Me miro al espejo y no puedo creer cómo se han dado las cosas. Mi padre, como me imaginé y pronostiqué acertadamente, llevó a Phellscom a la bolsa de valores y nos dio la oportunidad de comprar el cuarenta y cinco porciento de su empresa, que fue lo que puso a la venta. Zack hizo un excelente trato que nos benefició y, como extra, se encargó de que ningún punto estuviera fuera de lugar ni impidiera que la ley sobre la propiedad empresarial (esa que dicta que, cuando uno de los socios es encarcelado, debe ceder o venderle sus acciones a su o sus socios sin ningún tipo de contra), así que, en el momento en el que lo declaren culpable, la empresa de mi familia pasará totalmente a nuestras manos. Mientras tanto, podemos usar los insumos y contactos de su empresa para favorecer la de Filip sin que mi padre lo sepa. Ahora, con todo lo del juicio en marcha, me siento rara viendo los iris de color gris que me devuelven la mirada desde el espejo. Llevan tanto tiempo ocultos bajo el marrón
Ver cómo ese infeliz le sonríe con sorna a su propia hija, feliz de tener alguna retorcida forma de hacer que ella sea la culpable y la mentirosa aquí, francamente me enferma. Siempre supe que era una basura, pero ahora mismo, está sacando a relucir toda la porquería que lleva dentro, y me preocupa que tenga éxito al conseguir simpatía, porque las hijas de familias ricas suelen tener la mala fama de ser mimadas y caprichosas, de hacer grandes escándalos para obtener lo que quieren, y que casi nadie conozca a Daniela, la pone en tela de juicio, porque ninguno conoce su verdadero carácter o personalidad como para saber que lo que ese maldito abogado dice es mentira. Sin embargo, Zack nos hace una seña y ambos permanecemos lo más tranquilos y neutrales que podemos ante nuestra rabia, sé que él hará que sus intentos sean inútiles. El juicio continúa y le toca al rubio mover ficha. -Abogado Boild, proceda con su primer testigo. -Gracias señoría, y llamo a la Srta. Daniela Phells al
-¿Qué intenta decir?-Muy simple, que dudo mucho que él fuera capaz de llegar a tales extremos como usted. Me pregunto quién es más manipulador y calculador de los dos, porque hasta ahora, lo único que viene a mi mente al escucharla y analizar todo esto, es que se trata de usted con un plan muy bien orquestado para que todos sientan lástima por usted para obtener lo que desea… -Eso no…-Por el momento, no tengo más preguntas, su señoría.Estoy impotente, quiero matar a ese desgraciado: ¿realmente me acaba de rebajar al nivel de ese maldito desgraciado? ¿Cómo se le ocurre? Lo quiero matar… Zack se me acerca y me ofrece su mano para ayudarme a bajar cuando el juez me da el permiso de retirarme del estrado. En cuanto vuelvo a mi asiento, Filip me toma de la mano. -¿Estás bien?-Sí…-¿Estás segura?-Sí, solo… frustrada. Ese maldito me dijo que soy peor que mi padre.-Tranquila, tú y yo sabemos que no es verdad, no te preocupes. -Abogado Boild, ¿cuál es su siguiente testigo?-Llamo al e
Junto a la cama de mi madre, intento dilucidar qué es lo que siento justo ahora por ésta mujer. No estoy segura de la participación de mi progenitora en todo éste problema, en la razón por todo lo que ocurrió, y me siento en conflicto por mis sentimientos encontrados. Filip acaba de irse hace unos minutos, para hablar con Zack sobre la prórroga que se pidió para el juicio cuando mi madre se desmalló. Aunque no estoy del todo segura cuál fue el motivo real: si es que en serio le afectó el ver lo que me habían hecho, o si el punto era poder frenar el juicio para que mi padre pudiera tener la oportunidad de hacer algo al respecto de las imágenes. Son evidencia muy contundente de lo ocurrido, incluso se usarán contra el bastardo de Chers, se nota que son marcas de golpes para cualquiera que tenga dos dedos de frente y, si unimos, hay mucho que hundirá a ese par en lo más profundo…Un suspiro me hace salir de mi vorágine mental y devolver mi completa atención a mi progenitora, quien pare
Dos días pasaron, mañana el juicio se retoma y, sin embargo, desde el momento en que estuvimos en la playa, no puedo dejar de pensar y de tener la sensación de que alguien nos acecha. Puede que suene tonto, porque ¿quién tendría algún tipo de razón para seguirnos? Y, aun así, no puedo dejar de tener esa sensación encima. -¿Estás bien?La voz de Filip me saca de mi deambule mental y me hace mirarlo confundida, encontrándolo con un gesto preocupado en su rostro. Se ve que quizás ha intentado obtener mi atención y no ha podido y eso le generó algún tipo de preocupación.-Sí, tranquilo, solo pensaba. -¿Otra vez esa sensación de estar siendo observada?-La verdad sí, un poco, no entiendo qué pasa. -Puedes relajarte, estamos bien, nadie nos sigue, todo está bien. Zack ya tiene la grabación, el juicio se retoma mañana y no solo tu padre caerá, sino que con el testimonio del mío, incluso Chers caerá al fondo del pozo. -Ojalá, porque no voy a descansar hasta que todos paguen por lo que hic
Me duele la cabeza, estoy como desorientado, ¿qué pasó? ¿Dónde estoy? El bip-bip que escucho, junto con esa peste molesta a desinfectante solo significan una cosa: hospital, o como mínimo, una sala de emergencias. ¿Cómo es que llegué aquí?Lentamente abro mis ojos, los noto como si cada párpado pesara una tonelada y me late la cabeza, más puntualmente en el lado de la sien izquierda. Mi brazo también está como encadenado a una de esas pesadas bolas que usaban los presos, y me cuesta casi la vida el alzarlo, mas cuando por fin lo consigo, puedo tantear que tengo una venda en la cabeza. ¿Qué diablos? Recorro mi entorno y consigo reconocer la clínica de Alfonso, lo cual me indica que algo ocurrió, solo que no alcanzo a recordar el qué. ¿Por qué estoy herido e internado? Un gemido bajo y femenino se escucha a un lado de mí y me encuentro con la corta cabellera de mi madre, la cual parece estar dormida apoyada sobre el costado de mi cama, ¿cuánto tiempo lleva ahí? Con suavidad acaricio su
Reviso las instrucciones una vez más, antes de tomar las siguientes dos piezas que necesito y atornillo para ajustar las últimas partes de la cuna. Sí, puede que parezca una locura lo que estoy haciendo, siendo que existe la posibilidad de que mi hijo ya no esté entre nosotros, sin embargo, es la única forma que he encontrado para sentirme más esperanzado. Construir los muebles para el cuarto de nuestro bebé, me ayuda a mantenerme entero y a no perder la poca esperanza que me queda de que tanto Daniela como nuestro hijo vuelvan a casa sanos y salvos. Estoy por agarrar el destornillador, cuando una mano se adelanta y lo toma para ofrecérmelo. Los ojos grises de mi cuñado me observan desde la altura.-No voy a preguntarte cómo te sientes, sería estúpido, y sabes que no despilfarro palabras.-Es verdad, por eso encajas tan bien con mi hermana. Jamás había encontrado a un hombre que hablara tan poco como tú. -Bueno, nunca fui muy bueno expresándome con palabras, así que, ¿no dice el dic
-¿La verdad? Arrepintiéndome de haber intentado ayudarte.-¿De qué demonios estás hablando? ¿Cómo que ayudarme? ¿Tú?-Aunque no lo creas… Entonces miro sus tobillos y entiendo que ella no está aquí porque quiere, sino que se encuentra en la misma posición que yo: sus tobillos están con grilletes, se la ve cansada y lastimada y no parece que haya podido arreglarse como le gusta en, mínimo, un par de días, lo que me dice que he pasado mucho tiempo inconsciente sin saberlo. -Aún si te quedas callada, sé lo que estás pensando, pero no miento. La verdad es que, la última vez que nos vimos, entre tus palabras y lo que sucedió luego con la cajera, me hizo pensar, darme cuenta de lo mal que estaba y… era todo mi culpa. -¿Quieres que te crea eso?-Es tu problema si no me crees, pero la verdad es que, cuando todo pasó, intentaba ayudarte. -Tendrás que disculparme si me resulta difícil de creer. -No puedo culparte, luego de cómo me he comportado, sería casi un milagro que me creyeras de una