Rosanna estaba recostada en el borde del jacuzzi disfrutando de las suaves y tibias burbujas que estallaban a su alrededor masajeando su piel y relajándola cada vez más.

Podría quedarse para siempre en esa bonita isla, pero quería visitar otros lugares interesantes del mundo, Rubén siempre la había limitado mucho y más allá de recorrer Europa en su luna de miel y algunos viajes por Asia, ella no había tenido la oportunidad de conocer el mundo. Ahora tenía un particular interés en Ibiza, escuchó de otros turistas que era una ciudad desenfrenada y que prácticamente había sexo en las calles. Eso sonaba muy interesante.

Ya llevaban casi un mes en ese paradisiaco lugar y ella había disfrutado al máximo de cada día, ni por un momento se había detenido a pensar en lo que estaría pasando con su familia o su hermana, si el plan había salido bien o Rosalin recordaba su identidad.

Ya no importaba, ella había salido del país, tenía una fortuna en criptomonedas que canjeaba con facilidad y eran i