Sergio Bright, eterno enamorado de Julianne Ferrari, cumple su más anhelado sueño, casarse con la mujer que ama, olvidando por completo la enfermedad que lo debilita día a día. Un día menos esperado se ve obligado a alejarla de su vida, pues el médico no le da esperanzas de vida, sometido a una delicada cirugía, con resultado inesperado y queda sumergido en coma por unos largos años. Nohelia Kartson, una joven de escasos recursos, es engañada por traficantes de personas y es llevada a Rusia dónde es vendida a los clubes nocturnos de Moscú. Logra escapar de aquellos hombre y mientras huye se encuentra con Mariza Bright, quien intercambia ayuda, Mariza necesita un vientre de alquiler, y Nohelia escapar de los mafioso que la persiguen. ¿Que pasa cuando Sergio despierta y se entera que está completamente sano? Intentará buscar y recuperar el amor de la mujer que ama, pero descubre que el fué dado por muerto ante ella y que ya está casada, y peor aún para él, descubrir que tiene u
Las semanas pasaron y ya tenían a Sergio en la parte Este de la mansión, tenían personal médicos las veinticuatro horas para ver si tenía un leve progreso.-Los correos siguen llegando, el abogado dice que Julián se niega a firmar el divorcio.-expresó algo enojada Marisa -Pues tendrá que hacerlo, los médicos ya dieron su diagnóstico y no hay esperanzas que mi hijo.-habló Alexander con dolor en su alma por saber que Sergio jamás despertaría.-No me doy por vencida, mi hijo saldrá de ese estado, tu me decías que no pierda la fé, ahora eres tú quien te das por vencido.Alexander salió de la habitación y fue a su oficina, Marisa respondió el correo del abogado."Dele la noticia de que mi hijo murió, así dejara de enviar correos, para querer saber de él, y pueda rehacer su vida lejos de mi hijo. -Lo siento mucho señora, -No lo sienta, mi hijo está vivo, pero sumergido en un coma que no sabemos cuándo despertará.-Muy bien señora, le daré esa noticia a la señora Julianne.Marisa cerró el
Al día siguiente Nohelia se removía nuevamente en la cama, se sentía débil, abrió los ojos y miró al médico parado frente a ella.—Tranquila muchacha, no te haré daño, aquí está la persona que te salvó la vida.Marisa caminó y se paró frente a ella, tomó su mano para que sintiera tranquilidad.—Hola, mi nombre es Marisa, ¿Y tuyo?Nohelia la miró y recordó cuando cayó a sus pies.—Nohelia, Nohelia Kartson Carrissi.Respondió casi en un susurro, mientras sentía pesadez por los sedantes.—Ya no quiero que te alteres, quiero que estés tranquila, y no te hagas daño, estabas con una crisis nerviosa y por eso te sedaron.Nohelia empezó a llorar pero está vez ya más calmada, sus sollozos eran casi silencioso.—No sé que te pasó, ya me contarás, pero ahora, ¿ donde está tu familia para informarle de tu estado?.Nohelia giró la mirada y miró a través del ventanal, a su mente llegó la imagen de su madre en el aeropuerto y lloró con más sentimientos.—Tranquila, solo dame la dirección para que ve
El abogado planteó los detalles de lo que sería el contrato, en caso de realizarse, Nohelia Kartson escuchó detenidamente cada cláusula, si firmaba el contrato desde ese momento recibiría dinero para poder enviar a su madre, y pagar las cuotas atrasadas, de negarse tendría que buscar trabajo y ahorrar para juntar lo que gana en meses, lo que ganaría llevando al nieto de los Bright en su vientre. "¿Que podía suceder? Ese hombre no despertara, tendré al bebé y luego me marcharé.—pensó Nohelia.—¿Estás clara que será tu la donante de óvulos,? —habló el doctor y eso era algo con lo que no contaba ella, miró sorprendida a Marisa y luego al abogado.—Creí que solo era el alquiler del vientre, y que todo eso ya estaba resuelto.—Mi hijo no tiene esposa, ¿Cómo crees que me dará un nieto?, por su puesto tú serás la madre de mi nieto.Nohelia sintió un frío correr su espalda, ¿Cómo podía tener al bebe y luego marcharse como si nada.—No me esperaba esto.—El contrato de vientre de alquiler, se
—Ve hija ve. —respondió Lalita sintiendo la felicidad que todos vivirían ahí., con la llegada del bebé.Nohelia salió de la cocina y fue a la oficina donde estaba Alexander y Marisa.—Buenos días, señores Bright. —Saludó sonriente y tanto Marisa como Alexander se miraron al verla diferente.Nohelia caminó a paso lento, se abrazó a si misma, se sentía extraña, saber que dentro de ella se está a formando un pequeño ser, la hacía sentir grande, llegó a la puerta, dudo tocar, pero se resolvió y lo hizo.—¡Adelante! —respondió Marisa.Nohelia entró y los miró fijamente.—Buenos días señores Bright. Necesito decirles que......—¿Te sientes mal hija? —interrogó Marisa levantándose de inmediato.—No, bueno, si, ¡ay!, no sé si estar en estado es sentirse mal, pero creo que el resultado del procedimiento dio positivo, me siento mal, bueno, o enferma pero si muchas nauseas y mareos.Marisa miró a Alexander y sonrió, se levantó de la silla y caminó hasta llegar a dónde estaba Nohelia.—Hija, ¿
Marisa, Alexander y Nohelia llegaron al hospital, esperaron un momento y luego de cinco minutos la enfermera los hizo pasar.—El médico espera señor.Nohelia sentía nervios, ya conocía a su bebé, pero aún no podían saber el sexo.—Esperemos que está ves si podamos saber si será un niño o una niña. —dijo Marisa muy emocionada.—Esperemos. —Respondió Alexander.Nohelia respondió las preguntas de rutina que el Galeno le hacía y luego pasó a la camilla para realizar el ultrasonido.Descubrió su abultado vientre, la enfermera puso un poco de gel y el Galeno empezó a pasar el transductor y miró la pantalla indicando cada partes del bebé. El sonido de los latidos del corazón se escucharon fuertes y era como una melodía para sus oídos, todos sonreían y más Nohelia."Mi bebé, tienes que despertar Sergio, tienes que despertar para que veas a nuestro hijo. —pensó y volvió a pedir lo que hacía desde que empezó con las citas medicas.—Por favor, quiero cada detalle grabado, quiero que Sergio vea
Los meses siguieron pasando, Nohelia había dado órdenes de acondicionar una habitación a lado de la de Sergio.Cada día y cada noche estaba ahí pendiente de él, hablaba de su hija ponía su mano sobre su vientre y la pequeña hacia sus movimientos, sentía la conexión entre ellos dos.Marisa entró a la habitación de Sergio, vio y escuchó a Nohelia hablando le, se acercó muy despacio sonriendo.—Hija, no debes esforzarte tanto, ya estás de siete meses y tienes que cuidarte más.—Lo sé Marisa, solo deseo que Sergio esté conmigo el día del nacimiento de nuestra princesa.—Lo estará hija, estará presente por que tú lo llevas en tu corazón.Marisa acarició la mano de Sergio, saber que pronto llegaría su nieta era la mayor felicidad que sentía.Nohelia había despertado con un poco de malestar, sentía mucha pesadez y justo en ese momento, sintió unas leves contracciones.—¡Mm! Marisa, no tengo idea de que me pasa pero amanecí muy cansada, y siento un leve dolor.—Vamos para que el doctor te r
Los meses siguieron pasando y ya la pequeña Arielle estaba completamente recuperada, su tiempo que le faltaba se había completado y ahora estaba de camino a la residencia junto a su madre y abuelos. —Señor Alexander, Marisa, será que ustedes pueden darme permiso para hacer algo que ha ace tiempo tengo en mente. —Dime hija, de que se trata. —preguntó Alexander. —Quiero que una parte del ala Este, se acondicione cono una casa habitable, ya no tan hospitalaria. Deseo darle un calor de hogar a esa parte. No sé si lo vean bien, pero es una idea que me gustaría realizar. Marisa miró a Alexander y luego a Nohelia, le gustó la idea de reorganizar esa área hospitalaria y volverla más cálida. —Los médicos no pueden irse. —propuso Alexander. —No estoy pidiendo que se vayan, son muy necesarios. —Has lo que creas conveniente hija, y no escatimes en gastos. También eres la señora de la casa y puedes remodelar esa parte como tú desees. —Solo quiero que Sergio no esté solo, quiero darl