―Señorita Agatha, sus padres la están buscando por toda la casa desde hace media hora ―dijo Tania, la empleada de la familia Clorlk.
―Ahora que quieren mis padres, diles que estoy ocupada y no puedo ir ―dijo Agatha mientras se retocaba el maquillaje.
―Pero señorita, los señores Mónica y Gustavo dicen que es de suma importancia ―dijo Tania.
―Ve a decirles lo que te he dicho, ahora lárgate de aquí ―dijo una vez más Agatha, mientras tomaba a Tania del hombro sacándola casi a patada.
Agatha es la hija con muy mal modales, además de caprichosa y mal humorada de los senadores Mónica y Gustavo Clorlk, con 23 años de edad ya es dueña de su primera empresa la cuál es administrada por sus padres, desde que era pequeña los senadores le han cumplido todos sus caprichos, es odiada por todos los empleados de la casa y amistades de sus padres.
―Disculpen señores, la joven Agatha no ha querido bajar dice que está muy ocupada ―dijo Tania a los señores Clorlk.
―Agatha me va a escuchar, la he llamado por algo importante y no viene es el colmo; ya no tolero la actitud de esta jovencita, Agatha abre de una buena vez la puerta necesito hablar contigo así que has lo que te digo y abre la puerta ―dijo Mónica la madre de Agatha, dando fuertes golpes en la puerta.
―Tania trae la llave de la habitación de Agatha ―dijo Gustavo el padre de Agatha.
―Pero no podemos invadir la privacidad de nuestra hija ―dijo Mónica.
―Si podemos es nuestra hija y lo haremos ―dijo Gustavo, abriendo la puerta.
Al entrar a la habitación de Agatha lo primero que miraron fue el librero un poco desarreglado, caminaron hacia el interior de la habitación y miraron la cama con varias piezas de ropa tendida, Mónica camino hasta el baño para ver si se estaba duchando, pero no había nadie.
―Señores la joven Agatha se ha escapado, la sabana está atada al barrote de la cama y sale por la ventana ―dijo Tania.
―No puedo creer que se haya escapado nuevamente, esta niña nos está tomando del pelo Tania, ¿te dijo a donde iría? ―dijo Gustavo.
―No señor, recordándolo ella se estaba maquillando, pero no se hacía donde iría, lo siento señores ―dijo Tania cabizbaja.
―Agatha tenlo por seguro que cuando regreses te irá muy mal ―gritó Gustavo por la ventana.
Agatha al escuchar el grito de su padre a unas cuadras de su casa, lo que hizo fue burlarse de lo que él había dicho, pues sabía que sus padres siempre la dejaban hacer lo que quisiera y solo por una vez que se escapará de casa no sería la gran cosa, Agatha llevaba puesto un pantalón de vestir negro, un top color café con una gabardina de cuero color negro, pues Agatha se dirigía a casa de Johnny Park su novio, un motociclista rebelde, el cuál es odiado por los padres de Agatha. Agatha tomó el transporte que la llevaría hasta la ciudad en la que vivía Johnny. Johnny al ver a Agatha la recibió con un beso en la mejilla, subieron a la moto y se dirigieron a la discoteca más cercana. Era la primera vez que Agatha visitaba una discoteca de ese tipo, pues no estaba adaptada a ese ambiente.
―Agatha toma mi mano, aquí todos me conocen y entraremos más rápido sin hacer esta estúpida fila ―dijo Johnny a su novia.
Agatha tomó de la mano a Johnny y entraron por la puerta trasera, la música aturdió los oídos de Agatha haciendo que escuchará muy poco lo que su novio Johnny le decía, al entrar a la discoteca, el olor a alcohol y cigarrillos se sentía por todos lados, Agatha se sentía incomoda al ver que por todos los lugares que pasaban los hombres la miraban de manera morbosa, las manos de Agatha empezaron a sudar debido al nerviosismo de estar en ese sitio.
―Agatha, cariño toma te he pedido un trago ―dijo Johnny a Agatha.
― ¿Qué? ¿Por qué me has pedido un trago? Sabes que no tomo ―dijo Agatha cabreada.
―Anda solo bébelo o ¿quieres que nuestra relación termine? ―dijo Johnny.
―No, claro que no quiero que esto terminemos, está bien beberé, pero solo este trago no más ―dijo Agatha.
Agatha bebió el trago que Johnny había traído para ella, sintió el calor de aquel trago recorrer toda su garganta y caer a su estómago, no sabía en qué momento había accedido ir a ese sitio con Johnny, si sus padres se enteraban no le darían absolutamente ni un centavo.
―Johnny, debemos irnos no me siento del todo bien ―dijo Agatha a un completo desconocido al sentirse muy mareada.
―Disculpa, pero no soy Johnny ―dijo el desconocido levantándose de su asiento.
Agatha caminó hacia el fondo de aquel lugar donde estaban los daños, entró a aquel lugar y era un completo asco, había preservativos tirados como si nada en el suelo. Gime más, vamos gime más perra, escuchó Agatha que alguien decía, la curiosidad le ganó y caminó hasta donde escuchaba aquella voz, al llegar ahí miro a una completa desconocida teniendo sexo con Johnny.
―Johnny ¿Qué es lo que estás haciendo? ―dijo Agatha aun mareada.
―Vamos Brett cierra la puerta y tu lárgate, te buscaré cuando termine para darte a ti también lo que quieres ―dijo Johnny a Agatha.
El frío se hizo presente en aquella oscura noche, las calles eran iluminada por los faroles, mientras Agatha seguía caminando sin rumbo alguno en busca de algún transporte que la llevara hasta su ciudad, las horas pasaban y Agatha sentía como todo su cuerpo temblaba mientras iba pasando por lugares desconocidos, escuchaba unos pasos justo detrás de ella desde que salió de aquel lugar, pero por nada del mundo voltearía a ver de qué se trataba, miró los focos de un carro, al cual le hizo parada creyendo que era un taxi, pero no lo era así que siguió su camino, su celular empezó a sonar, lo saco de su bolso pero no podía responder, sentía sus manos débiles al igual que sus piernas, miró en cámara lenta como su celular se escurría de sus dedos, trato de recogerlo, pero no pudo aquella sustancia hizo que se mareara aún más quedando sentada en el suelo, sintió que alguien la tomaba de la cintura, pero no tenía fuerzas ni siquiera para hablar sus ojos se hicieron pesados aún más y el sueño la invadió, sintió que estaba caminando con ayuda de alguien, pero no podía ver de quién se trataba, sus ojos pesaban al igual que su cuerpo, trato de voltear para recoger su celular, pero no tenía las fuerzas suficientes, solo esperaba que aquella persona tuviera sus pertenencias y no fuera una mala persona que quisiera pasarse de la raya con ella, aunque ya no habían personas buenas en esa ciudad, solo personas.
Al terminar la fiesta de cumpleaños del joven Weinzettel. Decidió salir de ahí aquella fiesta solo le había traído recuerdos del pasado de la tragedia por la que habían pasado sus padres, que por desgracia eso les arrebató la vida. Brigdoyoon salió de la ciudad, pues quería conocer nuevos lugares y nuevas personas, además de que quería pasar en un ambiente diferente, Brigdoyoon, tomo un autobús como todo chico normal, ya que no le dio ganas de conducir se sentía muy cansado, además, amaba conquistar los corazones de las jovencitas en los autobuses, sabía que solamente lo verían una vez, en los planes de Brigdoyoon no estaba eso de enamorarse, no por ahora.―Joven Weinzettel puedo pasar ―dijo Morsen sin recibir respuesta de él.―Disculpe señor Morsen, ¿por casualidad busca a Brigdoyoon? ―dijo Arday.―Si Arday así es ¿lo has visto? ―dijo Morsen.―Si, lo mire un par de horas atrás al parecer iba a salir ya que había cambiado por completo su vestimenta a una más diferente de la que suele
―Disculpe señor Morsen que interrumpa su hora del té, pero el joven Weinzettel desea verlo inmediatamente, me pidió que le dijera que no se distrajera con nada y que fuera hacia él tan rápido como le sea posible, se encuentra en la habitación de Arday ―dijo Letty levemente inclinada hacia Morsen.―Está bien Letty, puedes marcharte ―dijo Morsen.Brigdoyoon miró su reloj, se dio cuenta que habían pasado media hora desde que Letty había ido en busca de Morsen, el acto de que a Morsen le dio igual que él lo mando a llamar lo hizo enfurecer aún más yendo a buscarlo él mismo, le preguntó a uno de sus empleados del paradero de Morsen y le dijeron donde se encontraba, al llegar a la sala y ver a Morsen de pies cruzados tomando tranquilamente una taza de té, sin acatar lo que Letty le había dicho, hizo que Brigdoyoon diera un fuerte golpe en la pared haciendo que Morsen se asustara dando un pequeño brincó sobre el asiento derramando el té sobre sus pantalones.―Pero que carajo te pasa, acaso
―Brigdoyoon ¿Qué haces aquí y porque estas todo golpeado? ―preguntó Juan, el único amigo que le quedaba a Brigdoyoon.―Estoy aquí porque quise pasar a ver como estabas, los golpes no es nada importante, no me tardare mucho, necesito que llegues a esta dirección que te daré y a la hora que está escrita ahí, creo que he encontrado más pistas acerca del caso de mis padres ―dijo Brigdoyoon, en la sala de clases.―Está bien ahí estaré, pero antes que te marches por lo menos déjame llevarte a la enfermería, después de todos fuiste un alumno reconocido el tiempo que estuviste aquí ―dijo Juan.―Ya te dije que no te preocupes por esto, no es nada, además no debo de perder más el tiempo, después de todo tengo una empresa en la que debo estar ―dijo Brigdoyoon saliendo de la que un día fue su aula de clases.―Donde diablos pudo haberse metido ese tipo, necesito saber quién es y porque me defendió de Johnny si es que lo hizo ―dijo Agatha corriendo por los pasillos de la universidad.―Mierda, lo qu
―Tú no eres quién da las ordenes de a quién despedir y a quién no Morsen, yo soy el jefe de esta casa y debes de obedecerme a mí o el que será corrido serás tú, no se para que te tengo aun como mi mayordomo si no eres bueno para eso, le respondes a tu jefe como si tu estuvieras en mi posición y no es así, dime de una buena vez ¿irás a buscar a Arday nuevamente o no? ―preguntó Brigdoyoon molesto. ―No, no iré a buscar a Arday eso sería rebajarme a ella y eso no lo hare, además le recuerdo, que si usted no hubiera nacido yo hubiera sido el dueño absoluto de todo esto y no estaría aquí rebajándome a usted ―gritó Morsen ante todos los demás empleados. ― ¿Qué es lo que acabas de decir Morse? ¿qué es lo que estas insinuando con lo que acabas de decir? Te doy a partir de hoy medio mes de vacaciones para que recapacites y entiendas tu posición aquí y escúchame bien, no tienes autorizado sacar nada de tu habitación absolutamente nada, te iras con lo que tienes aquí y ahora, Mat hazme el favor
―Entiendo señora, ahora sé porque ella en esos días pasaba triste, jamás supe cómo ayudarla, más bien lo que hacía era tratarla un poco mal, pero ahora puedo cambiar eso, si me disculpa le iré a pedir ayuda a Arday para que trate mi herida ―dijo Weinzettel mientras apretaba la herida con un trapo.Agatha se había quedado dormida después de llorar por varias horas debido a la noticia que Tania le había dado, no podía creer que fuera verdad se sentó en la cama mirando el retrato que tenía de sus padres en la mesa de noche junto a su lampara, al verla empezó a llorar nuevamente, buscó sus pantuflas y salió de su habitación para que Tania le preparara un té para calmar los nervios, las manos de Agatha temblaban tenía miedo ya que no sabía que haría ella sola con dos empresas, pensó dárselas al hermano de su padre, pero eso significaría que ella no tendría nada, al bajar las escaleras el silencio se hizo notorio en aquella enorme casa, creyó que se debía a que todos guardaban silencio por
―Tania, no sé cómo agradecerte por lo que has hecho por mí y por la memoria de mis padres, yo no tuve el valor de decirles nada a los senadores ni a sus esposas lo único que hice fue esconderme entre las sillas de mis padres como la cobarde que soy y escuchar lo que ellos decían de mí y de ellos ―dijo Agatha llorando y llena de tristeza por todo lo que la gente dijo esa noche de ella.―Lo haría una y mil veces, defendería la memoria de tus padres en cualquier lugar que esté después de todo lo bien que ellos se han portados con todos nosotros en especial contigo ―dijo Tania mientras sostenía una copa de cristal en sus manos.―Entiendo Tania, como quisiera que me defendieras así pero eso no importa ya, siempre te trate mal, no solo a ti si no a todos los que trabajaban para mis padres jamás quise seguir los consejos de ninguno de ustedes y me porte lo peor posible, pero no quiero que esto los haga cambiar de opinión acerca de la decisión que han tomado ustedes trabajaban para mis padres
Arday al escuchar lo que Weinzettel le decía se sorprendió mucho y su rostro se ruborizo, no sabía que era lo que él le pediría, pero los ojos de Weinzettel brillaban como nunca antes los había visto, el corazón de Arday se aceleró, queriéndose salir de su pecho.―Dime Brigdoyoon ¿Qué es lo que quieres? ―respondió Arday con un susurro al sentir un nudo en su garganta.―Quiero que pases está noche conmigo, pero no de la manera en que te imaginas, quiero que te quedes a dormir conmigo no quiero pasar está noche solo ―dijo Brigdoyoon.Arday no sabía que responder ante lo que él le había pedido, al principio pensó que él quería tener sexo con ella, pero después de escuchar lo que dijo entendió lo que sucedía, a Brigdoyoon le afectaba mucho esta época y siempre ella era la única que pasaba con él.―Está bien Brigdoyoon, entiendo muy bien porque me has pedido eso, solo te puedo decir que tengas cuidado con tus manos o de lo contrario te golpearé ―dijo Arday riendo u poco.―Vamos Arday, no p
> pensó Agatha mientras recogía las cartas que estaban junto a la puerta.Caminó hasta la habitación de sus padres, al entrar miró de frente el cuadro de su madre cuando estaba embarazada de ella, siguió caminando mientras se dirigía a la cama de sus padres pasó sus dedos por la mesa de noche de ellos, tomó el libro que su madre leía por las noches y lo abrió, al abrirlo un papel cayó de él, se agachó al recogerlo y se dio cuenta que era una carta al verla no sabía si leerla o no, o guardarlas todas juntas, pero su curiosidad le ganaba, así que decidió leerla, se acomodó en la cama abrió las ventanas y empezó a leerla.Carta de Mónica Clorlk escrita para su hija." Para mí querida hija Agatha Clorlk "Cuando leas esto, estaremos lejos de casa en un viaje de negocio, pido disculpa porque no hemos sido los mejores padres, hemos cometidos muchos errores conti