–A sus posiciones, Lucían ha vuelto… –Danson gritó con tanta seguridad que todos en la parte de arriba del cerro comenzaron a sentir terror. Asher, se puso en posición detrás de Danson, lo que me pareció extraño ya que se suponía que Asher era parte del infierno. Miré que cada quién se encontraba en una posición, Alisher me tomó y corrimos detrás de un árbol cercano. –Todos tienen una tarea cuando Lucían escapara, pero yo nunca me aprendí la mía ya que nunca creí que… –ella se notaba asustada, no estaba lista para un suceso así de grande. La intenté tranquilizar, cuando una neblina comenzó a tapar todo el cerro y yo me quedé estática, sentí los pensamientos de algo lleno de odio, rencor, enojo, estaba totalmente hecho una furia, sentía cada uno de sus dolores del pasado. Miré a Alisher, y le di un poco de valor, sin duda, Lucían era una entidad que debí
Despierto una mañana luego de 3 días la acción que tuvimos, Alisher, se encontraba sentada junto a mi cama esperando que despertara.–¡Al fin! Mi hermano se pondrá feliz. –dijo ella. –Bueno, había despertado antes… Pero, quería dormir más. –dije mientras me sentaba en la cama, estaba en una cama de hospital, luego de la guerra, me había desmayado luego de usar tanto poder. Sin duda alguna, hice más cosas en menos de 4 meses de lo que hice en toda mi vida. Alisher hablaba y hablaba, podía oírla solamente, miraba que sus labios se movían mucho, pero ninguna de sus palabras entraban en mi cabeza. Tomé su mano. –Te pediré que me dejes dormir otro rato… –dije tratando de no hacerla sentir mal. –Son los medicamentos, me tienen algo mal. –Alisher se levantó y volvió a mirarme. –Te dejaré, pero no te inventes algo como los medicamentos, somos ángeles nos regeneramos. –dijo riendo y saliendo por la puerta. Miré el techo de la habitación y luego me levanté para mirar por la ventana, era un
No soy perfecta, es raro para ser un ángel, más raro aún porque mi madre era una de los celestiales; tengo la gran carga de volverme una celestial y mi hermana mayor, puede iniciar ese proceso pronto, pero no es algo que yo desee o anhele ser. Mi hermana mayor Artemisa ha luchado por no dejar que la oscuridad la lleve. La oscuridad nos busca a la edad de los 17 y 18 años, allí se decide si seremos ángeles o demonios. Es algo absurdo, solo de pensarlo. Pero mi hermana acababa de cumplir 18 años. Yo apenas tenía 10 y no entendía nada. Estábamos en la ceremonia de elección. Se organiza una ceremonia para saber a qué lugar pertenecemos.-Bien, estoy nerviosa. Pero confiada de que la oscuridad no me llevará -dice Artemisa mientras arreglaba su vestido blanco para la ceremonia. -¿Hermana? ¿Si te lleva? ¿Te acordarás de mí? -dije caminando hacia ella nerviosa. -No quiero que te alejes como mamá hizo. -Dije tomando su mano y ella se arrodilla, tomándome de ambas manos. -A ver Hestia, si me
Me encontraba en mi clase de biología, era la nueva estudiante, eso conlleva ser el centro de atención, que hablen de mí por todos lados en este pueblo añejo. Hace 5 años mis padres murieron en un accidente automovilístico en el que yo iba, me mudé a New York con mi nana, mi abuela. Me mudé a esta ciudad, hace no mucho con Nana, ella se llama Gloria. Ya que vivíamos aquí antes de que mis padres murieran. Gloria, ha estado para mí desde la muerte de mis padres y lograr entrar en esta escuela fue gracias a que conoce muy bien al director. Y si me preguntan si he oído algo de la clase, pues, no. No me entran las palabras, solamente estoy haciendo presencia. La clase terminó y canto victoria por salir sin tener que decir mi opinión de la clase de hoy. Cuando uno de los chicos del salón se acerca sentándose a mi lado... -Hey, hola. Me llamo Daniel Carvajal. Nos encontramos en varias clases juntos. ¿Te gustaría ser mi compañera en el proyecto de biología? -dijo con una sonrisa en su rostro
Me daba miedo dormir. Mis sueños solo eran sobre tragedias, no soñaba con unicornios, una vida feliz. No. Soñaba con muertes, luz, oscuridad. Me desperté a las 3 am del viernes, vi una sombra en mi armario, aclaré mi vista y ya no estaba. Cuando de pronto el timbre de mensaje en mi celular suena.-Hola. ¿Eres Hestia? -La voz se escuchaba grave y agitada, es como si estuviese sufriendo.-Hola, emmm... ¿Depende quién pregunte? -dije sentándome en la cama para despertarme bien.-Creo que estás en problemas, ¿me invitas a pasar? Estoy en tu puerta. -dijo jadeando y como lanzando el último aliento.-Mm, ¿qué?En ese momento, el timbre de la puerta suena. Me asomo desde mi habitación, me pongo mis zapatos, me asomo a ver la habitación de Nana Gloria, pero sigue dormida, bajo las escaleras y abro la puerta. Lo interesante es que no hay nadie.Cuando puedo escucharlo telepáticamente decir... "¿Puedo entrar?" Me quedé en el aire, salí de la casa al porche y allí pude ver una cosa extraña con a
Corrí a casa, apenas vi aquel mensaje que mi abuela, cuando estuve en la casa. Entré sin tocar la puerta, vi la escena, mi abuela y un puñado de telas manchadas de sangre roja, y ella con las manos en la herida de Asher. -Nana, ¿qué ha sucedido? -dije corriendo y poniéndome de rodillas a su lado. -Fui al mercado y cuando regresé él estaba perdiendo sangre, se le abrió la herida. Lo mejor será llevarlo al hospital... Mantén eso allí, iré por algo. -dijo levantándose y subiendo a su habitación. -Asher ¿qué ha sucedido? -dije mientras con una mano acariciaba su rostro. -Quisiera poder hacer más que solo sostener esta gaza en tu herida... Mirabas su rostro, el cual tenía los ojos cerrados y fiebre alta. Nana regresa con su bolso y con el celular en la mano para llamar a emergencias. Me levanto tomando el celular y decirle -A ver Nana, yo lo hago. Tú trata de que esa hemorragia no siga. -dije mientras marcaba a emergencias lo más rápido. Me coloqué el teléfono en la oreja, pero mi abue
Luego del suceso en casa de Jenna, había estado experimentando cosas extrañas en mí. En especial el elevarme en cama mientras duermo. Me encontraba un lunes por la tarde en la biblioteca del colegio, con la esperanza de grabar algo para el examen de mañana. Jenna y Dan estaban sentados al frente mío. Levanto la mirada para darme cuenta de que ambos me veían. -Ahora, ¿qué? -dije levantando mis hombros sin intenciones de hacerlo. Jenna suspira y baja la mirada a su libro, Dan hace lo mismo. ¿Qué se supone que sucede? -¿Jenna? ¿Cómo está Ámbar? -dije por fin. -Creí que no lo preguntarías, ¿sabes qué? Ella está bien, pero ¿tú? Desapareciste luego de esa noche. ¿Sabes algo sobre lo que sucedió no es así? -dice ella atacando directamente a mí. –Jen, no te enojes con Hestia, no tiene la culpa. -Dan intentó calmarla, pero Jenna se levantó llena de furia. – No me importa si tuvo culpa o no. Ella sabe algo y me molesta que no nos lo diga. Somos amigos, ¿no? –ella estaba casi encima de la mes
Abrí mis ojos, miré a mi alrededor para darme cuenta que no estaba en mi casa. Me levanto de golpe para observar todo, me di cuenta que veía el amanecer desde una ventana. Tomo el valor para detenerme junto a la ventana y sentir el aire frío entrar por aquella ventana. Miré el cielo y pude notar que caían pequeños copos de nieve.–Las mañanas aquí siempre son hermosas. –dijo una voz a mis espaldas, volteé para ver a un hombre alto, agarrado, de piel morena, cabello blanco como la nieve y una sonrisa de esas que te brindan paz. En sus manos tenía 2 tazas humeantes. –Te traje algo caliente para que te sientas a gusto. Creí que necesitarías algo de calor… –verlo me recordaba a aquella película de Narnia cuando la Reina Blanca le dio comida a Edmond para que se sintiera a gusto con ella. Me imaginé esa escena donde yo decía “Parece buena, pero es la mala tonto”. –¿Me aseguras que no intentas comprarme con lo que me des? –dije retrocediendo hasta tocar la pared que me detuvo. –Mira, entie