El abogado planteó los detalles de lo que sería el contrato, en caso de realizarse, Nohelia Kartson escuchó detenidamente cada cláusula, si firmaba el contrato desde ese momento recibiría dinero para poder enviar a su madre, y pagar las cuotas atrasadas, de negarse tendría que buscar trabajo y ahorrar para juntar lo que gana en meses, lo que ganaría llevando al nieto de los Bright en su vientre.
"¿Que podía suceder? Ese hombre no despertara, tendré al bebé y luego me marcharé.—pensó Nohelia. —¿Estás clara que será tu la donante de óvulos,? —habló el doctor y eso era algo con lo que no contaba ella, miró sorprendida a Marisa y luego al abogado. —Creí que solo era el alquiler del vientre, y que todo eso ya estaba resuelto. —Mi hijo no tiene esposa, ¿Cómo crees que me dará un nieto?, por su puesto tú serás la madre de mi nieto. Nohelia sintió un frío correr su espalda, ¿Cómo podía tener al bebe y luego marcharse como si nada. —No me esperaba esto. —El contrato de vientre de alquiler, se puede sustituir por un contrato de matrimonio.—aclaro el abogado. —¿De matrimonio? ¿Acaso piensa unirme a su hijo sin su consentimiento? El despertará y cuando se entere de que está casado conmigo y más teniendo un hijo sin su voluntad será un desastre. —Hija, los médicos no dan esperanzas de que despierte, me duele decir esto pero esa es la triste realidad de mi único hijo, y es por eso que me veo en esta situación, de pedirte este favor, ya que mi hijo está así por lo menos tener un descendiente de él. Se tu la madre de mi nieto, te recogería, vente todas las muchachas que conozco, eres sincera y eso me gusta, estarás aquí siempre, con los derechos de ser mi nuera, y madre de mi nieto. Nohelia dudó por un momento y rápidamente analizó su situación, no tenía a dónde ir, no tenía trabajo, ni documentos, ni nada como para rechazar la propuesta y salir de ahí en busca de algo para vivir sin necesidad de alquilar su vientre, miró al abogado, después al médico y luego a Marisa, sentís un nudo en su garganta que no la dejaba pronunciar palabras, parpadeó y terminó aceptando. —Está bien Marisa, acepto, y solo firmaré si está escrito que nunca me separé de mi hijo. Es mío también, así que también tengo mis condiciones. —Eso nunca pasará. Te lo prometo. El abogado hizo el contrato con las clausulas que Nohelia propuso y firmó los documentos, el abogado empezó a tramitar la documentación de su identidad, y luego la cantidad acordada del primer pago dividido en dos cuotas, para ser enviado a su madre. Lo primero que hizo fue comunicarse con ella nuevamente para decirle que ya estaba trabajando. Marisa cada semana llevó a Nohelia al médico para realizarle todo tipo de exámenes tales como. Pruebas Hormonales, Ecografías vaginales, Histerosalpinografía Histeroscopia, Laparoscopia. Las semanas pasaron y se convirtieron en meses, tres meses habían transcurrido y ya era la fecha para la inseminación, realizaron el proceso, Nohelia se sentía nerviosa y extraña. —¿Cómo te sientes hija? —preguntó Marisa muy amable y feliz. —Me siento extraña, es como si...—el Galeno la interrumpió al verla confusa —Tranquila Nohelia, si estás preocupada por tu virginidad... —No, no es eso, eso es lo de menos, es que nunca me imaginé embarazarme de este modo, todo lo imaginé diferente, siempre soñé con tener hijos con el hombre que amo. —¿Tienes novio? —preguntó Marisa. —No, me dedique a estudiar y a trabajar, mi madre y yo lo hacíamos para mantenernos a diario. Nohelia empezó a sentirse más tranquila con las conversas que tenis en ese momento. —¿Cuándo tengo que volver doctor? —Tranquila, en unas semanas estaremos de vuelta para saber si el resultado es positivo.—se adelantó Marisa —Esperemos que si.—respondió más tranquila y sonriente Nohelia. —Muy bien señoras Bright, listo está realizado todo el procedimiento, ahora solo toca esperar para ver si serás la madre de ese tan anhelado bebé. —Muy bien doctor, aquí estaremos para saber si el resultado es positivo. Nohelia y Marisa se despidieron del Galeno y fueron a la mansión. —Vamos hija, te presentaré al padre de tu hijo. Nohelia sintió estrujar su corazón, esté se aceleró, tenía sentimientos encontrados, conocería al padre del hijo que seguramente ya se estaba formando en su vientre. El trayecto fue en completa silencio, sus pensamientos eran un caos, llegaron y fueron al área Este, dónde era el área hospitalaria en la residencia Bright. Tomaron el ascensor y llegaron al primer piso. —Doctor, vengo a ver a mi hijo. ¿Puedo pasar? —Por supuesto que si, usted no necesita autorización. —Gracias doctor, es que muchas veces están los especialista y no quiero ser inoportuna. Marisa y Nohelia caminaron por un pasillo y llegaron a la habitación, Marisa abrió la puerta y Nohelia se adentró a paso lento. Caminó y quedó al borde de la cama y lo vio ahí dormido. "Que atractivo se ve a pesar de estar ahí dormido" —pensó mirando fijamente a Sergio, delineó con la mirada cada facciones de su rostro, su corazón latía a mil, sentía su cuerpo temblar, y Marisa la sacó de sus cavilaciones. —Hijo te presento a Nohelia, no se si me escuchas, pero igual te lo digo como siempre te digo todo. Ella será la madre de tu hijo, tendrás un hijo mi amor, tienes que despertar para cuando el nazca juegue con su padre, mi vida escúchame, por favor, vuelve a mi, te lo pido. Nohelia sentía doler su corazón, escuchar a una madre pedir que su hijo abra sus ojos, era algo que superaba sus fuerzas. Nohelia cogió la mano de Sergio, y justo en ese momento, fue como un leve reflejo, sintió un fugas movimiento, y eso le causó una sensación electrizante que recorrió su cuerpo. Nohelia parpadeó y dio un paso atrás. —Hija, no tengas miedo tocarlo, talvez no sienta nada, le hablo y no se si me escuchas., ahora tú estás aquí para ayudarme con el, ¿Lo harás? —Claro que sí Marisa, será el padre de mi hijo y claro que lo ayudaré. Nohelia salió de la habitación junto con Marisa, fueron y hablaron al médico presentándola como la esposa de Sergio, y que podía pasar cuando y a la hora que ella deseara. —Muy bien, señora, puede venir cuántas veces deseé, estoy seguro de que él sentirá y quizás, solo quizás dentro de ese profundo sueño el logré escuchar y sentir lo que usted le diga y haga. Nohelia se sintió rara al escuchar esas palabras, ser la señora Bright era algo que no tenía lugar en su vida y ahora estaba ahí, cumpliendo un rol que ella jamás se imaginó. Siempre soñó con el amor de un hombre y ser correspondida, vivir cada etapa del amor hasta llegar a casarse y tener hijos. —"Dios, esto comenzó de atrás para adelante primero un embarazo, luego el matrimonio y por último conocer al padre de mi hijo, ¿será que algún día despertará? Y entonces viviremos las etapas que falta. Dios que cosas pasan por mi mente".—se cuestionó mentalmente haciendo gestos con cada frase y preguntas que surgían en su mente. —Hija, no estés nerviosa, no te pido que te enamores, se que no sucederá, por qué para eso se necesita que él este despierto y te conozca. Solo te pido que estés a mi lado y me ayudes, estoy sola. —No se preocupe Marisa, yo estaré con usted siempre. Marisa dió un abrazo a Nohelia y salieron para ir al lado de su residencia, llegaron y Nohelia fue a su habitación en la planta alta, usaba la que estaba a lado de la habitación de Sergio, entró en ella y miró todo muy impecable, vio una foto de él en la mesa de noche, la miró y delineó la nariz con su dedo. —Que atractivo eres Sergio, pero tengo miedo de que despiertes y no desees al bebé. Digo caminando y se sentó en la cama, se pasó las manos por encima de ella y cogió una almohada, se abrazó a ella y percibió su perfume impregnado en ella, pues Marisa cada mañana y cada noche especial en perfume de Sergio en esa habitación. —¿Pero que cosas estoy haciendo? Debo estar loca. —Se cuestionó y salió de esa habitación y fue a la suya. Caminó a la terraza y miró el paisaje anaranjado de las hojas de los arboles, en el inmenso jardín. Nohelia, ni en los más remoto de su sueño se imaginó estar viviendo esa experiencia, salió de Ecuador con el sueño de ser una modelo profesional de renombre y las malas intenciones de terceros frustró ese sueño. Recordó a su inseparable prima casi hermana y unas lágrimas rodaron por sus mejillas. "Amalia, mi dulce Amalia, ¿Dónde estás hermanita mía? ¿Si estuvieras aquí, seguro estarías dando el grito en el cielo por la locura que estoy cometiendo ahora." Sus sollozos se hicieron más fuertes que los escucho Marisa la escuchó mientras pasaba por el pasillo, entró muy despacio y se acercó a ella. —¿Que pasa hija? ¿Por qué lloras de ese modo? ¿Acaso está arrepentida? Nohelia se giró y se abrazó a Marisa. —Todo lo que me pasó y me está pasando, es una locura, nada de esto que viví y estoy viviendo lo imaginé, y ahora mi hermana, Amalia, no se dónde está, no se que fue de ella. —No te angusties mi vida, mira yo enviaré a un detective para que la busque en Italia, y entonces sabremos de ella, mañana llamaremos a un detective y le darás toda la información que tengas y así ver si la encontramos. Nohelia sintió un poco de paz en su corazón, le habia mentido a su madre diciendo que ella estaba en otra ciudad y que Amalia y ella no mantenían contacto. Al día siguiente Nohelia estaba en la oficina de Alexander entregando toda la información que pudo para encontrar a Amalia y poder llevarla con ella a Moscú. Los días pasaron y Nohelia empezó a sentirse diferente, su apetito se desató, y dormía más, como cada mañana se levantó fue al baño y por primera vez sintió las fuertes arcadas que terminó devolviendo lo que no tenía en su estómago. Se duchó y bajó las escaleras, fue a la cocina y se preparó un plato típico de su tierra, un tigrillo. —Señora dígame cómo se prepara y lo hago usted no se preocupe. —le habló la señora de la cocina. —Lalita, no me haga inútil, estoy acostumbrada a preparar mis cosas. —No niña, no la creo inútil, es solo que tenemos que consentirla, pues usted lleva al hijo de mi niño Sergio eso es muy valioso para todos. —Aún no sabemos si el resultado es positivo. Lalita la miró y cogió sus manos entre las suyas y luego tocó el vientre de Nohelia. —Aquí, dentro de ti está creciendo el pequeño tesoro de esta familia, estás embarazada hija. Nohelia sintió un vuelco en su corazón, se llevó las manos a su vientre y unas lágrimas rodaron por sus mejillas. —¿Será posible Lalita? —susurró —Lo es mi niña, lo es, conozco a una mujer cuando está esperando, y aquí ya está ese bebé tan deseado por sus abuelos, ojalá mi niño despierte pronto. Nohemí tragó el nudo formado en su garganta. —Esperemos que suceda Lalita, rezaremos por un milagro, y Sergio despertará, y vera a su hijo. —Así será mi niña, así será. Ahora dime cómo se prepara ese platillo tan deseado para hacerlo y lo comas con mucho gusto. Nohelia explicó cada paso del platillo que deseaba degustar, lo ayudo a preparar y cuando ya estuvo lo comió con tantas ansias, que quedó satisfecha. —Muy rico Lalita, desperté con ganas de comer esto, es tan grande el deseo que solo de imaginar se me hacía agua la boca, gracias, ahora voy con Marisa a darle la noticia, y ver cuándo podemos ir al médico.—Ve hija ve. —respondió Lalita sintiendo la felicidad que todos vivirían ahí., con la llegada del bebé.Nohelia salió de la cocina y fue a la oficina donde estaba Alexander y Marisa.—Buenos días, señores Bright. —Saludó sonriente y tanto Marisa como Alexander se miraron al verla diferente.Nohelia caminó a paso lento, se abrazó a si misma, se sentía extraña, saber que dentro de ella se está a formando un pequeño ser, la hacía sentir grande, llegó a la puerta, dudo tocar, pero se resolvió y lo hizo.—¡Adelante! —respondió Marisa.Nohelia entró y los miró fijamente.—Buenos días señores Bright. Necesito decirles que......—¿Te sientes mal hija? —interrogó Marisa levantándose de inmediato.—No, bueno, si, ¡ay!, no sé si estar en estado es sentirse mal, pero creo que el resultado del procedimiento dio positivo, me siento mal, bueno, o enferma pero si muchas nauseas y mareos.Marisa miró a Alexander y sonrió, se levantó de la silla y caminó hasta llegar a dónde estaba Nohelia.—Hija, ¿
Marisa, Alexander y Nohelia llegaron al hospital, esperaron un momento y luego de cinco minutos la enfermera los hizo pasar.—El médico espera señor.Nohelia sentía nervios, ya conocía a su bebé, pero aún no podían saber el sexo.—Esperemos que está ves si podamos saber si será un niño o una niña. —dijo Marisa muy emocionada.—Esperemos. —Respondió Alexander.Nohelia respondió las preguntas de rutina que el Galeno le hacía y luego pasó a la camilla para realizar el ultrasonido.Descubrió su abultado vientre, la enfermera puso un poco de gel y el Galeno empezó a pasar el transductor y miró la pantalla indicando cada partes del bebé. El sonido de los latidos del corazón se escucharon fuertes y era como una melodía para sus oídos, todos sonreían y más Nohelia."Mi bebé, tienes que despertar Sergio, tienes que despertar para que veas a nuestro hijo. —pensó y volvió a pedir lo que hacía desde que empezó con las citas medicas.—Por favor, quiero cada detalle grabado, quiero que Sergio vea
Los meses siguieron pasando, Nohelia había dado órdenes de acondicionar una habitación a lado de la de Sergio.Cada día y cada noche estaba ahí pendiente de él, hablaba de su hija ponía su mano sobre su vientre y la pequeña hacia sus movimientos, sentía la conexión entre ellos dos.Marisa entró a la habitación de Sergio, vio y escuchó a Nohelia hablando le, se acercó muy despacio sonriendo.—Hija, no debes esforzarte tanto, ya estás de siete meses y tienes que cuidarte más.—Lo sé Marisa, solo deseo que Sergio esté conmigo el día del nacimiento de nuestra princesa.—Lo estará hija, estará presente por que tú lo llevas en tu corazón.Marisa acarició la mano de Sergio, saber que pronto llegaría su nieta era la mayor felicidad que sentía.Nohelia había despertado con un poco de malestar, sentía mucha pesadez y justo en ese momento, sintió unas leves contracciones.—¡Mm! Marisa, no tengo idea de que me pasa pero amanecí muy cansada, y siento un leve dolor.—Vamos para que el doctor te r
Los meses siguieron pasando y ya la pequeña Arielle estaba completamente recuperada, su tiempo que le faltaba se había completado y ahora estaba de camino a la residencia junto a su madre y abuelos. —Señor Alexander, Marisa, será que ustedes pueden darme permiso para hacer algo que ha ace tiempo tengo en mente. —Dime hija, de que se trata. —preguntó Alexander. —Quiero que una parte del ala Este, se acondicione cono una casa habitable, ya no tan hospitalaria. Deseo darle un calor de hogar a esa parte. No sé si lo vean bien, pero es una idea que me gustaría realizar. Marisa miró a Alexander y luego a Nohelia, le gustó la idea de reorganizar esa área hospitalaria y volverla más cálida. —Los médicos no pueden irse. —propuso Alexander. —No estoy pidiendo que se vayan, son muy necesarios. —Has lo que creas conveniente hija, y no escatimes en gastos. También eres la señora de la casa y puedes remodelar esa parte como tú desees. —Solo quiero que Sergio no esté solo, quiero darl
Nohelia seguía su vida de madre y esposa, cada día atendía a Sergio con todo el amor del mundo, lo amaba y había estudiado para atenderlo personalmente, continuó aplazando el regreso a Ecuador. Un años más había pasado, y como cada día se levantó y lo primero que hizo fue ir a la habitación de Sergio. —Buenos días mi amor, hoy nuestra hija va a su primer día de clases, si la vieras, está muy feliz. Acarició sus cabellos, y empezó con la rutina diaria de aseo. —Listo mi vida, guapo y perfumado como siempre. —dio un beso en sus labios y salió. Ahora estaba preparando el desayuno para Arielle de cuatro años, estaba lista para su primer día de clases en el kínder. —¡Apúrate mi vida! O llegaremos tarde a tu primer día. —Ya voy mami, voy a despedirme de nuestro príncipe durmiente. Arielle fue como cada mañana a darle los buenos días a Sergio, entró en la habitación, se acercó a él, pasó sus manitas por el rostro de su padre y dejó un beso en su mejilla. —Buenos días mi pr
Ya en la tranquilidad de la noche, Nohelia había acostado a Arielle después de abrir los regalos.—Mamita, papito, hoy fue un super hiper mega día. —Sergio y Nohelia rieron al escucharla hablar como una chiquilla.—Lo se mi vida, hoy fue tu cumpleaños y papá estuvo con nosotras .—Y por el resto de nuestras vidas mi princesa. —respondió Sergio mirando a su hija y luego a Nohelia.Dejaron a Arielle y salieron de la habitación, Nohelia se disponía a ir a su habitación y fue detenida por Sergio.—Señora mía, usted y yo tenemos una conversación pendiente. —dijo agarrándola por la cintura.—Sergio...—Ahora ven vamos a hablar.Sergio llevo a Nohelia al jardín, ella sentía caminar en más nubes, ¿Qué le preguntaría Sergio? ¿Será que tenía las respuesta correctas?Eran las preguntas en su mente.Llegaron al jardín y se sentaron cerca de la piscina.—Muy bien, quiero que mi esposa me cuente de nosotros, no recuerdo nada, quiero saber cómo nos conocimos, como es nuestra historia.Nohelia tragó
Sergio y Nohelia salieron del lado de su residencia caminando y llegaron al jardín donde estaba Marisa y Alexander. Ellos lo vieron llegar muy sonrientes, agarrados de la mano y se miraron entre sí.—¿Acaso nos perdimos de algo?—preguntó Alexander alternando la mirada ente ellos.—De nada, somos marido y mujer, y decidimos retomar nuestro matrimonio, ¿Qué es lo raro?.—No hijo lo que tú padre dice es que están aquí y no con la nena en el colegio. —se apresuró a responde Marisa.—Pues esa traviesa hoy se nos adelantó, o talvez se nos pegaron las sábanas. —dijo sonriendo.Marisa lo vio diferente con ese brillo en sus ojos y esa sonrisa que iluminaba su rostro, ella estaba feliz de verlos así de felices y teniendo una vida normal como una familia.—Padre, hace semanas que estoy poniéndome al tanto de las empresas, empezaré a hacerme cargo de todo para que tú y mamá se tomen unas vacaciones.—Ma alegra mucho hijo que empieces a llevar tu vida con normalidad, pero no iremos de vacaciones
Sergio y Nohelia luego de tres escalas estaban aterrizando en el aeropuerto de Bora Bora, miró maravillada ese paraíso en la tierra rodeada de agua cristalina, fueron trasladado al resort.Entraron al ascensor y sin perdida de tiempo, Sergio la empotra contra la pared metálica levantó su vestido amplio y pasó su mano por ese desnudo coño, y fue una sorpresa para él, y la miró fijamente a los ojos, y mordiendo su labio inferior por las ganas que tenia de saborear ese paraíso húmedo, un dedo se adentró muy despacio en ella, Nohelia gimió del corrientazo de placer que sentía con ese va y ven de los dedos de Sergio.—Sergio, Sergio. —clamaba con voz melosa.Sergio seguía, mientras sus dedos se adentraba en su intimidad, su boca entreabierta, era devorada por Sergio mientras ella gemía, jadeante y deseosa.Las puertas metálicas se abrieron, y entre besos llegaron a la habitación y nuevamente se entregaron a la pasión de su amor.Era un viaje de luna de miel, a la pequeña Arielle la habí