DALILANo lo soporto más, y sinceramente no creo que lo siga haciendo, amo a Renzo, ya no lo pienso negar, pero él en estos momentos está viendo por el bienestar de su hijo Emiliano, y de la madre de este, Diane, cosa que comprendo, de verdad que lo hago, es lo normal, y me parece bien, hasta cierto punto, pero se olvida de que yo también estoy esperando un hijo de él, de que la Bratva es quien me proclama como su reina, está estipulado, y que si no voy y tomo el poder, se desatará una tercera guerra entre mafias. Lo que es el equivalente a mucha gente inocente y que no tiene relación con la mafia, muerta, no pienso cargar con la culpa de miles de muertes por la culpa de Renzo, que no se atreve a dejarme ir, ¿para qué me quiere aquí? Si lo que él piensa es que tniendome aquí puede solucionar todos los problemas, y no, está equivocado. Entro a mi habitación y comienzo a empacar las últimas cosas que me faltan, me tengo que olvidar de Renzo y comenzar a ver por mi bebé y por mí. Cuand
RENZOElla se ha marchado, maldita sea, juro que en cuanto la tenga en mis manos, voy a hacer que pague con cogidas, por todo lo que hace, por el daño que ha ocasionado sin pensar, como siempre, se ha rendido a la primera de cambio, ella solo se ha dejado llevar por la rabia, los celos y el impulso, uno de los graves errores en los que se supone tenía que trabajar cuando era niña, ya que ella ha sido buena en todo este tiempo, pero comete la imprudencia de dejarse llevar por sus emociones destructivas. Y eso fue lo que me llamó la atención desde el primer momento en el que la vi, no solo porque destacaba del resto, sino, porque ella compartía conmigo la misma mala cualidad, el asunto es que yo lo he controlado, y ella no, nunca lo hará. Se marchó a Rusia, no importa, así se esconda en el culo del mundo, no me va a impedir que vea a mi hijo hincharle la panza, mucho menos, estar cerca de ella, solo que antes de hacer arder su mundo, tengo que arreglar ciertos asuntos que incluyen a m
DALILATodo ha cambiado desde que llegué a Rusia, aunque la gente de aquí no me ha recibido mal en su mayoría, no puedo evitar pensar en que esto solo es el inicio de un infierno al que no sé si pueda sobrevivir, si no tuviera qué perder, patearía traseros todo el tiempo, pero ahora mismo creo que no me siento con las fuerzas necesarias para hacerlo, no cuando todo me da vueltas. Los síntomas del embarazo van peor, apenas llevo tres días aquí, en la fortaleza principal porque estoy preparando a la que pienso ir, y no he dejado de sentirme mareada, de vomitar y de casi desmayarme, además de que todas mis emociones han sido intensificadas a la máxima potencia. Y es por eso que creo que he estado llorando todo el tiempo. Es una realidad que llevo en el vientre al hijo de Renzo, el capo de la mafia italiana, de quien agradezco que no haya irrumpido en Rusia como en el fondo esperaba que hiciera, supongo que hubiese sido un gesto muy bonito. Pero Ilenko, quien fuera la mano derecha de Ma
RENZOSe metieron con lo mío, eso es lo que hicieron sin pensar en las consecuencias, en cuanto termino de escuchar las excusas del consejero, saco mi arma y le disparo en el pecho, este cae sorprendido y sus hombres vienen, les ordeno que se lo lleven antes de que termine de matarlo, en cuanto a Diane, palidece. —Solo intentaba salvar a nuestro hijo —solloza. Ella sin duda debe estar muy agradecida de que no la mate solo porque es la madre de mi hijo, de lo contrario, tendría la misma suerte que el consejero de la orden, camino de un lado a otro dentro mi despacho, moviendo mis fichas, tratando de comunicarme con Andrei, con Kirill, pero ninguno de ellos contesta. No tengo informes de nada, soy el capo y les ordeno que me comuniquen con el grupo que se atrevió a ir a Rusia bajo las órdenes equivocadas, tardan poco más de tres horas, mismas en las que Elio llega y con cara de pocos amigos hacia mí y Diane, comienza a mover sus contactos en Rusia también. La ansiedad me carcome, si
DALILA Me quedo mirando la pantalla negra un par de segundos, pensando y comparando esa oscuridad con la mía, esa que en estos momentos me engulle de un modo que ya no siento que la sangre corra por mis venas, pero sí lodo, un infierno negro que me acelera el pulso y hace que mi cabeza estalle. Le acabo de declarar la guerra al hombre que dice amarme pero que permite que me maten, al mismo que hace años no estuvo a mi lado cuando perdí a nuestro primer bebé, y ahora esto. Él dice que no tiene nada que ver con las decisiones de la Bratva, si le creo, lo conozco, él es la clase de personas que pone su vida antes que lastimen un solo cabello de aquellos a quienes ama, noticia de último momento, no estoy en esa lista, pero debió haber sabido que se venía un golpe con los de la orden. De cualquier manera, yo ya no puedo volver a Italia, ahora soy la Koroleva y tengo planeado usar a la Bratva para mi beneficio, y ese es destruir el sistema de la orden italiana, ya no más juegos, yo ten
RENZOHa pasado una jodida semana desde que tuve la videollamada con Dalila, el recuerdo que tengo de ella, con aquella mirada perdida, sus ojos llenos de vacío, algunos moretones que se balanceaban sobre la piel delicada de su rostro, su tono pálido… me visita cada jodida noche. Nunca me he considerado un hombre débil, pero ella es mi punto ciego, mi talón de Aquiles, la persona que es capaz de tener las agallas de acuchillarme de frente y adivinen qué, la dejaría con todo gusto, sin dudarlo, pero ahora ella está muerta, esa luz que tanto me había gustado y que tanto me enloquece, desapareció. Me quema en el pecho la idea de haber perdido a nuestro segundo hijo, ella piensa que no estamos destinados, pues bien, haré todo para que entienda que lo estamos, que somos uno solo y que no importa cuánto tiempo nos lleve, ella es mía para cuidarla, para hacerle entender que ella sigue siendo mía, no importa en que parte del mundo se encuentre o qué es lo que haga al respecto, ella es mía.
DALILALas cosas no siempre son como una quiere, mucho menos he tenido suerte en tratar de estar tranquila por un día, siempre hay algo que hacer, alguien a quien cortarle el cuello, todo gira alrededor de mi único deseo, y eso es mantener a salvo a los que quiero, y a proteger mi mayor tesoro. Es difícil, pero hasta ahora lo he logrado. Ha pasado un año desde que hice que Rusia entrara en plena guerra contra Italia, el ser una mujer hermosa me ha abierto muchas puertas, en especial cuando se trata de hacer negociaciones, todos apuntan su polla hacia mi dirección con el sueño frustrado de follar a la Koroleva de la Bratva, al final se dan contra la pared, no pueden, no lo permito. He hecho cosas que jamás imaginé que haría en algún momento de mi vida, pero Renzo me empujó a hacerlo, pese a que ha pasado tiempo, no se rinde, no me deja, sé muy bien que ha intentado buscarme por cielo, mar y tierra sin éxito, ha contratado e incluso infiltrado a varios hombres dentro de las filas Rusa
DALILAAun me cuesta trabajo entender cómo es que Roan está aquí, en este año que ha pasado, estoy consciente de que muchos de los enemigos de la Bratva han querido localizarme, como líder, y peor aún para ellos, ser mujer, es un gran insulto, nadie ha podido, localizadores de la más alta calidad, los mejores Hackers de la historia de cada organización, nadie, ni siquiera el propio padre de mi hija ha podido, Emma, es todo lo que tengo, así que es a ella en quien me enfoco en estos momentos, sus ojos grises me sonríen, se parece demasiado a él. Los veo sentarse delante de mí en mi despacho, mientras los ojos de Colette no dejan de admirar a la bebé de un año que sostengo entre brazos. Así es esto. Andrei, Kirill e Ilenko están a mi lado, actuando como perros guardianes. —¿Cómo me has encontrado? —frunzo el ceño. Roan ladea una sonrisa de media luna. —Me ofendes, Dalila, el hecho de que ya no sea parte de una organización como la italiana, no me quita las habilidades que adquirí, t