Ambos subieron al vehículo y Alexander comenzó a poner el automóvil en movimiento."¿Parece bastante animado, no lucía nada así cuando estábamos en la empresa del CEO Bailey" Pensó Savannah posando su hermosa mirada en ese apuesto hombre. — ¿A dónde iremos? — ¿No tienes una idea? Quiero hacerlo contigo. Savannah se sintió avergonzada en ese momento. "Este hombre es bastante descarado" Pensó ella. — ¿Puedo hacerle una pregunta que no le va a gustar? — No. — Contestó Alexander tajante. — ¡La haré de todas maneras! Responde si quieres. — Sonrió ella sin despegar su mirada del rostro de su jefe. — ¿Te has acostado con la señorita Bailey? — ¿Ah? ¡Claro que no! — Exclamó Alexander sintiéndose ofendido. — Te dije que la única con la que duermo es mi amante del mes. — Oh, pero… Cuando la besaste tú—
Gavin Scott, el mejor amigo de Alexander, volvió a ver a Savannah. — Oh, señorita enero… ¿Hay algo en lo que la pueda ayudar? — Preguntó él formalmente, mientras a su vez guardaba su teléfono celular dentro del bolsillo interno de su saco. Savannah asintió. — De hecho, sí lo hay. Me gustaría saber, ¿Quién es esa Katerine? Gavin se sorprendió, desviando su mirada café de Savannah hacia la entrada principal del salón festivo. — No se de que me está hablando. — Contestó él, haciéndose el desentendido. — Hablo de la mujer en la fotografía que Alexander llevaba en su billetera. Usted, la noche que fuí a la fiesta en el yate del señor Phillips, me contó sobre el pasado amor de— — ¡Suficiente señorita Stewart! — Exclamó Gavin interrumpiendo a Savannah. — No se de que está hablando, tiene que tener una idea errónea. — Sonrió él tratándola a ella como una tonta. La be
Cuando Savannah se soltó del abrazo de William, se le quedó viendo directamente a los ojos azules marinos de ese hombre rubio. Ella seguía con una expresión cabizbaja y lágrimas en sus ojos. Débil, frágil, hermosa… William no pudo ante la tentación y aferró a Savannah a su cuerpo para después besarla.¡Ella se sorprendió!Jamás esperó que su amigo quién dijo una vez tener sentimientos por ella pero en "pasado" ahora la besara en medio pasillo de la mansión del CEO Bailey. Antes de que ella pudiera golpearlo o empujarlo; la hermosa mujer rubia vio como William fue empujado siendo alejado del lado de ella rápidamente, por nada más ni nada menos que Alexander. ¡Sorprendida! Savannah abrió sus ojos en gran manera, sin poder creer que Alexander estuviera ahí frente a ella. El CEO Phillips le tomó de la muñeca y se llevó a Savannah comenzando a caminar
>> ¿Tienes libre este fin de semana? Quiero relajarme con mi amante luego del estrés de todos los eventos alrededor de mi compromiso con esa agobiante mujer. Savannah se sorprendió al leer ese mensaje por parte de su jefe, de modo que ella lo volvió a leer una y otra vez. No se equivocaba. Alexander la estaba invitando a un viaje de fin de semana, juntos los dos. Uno como si fueran una pareja, aunque solo eran amantes secretos. Savannah se ruborizó apoyando su mano sobre su pecho izquierdo sentía como su corazón latía aceleradamente. "Ir con Alex… Ir juntos… Dos días… ¿Quiero?…""¡Claro que quiero!" Pensó ella respondiendo de inmediato a ese hombre de manera favorable. Seguidamente, Savannah recibió una llamada. Era su amigo William, mismo que la había estado llamando una y otra vez desde el beso robado en la mansión del señor B
Esa noche, durante la cena. "No puedo creerlo… Él cocino y para mí" "¿Por qué está haciendo todo esto?""No deja de confundirme" Pensaba Savannah posando sus ojos verdes en ese apuesto CEO. "Una cosa es que él haya cocinado, otra que sepa bien" Pensó ella ahora probando la comida. — ¡Dios! ¡Está buenísimo! ¡Maldición jefe, no es justo! ¿Cómo puede ser un hombre, guapo, rico y que sabe cocinar? — Preguntaba sonriendo Savannah. Alexander la vió con aburrimiento, ignorando por completo a la mujer y continúo comiendo. — ¿Por qué no quieres hablar conmigo? Si me trajo aquí, es por algo, ¿No? Acaso… ¿Le agrado más que como una amante? — Continúo Savannah preguntando lo primero que se le cruzara por la cabeza. Una semi sonrisa curvo los labios de ese hombre en ese instante. — No lo malinterpretes, tú solo estás aquí para ac
"¿Podría ser que… no es que él no la haya superado o este obsesionado con el pasado, si no, simplemente, no quiere avanzar?" Pensó ella secando rápidamente sus lágrimas. Savannah quien iba a hacer una pregunta más. Notó cómo ese hombre se le quedaba viendo tan serio que ella se puso nerviosa en ese instante. — ¿Su… Sucede algo? — Preguntó Savannah inquieta. Alexander sonrió. — No. Nada. — Dijo él para después volver al agua. La bella rubia lo veía nadar a distancia, sintiendo como su corazón latía aceleradamente por ese hombre. "Su amor… Lo tiene otra… Una con la que ni siquiera puedo competir por qué ya no está en este mundo" Pensó Savannah cabizbaja, para darse cuenta solo segundos después de sus verdaderas intenciones. "Un momento… A caso yo… ¿Pensaba competir con alguien por él? Jajaja~ debo estar volviéndome loca" <
7: 00 am. Savannah Stewart llegó a su departamento agotada tanto física como mentalmente después de pasar la noche en vela ocupándose de todo el papeleo en el hospital. "Aún me falta encargarme de los servicios funerarios… Aunque… No tengo a nadie más que me ayude con esos gastos" "No puedo creer que después de todo tendré que usar el dinero extra que me dio ese desgraciado" Pensó ella sentandose de inmediato sobre un sofá en su sala. Savannah cubrió su rostro con sus manos comenzando a llorar desconsolada. "¿Cómo pudo mamá ocultar algo tan importante por tanto tiempo?" "No decirme nunca que ella padecía del corazón…" "¿Por qué no lo hizo?""Ya no tengo a nadie… Nadie que se preocupe por mí, nadie que me quiera o que le importe" "Me he quedado sola en el mundo…" Savannah se quedó dormida exhausta después de tanto llo
6: 55 pm."¿Así que aquí es donde ella vive?"Pensó William viendo el interior del humilde departamento de Savannah. — ¿Quieres que te sirva algo de tomar? Tengo… Bueno solo te ofrezco agua y café instantáneo. — Comentó ella avergonzada. — Sí, estaría bien un café. Por cierto, ¿Qué es lo que querías decirme tan importante? — Preguntó él impaciente. — Supongo que es realmente serio si teníamos que hablarlo en persona. — Comentaba el hombre ingles curioso. Savannah le sirvió una taza de café a su viejo amigo y se la llevó hasta donde él estaba, en el cercano anexo de la sala. William tomó un trago de café para después volver a poner la taza en su lugar sobre la mesita cercana. Él volvió a ver a esa hermosa rubia, clavando sus ojos azules marinos en ella. — ¿Podrías decirme que sucedió? — Preguntó William con un amable tono de voz. Saavannah asintió.