Es el sexto mes de embarazo de Nancy y ya su vientre se nota mucho más abultado. Todo marcha bien hasta el momento, solo que, en ocasiones, ella llora al recordar que en su interior carga a un hijo, quien a la vez es su hermanito. Ese secreto le ha dicho Esteban que nunca se lo van a revelar, será su hijo y nadie le quitará ese privilegio.Finalmente, el día que han estado esperando para que se haga justicia llegó. Esteban estaba fuera del país cuando recibió la llamada del oficial en la cual le comunicaba que el padre de Nancy ya estaba tras las rejas y que pedía un abogado para defenderse en libertad. Sin embargo, Esteban le dijo que no se le permitieran tal petición, no tendrá privilegios mientras esté pagando su condena.— Cariño. La policía ha encontrado a tu padre. Debes acompañarme a la estación para que brindes tu declaración. —informó Esteban, recién llegado de la capacitación, tuvo que dejarla a medias para regresar de inmediato.— Ha pasado mucho tiempo desde la última vez
Los guardias trasladaron hasta el juzgado al hombre, más atrás los acompaña Esteban y Nancy. Todo estaba a punto de acabar y así sucedió.— Queda usted detenido por los cargos de violación en primer grado, tentativa de femicidio, maltrato psicológico, privación de la libertad en contra de su hija. Este tribunal no citará a otra audiencia teniendo las pruebas suficientes para acusarlo hoy mismo. ¡Declarado culpable!El hombre gritó con desesperación, suplicó clemencia a su hija, no aceptaba el hecho de que por su actuar ahora debe de pasar cuarenta años en la cárcel.— No soporto estar aquí, llévame a casa, por favor. —Pidió, dándole una última mirada a su padre, que llora a gritos pidiéndole perdón.— ¿Qué quieres hacer antes de que vayamos a casa? —Pregunta con la intención de que a ella se le olvide ese mal trago.— Desde hace unos días tengo deseos de comer algo muy rico, en realidad nunca lo he probado, pero me gustaría hacerlo.— Pequeña gruñona, te he dicho que cuando se te anto
― ¡Jandé! ¡Qué haces en la cama con este hombre! Exclamó el tipo que acaba de entrar a la habitación luego de pasar toda la noche en un bar, desbaratando el dinero que no le pertenece― ¿Desde cuándo tienes un amante a mis espaldas? —Sigue interrogando —Ja, tú, una jodida y descarada zorra que intenta reemplazar mi amor aun estando casados. ―Le acusó con odio su esposo Darío. Un hombre duerme al lado de la hermosa Jandé, ella no sabe en qué momento ese hombre desconocido entró en su habitación y se acomodó en la cama mientras ella dormía plácidamente. Además, ni siquiera lo ha reconocido porque el hombre está de espaldas a ella, y ni siquiera con la voz de Darío se ha despertado para dar la cara y enfrentarse a la realidad. El esposo la sacó a rastras de la habitación, siempre acusándola de traidora y de ser la responsable del rompimiento de su matrimonio. La llevó al jardín y allí le propinó una golpiza y le amenazó con divorciarse cuanto antes para acabar con ese matrimonio de fac
En la empresa. ―Jandé, llegas un poco tarde. El jefe ha llamado y ha dicho que no vendrá hasta unas horas después, creo que están preparando una sorpresa para la mejor empleada del año. ―murmuró la recepcionista de la primera planta. ―Está bien, gracias por avisarme, aunque no entiendo por qué no me lo informó directamente a mí el jefe, yo soy su asistente. ―Dijo, Jandé. ―No lo sé, quizá se le haya pasado por alto tu contacto, espero ser yo la afortunada de ser galardonada este año, por algo es que él se comunicó conmigo, es decir, me tiene en su mente. ― Comentó la chica, mostrando su brillante dentadura. Esta recepcionista siempre le ha tenido envidia a Jandé desde que llegó a trabajar por primera vez, ella alega en su interior que quien merecía el puesto de asistente de presidencia debió ser ella y no una recién llegada. Jandé corrió a su escritorio, está asustada por los acontecimientos de esta mañana. Sin embargo, se ha metido en su mente que estas son horas de trabajo y lo d
El malvado esposo ríe a carcajadas al escuchar las amenazas vanas del indigente que ahora viste de traje. —Lárgate de mi vista y vuelve a la calle a recoger basura para que te alimentes. —arrojó con los dientes apretados. Jandé se quedó con la boca abierta por la forma en que su esposo se dirige hacia su jefe Imanol. Ella está temblando de miedo y no se atreve a decir una palabra para evitar la batalla de miradas entre ambos hombres, bueno, en sí no puede pronunciar palabra alguna porque su garganta está presionada con los dedos del esposo. —¿Qué esperas? ¡Vete antes de que te eche a patadas! —volvió a ordenar con autoridad. Imanol no se detuvo y le soltó un puñetazo en el rostro. El hombre malvado alejó sus manos de la chica y quiso acercarse a Imanol para agarrarlo a golpes, sin embargo, este otro fue más listo y lo detuvo a tiempo, logrando lanzarlo al suelo y estabilizarlo. ―Escúchame bien, cabrón de m****a. Si tú le vuelves a poner un dedo encima a esta chica, te vas a arrepe
Imanol se quedó en silencio por un momento, está perturbado, pues su madre se veía en perfectas condiciones esta mañana y ahora le dan esa lamentable noticia. Luego de unos segundos que su mente se quedó en blanco, le dijo a la empleada que enseguida llegará a la clínica para estar a su lado. Su mundo se ha desmoronado, su madre es todo lo que él tiene y ahora se encuentra mal de salud y teme perderla. En sus manos se nota el miedo, estas tiemblan mientras presiona con mucha fuerza el timón. ―¿Qué ha pasado, jefe?—preguntó la chica que lo acompaña en el asiento de copiloto. ―Discúlpame, Jandé, sé que solo eres mi asistente en el trabajo. Pero ahora necesito desviarme porque mi madre me necesita, aunque si te sientes capaz de reunirte con los inversionistas, dímelo y te doy dinero para que te vayas en un taxi y al rato envío un chofer para que te traslade hacia el lugar de la reunión. ―No, señor, bueno, sé que soy capaz de dialogar con ellos sin ningún problema. Pero en este momento
Imanol está consciente de que se está metiendo en terreno peligroso y también está orillando a su asistente, que ha sido muy educada durante el periodo que ha trabajado en la empresa y ahora él mismo la ha metido en serios aprietos al presentarla como su novia. Esa acción lo hace sentir un perdedor, pero en realidad la situación grave de su madre lo obligó a tomar esa decisión precipitada. —Jandé, responde si estás dispuesta a darme un hijo, por favor. —pregunta con mucha desesperación porque teme que ella no esté de acuerdo con sus locuras de hombre inestable. ―Jefe, está loco si cree que aceptaré acostarme con usted solo para darle un hijo y engañar a su madre, eso no es correcto. Además, es la primera vez que interactuamos con escenas que no sean de trabajo, ¿no cree usted que es muy absurdo hacer lo que propone? ―Entiendo tu preocupación. Y precisamente a ese punto quiero llegar, no será necesario que siquiera nos toquemos en privado. Lo que necesito es alquilar tu vientre para
El hombre que acaba de entrar los observa con mucho interés, muestra una sonrisa de burla, mientras que Imanol lo fulmina con la mirada. —¿Qué haces en mi empresa? —Cuestiona acercándose a él y colocando a la chica detrás de su espalda. —¿No me vas a presentar a esta belleza? —dice el hombre con tono de picardía sin despegar la mirada que ha puesto con interés en Jandé. —Vete, sal de mi oficina en este momento y no vuelvas a poner un pie en mis empresas. Luego de una fuerte disputa entre Imanol y el hombre que llegó sin invitación, finalmente y gracias a la intervención de Jandé, los aires se calmaron. Ese es uno de los contrincantes de Imanol. Desde que estaban en la universidad estudiando, se convirtieron en rivales y todo por problemas entre los padres de ambos. —He regresado al país, me haré cargo de las empresas de mi padre y créeme que te haré pedazos en los negocios. —le advirtió el hombre antes de marcharse. Imanol le explicó a la chica el motivo de su enemistad, también