Jacob LloydMe miro al espejo, sonrío como idiota y tanto Will como Jake me dan golpecitos en la espalda nada delicados. Me ha tocado esperar más de un año para conseguir proponerle matrimonio a mi mujer y llevarla al altar, nuestra pequeña Charisse ya tiene cinco años, por lo que será la encargada de esparcir los pétalos por el pasillo por el cual caminará mi mujer.—Sólo espero que no se arrepienta —les digo con las manos pasando por mi pantalón nuevamente, porque no dejan de sudarme.—Más nervioso debería estar yo, que te voy a cantar —me dice Jake.—¡Tú te ofreciste solo! —nos reímos los tres, pero nos callamos cuando mi madre aparece y nos dice con una sonrisa.—La novia está afuera.—¡Mierda! —susurro y miro asustado a Jake—. ¡¡Me voy a casar!!—¡Y más vale que no te arrepientas o te parto la cara! —me dice mostrándome su puño y me río nervioso.—¡Nunca! Esa mujer es mía, sólo mía y de nadie más… ¡Mía!Se ríen de mí, en el pasillo me encuentro a mis padres que me abrazan orgullo
Lily SmithSalgo de la cafetería haciendo todos los gestos de agradecimiento que puedo, porque el común de la gente no suele entenderme. Para mí, conseguir mi primer trabajo… es algo indescriptible. Siempre he creído que todo me cuesta más sólo por mi problema, pero tal parece que eso a algunas personas no les importa.Con una enorme sonrisa camino por la calle, que está algo solitaria, me hundo un poco en mi abrigo porque el frío otoñal comienza a darme ligeramente en el rostro, pero a pesar de eso, sigo siendo feliz.«Mi primer trabajo», pienso desbordante de alegría, quisiera tanto gritarlo a los cuatro vientos…Paso por la panadería y se me antojan unos deliciosos bollos para la cena con mi abuelo, la única persona que tengo en el mundo. Con algo de dificultad hago mi pedido, los recibo y abrazo el pan recién horneado como a las esperanzas que siento en este momento, respiro profundo y trazo el camino hasta la parada del autobús.Sin embargo, al pasar por un callejón, alguien tira
Me quedo con la boca abierta, no puedo evitar la sorpresa ante esa verdad y cuando la miro de nuevo, ella me extiende la libreta del doctor con una enorme sonrisa que, a pesar de la situación tan oscura que ha vivido, me hace sentir… diferente.Tomo la libreta y noto la hermosa caligrafía, comienzo a leer en voz alta y sonrío.—«Muchas gracias por haberme salvado, espero que ese hombre no te hiciera daño. Lamento no poder recompensarte, porque no tengo dinero, pero soy una excelente dibujante y puedo hacer un cuadro para ti, mi nombre es Lily y este es mi número…» —levanto la mirada para fijarme en ella, mantiene aquella sonrisa iluminadora y mi ser se vuelve un hielo al sol.«No es necesario, Lily. Mi nombre es Jake Huxley y fue un placer ayudarte. Si me permites, saldré un momento para hablar con el doctor —ella asiente y se aleja con el médico—. Dígame una cosa, ¿sólo es muda? Porque siempre creí que la falta de habla se asocia a la sordera.—Ella no nació así y no siempre se da es
Lily SmithJamás me besaron y para ser honesta, nunca creí que alguna vez alguien lo hiciera. Mis manos van a su cuello, sus brazos me rodean aún con fuerza y nuestras bocas se mantienen unidas como si esto fuese lo más normal. Cualquiera que nos vea pensará que somos novios, cuando en realidad somos dos desconocidos.Mi corazón de nuevo se descontrola, siento que este hombre me va a provocar una afección cardiaca, pero es algo que con gusto viviría si él se queda a mi lado.Está mal.Sentir esto tan intenso, y tan rápido, por alguien que a penas conozco hace menos de veinticuatro horas, pero no puedo tampoco evitarlo.No sé si es el sentirme protegida en su compañía, saber que nada me pasará, porque me ha salvado ya tres veces y, aunque resbalar en la entrada de mi casa no es algo tan terrible como el asalto o el casi choque, eso me hace sentir en las nubes.Cuando nos separamos, nos miramos a los ojos y él me dice con esa voz que me hace temblar.—Te podría decir que lo siento, pero
Lily SmithCuando el señor Huxley está contándome una anécdota del golf, llega al comedor una pareja joven, la mujer es muy parecida a Jake, sólo que sus ojos son marrones. El hombre es muy guapo, pero no tanto como Jake, por supuesto y sigo sin poder creer que me pidiera ser su novia.¡Estoy flotando!—¡Hermanito! —dice ella corriendo hacia Jake y abrazándolo con fuerza.—¿Cómo estuvo tu luna de miel?—¡Perfecta! —veo que se fija en mí y su mirada es de curiosidad—. ¿Y ella? ¡Oh, por Dios! ¡¿Tienes novia?! —se acerca a mí, me pongo de pie y a saludo con la mano.—Te presento a mi novia, Lily Smith.—¿De los Smith de Glasgow? —me sonrío por su pregunta, ella quiere saber si soy de alta cuna y no tiene idea de que mis padres me adoptaron a los dos años. Niego con educación y ella insiste—. ¡Oh, entonces los Smith de Oxford!—Lily, ella no es de una familia importante —su hermana se asombra, pero no me mira con desdén como su madre—. Lily, ella es mi hermanita Charlotte y él es su espos
Lily SmithTomo mi ropa, me visto todo lo rápido que puedo y salgo del departamento de Jake, le envío un mensaje para decirle en dónde estaré y luego de eso no me fijo más en mi teléfono. Ahora lo único que deseo es llegar con mi abuelo, saber qué le pasó y rogar para que no sea tan grave, porque si me falta, no sé que pasaría conmigo.Tomo un taxi y quince minutos después estoy preguntando por él, escribiendo desesperada en un papel en blanco, ¡Dios, todos deberían saber lenguaje de señas! Una enfermera me indica a dónde debo ir, corro como si la vida se me fuera en ello y cuando finalmente llego con el doctor, le muestro una nota con letra enorme para que no me ignore y me lleva a una camilla en donde está mi abuelo.—Está consciente —a pesar de eso corro hacia él para abrazarlo y él me regresa ese gesto con ternura—, sólo tiene un esguince en el tobillo, que no le dejará moverse mucho por un par de semanas. No tiene golpes en la cabeza, nada que lo comprometa a nivel vital, en unos
Lily SmithAbro los ojos lentamente dándome cuenta de que estoy en una especie de consulta médica, siento un dolor de cabeza terrible, intento llevar mis manos a ella, pero no puedo. Levanto la mirada y me doy cuenta de que estoy esposa a la camilla, el recuerdo de lo que me ha ocurrido se me viene a la mente y unas fuertes arcadas me atacan, como puedo me giro a un lado para no ahogarme con mi propio vómito.Una persona se acerca rápidamente a mí para ayudarme, coloca un papelero para que expulse de mi cuerpo sólo bilis y aire, es una mujer de rasgos severos que pronto comienza a gritar.—¡Oficial O’Rally! ¡¡Venga ahora mismo a soltar al menos una mano de la señorita!!—¡Es una detenida! —dice el hombre exaltado y mirándome con desprecio—. ¡Se robó un anillo de la madre de su novio sólo porque esta se negó a darle dinero…!—¡¡Me importa un cuerno!! Sabe perfectamente que eso no tiene nada que ver conmigo, yo estoy aquí para cuidar de las personas que llegan mal.—Pero ella se ve bast
Lily SmithLa celda es pequeña para cuatro personas, pero ya que estoy en la cárcel no me puedo quejar. Sólo una de mis compañeras parece tenerme algo de consideración por el embarazo y suele cuidarme, porque en más de una semana que llevo aquí, las otras no tienen la intención de dejarme en paz.Y hoy, en particular, están bastante odiosas.—La princesita Lily se siente muy segura —sisea una cuando me ve pasar por su lado para entrar a recostarme un poco, las náuseas son demasiado fuertes y la escasez de comida y tranquilidad, no ayudan demasiado—. Se cree mucho porque está preñada.—Las niñas lindas como ellas creen que un crío en las entrañas las vuelve frágiles, que todos deben tenerle consideraciones…Dejo de oír lo que dicen, porque no veo para qué prestarles atención. Quisiera tanto responderles, contarles lo que me pasó, pero aquí no hay nadie que me ayude a explicar mi verdad. Me duermo débil, pensando en descansar y dejar atrás un momento mi cruel realidad.Los días siguen p