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Una Amante De 30 Días Para El CEO
Una Amante De 30 Días Para El CEO
Por: Yosebeth Kaori 💚
Capitulo 01: Él jamás te ha sido fiel.

10: 00 pm. 

Los hermosos ojos de un tono verde limón se posaron en el reloj de pared en la sala. 

"Él… Todavía no ha venido y… tampoco ha llamado" 

La mujer de cabello rubio ondulado se levantó de su asiento y se acercó a la mesa cuyas velas habían estado encendidas desde hace una media hora.

Savannah Stewart las apagó y comenzó a guardar la cena que con tanto esmero había preparado esa noche especial de su cumpleaños número 27. 

"Prometió que estaría a las nueve a más tardar en mi apartamento"  

"Él prometió que vendría a celebrar conmigo, mi cumpleaños, hoy que también es navidad…" 

Una expresión cabizbaja se mostró en el rostro de esa mujer de familia humilde, quien no esperaba estar sola ese 25 de diciembre en su cumpleaños.   

"Para fin de año tenemos que ir a casa de mis padres, quedamos en que hablaríamos de nuestros planes de compromiso"  

"¿Dónde se habrá metido Ayden?" 

Pensó Savannah preocupada por su amado novio, con el que llevaba 5 largos años de relación. 

"Imposible que siga trabajando a estás— 

De pronto, el pensamiento de Savannah fue abruptamente interrumpido por el sonido de la melodía de su celular. 

Ella corrió con sus elegantes sandalias blancas de tacón alto, en busca de su teléfono móvil, al punto que casi tropieza. 

— ¡AAH! — Gritó Savannah apoyándose a tiempo en uno de los muebles en su apartamento.   

Finalmente ella se tranquilizó, acomodándose su hermoso vestido rojo, corto y volado, con un bello escote corazón. 

Ella tomó el teléfono en sus manos y vió que tenía unas llamadas perdidas de su amiga. 

La tristeza invadió a esa mujer rubia que creyó que era su novio y justo antes de volver a dejar el teléfono sobre el sofá individual donde lo había encontrado, el mismo volvió a sonar. 

Un mensaje había ingresado, uno del número de su novio, Ayden Carter. 

En cuestión de segundos, Savannah lo había abierto entusiasmada; sin embargo, rápidamente ese rostro lleno de ilusión cambio a una expresión de consternación. 

Una fotografía de Ayden sonriendo feliz como nunca ella lo había visto antes, en los brazos de otra mujer. 

"¿Eh?"

"¿Qué… Qué es esto?" 

"¿Por qué… Él…?"

"¿Quién es Ella?" 

Savannah estaba confundida, viendo aún más de cerca la fotografía mientras sus manos temblaban sosteniendo el teléfono. 

En ese instante, un segundo mensaje ingresó. 

Una dirección adjunta y la frase "Estoy aquí, ven" llegó a Savannah del mismo número de su novio. 

¡Una horrible corazonada la invadió! 

Algo gritaba en su interior que no fuera, que por nada del mundo hiciera caso, ya que…no terminaría nada bien. 

Sin embargo, Savannah se dirigió rápidamente a la salida, tomó su abrigo largo, sus guantes, su cartera y salió del apartamento.  

••••••••••

El taxi se detuvo frente a un elegante edificio de un club, en la ciudad de Los Angeles a solo veinte minutos de dónde vivía Savannah.  

La bella rubia ingresó al edificio y tomó el ascensor. 

En cuestión de minutos ya se encontraba frente a la puerta de la dirección que le habían enviado. 

"Una sala VIP…" 

Pensó Savannah, para después ver hacia los alrededores, nadie pasaba por ahí, ella entonces tocó a la puerta. 

Al ver qué nadie atendió intentó abrir la misma y para su sorpresa… No tenía seguro. 

Las cambiantes luces coloridas y el fuerte sonido de la música alegre sacudieron sus sentidos apenas ella ingresó a esa sala VIP. 

Sin embargo, la silueta perfectamente conocida de ese hombre se encontraba ahí frente a ella. 

En uno de los sofas frente a una mesa llena de botellas de caras bebidas, estaba su novio.  

El hombre se encontraba semi vestido y una hermosa mujer alta con un cuerpo envidiable estaba sobre él sin nada de ropa. 

— ¡¿AYDEN?! — Savannah lo llamó sorprendida. 

En ese instante la mujer se alejó del hombre y tomando el control de la sala, apagó las luces y música. 

¡Todo quedó claro! 

Ayden Carter era el hombre que estaba manteniendo relaciones con esa mujer y…era la misma de la fotografía que fue enviada a Savannah. 

— ¡Ayden! Tú… ¡¿Cómo has podido hacerme algo así a mí?! — Reclamó Savannah sintiendo como la furia se apoderó de ella. 

— Savannah… ¡No deberías estar aquí! — Gritó él acercándose a su novia rápidamente mientras a su vez se terminaba de prensar el botón de su pantalón. 

La mujer de cabello largo oscuro, se vestía lentamente mientras mostraba una sonrisa llena de malicia. 

¡PLAF! 

Savannah abofeteó a su novio infiel en ese instante. 

— ¡¿Que diablos te pasa Savannah?! — Gritó él enfurecido alejando a su novia, ella perdió el equilibrio y cayó sentada en el piso. — ¡Esta bien! Lo admito, te engañé, pero es por qué ya ME TIENES CANSADO. — Gritó él la última frase, posando sus ojos azules llenos de desprecio en la hermosa rubia. 

Savannah veía hacia arriba a ese hombre, siguiendo aún sentada en el piso, sus ojos se fueron llenando de lágrimas. 

— ¿Por qué? ¡¿Por qué si yo no te importo hiciste planes de compromiso conmigo?! — Preguntó ella entre lágrimas. — ¿Por qué no fuiste lo suficiente hombre para terminar decentemente nuestra relación? ¡Fueron cinco años juntos! 

En ese momento, la mujer alta de cabello oscuro, se acercó a Ayden y se aferró al brazo derecho de ese hombre, recostándo su cabeza en el hombro de él. 

La mujer miró hacia abajo, a esa rubia que seguía en el piso y sonrió burlista. 

— Oh pobrecita~ Jaja~ ¿Pensabas que eras la novia formal de Ayden? No, no es así, esa soy yo~ MI Ayden, jamás te ha sido fiel~ yo te envié ese mensaje por lástima jaja~ 

Savannah no podía creer lo que escuchaban sus oídos. 

¡Quería que todo fuera una mentira! 

Que todo fuera una broma, que su novio de más de cinco años, no la había usado y engañado todo ese tiempo. 

Un profundo y asfixiante dolor invadió el corazón de esa bella rubia, que se comenzó a levantar con su cuerpo tembloroso y las lágrimas deslizándose por sus mejillas. 

— Esto se terminó Savannah, estoy cansado de fingir amar a una mujer que es una simple secretaria secundaria, llena de deudas y que pasa más tiempo pendiente de sus ancianos padres que de mí. — Comentó seriamente Ayden, terminando la relación con Savannah. 

Ella frunció el ceño y secó rápidamente sus lágrimas, para posar una mirada llena de desprecio a su ahora, ex novio. 

— ¡Eres lo peor que pudo pasarme Ayden! ¡Espero no tener que ver tu rostro nunca más! — Gritó Savannah para después, salir corriendo de esa sala. 

••••••••••

1: 00 am. 

— Señorita, debería dejar de beber, ya ha tomado suficiente… — Informaba nervioso el hombre del bar perteneciente al mismo club y dónde Savannah se había quedado desahogando sus penas. 

— Sí~ — Sonrió ella estando ebria. — Tiene razón~ tiene mucha, mucha, razón~ 

Savannah comenzó a levantarse del asiento tambaleante y fue entonces que sintió náuseas. 

Había tomado demasiado y salió lo más rápido posible a los baños más cercanos. 

…..

"¡Nunca más!" 

Pensaba ella quien había terminado de vomitar en el inodoro. 

"¡Nunca más volveré a salir con nadie!" 

"¡Desgraciado Ayden! ¡Hacerme eso a mí!" 

"Yo que fui tan buena con él, yo que estuve apoyándolo por tantos años y dándole lo mejor de mí" 

Las lágrimas comenzaron a asomarse nuevamente en los ojos verdes de Savannah. 

Ella en ese instante abrió la puerta del sanitario y se dirigió a los lavados tambaleante, para percatarse que había un hombre de pie que terminaba de secar sus manos. 

— ¡AAAAH! — Gritó ella asustada. — ¡¿Qué demonios hace aquí, gamberro! — Exclamó Savannah aún con lágrimas en sus ojos y su maquillaje arruinado. — Ya sabía…yo sé que ustedes… los hombres…no son nada buenos…— Añadió ella con su voz quebradiza.  

Él se sorprendió viendo a esa mujer que estaba hecha un desastre. 

Sin embargo, ella le pareció familiar. 

"¿La he visto en alguna parte?" 

Pensó ese apuesto CEO, una sonrisita curvó los labios del hombre castaño y perfectamente vestido de traje y corbata. 

"Aunque viéndola bien, no está nada mal, su cuerpo, es justo como me gustan" 

Pensó él recorriendo el cuerpo de esa mujer con su mirada gris. 

— Vea con atención señorita, este es el baño de hombres, usted es la que se ha equivocado. — Comentó el CEO Alexander Phillips.

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