Su ánimo estaba tan afectado que Rubén lo notó cuando ya iban a la cama.

—Amor, ¿te duele? ¿Te sientes incómoda?

—No, estoy bien, Jazmín me ha ayudado mucho y ya casi no me duele moverme.

—Me alegra saber eso. Entonces, ¿qué es lo que te está molestando?

—¿Por qué crees que me molesta algo?

—Porque no estás sonriendo y contándome con detalle lo que hiciste hoy con Violeta. Sé que algo está mal.

—No es nada…

—Rosie, no me gusta que me mientas ni que me ocultes las cosas —La voz dura de Rubén la hizo cohibirse todavía más y se encogió sobre sí misma bajando la mirada—. Lo siento, amor, no pretendía reñirte, es solo que me preocupa que algo pueda estar mal y no me lo digas.

—Pasado mañana es tu cumpleaños.

—Lo sé.

—Yo no lo sabía, o bueno, no lo recordaba, pero Violeta me lo dijo y nosotras… Bueno…

—¿Qué pasa con ustedes?

—Queríamos hacerte una cena, pero hoy me enteré de que tienes una fiesta planeada…

—Sí, es algo de negocios —Rubén no lograba comprender cuál era el punto y por qué Ros