO es una oferta inici
-Lo que escuchaste, ya nos vamos al aeropuerto y mamá y papá van a ir a por nosotros. Nos vamos a quedar con ellos, pero de todas formas vamos a ir a verte sí o sí, no puedes ni negarte ni escaparte de ésta, hermanito. -Pero… ¿y cuándo lo decidieron? -En realidad, cuando pasó lo del incendio. Nos preocupamos mucho y quise ir a verte enseguida, mas como el médico me había indicado reposo, tuvimos que esperar. Luego, con los preparativos y arreglos de todo para que Lucio pueda salir del país, recién ahora conseguimos la oportunidad. -¿Y no me lo dijiste porque…? -Quería que fuera una sorpresa. Así no podías ponerte pesado con que serías tú quien vendría. Así es más fácil. -Layla, a veces creo que te gusta hacerme poner de mal humor. Tuviste un parto difícil, estuviste indicada con reposo médico, ¡por supuesto que voy a insistir con ir yo cuando tú lo que deberías estar haciendo es descansar! -¿Ves? Por eso es que no te dije nada. De todas formas, ya no importa. Mañana en la tar
Todas las miradas están tan clavadas en mí, que me es difícil no retorcerme en mi silla, pero tengo que tener fuerzas, tengo que seguir adelante. Sabíamos que sería difícil, Filip me dijo que su familia sabía de todo lo que mi padre le hizo, así que me esperaba una reacción como ésta, mas aun así, dije que lo haría y no puedo retractarme ya. -Disculpa querida, ¿yo escuché mal o dijiste que tu apellido es Phells?-No, escuchó bien Sra., es Phells, y sí, soy la hija de Martin Phells… para mi desgracia. Se hace una discusión campal en la mesa, en la cual no intervengo desde luego, mientras Filip intenta imponer el orden y su mano sostiene la mía con fuerza en un claro intento de transmitirme seguridad. -¿Cómo es que se te ocurre juntarte con ésta mujer? ¿Estás loco? Ah saber lo que puede estar intentando hacer con su desgraciado padre y tú se lo permites.-Mamá, por favor, ¿puedes calmarte y escucharnos? Sé lo que parece, pero no tienes idea de la verdad.¿Podrías darnos la oportunida
-¿De-de qué estás hablando? -Yo sé cómo te ves en realidad. -¿Qué? -Así es, yo te vi hace mucho solo que no sabía quién eras en ese momento. El cabello obscuro y tus ojos claros te quedan mucho mejor que ese rubio con iris obscuros. No digo que así no estés hermosa, porque lo eres, sin embargo, tu aspecto normal es mucho mejor. -¿Y tú cómo…? ¿Cuándo me viste? Layla sonríe y toma en brazos al pequeño Lucio, quien se acomoda contra el pecho de su madre con aspecto tierno e inocente. -Hace un tiempo, quizás un año o año y medio, en una tienda de esas que suelen visitar las mujeres que quieren mostrar cuánto dinero tienen, las vi a ti y a tu madre haciendo compras. -Ay Dios… -Tranquila, no es para que te preocupes. Al contrario, fue algo bueno. -¿Por qué lo dices? -Porque sin que nadie te estuviera mirando, por lo que no te preocupaba probarle nada a nadie ni nada similar, mientras ella iba a buscar a la sección más costosa, tú estabas metida en la de costos más moderados, bu
Me miro al espejo y no puedo creer cómo se han dado las cosas. Mi padre, como me imaginé y pronostiqué acertadamente, llevó a Phellscom a la bolsa de valores y nos dio la oportunidad de comprar el cuarenta y cinco porciento de su empresa, que fue lo que puso a la venta. Zack hizo un excelente trato que nos benefició y, como extra, se encargó de que ningún punto estuviera fuera de lugar ni impidiera que la ley sobre la propiedad empresarial (esa que dicta que, cuando uno de los socios es encarcelado, debe ceder o venderle sus acciones a su o sus socios sin ningún tipo de contra), así que, en el momento en el que lo declaren culpable, la empresa de mi familia pasará totalmente a nuestras manos. Mientras tanto, podemos usar los insumos y contactos de su empresa para favorecer la de Filip sin que mi padre lo sepa. Ahora, con todo lo del juicio en marcha, me siento rara viendo los iris de color gris que me devuelven la mirada desde el espejo. Llevan tanto tiempo ocultos bajo el marrón
Ver cómo ese infeliz le sonríe con sorna a su propia hija, feliz de tener alguna retorcida forma de hacer que ella sea la culpable y la mentirosa aquí, francamente me enferma. Siempre supe que era una basura, pero ahora mismo, está sacando a relucir toda la porquería que lleva dentro, y me preocupa que tenga éxito al conseguir simpatía, porque las hijas de familias ricas suelen tener la mala fama de ser mimadas y caprichosas, de hacer grandes escándalos para obtener lo que quieren, y que casi nadie conozca a Daniela, la pone en tela de juicio, porque ninguno conoce su verdadero carácter o personalidad como para saber que lo que ese maldito abogado dice es mentira. Sin embargo, Zack nos hace una seña y ambos permanecemos lo más tranquilos y neutrales que podemos ante nuestra rabia, sé que él hará que sus intentos sean inútiles. El juicio continúa y le toca al rubio mover ficha. -Abogado Boild, proceda con su primer testigo. -Gracias señoría, y llamo a la Srta. Daniela Phells al