Tej.
__ Dicen que has ido a citas estos últimos días. - dijo Marina con curiosidad en lo que cargaba a mi sobrina. ¿Ya encontraste a tu alma gemela?__ No soy tan soñador. - refuté.__ ¿Entonces a qué vas? - indagó con su otro hijo en brazos.__ A cenar con...Dejé a medias mis palabras ante la respuesta que en automático había salido.__ ¿Con quién? - quiso saber Marina.No podía ser verdad. No tenía que caerme bien Irene.Me golpeó con todo lo que pudo y encontró en el camino. No podía pensar que me caía bien.__ Con nadie. - sentí sus ojos sobre mí todo el tiempo. Como si mi respuesta no la haya creído, pero yo tampoco podía creer que eso hubiera salido de mi boca.No iba a cenar con ella. Mi principal motivación era tenerla como la persona que lavara mi auto y así poder verla más tiempo del...¿Que demonios estaba pensando?Detuve el auto para cuestionar mis propios pensamientos. ¿Que le ocurría a mi consciencia?__ El estrés te tiene muy mal, Tej. - me dije aflojando mi corbata. - Date un respiro.Eso era lo que necesitaba.Debía desconectarme del exterior, concentrarme en mi trabajo y no pensar en quien no era importante para mí.Salí a correr al siguiente día. Corriendo por el parque con los auriculares puestos. Canciones de Eminem sonando en mis orejas, callando mis pensamientos, en tanto me encargaba de cansar a mi cuerpo.Tenía casos como las citaciones de Sabatini en las cuales pensar. El divorcio de Roudy y las...Alguien salió de repente y por más que pude frenar a tiempo, golpeé su hombro logrando que bote su café el cual cayó sobre mí camisa quemando mi estómago.Alejé la tela de inmediato, me saqué los auriculares y maldije en voz baja.__ Bueno, esta vez no fui yo. - dijo esa voz que hizo elevara mi mirada.__ ¿Otra vez tú? - sacudí mi camisa mirando el desastre que tenía. - Irene, al parecer no te cansas de aparecerte en mi vida.__ Quizá ya me gustó. - ironizó.__ No te acostumbres. Será poco. - apagué la música. - ¿Que haces aquí? ¿Trotando?__ No, estoy buscando el lugar para tu cita de esta tarde. - señaló una cafetería. - Con tantas personas alrededor, ella se sentirá cómoda, tú no podrás comportarte como un patán y yo podré ayudarte sin parecer una acosadora.__ ¿Quien es esta vez? - caminé con ella hasta el lugar.__ Laura.__ ¿La pintora? - confirmó con la cabeza. - Tú estarás aquí, yo allá y pasarán un momento muy especial en pareja mientras yo cumpliré con mi trabajo.__ Me gusta el café sin azúcar. - le hice saber. Podía hacerse todas las ilusiones que quisiera, buscaría la forma de sabotear la cita.Ellas salían contentas o enamoradas de perritos, pero yo seguía saliendo soltero y con la persona que iba a lavar mi auto por un mes.Fui a trabajar, teniendo un día normal el cual desocupé a la hora que me enviaron la notificación de que faltaba poco para la cita.Arreglé mi maletín y conduje hasta el lugar.__ Es tu mesa. - señaló Irene. - Ya pedí un café con leche para ella y el tuyo están por traerlo.__ Que acomedida. - adulé observando al bebé en su coche. - ¿Como se llama?__ Julián. Es mi pequeño Julián. - sonrió en su dirección.__ Hola Julián. - me puse de cuclillas para verlo de cerca. - ¿Cómo estás? ¿Tu madre te ha contado de mí?__ Sí, le dije que por primera vez tenía ganas de golpear a mi cliente. - contestó Irene.__ Pero le has hablado de mí. Es que es difícil que no sea un tema de conversación en la vida de alguien.__ Eres un arrogante, Tej. - acusó.__ Y tú una gruñona. - devolví. - Bueno Julián, me voy. Tengo una cita que arruinar.Irene me acribilló con la mirada. No le hice caso a su amenaza y me senté en la silla que quedaba al frente de la mesa que ella había reservado para vigilarme.La saludé a lo lejos y volteó la mirada.__ ¡Hola! ¿tú debes ser... Tej Burton? - me sorprendió la mujer de cabello corto que se posó frente a mí.__ Soy yo. - me puse de pie para que ella se sentara. - ¿Laura, verdad?__ Un gusto que...__ Su café. - dijo la mesera y ella se sorprendió.__ ¡Lo recordaste! Mi favorito. - vi a Irene sonreír y supe que ella sí estaba enterada de los gustos de la chica.Seguí conversando con ella, en tanto me di cuenta que me cayó bien. Teníamos gustos similares, pasatiempos iguales y pensaba que la desorganización era lo peor que podía existir.Fue extraño y a la vez gratificante entablar una conversación sin querer escapar, pero algo le hacía falta. De pronto el café no sabía cómo quería, quería volver a comer espaguetis de calabacín con pesto rojo...lo peor es que no me vi comiendo eso sino haciendo enojar a quien acompañó esa vez.__ Fue una buena cita, pero creo que no congeniamos. - dijo, captando mi atención.__ ¿Porqué piensas eso? - abrí la puerta de su auto.__ Veías a alguien sobre mi hombro. No sé quién sea, pero puede que tú sí. - la oscuridad comenzaba a caer y solo giré a ver con disimulo hacia adentro de nuevo. - Un gusto conocerte, Tej. Que tengas una linda noche.Entendí lo que quiso decir, pero no era verdad. Irene jamás podría gustarme.Era molesta. Tenía más accidentes que alguien borracho. Arrugaba la nariz al llevarme la contraria. Me llevaba la contraria en todo, esa era una gran razón."Siempre me gusta que me llevara la contraria"__ Claro que no. - dije para mí.La vi saliendo del establecimiento y como siempre un taxi era lo que pediría.__ ¿Te llevo? - ofrecí.__ Está vez todo salió bien. - celebró. Abrí la puerta de mi vehículo - Al fin me desharé de tí.__ Ni tanto. En esta ocasión, ella dijo que no seríamos una buena pareja. - le hice saber.__ ¿Que le hiciste? - sus ojos fueron como cuchillos.__ Nada. Fui todo lo que se esperaría de una cita. No se dió. ¿Te llevo? - corrí hacia la otra puerta.__ ¿Porqué? - no dijo si ni no, pero subí el coche del bebé. - ¿Tej, porqué?Abrí la puerta para ella, con su bebé en brazos completamente dormido.__ Tej.__ Digamos que se hizo una idea errónea de lo que estaba haciendo. - no quiso subir, quedándose en espera de la respuesta. - Creyó que estaba mirando a alguien más.__ ¿A quién? - miré sus labios sin ninguna pizca de labial, se veían suaves y muy apetecibles. Los movió y no escuché lo que dijo, pero lo leí con el movimiento de estos.__ A tí. - dije y el aire se volvió espeso.Algo nos rodeó, una neblina que solo me hizo enfocar a quien tenía frente a mí, con una intensa sed. Sintiéndome deseoso de...Irene. De probar a que sabían sus labios.Quería besarla. Iba a hacerlo sabiendo el desastre que podía ser todo, pero sobre todo, no deseando poner frenos. Aunque debía.Irene.Un hormigueo cubrió mi boca, mi sangre fluyó con una lentitud que sentí miedo, pero no me alejé del hombre que me miró como si estuviera deseando la más deliciosa fruta de la vida. Así me sentí al oler la loción de Tej sobre mí, como si quisiera comerme la fruta del pecado. Este inclinó un poco su cabeza, rozó sus labios con los míos y no supe si moverme o alejarme. Se sintió tan bien que quería hacerlo de nuevo, pero este solo siguió oliendo, para luego atrapar mi labio inferior con los suyos, no retrocedí cuando mis piernas se sintieron de gelatina.El beso fue fugaz, dejándolo así antes de alejarse. __ Sabes a lo que creí. - dijo y no pude hablar. ¿A que sabía? ¿Café y tarta de manzana? Porqué eso era lo que había pedido en la cafetería. En el camino me vio con picardía, la lengua se me había adormecido de pronto. No podía hablar y cuando se fue, luego de dejarme, solo dije un "gracias" sin sentido, solo un susurro que este correspondió con un asentimiento de cabeza. ¿Qu
IreneMirada fría, mordaz y templaria. Eso era lo que definía a Rubén en el momento en que se acercó a mí. El hombre de hielo era de quien huia, a quien con solo ver tenía la determinación de huirle. Quería correr sin embargo mis piernas no me lo permitieron, convirtiéndose en plomo, plantándose frente a aquel hombre que me daba terror hablar con alguien más. Por mucho tiempo justifiqué con que era el estrés de su trabajo lo que lo hacía ser violento conmigo, estando embarazada lo ratificó diciéndolo en voz alta cada vez que su palma se estrellaba en mi cara.__ Te lo pido, por favor. - terminé suplicándole. - Vete. No merezco que me sigas así. Ya no, Rubén. __ Yo decido cuando esto se va a detener. - refirió con sus dedos cerrados en mi mandíbula. __ Yo decidí cuando se iba a detener. - le hice frente, no podia dejar que el miedo por él se adueñara de mi cuerpo. Eso era lo que disfrutaba y me negué a darle mas gusto en ver como destruía mis sueños a base de sus abusos.Lo mejor er
Irene.Llegando al lugar miré que la mesa tuviera lo que había pedido. Las copas con detalles que a la chica le gustaban, una vista increíble y velas alrededor para darle más intimidad al momento.Llegarían pronto así que arreglé mi imagen, no debía verme mal. Dejé a mi hijo en el auto, profundamente dormido me aseguré que el aire natural lo recibiera. __ Si nos hubiera dicho, estaría aquí alguien que cuide a su hijo mientras usted disfruta de su cita, señorita. - mencionó el mesero ayudándome a quitarme el abrigo. __ No, no soy yo la de la cita. __ Disculpe la confusión. - sonrió con amabilidad. - Pero al verla creí que sí.No quise ponerme a discutir eso con nadie, así que solo le di las indicaciones que debía seguir. Cuando el auto de el abogado apareció suspiré, solo faltaba la chica, me dije. Se quitó los lentes con tranquilidad, observó el sitio y le dió un visto bueno, al tiempo que su pulgar se elevó. Eso era bueno, supuse. Si le había gustado al "defíneme tú" a ella iba
Tej.__ ¿Donde quedó el "yo no dejo que nadie me caiga encima"? - consultó Aiden. - Si mal no recuerdo hasta hace unos días decías que eso jamás pasaría. __ No olvides el "no me pareció bonita, ni la quiero cerca de nuevo" - le siguió George. __ Sigue en pie. No la quiero cerca. - manifesté con simpleza. __ Tus citas saboteadas no dicen lo mismo. - se burló el arquitecto. - Siempre terminas cenando con ella. Sales y la encuentras. Si la ves a la salida de aquí es algo que no debería extrañarte. Parecen imanes. Es hora de hacer apuestas.__ ¿Cuánto tardará en caer en mi cama? ¡Que maduros! - irónico solté. __ Eso no. Me refiero a apostar sobre cuánto tardarás en cambiar tu respuesta cuando te preguntan ¿que está pasando con la casamentera? - se burló con una risa que quería borrar. __ Le pongo tres meses Miré de mala forma a Aiden. __ Se supone que son mis amigos.__ Es exactamente lo que estamos haciendo. - se defendió George. - Porque no sé tú, pero esos encuentros hasta parec
Irene__ Más flores para la mujer más difícil de complacer en la vida. - dijo Rosy llegando con un florero, solo que esta vez no eran petunias, sino margaritas. - Cambió de estrategia. Eso le da un punto.__ Puede enviar de oro y seguirán el mismo camino que las demás. - manifesté tomando las flores para llevarlas al basurero donde las lancé. - No quiero que vuelvas a recibir un solo ramo. Que las dejen en la calle, las revenda o quédate con ella, pero no las quiero de nuevo en mi escritorio. - gruñí con enojo. - O mejor vierte gasolina en ellas y lanza un cerillo.__ Hey, hey. Bájale un poco a tu tren, chica. - exclamó con las manos al frente. - Estás más irritada hoy. ¿Quien te hizo enojar? Creí haber escuchado que la cita salió tal y como querías, no entiendo tu enojo. Solté una bocanada de aire. Volví a llenar mis pulmones y solté el plumón que tenía entre las manos. En verdad estaba molesta, aunque ni yo entendía porqué. Solo sentí esos retorcijones en el estómago que quemaron
Irene__ ¿Lo disfrutas, no es así? - hablé más de cerca. Tej se sorprendió al ver mi actitud, siendo quien se acercó más a él. - Te gusta ver nervios en tus objetivos, ser quien los causa. - rocé sus labios. - Te gusta descontrolar, causar desbalances y verlos de cerca.Sonrió con descaro. __ ¿No es el caso? - negué. __ No me causas ni cosquillas, Tej Burton. - descarté su idea de ser el perfecto conquistador al que no se le iba ninguna. Si el podía mover su piezas, yo sabía como abrirme paso en el tablero. Siendo más lista si lo quería, siendo la pesadilla que él quería evitar. __ Eso no es lo que dice tu cuerpo.__ ¿En serio te agarras de una simple reacción fisiológica para asegurar algo? ¡Que buen casanova! Te aplaudiría, pero no quiero. - su rostro se descompuso. Vi sus labios, tan apetecibles y a la vez queriéndolos lejos, tanto como se pudiera. - Nos vemos en tu cita. De seguro ya la tienes ¿no? ¿La chica del restaurante tal vez? __ Podría ser. Pasé una velada muy tranquil
Theo__ Te lo juro, no soportaré más está ciudad. - entró alma a mi oficina, mientras George solo bufó y Aiden prefirió indicar que se iría. - Mi hermana lanzó el bolso contra la mesa. - No contenta con que su hijo me llenara de baba, viene y me daña un zapato de la temporada de...__ ¿A quién te refieres? - masajeé mi sien. __ A la mujer esa. La del niño llorón, la que tenía...__ De seguro no lo hizo a propósito. - alegué tratando de no seguir su pataleta. - Los accidentes ocurren.__ No cuando de ella se trata. Es una...__ Debo irme. - señaló George. - Tengo cosas más interesantes que hacer. __ Nos vemos esta noche. - quise asegurar. __ En otro contexto y con gente mal pensada, eso me jodería, Tej. Cuidado ¿eh? - interrumpió a mi hermana en su alegato, la cual solo mantuvo la calma porque sabía que ya se iba.__ ¿Preocupado porque pongan en duda tus preferencias? - presioné.__ Preocupado porque me vinculen en una relación contigo. - aclaró e hice mala cara.Si eso era un amigo
Tej.Sus labios se sintieron como la fruta del pecado, uno que sabía a gloria. Suaves, delicados y dulces.Mi mente se nubló, encerrándome en el deseo de seguir bebiendo del recipiente del pecado, deleitando mi deseo con ese movimiento tan lento al saborearlo. Nunca fui de besos delicados o suaves, pero ese tenía un no sé qué, algo atrayente que atrapó mi propia cordura ya que no quería soltarla.Un beso con una mujer que olía a flores, con una mujer que desafiaba mi razón y perturbaba mi mente, un beso con mi casamentera.Me detuve de golpe, cayendo en cuenta lo que estaba haciendo. Me empujó con sus manos y los ojos bien abiertos como si ella tampoco hubiera estado consciente de lo que estábamos provocando. __ ¡Tú me besaste! - acusó, acomodé mis pantalones al sentirse demasiado apretados de la entrepierna. - ¡No debías besarme! __ Siempre hago no que debo, pero se me fue de las manos. - recalqué y se enfadó más. - Es de esos casos complicados, donde vas con una misión a la corte