Había pensando en irme de la mansión Jhonson en cuanto me enteré del engaño de Paola, pero, a diferencia de eso cuando ví llegar a Emilia con su amiga y ese bebé en sus brazos, decidí quedarme por lo menos hasta que se disolviera este matrimonio, debía hacer todo los que esté a mi alcance para recuperarla y no permitir que ella se vaya de mi lado y para eso tenía un poco más de un mes, un mes para no permitir que Emilis se divorcié de mi.Salí de mi habitación con la ropa que tenía y la lleve a una de las habitaciones de huéspedes, una muy cerca de la habitación de eEmily necesitaba estar cerca de ella, hacerla sentir que estaba dispuesto a recuperarla a ella y ese niño, que, deseo tanto que ella mienta por rencor y rabia y que sea mío, solo mío.Cuando terminó de arreglar todas la ropa en mi nueva habitación, consciente de que cuando Paola se de cuenta va a pegar el grito al cielo, camino para ir a molestar a Emilis, desde ahora en adelante está es, y será mi prioridad, solo esper
Pov EmilisSentí como su lengua quería entrar en mi cavidad bucal. Sus manos comenzaron a viajar a mi cintura y juro que en ese momento no sabía si apartarlo o dejarme envolver por su calor, pero, los recuerdos invadieron mi mente dejándome atónita al recordar el dolor.Lo aparte de mí con toda la fuerza del mundo. "Maximiliano me hizo mucho daño" Era lo que repetía mi mente una y otra vez.—¡No vuelvas a besarme maximiliano yo tengo una relación ahora alejate de mi! —vi como sus ojos azules se oscurecieron. Su semblante pasó de alegría a rabia ¿Pero acaso a él le importó cuando me daño hasta el punto de llegar a odiarlo?Camino con el corazón agitado. Podía escuchar los gritos de Bri a mi espalda, pero, en ese momento no podía detenerme, las lágrimas querían amenazar con salir y mi respiración estaba agitada.Entré a mi habitación y me lancé en la cama enterrando mi cara aún mojada en la almohada.—Emilis, ¿quieres hablar? —pregunta Brittany a mi espalda. Se que quería saber si yo ten
Pov MaximilianoMe había quedado estático cuando ví que Emilis reaccionó de esa manera ante mi besos, no podía creer que para ella yo ahora fuera un completo desconocido que no podía siquiera besarla , cuando aún era su esposo y el hombre que la amaba.—Solo, dale tiempo —me dijo Britanny antes de irse.Fui a mi habitación y me cambié de ropa. Necesitaba salir, me sentía ahogado un dolor de cabeza me comenzó a arropan y la ansiedad de sentí que se iba de mis manos me estaba ahogando.¿Y si Emilis ya no me ama?. Eran las preguntas que rodaban por mi mente en ese momento, y la respuesta era" tu tienes la culpa Maximiliano " y ahí me sentía el hombre más miserable del mundo, el hombre más tomto y desdichado.Después de vestirme salí de la mansión Brown a casa de mis padres. Cuando no sabía que hacer era el único lugar donde podía pensar, el único lugar donde me podrán ayudar a salir del mundo perdido dónde me encontraba.Apenas baje de la camioneta unos gritos en el interior llamaron mi
Una luz blanca me envolvió por completo de pronto pase de la oscuridad a entrar a un mundo de luz. Una voz llamándome me hizo caminar a un lugar escondido entre nubes, cuando llegué me quedé petrificada al ver a Roy, mi padre y a mi madre tomados juntos de la mano.Corrí hasta ellos y me lancé en sus brazos sintiendo que ahí, nada me pasaría. Así lo sentía.—Padre te he extrañado tanto —exclamé—Y yo a ti mi pequeña —ambos me abrazaron.—¿Y el abuelo? —pregunté buscándolo por todos lados.—Él está contigo, y vete, que aún no te queremos aquí —besó mi padre mi frente y enseguida una voz me hizo abrir los ojos de golpe.…Cuando abrí los ojos pude sentir la mano de alguien tocando la mía. El hombre estaba cubierto con ropa quirúrgica y apenas se veían sus ojos. Por un momento me quedé atónica al ver la mirada del abuelo entre sus ojos, pero, no pude preguntar nada porque el dolor de cabeza me hizo cerrar mis ojos de nuevo.No sé cuánto tiempo pasó cuando volví a despertar y no estaba en
Pov Maximiliano Estaba impaciente porque Emilis saliera del despacho, muchas veces tuve la necesidad de ir a verla. La ganas de tomarla,besarla, o simplemente hablar con ella me embriagaban.Me senté en el sofá esperando que estuviera disponible, pero por más que espere ella no salió, así que subí a mi habitación a tomar una ducha fría. El calor que demandaba mi cuerpo parecía que iba a quemarme.Quité mi ropa con desesperación y me sumergí en la bañera. A los pocos minutos que estaba ahí, sentí que alguien entraba con cautela. Una sonrisa se posó en mis labios al pensar que se podía tratar de Emilis, pero, cuando sentí el aroma del perfume de Paola abrí los ojos de par en par.—Relájate —tomó mis hombros para masajearlos.—¿Qué haces aquí? —pregunté molesto, saliendo de la bañera y tomando la toalla.—Vamos Max, soy la mama de tu hijo, no te vendria mal un poco de sexo—acarició mi mano pero se l quite con brusquedad.¡Esta mujer me repugnaba,se acostaba con mi hermano! ¿Cómo no senti
Pov EmilisSentí una opresión en el pecho que no me dejaba respirar. Maximiliano me miraba sorprendido como si lo que estaba preguntando fuera absurdo.—Responde pues ¿Qué haces con este veneno? —pregunté sintiendo que las palpitaciones de mi corazón aumentaban.—Emilis, ese frasco lo encontré…—No me mientas, ahora lo entiendo todo —caminé de un lado a otro —. Tu querías casarte conmigo para heredar mis empresas, desde un principio lo quisiste así, desde un principio este fue tu plan.—¿De qué hablas Emilis? —intento tomarme de los brazos.—¡Tú mataste a mi padre, siempre estuviste en complot con ellas! —grite furiosa.—Emilis, estás loca mi amor, ese frasco estaba en esta habitación —tomó mi rostro que estaba empapado por el dolor y la traición.—No, estaba en tu pantalón Max, me la vas a pagar, te vas a arrepentir de lo que has hecho —grité en su dirección mientras recogía la ropa y me la comencé a poner rápidamente.—Emilis, deja que hablemos, no puedes juzgarme por algo que no est
Salí a la oficina desconcertado. ¡Asesino yo! ¿Cómo podía ella creer que era un vil asesino?, y de Roy. Roy para mi era un gran amigo, cuando él murió Emilis apenas era una jovencita ¿Que pasaba por la cabeza de ella? No entendía una m****a y sentía que cada vez que estábamos a punto de estar juntos todo se torcía ¿Será que no había remedio para nuestra relación? ¿Será que la confianza estaba tan corrompida que Emilis y yo no íbamos a poder ser feliz jamás?Todas esas preguntas rondaban en mi mente, y yo sentía que me ahogaba de solo pensarlo.—Señor, le trajeron este sobre —anunció mi secretaria.Mire el documento con una perfecta caligrafía que decía "urgente" y me pareció conocida, pero, Leah entrando a mi oficina como perro por su casa me distrajo y no permitió que la leyera.—Necesito hablar contigo —lo miré de arriba a abajo como cucaracha. Me molestaba que de la noche a la mañana él estuviera enamorado de mi esposa, y que tuviera el descaro de decirlo en mi cara.—Hubiera sido m
Pov MauroSiempre me han tachado de distante, serio, incluso hasta las personas piensan que puedo llegar a hacer sentir miedo a los demás. Puede ser que ese sea mi mecanismo de protección para que nadie vea mi debilidad. Intento aparentar que soy fuerte cuando realmente no lo soy y eso lo descubrió Paola. Siempre había estado prendado de ella, hasta el punto de llegar a sentirme obsesionado, pero, nunca pensé que la mujer que amaba podía llegar a hacerme tanto daño.La veo quitar su ropa con sexualidad en mis ojos. Paola es hermosa, pero lo que tiene de bella lo tiene de mala, y eso hasta ahora me doy cuenta, o tal vez siempre me di cuenta, es solo que ahora entiendo las consecuencias de sus actos.Mis ojos se maravillaron al ver su piel desnuda. Me parece hermoso la pequeña cicatriz en su vientre producto del nacimiento de mi hijo Samuel, y de solo recordarlo el dolor de saber que no puedo estar con él por cumplir con los caprichos de Paola me duele en el alma.Apartó la mirada de Pa