En primer lugar, nunca había habido un jefe que fuera mujer, más allá de un machismo arraigado, se debía a que su condición las hacía más vulnerables, como ahora, que su nueva pequeña jefa llevaba dos vidas en su interior que significaban demasiado en ese mundo, por eso eran el secreto mejor guardado hasta que acabaran con las manzanas podridas. Y, por otro lado, la chica era nueva en el negocio, ella no había crecido en la mafia, todo lo que sabía se lo había enseñado Rubén, y se notaba que era lista, pero le faltaba ese toque de malicia para entender cómo funcionaba el lado oscuro de la humanidad.

Y para rematar, Rosalin lo estaba escogiendo a él que no era un legado, como su segundo, eso iba a provocar muchos celos e indignación en los hombres cercanos al señor Molina con tradición de años en la mafia de Tesalia. Seguramente esperaban ser escogidos por la hermanita del jefe, él casi podía ver a esos viejos esperando manejar a Rosalin a su antojo y no podían estar más lejos de la re