1: 00 am. — Jajaja~ ¡Se lo creyó todo! — Reía Savannah mientras caminaba rumbo a su habitación en el hotel siendo acompañada por su amigo, William. — Realmente te agradezco lo que has hecho por mí, Isabella se creyó todo sobre que eres mi novia y pronta prometida~ — Decía él con una expresión risueña. Ambos se detuvieron frente a la puerta de la habitación de ella.— Tengo que entrar, debo preparar todo para mañana, mi jefe es un hombre bastante estricto, fue divertido ayudarte Will. — Confesó ella mientras abría la puerta con su tarjeta. Justo cuando Savannah iba a ingresar, él la detuvo apoyando su mano suavemente en el hombro de la hermosa mujer rubia. Ella se volvió hacia atrás dirigiendo su mirada verde limón en ese apuesto y alto ingles. — ¿Sucede algo? — Preguntó Savannah confundida. Él negó rápidamente con su cabeza. — ¿No hay nada que qu
Finalmente llegó el último día de ese evento. Una fiesta en la azotea del hotel, en el área de las piscinas fue realizada, Savannah usaba un vestido playero amarillo por encima de su bikini, mientras sostenía su cóctel y veía la hermosa y amplia vista del mar desde lo alto. Su jefe, quien prefirió saltarse ese evento y pasar ese día con el CEO Bailey y la hija de este, dejó a Savannah divertirse como ella quisiera, exceptuando claro, cualquier comportamiento que rompiera el contrato. …..El hermoso cabello rubio de ella el cual estaba suelto era bañado por la radiante luz solar tomando un color aún más vívido mientras se mecía por el viento. A distancia, ese hombre ingles no pudo evitar caminar hacia ella, como si fuera un imán que le atraía inmediatamente. — Savannah, te ves preciosa. — Admitió él deleitando sus ojos azules marinos en el cuerpo de esa belleza. Savannah Stewa
Unos quince minutos después. — Me has sorprendido, Savannah, bailas muy bien. — Halago el CEO Phillips a la hermosa rubia. Ella se ruborizó ante tal comentario. — Gra- Gracias… — Susurró Savannah, cuando ambos se habían detenido. En ese momento, un hombre se acercó a Alexander amigablemente y le saludo comenzando a charlar con él. — Iré… Afuera un rato… — Susurró Savannah sin querer interrumpir.Alexander asintió con su cabeza, sin darle mayor atención a ella. "¿Solo quería bailar conmigo?" Se preguntaba ella mientras se dirigía afuera. Unos minutos después, Savannah veía la costa y la ciudad iluminada a distancia durante esa fresca noche. En su mano Savannah tenía una copa de champagne. "Vaya lujo, ¿El jefe tiene fiestas casuales en su yate cuando le da la gana?" Se preguntó a si misma. <
"No puedo sacarme de la cabeza la conversación que tuve con ese tal Gavin Scott" Pensó Savannah inquieta, viendo fijamente su copa de vino medio llena. — ¿Por qué cambias de amantes cada treinta días? Acaso… ¿Tiene que ver con alguien de tu pasado? Quizá… ¿Una ex? Al CEO Phillips le tomaron por sorpresa las preguntas de Savannah Stewart. La mano de Alexander se movió soltando el cabello de Savannah. Él se sentó de inmediato aún estando sobre la cama trás de esa bella mujer que se encontraba dándole la espalda. — Tú, deberías leer de una buena vez el contrato. — Exigió él. — No hagas preguntas que no deberías. Ella, aún sin volver a ver a ese hombre, hizo una expresión cabizbaja. "Lo sabía… No hay manera que pueda intentar ayudar a un hombre tan desgraciado como el jefe" Pensó Savannah, para solo segundos después sorprenderse de su propio pensami
Ambos subieron al vehículo y Alexander comenzó a poner el automóvil en movimiento."¿Parece bastante animado, no lucía nada así cuando estábamos en la empresa del CEO Bailey" Pensó Savannah posando su hermosa mirada en ese apuesto hombre. — ¿A dónde iremos? — ¿No tienes una idea? Quiero hacerlo contigo. Savannah se sintió avergonzada en ese momento. "Este hombre es bastante descarado" Pensó ella. — ¿Puedo hacerle una pregunta que no le va a gustar? — No. — Contestó Alexander tajante. — ¡La haré de todas maneras! Responde si quieres. — Sonrió ella sin despegar su mirada del rostro de su jefe. — ¿Te has acostado con la señorita Bailey? — ¿Ah? ¡Claro que no! — Exclamó Alexander sintiéndose ofendido. — Te dije que la única con la que duermo es mi amante del mes. — Oh, pero… Cuando la besaste tú—
Gavin Scott, el mejor amigo de Alexander, volvió a ver a Savannah. — Oh, señorita enero… ¿Hay algo en lo que la pueda ayudar? — Preguntó él formalmente, mientras a su vez guardaba su teléfono celular dentro del bolsillo interno de su saco. Savannah asintió. — De hecho, sí lo hay. Me gustaría saber, ¿Quién es esa Katerine? Gavin se sorprendió, desviando su mirada café de Savannah hacia la entrada principal del salón festivo. — No se de que me está hablando. — Contestó él, haciéndose el desentendido. — Hablo de la mujer en la fotografía que Alexander llevaba en su billetera. Usted, la noche que fuí a la fiesta en el yate del señor Phillips, me contó sobre el pasado amor de— — ¡Suficiente señorita Stewart! — Exclamó Gavin interrumpiendo a Savannah. — No se de que está hablando, tiene que tener una idea errónea. — Sonrió él tratándola a ella como una tonta. La be
Cuando Savannah se soltó del abrazo de William, se le quedó viendo directamente a los ojos azules marinos de ese hombre rubio. Ella seguía con una expresión cabizbaja y lágrimas en sus ojos. Débil, frágil, hermosa… William no pudo ante la tentación y aferró a Savannah a su cuerpo para después besarla.¡Ella se sorprendió!Jamás esperó que su amigo quién dijo una vez tener sentimientos por ella pero en "pasado" ahora la besara en medio pasillo de la mansión del CEO Bailey. Antes de que ella pudiera golpearlo o empujarlo; la hermosa mujer rubia vio como William fue empujado siendo alejado del lado de ella rápidamente, por nada más ni nada menos que Alexander. ¡Sorprendida! Savannah abrió sus ojos en gran manera, sin poder creer que Alexander estuviera ahí frente a ella. El CEO Phillips le tomó de la muñeca y se llevó a Savannah comenzando a caminar
>> ¿Tienes libre este fin de semana? Quiero relajarme con mi amante luego del estrés de todos los eventos alrededor de mi compromiso con esa agobiante mujer. Savannah se sorprendió al leer ese mensaje por parte de su jefe, de modo que ella lo volvió a leer una y otra vez. No se equivocaba. Alexander la estaba invitando a un viaje de fin de semana, juntos los dos. Uno como si fueran una pareja, aunque solo eran amantes secretos. Savannah se ruborizó apoyando su mano sobre su pecho izquierdo sentía como su corazón latía aceleradamente. "Ir con Alex… Ir juntos… Dos días… ¿Quiero?…""¡Claro que quiero!" Pensó ella respondiendo de inmediato a ese hombre de manera favorable. Seguidamente, Savannah recibió una llamada. Era su amigo William, mismo que la había estado llamando una y otra vez desde el beso robado en la mansión del señor B