―Entiendo, no quiero incomodarte con ese tema, quiero ir directo al grano, sé que talvez no sea el momento indicado, pero no tengo más tiempo y eres la única persona que se me paso por la cabeza para hacer esto ―dijo Brigdoyoon evadiendo el tema de los padres de Agatha.―Está bien, dime de una buena vez ¿a qué has venido Brigdoyoon? ―preguntó Agatha―Eres igual de molesta a la hora de hablar que esa mujer que fue a hacer té, pero ese no es el punto… el punto es que necesito que hagamos un trato, ambos saldremos beneficiados ―respondió Brigdoyoon― ¿Qué tipo de trato? ¿Qué gano yo con esto? Y ¿Cuál es la condición de todo esto? ―preguntó Agatha con curiosidad.―Un trato que te hará recuperar las empresas de tus padres y podrás darte la vida de niña rica como cuando tus padres estaban vivos, la condición es que tú seas mi esposa por todo un año ―respondió Brigdoyoon poniendo las cartas sobre la mesa.― ¿Qué, tú esposa? Debe de ser una locura ¿verdad? ―caminó de un lado hacia otro en la
Todos seguían el plan, todos los de la policía iban en busca del mismo objetivo que era capturar a Alarick vivo o muerto, sin dejar a sus matones vivos. Disparo, sangre, gritos se escuchaban en la mansión de Alarick y el seguía sin percatarse de lo que sucedía. La noche en Merlín, era más oscura de lo común, era como si alguien hubiera colocado un manto oscuro en el cielo, ocultando toda estrella y nube, no había sonido alguno, ni siquiera el del viento al estremecer los árboles. Todo parecía que acabaría pronto, los matones iban huyendo con Alarick por los túneles, sin saber lo que les esperaba ahí, sus matones iban en la cabecilla mientras él iba siguiéndolo al final, hacia lo que creían que sería su libertad, las bombas empezaron a estallar, el primero en morir en el túnel fue Ulises, los restos del cuerpo de Ulises salieron volando hacia fuera del túnel y otros llegaron hasta el fondo, una cortina de humo se levantó, Alarick estaba aterrado, no sabía qué hacer, se sentía como una
Los padres de Arday al escuchar lo que Brigdoyoon les decía lo entendían a la perfección, Brigdoyoon estaba entre la espada y la pared, tenía que elegir entre la herencia que le había dejado sus padres y el amor de Arday.―Joven, ten por seguro que no te odiaremos, nosotros tomaremos la decisión por ti, te damos una semana para que despidas a Arday, pero antes deja escrito una carta en la cual expliques lo que estás haciendo, nosotros se la entregaremos en el tiempo que creamos conveniente, ella nos odiara a nosotros y a ti por lo que haremos, pero entenderá perfectamente bien lo que haces, no quieres verla sufrir más de lo que ya lo hará, créeme, lo haremos por su bien ―dijo Grethel.― ¿Por qué aceptan tan rápido lo que digo? ―pregunta Brigdoyoon sin entender nada―Lo hacemos porque entendemos perfectamente el punto en el que estas, créenos, nosotros mejor que nadie sabemos por lo que estas pasando y tu herencia, por ahora es lo más importante, quizás pensaras que estamos siendo egoí
A la mañana siguiente.Clara había salido muy de mañana de la mansión de Brigdoyoon, llegando hora y media más tarde a casa de Agatha Clorlk. Una mujer de unos 38 años salió a recibirla era Tania.― ¡Buenos días ¿señora?! ―sonrió Clara.―Buenos días joven, soy Tania ―habló.―Mucho gusto, soy Clara, mi visita a estas horas de la mañana se debe a que el joven Brigdoyoon Weinzettel, mi jefe, me pidió que llevara a la señorita Agatha a su mansión ―dijo Clara.―Ah, está bien joven, pasa por favor, la señorita Clara aún no se ha despertado, pero si me lo permite, la puede esperar en la sala para así despertarla y alistarla para ir a la mansión de Weinzettel, tome asiento, le traeré un poco de refresco, me imagino lo cansado que debe de ser para una mujer cabalgar desde un lugar tan largo para venir hasta aquí ―comentó Tania.―No se preocupe señora, ya estoy acostumbrada a salir en caballo a distancias largas ―sonrió Clara sentándose en el sofá café de cuero que estaba en la sala.Tania cami
Habían pasado tres horas desde la llegada de Agatha a la mansión de Brigdoyoon, él aún no había llegado, pero ninguno de los empleados la estaba pasando de maravilla en especial Arday, quién con solo la presencia de Agatha sentía que estallaría de furia en cualquier momento.― ¿Qué acaso no hay algo divertido en esta casa que me entretenga? Todo es tan viejo y aburrido, ahora entiendo porque Brigdoyoon es tan amargado ―habló Agatha.―Agatha ya cállate, deja de hablar de tu prometido de esa manera ―habló Tania sin darse cuenta que Arday estaba detrás de ellas rellenando los vasos y platos con comida.― ¿Prometido? ―interrumpió Arday.―Ah, Arday que susto nos has dado, si no sabías que Brigdoyoon me ha pedido su mano y por eso estoy hoy aquí ―sonrió Agatha triunfal al ver la cara de Arday.―No, no lo sabía ―respondió Arday.Arday a como pudo se retiró de aquel lugar, se dirigió a la cocina y sus manos no dejaban de temblar al igual que su corazón, se sentía extraña como que, si algo den
Andrés jamás había visto a un hombre en el estado como se encontraba Brigdoyoon, solo a una persona y era a su propia persona. Lo llevo a su casa para que pasara la noche ahí, le preocupaba mucho la salud de aquel joven que por cuestiones de la vida tuvo que tomar la peor decisión de su vida.―Grethel ayúdame por favor, abre la puerta mujer por caridad de Dios ―habló Andrés.Grethel al escucharlo abrió la puerta, al ver que traía consigo a un hombre delgado, ebrio y con parentesco a vagabundo no sabía lo que pasaba por la cabeza de su esposo.―Pero Andrés ¿quién es este vagabundo? En que estas pensado ―vociferó Grethel.―Deja de hablar y ayúdame además no es un vagabundo es el joven Weinzettel ―respondió Andrés.Arday al escuchar lo que su padre había dicho despego la mirada del pequeño televisor y miró hacia la entrada de la puerta, al ver el estado en que se encontraba Brigdoyoon quedó en shock, se dio cuenta de lo mal que la estaba pasando esos seis meses de casado con Agatha.―Hij
Mientras tanto Agatha, estaba desesperada por no encontrar a Brigdoyoon en ningún lugar, nadie lo había visto llegar la noche anterior, aquello le preocupaba un poco, pero no lo suficiente como para salir en busca de él, al contrario, deseaba que estuviera muerto, así todo aquello en la mansión le quedaría a ella.―Agatha, deberías de salir a buscar al joven Brigdoyoon ―habló Morsen.― ¿Por qué no sales tú si tanto quieres saber de su paradero? ―respondió.―Porque tú eres su esposa y yo solamente su mayordomo ―respondió saliendo de ahí.Agatha se encontraba molesta por lo que Morsen le había dicho pero la verdad es que estaba harta de aquella vida, de aquellos seis meses en un lugar que era odiada por todos.La tarde había caído y los padres de Arday aun no llegaban a casa, ella con ayuda de Brigdoyoon habían preparado la cena, él no quería irse de ese lugar en el que sentía que estaba completo ya que Arday estaba con él, pero no podía quedarse para siempre tenía una realidad y una vi
Era el día de la celebración del cumpleaños 25 de Brigdoyoon Weinzettel, pero él ya no quería celebrarlo ya que eso solo le recordaba lo que sucedió en su cumpleaños número 19, esa tarde no la quería recordar ya que ese día perdió a sus padres y siente que lo que celebra es su muerte, sabe que a los demás les gusta celebrar su cumpleaños ya que es la única fecha en la que trata de no ser un ogro con ellos, pero ahora eso de él ha cambiado ya no tiene nada que celebrar.― ¿Quién diría? Que el cumpleaños del joven Weinzettel llegó más rápido de lo esperado ―dijo Leonor a Morsen, su subjefe.―Sí, ahora ve a decirle a Arday que le lleve esa ropa a Brigdoyoon ―dijo Morsen a Leonor señalando la ropa nueva del joven Weinzettel.Arday caminó con la ropa en percha hasta la habitación de Brigdoyoon, dio tres golpes esperando la respuesta de Brigdoyoon para que entrará y así poder darle la ropa―Adelante Arday pasa ―dijo el joven Weinzettel.― ¿Cómo supo que era yo, Brigdoyoon?―Eres la única qu