Tej.Mi cabeza fue la primera en salir cuando me impulsé desde el fondo de la alberca, me quité el excedente de agua antes de ver cómo el primero de los chiquillos revoltosos saltó sobre mí.Alcancé a tomarlo, pero cuando noté un ejército de niños vino directo al agua logrando que me dé la vuelta para que no me salpicara la cara. Las risas de mi hijo mayor me hicieron reír también, pero ni me he dado la vuelta cuando vi a Aiden y George lanzarse al agua para atrapar a sus hijos.__ Diez minutos dije. - Isabella levantó la voz cuando vio a sus hijos subirse a los hombros de su padre, en lo que este cuidaba que no se fueran de espaldas. Los niños se quejaron por qué les gustaba pasar tiempo con nosotros, pero se dijo que las reglas se respetan y ninguno discute más. Nos tocó viajar a la ciudad de California por una convención en donde los máximos exponentes de la economía de cada estado fue invitado. En lugar de pasar unos días lejos de nuestras familias, decidimos que era una buena
IreneMe limité a ver al hombre que salió del agua, ¿como podía quitarle los ojos de encima? Las gotas de agua resbalaron desde su cabello, bajando por su cuello, hombros, hasta recorrer los cuadros del abdomen hasta desaparecer en la V de sus shorts de playa. Pese a tener años de estar casada con él, no dejaba de parecerme un hombre increíblemente atractivo. No era la única que lo pensaba. Pude distinguir al menos cuatro chicas que tenían los ojos fijos en él. Incluso vi a una que se atrevió a acercarse, deteniéndolo a medio camino, mientras no me retiré los lentes y solo observé a la chica sacar de su bikini un papelito que puso en la mano de Tej. Le guiñó un ojo y se retiró, contoneando sus caderas a propósito. Tomé mi piña colada, viendo cómo mi esposo detuvo a un chico de unos veinte años y le entregó el mismo papel. Sacudió su cabello y avanzó a mi lugar como si no haya ocurrido nada. Sentí la mirada de las misma chicas mirar en mi dirección y como algunas se les notó el d
Tej. __ Sigo insistiendo en que esto es una estupidez. - dijo Aiden al ver el local donde entramos los tres. __ Sigo insistiendo en que es la mejor idea. - contrarió George siendo el más convencido de la idea. __ Esto me recuerda a cuando nos lanzamos de aquella cascada y dije que no, tu que sí y Tej guardó su respuesta, justo como ahora. - indicó. Las puertas se abrieron automáticamente.__ Esa vez terminamos con una costilla rota. - señaló a Aiden. - La nariz sangrando. - me apuntó. - y dos dedos dislocados. - mostró su mano. __ ¿Y porqué crees que lo cito?__ Dejen la estupidez. Solo vamos a entrar a nuestra universidad, doce años después. - le resté importancia. __ Contigo diciendo que eres un maestro, George que es un...__ Soy muy creativo. - se rió el arquitecto cortando el alegato de Aiden. Ninguno planificó nuestra llegada, simplemente pasamos a unas cuantas calles y George lo propuso, Aiden se opuso y yo...no opiné. Después de todo, no soy inmune a la nostalgia. Los
Tej Burton.¿Quién es Tej Burton? eso decía la pregunta del formulario a llenar para un sitio de búsquedas de pareja. Defínelo tú, coloqué como respuesta. ¿Que busca en una pareja? no podía ser cierto que hubieran preguntas tan...Responsabilidad, motivación, que piense como yo, fue mi contestación. __ ¿Que aspiraciones tengo? - leí en voz alta. "Todo lo que he deseado lo he logrado".No era la mejor forma de contestar, pero no estaba hablando con nadie real, esperé. Estaba diciendo la verdad. Me convertí en uno de aquellos que tanto admiré confirmando que si te propones algo lo puedes cumplir. Logré tener uno de los nombres que la ciudad entera podía decir y saber de quién se trataba. Perteneciente a uno del grupo que más dio de qué hablar los años recientes por los sucesos de sus matrimonios. Mis amigos se casaron, dejándome de entre los tres como el único que sobresalía por motivos equivocados. Por ello me puse a pensar ¿que tengo yo? Un nombre reconocido. Una familia que c
Irene Castellón. ¡No puede ser! mis pensamientos estaban en un caos intenso, el cual dejaba claro que no quería estar ahí. Era el mismo que había golpeado con mi auto y de seguro me odiaba. Como le diría el saludo que solíamos darle a los clientes. Pero era protocolo. __ ¡Tenga una excelente tarde, señor Burton! Si no es así, aquí podemos arreglarlo dando un toque de romance a su vida. - "Irene, olvidaste la sonrisa" Pero no tenía motivos para sonreír, me estaba muriendo de la vergüenza. __ ¿Es una broma, verdad? - cuestionó con cara tensa. __ No, claro que no. - me apresuré a contestar. - Usted es el señor Tej Burton ¿no es así? __ Primero me maldices y ahora eres amable. - gruñó con desagrado. - Olvídelo. No estoy para soportar esto. Podía dejarlo irse. Decirle que se largue con su amargura a otro sitio, pero no podía recibir una mala recomendación. Teníamos solo un año de estar funcionando y si recibíamos malas críticas de algún cliente, por muy imbécil que fuera, podría tene
Tej.La cabeza estaba por estallar debido al dolor, me había pasado de copas con mis amigos. No recuerdo ni como llegué a mi apartamento, pero reconocí mi cuarto. Masajes en mi sien no funcionaron para apaciguar el agudo dolor. Bebí el agua suficiente para dejar de sentir que la garganta la tenía agrietada. Me di un baño y tomé las llaves de mi segundo auto para ir a la oficina. Rogando porque esta vez no lo tuviera que mandar a un taller por culpa de alguien imprudente. Conduje hasta el sitio donde mi asistente acordó la cita con mi cliente. Estando en el sitio cuando llegué, creí que mi reloj fallaba, pero lo justificó con que sabía que era conocido por siempre estar a la hora y no dejarme esperando. Otro motivo para aceptar representarlo. Me expuso su caso, tardando toda la comida para entenderlo aunque me quedaron dudas que no pudo responder por su falta de tiempo. Luego de eso me trasladé a la oficina para comenzar a revisar correctamente lo que me había dado. Mi asistente te
Irene Me di a la tarea de crear los escenarios mas hermosos, tomando como base los gustos de cada uno para así comenzar con las citas.La primera era una amante de las flores de color rosas, por ello me encargué de conseguir de todo tipo siempre de ese color para colocar en las mesas y todo el espacio donde la cita se daría. Mi cliente llegó y por ello me retiré para darles el espacio en el sitio que los retendría por un buen rato o eso creí, pero me equivoqué ya que diez minutos después la mujer salió enojada. La escuché hablar por teléfono alegando que no encontraría al amor de su vida jamás ,ya que el hombre de su cita era homosexual. No pude ocultar mi sorpresa. Eso no era verdad. Me constaba que no era cierto, porque...Había razones para creer que no lo era. No sabía cuales, pero estaba segura que le gustaban las mujeres. Hice otra búsqueda entre las cuatro que eligió. La contacté y arreglé la cita. __ ¿Nuevo intento? - Tej Burton se acercó con una bolsa de maní en las mano
Tej.__ Dicen que has ido a citas estos últimos días. - dijo Marina con curiosidad en lo que cargaba a mi sobrina. ¿Ya encontraste a tu alma gemela? __ No soy tan soñador. - refuté.__ ¿Entonces a qué vas? - indagó con su otro hijo en brazos. __ A cenar con...Dejé a medias mis palabras ante la respuesta que en automático había salido.__ ¿Con quién? - quiso saber Marina.No podía ser verdad. No tenía que caerme bien Irene. Me golpeó con todo lo que pudo y encontró en el camino. No podía pensar que me caía bien. __ Con nadie. - sentí sus ojos sobre mí todo el tiempo. Como si mi respuesta no la haya creído, pero yo tampoco podía creer que eso hubiera salido de mi boca.No iba a cenar con ella. Mi principal motivación era tenerla como la persona que lavara mi auto y así poder verla más tiempo del...¿Que demonios estaba pensando? Detuve el auto para cuestionar mis propios pensamientos. ¿Que le ocurría a mi consciencia?__ El estrés te tiene muy mal, Tej. - me dije aflojando mi corb