Sergio Bright, eterno enamorado de Julianne Ferrari, cumple su más anhelado sueño, casarse con la mujer que ama, olvidando por completo la enfermedad que lo debilita día a día.
Un día menos esperado se ve obligado a alejarla de su vida, pues el médico no le da esperanzas de vida, sometido a una delicada cirugía, con resultado inesperado y queda sumergido en coma por unos largos años. Nohelia Kartson, una joven de escasos recursos, es engañada por traficantes de personas y es llevada a Rusia dónde es vendida a los clubes nocturnos de Moscú. Logra escapar de aquellos hombre y mientras huye se encuentra con Mariza Bright, quien intercambia ayuda, Mariza necesita un vientre de alquiler, y Nohelia escapar de los mafioso que la persiguen. ¿Que pasa cuando Sergio despierta y se entera que está completamente sano? Intentará buscar y recuperar el amor de la mujer que ama, pero descubre que el fué dado por muerto ante ella y que ya está casada, y peor aún para él, descubrir que tiene un hijo con una desconocida, a la que no tolera. Cuatro años antes. Mariza y Alexander corrían por los pasillos del hospital para llevar a Sergio a someterse a la nueva terapia para tratar de controlar los fuertes dolores de cabeza que le provocaba un tumor que crece. —Doctor, díganos la verdad, esta nueva terapia dará resultado. Mi hijo no puede .... Mariza no quería aceptar el destino de su hijo, haría lo que fuera para poder retenerlo a su lado un tiempo más. —Esta nueva terapia va acompañada de una cirugía de alto riesgo, señores Bright, ustedes cómo padres tienen que saber que, Sergio ha sido sometido a procedimientos de lacer y esto en muchos casos y dependiendo de la frecuencia del procedimiento, las personas así como pierden él cabello y también pierde la capacidad para tener hijos. —Doctor, Sergio es mi único hijo, él desde el momento que supo los pros y contras del tratamiento tomó sus precauciones. —Perfecto, entonces podemos seguir con toda la seguridad de que su descendencia está asegurada. —Confirmó el Galeno. —Marisa, me llegó un mensaje de que Julián está en el hospital en labor de parto. Marisa miró a Alexander sin pronunciar palabras, y caminó a dónde estaban las pertenencias de Sergio. —¿Que hacer mujer? —Esa bebé va a nacer, y será con la presencia de su verdadero padre. —Es Sergio que tiene que decidir. —Mi hijo dejó un mensaje listo para Jórdan L'Blank, y es lo que voy hacer. Marisa envío el mensaje y en ese momento entró una enfermera para decir que el Galeno los mando a llamar . —¿Que le sucedió a mi hijo señorita? —El doctor les dará respuesta. Alexander y Marisa caminaron tras la enfermera y entraron al consultorio del especialista. —Doctor, ¿ Que sucedió con mi hijo? ¿Cómo está? ¿Salió bien, dio resultados ese nuevo procedimiento? —Aun es muy pronto para decir que la terapia dio resultados. Pero mi llamado a ustedes es par informarles que una eminencia en la medicina descubrió como erradicar el mal desde raíz, tuve una video conferencia con el anoche y me pidió hablar con ustedes para atender el caso de Sergio. —¿Dónde está el médico? —Es dueño de un centro neurológico en Moscú, tendrían que viajar hasta allá para que pueda tratarlo. Marisa miró a Alexander, y el notó su angustia y esperanza en esa mirada. —Doctor, todo lo que sea con tal de tener a mi hijo por más tiempo. —Aseguro Alexander apretando la mano de Marisa. —Muy bien, entonces preparó todo el trámite para que lo puedan trasladar en el avión ambulancia. El Galeno ya tenía la autorización de los Bright y empezó a agilizar el traslado. Mientras Alexander y Marisa discutían el si decirles a la esposa de Sergio o no. —Ella tiene derechos.... —Marisa interrumpió sus palabras. —Alex, Julianne no quiere a mi Sergio, todo ese amor repentino tiene una razón de ser, y no precisamente es amor. ¿Recuerdas la noche del compromiso de nuestro hijo.? Yo fui a mi habitación. Flash Back —¡Ay Álex! Si supiera que mi hijo tiene el tiempo suficiente para disfrutar su felicidad, yo estaría feliz, pero no, su fuerza de voluntad está haciendo efectos positivos en su enfermedad, y eso es bueno, pero ¿Cuanto durará? —Lo que tenga que durar mujer, mira, el médico nos dijo que le quedaban seis meses ¿Y cuanto a pasado? no perdamos la esperanza, puede que el tumor no crezca más. sus dolores ya no son frecuentes, ya no presenta nauseas ni los mareos, eso significa que la medicina lo tiene controlado, está haciendo efectos. —Pero existe ese temor —Mujer, nuestro hijo está haciendo realidad su sueño que desde niño tiene, el ama a Julián desde que tiene uso de razón, ahora se casará con ella. —Lo sé, pero ese tumor cada día crece silenciosamente, y disminuye las posibilidades de un día más para mi hijo. Fin Flash Bakc. —Lo recuerdo mujer, pero que tiene que ver eso con lo que tenemos que decirle a Julián. —interrogó Alexander sin entender. —El día que mi hijo recayó me pidió llevarle a Julián sus documentación que se había quedado en el auto, yo volví y cuando quise entrar a su habitación, la escuché hablar con Mericci. Fin Flash Back. —Hija, lo siento mucho, no se qué decir, esto me supera, no me lo esperaba, pobre Mariza sufriendo en silencio cada día. —Mamá, me enteré y decidí hacer mi vida con él, no es lástima, solo quiero rehacer mi vida y que sea lo que Dios quiera, creí que Jordan se había. casado, y .. —No estoy diciendo que lo haces por lástima hija, solo es que esto es muy difícil de lidiar. —¡Aaaah!, mamá, es fuerte ¡Aaah! Mamá creo que ya viene. ¡Rompí fuente mamá!. Fin Flash Back. —¿Me estás diciendo que ella todo esté tiempo lo supo y no dijo nada? ¿Que ella pudo ayudar a que mi hijo continúe con su tratamiento? Y no dejar la medicina, esta mujer es una inconsciente, ¿Cómo pudo no estar pendiente? o mejor decirnos que Sergio no estaba tomando la medicina, si ella no quería quedar en evidencia frente a él. —Alex, nunca quise que mi hijo se case con esa mujer, pero el estaba feliz y no pude contradecirle. —Nos llevaremos a Sergio y se pondrá bien, nuestro hijo se salvará. Alexander salió a tramitar todo lo que tenía que dejar organizado, entretanto Mariza hablo con el abogado y tramitó el divorcio de Sergio y Julián. —Cuando estemos fuera del país yo le diré lo que haga, y por favor cuento con su ética profesional de que jamás les dará nuestra dirección, que usted será nuestro contacto entre ella y yo, y jamás le diga a Alexander esto, se lo diré yo. —No se preocupe señora Bright, todo se hará de acuerdo a sus exigencias. Tres días después el avión ambulancia despegaba del aeropuerto de Roma con destino a Rusia, llevando una vida con destino incierto. Sergio estaba siendo alejado de todo. Alexander dejó en tramitó todo para poder llevar sus empresas a Rusia al igual dejó todas sus propiedades en ventas. El viaje duró horas, los médicos que fueron en el viaje a cada momento monitorean a Sergio que estaba inconsciente. Alexander y Marisa sentían preocupación al mismo tiempo con una luz de esperanza de que en un futuro su hijo tenga una vida normal Llegaron al hospital neurológico, ya lo estaban esperando y lo ingresaron sin perdida de tiempo, Sergio fue sometido a exámenes físicos y un sin fin de exámenes radiológicos. Las semanas pasaron y ya habían practicado cada cirugía necesaria, ahora solo tocaba esperar la recuperación y sacarlo del coma inducido en el que estaba. Marisa había enviado al abogado a comunicarse con Julianne. —Ella insiste en saber la dirección señora, no firmara los papeles del divorcio sin antes hablar con el señor Bright. —Solamente dale el correo, nada más dile que te comunicas solo así y que no sabes nada más. —Está bien señora, como usted lo ordene El abogado hizo todo lo que Marisa le pidió, los correos llegaban y ella jamás los leyó ni mucho menos respondió. Alexander ya tenía todas las empresas en Moscú su estadía ahí sería por mucho tiempo sin saber exactamente cuanto. Los meses pasaron cuatro meses y Sergio no respondía al estimulo físico ni al tratamiento. —Doctor, cuánto es la posibilidad de que algún día despierte —Lo siento mucho pero hicimos todo lo humanamente posiblemente para despertarlo, la operación fue un éxito en el sentido que se pudo extirpar el tumor sin dañar su cerebro. Ahora solo toca esperar un milagro, no es común que la ciencia vaya de la mano con lo divino, pero en esta ocasión es lo único que toca esperar. Marisa lloró tanto y Alexander desconcertado por la noticia de saber que su hijo no despertaría jamás. Salieron del consultorio y fueron a la habitación de Sergio, verlo sumergido en ese sueño profundo les rompía el corazón. —Hijo mío, mi razón de vivir, despierta por favor, no me dejes en este mundo sin ti, no lo soportaría. Los lamentos de Marisa le llegaban a lo más profundo de su ser. Alexander la abrazó muy fuerte que terminó quebrándose y lloró. —Algún día despertará mi hijo, estoy seguro de eso. Nuestro hijo abrirá sus ojos y tendrá una vida como siempre la tuvo. —Dios nos escuchará Alex, dios es grande y mi hijo despertará de ese profundo sueño. Salieron de la habitación y fueron a la mansión para preparar el ala Este como un área hospitalario. Trasladarián a Sergio a la casa donde estarían más cómodos.Las semanas pasaron y ya tenían a Sergio en la parte Este de la mansión, tenían personal médicos las veinticuatro horas para ver si tenía un leve progreso.-Los correos siguen llegando, el abogado dice que Julián se niega a firmar el divorcio.-expresó algo enojada Marisa -Pues tendrá que hacerlo, los médicos ya dieron su diagnóstico y no hay esperanzas que mi hijo.-habló Alexander con dolor en su alma por saber que Sergio jamás despertaría.-No me doy por vencida, mi hijo saldrá de ese estado, tu me decías que no pierda la fé, ahora eres tú quien te das por vencido.Alexander salió de la habitación y fue a su oficina, Marisa respondió el correo del abogado."Dele la noticia de que mi hijo murió, así dejara de enviar correos, para querer saber de él, y pueda rehacer su vida lejos de mi hijo. -Lo siento mucho señora, -No lo sienta, mi hijo está vivo, pero sumergido en un coma que no sabemos cuándo despertará.-Muy bien señora, le daré esa noticia a la señora Julianne.Marisa cerró el
Al día siguiente Nohelia se removía nuevamente en la cama, se sentía débil, abrió los ojos y miró al médico parado frente a ella.—Tranquila muchacha, no te haré daño, aquí está la persona que te salvó la vida.Marisa caminó y se paró frente a ella, tomó su mano para que sintiera tranquilidad.—Hola, mi nombre es Marisa, ¿Y tuyo?Nohelia la miró y recordó cuando cayó a sus pies.—Nohelia, Nohelia Kartson Carrissi.Respondió casi en un susurro, mientras sentía pesadez por los sedantes.—Ya no quiero que te alteres, quiero que estés tranquila, y no te hagas daño, estabas con una crisis nerviosa y por eso te sedaron.Nohelia empezó a llorar pero está vez ya más calmada, sus sollozos eran casi silencioso.—No sé que te pasó, ya me contarás, pero ahora, ¿ donde está tu familia para informarle de tu estado?.Nohelia giró la mirada y miró a través del ventanal, a su mente llegó la imagen de su madre en el aeropuerto y lloró con más sentimientos.—Tranquila, solo dame la dirección para que ve
El abogado planteó los detalles de lo que sería el contrato, en caso de realizarse, Nohelia Kartson escuchó detenidamente cada cláusula, si firmaba el contrato desde ese momento recibiría dinero para poder enviar a su madre, y pagar las cuotas atrasadas, de negarse tendría que buscar trabajo y ahorrar para juntar lo que gana en meses, lo que ganaría llevando al nieto de los Bright en su vientre. "¿Que podía suceder? Ese hombre no despertara, tendré al bebé y luego me marcharé.—pensó Nohelia.—¿Estás clara que será tu la donante de óvulos,? —habló el doctor y eso era algo con lo que no contaba ella, miró sorprendida a Marisa y luego al abogado.—Creí que solo era el alquiler del vientre, y que todo eso ya estaba resuelto.—Mi hijo no tiene esposa, ¿Cómo crees que me dará un nieto?, por su puesto tú serás la madre de mi nieto.Nohelia sintió un frío correr su espalda, ¿Cómo podía tener al bebe y luego marcharse como si nada.—No me esperaba esto.—El contrato de vientre de alquiler, se
—Ve hija ve. —respondió Lalita sintiendo la felicidad que todos vivirían ahí., con la llegada del bebé.Nohelia salió de la cocina y fue a la oficina donde estaba Alexander y Marisa.—Buenos días, señores Bright. —Saludó sonriente y tanto Marisa como Alexander se miraron al verla diferente.Nohelia caminó a paso lento, se abrazó a si misma, se sentía extraña, saber que dentro de ella se está a formando un pequeño ser, la hacía sentir grande, llegó a la puerta, dudo tocar, pero se resolvió y lo hizo.—¡Adelante! —respondió Marisa.Nohelia entró y los miró fijamente.—Buenos días señores Bright. Necesito decirles que......—¿Te sientes mal hija? —interrogó Marisa levantándose de inmediato.—No, bueno, si, ¡ay!, no sé si estar en estado es sentirse mal, pero creo que el resultado del procedimiento dio positivo, me siento mal, bueno, o enferma pero si muchas nauseas y mareos.Marisa miró a Alexander y sonrió, se levantó de la silla y caminó hasta llegar a dónde estaba Nohelia.—Hija, ¿
Marisa, Alexander y Nohelia llegaron al hospital, esperaron un momento y luego de cinco minutos la enfermera los hizo pasar.—El médico espera señor.Nohelia sentía nervios, ya conocía a su bebé, pero aún no podían saber el sexo.—Esperemos que está ves si podamos saber si será un niño o una niña. —dijo Marisa muy emocionada.—Esperemos. —Respondió Alexander.Nohelia respondió las preguntas de rutina que el Galeno le hacía y luego pasó a la camilla para realizar el ultrasonido.Descubrió su abultado vientre, la enfermera puso un poco de gel y el Galeno empezó a pasar el transductor y miró la pantalla indicando cada partes del bebé. El sonido de los latidos del corazón se escucharon fuertes y era como una melodía para sus oídos, todos sonreían y más Nohelia."Mi bebé, tienes que despertar Sergio, tienes que despertar para que veas a nuestro hijo. —pensó y volvió a pedir lo que hacía desde que empezó con las citas medicas.—Por favor, quiero cada detalle grabado, quiero que Sergio vea
Los meses siguieron pasando, Nohelia había dado órdenes de acondicionar una habitación a lado de la de Sergio.Cada día y cada noche estaba ahí pendiente de él, hablaba de su hija ponía su mano sobre su vientre y la pequeña hacia sus movimientos, sentía la conexión entre ellos dos.Marisa entró a la habitación de Sergio, vio y escuchó a Nohelia hablando le, se acercó muy despacio sonriendo.—Hija, no debes esforzarte tanto, ya estás de siete meses y tienes que cuidarte más.—Lo sé Marisa, solo deseo que Sergio esté conmigo el día del nacimiento de nuestra princesa.—Lo estará hija, estará presente por que tú lo llevas en tu corazón.Marisa acarició la mano de Sergio, saber que pronto llegaría su nieta era la mayor felicidad que sentía.Nohelia había despertado con un poco de malestar, sentía mucha pesadez y justo en ese momento, sintió unas leves contracciones.—¡Mm! Marisa, no tengo idea de que me pasa pero amanecí muy cansada, y siento un leve dolor.—Vamos para que el doctor te r
Los meses siguieron pasando y ya la pequeña Arielle estaba completamente recuperada, su tiempo que le faltaba se había completado y ahora estaba de camino a la residencia junto a su madre y abuelos. —Señor Alexander, Marisa, será que ustedes pueden darme permiso para hacer algo que ha ace tiempo tengo en mente. —Dime hija, de que se trata. —preguntó Alexander. —Quiero que una parte del ala Este, se acondicione cono una casa habitable, ya no tan hospitalaria. Deseo darle un calor de hogar a esa parte. No sé si lo vean bien, pero es una idea que me gustaría realizar. Marisa miró a Alexander y luego a Nohelia, le gustó la idea de reorganizar esa área hospitalaria y volverla más cálida. —Los médicos no pueden irse. —propuso Alexander. —No estoy pidiendo que se vayan, son muy necesarios. —Has lo que creas conveniente hija, y no escatimes en gastos. También eres la señora de la casa y puedes remodelar esa parte como tú desees. —Solo quiero que Sergio no esté solo, quiero darl
Nohelia seguía su vida de madre y esposa, cada día atendía a Sergio con todo el amor del mundo, lo amaba y había estudiado para atenderlo personalmente, continuó aplazando el regreso a Ecuador. Un años más había pasado, y como cada día se levantó y lo primero que hizo fue ir a la habitación de Sergio. —Buenos días mi amor, hoy nuestra hija va a su primer día de clases, si la vieras, está muy feliz. Acarició sus cabellos, y empezó con la rutina diaria de aseo. —Listo mi vida, guapo y perfumado como siempre. —dio un beso en sus labios y salió. Ahora estaba preparando el desayuno para Arielle de cuatro años, estaba lista para su primer día de clases en el kínder. —¡Apúrate mi vida! O llegaremos tarde a tu primer día. —Ya voy mami, voy a despedirme de nuestro príncipe durmiente. Arielle fue como cada mañana a darle los buenos días a Sergio, entró en la habitación, se acercó a él, pasó sus manitas por el rostro de su padre y dejó un beso en su mejilla. —Buenos días mi pr