Nohelia seguía su vida de madre y esposa, cada día atendía a Sergio con todo el amor del mundo, lo amaba y había estudiado para atenderlo personalmente, continuó aplazando el regreso a Ecuador. Un años más había pasado, y como cada día se levantó y lo primero que hizo fue ir a la habitación de Sergio. —Buenos días mi amor, hoy nuestra hija va a su primer día de clases, si la vieras, está muy feliz. Acarició sus cabellos, y empezó con la rutina diaria de aseo. —Listo mi vida, guapo y perfumado como siempre. —dio un beso en sus labios y salió. Ahora estaba preparando el desayuno para Arielle de cuatro años, estaba lista para su primer día de clases en el kínder. —¡Apúrate mi vida! O llegaremos tarde a tu primer día. —Ya voy mami, voy a despedirme de nuestro príncipe durmiente. Arielle fue como cada mañana a darle los buenos días a Sergio, entró en la habitación, se acercó a él, pasó sus manitas por el rostro de su padre y dejó un beso en su mejilla. —Buenos días mi pr
Ya en la tranquilidad de la noche, Nohelia había acostado a Arielle después de abrir los regalos.—Mamita, papito, hoy fue un super hiper mega día. —Sergio y Nohelia rieron al escucharla hablar como una chiquilla.—Lo se mi vida, hoy fue tu cumpleaños y papá estuvo con nosotras .—Y por el resto de nuestras vidas mi princesa. —respondió Sergio mirando a su hija y luego a Nohelia.Dejaron a Arielle y salieron de la habitación, Nohelia se disponía a ir a su habitación y fue detenida por Sergio.—Señora mía, usted y yo tenemos una conversación pendiente. —dijo agarrándola por la cintura.—Sergio...—Ahora ven vamos a hablar.Sergio llevo a Nohelia al jardín, ella sentía caminar en más nubes, ¿Qué le preguntaría Sergio? ¿Será que tenía las respuesta correctas?Eran las preguntas en su mente.Llegaron al jardín y se sentaron cerca de la piscina.—Muy bien, quiero que mi esposa me cuente de nosotros, no recuerdo nada, quiero saber cómo nos conocimos, como es nuestra historia.Nohelia tragó
Sergio y Nohelia salieron del lado de su residencia caminando y llegaron al jardín donde estaba Marisa y Alexander. Ellos lo vieron llegar muy sonrientes, agarrados de la mano y se miraron entre sí.—¿Acaso nos perdimos de algo?—preguntó Alexander alternando la mirada ente ellos.—De nada, somos marido y mujer, y decidimos retomar nuestro matrimonio, ¿Qué es lo raro?.—No hijo lo que tú padre dice es que están aquí y no con la nena en el colegio. —se apresuró a responde Marisa.—Pues esa traviesa hoy se nos adelantó, o talvez se nos pegaron las sábanas. —dijo sonriendo.Marisa lo vio diferente con ese brillo en sus ojos y esa sonrisa que iluminaba su rostro, ella estaba feliz de verlos así de felices y teniendo una vida normal como una familia.—Padre, hace semanas que estoy poniéndome al tanto de las empresas, empezaré a hacerme cargo de todo para que tú y mamá se tomen unas vacaciones.—Ma alegra mucho hijo que empieces a llevar tu vida con normalidad, pero no iremos de vacaciones
Sergio y Nohelia luego de tres escalas estaban aterrizando en el aeropuerto de Bora Bora, miró maravillada ese paraíso en la tierra rodeada de agua cristalina, fueron trasladado al resort.Entraron al ascensor y sin perdida de tiempo, Sergio la empotra contra la pared metálica levantó su vestido amplio y pasó su mano por ese desnudo coño, y fue una sorpresa para él, y la miró fijamente a los ojos, y mordiendo su labio inferior por las ganas que tenia de saborear ese paraíso húmedo, un dedo se adentró muy despacio en ella, Nohelia gimió del corrientazo de placer que sentía con ese va y ven de los dedos de Sergio.—Sergio, Sergio. —clamaba con voz melosa.Sergio seguía, mientras sus dedos se adentraba en su intimidad, su boca entreabierta, era devorada por Sergio mientras ella gemía, jadeante y deseosa.Las puertas metálicas se abrieron, y entre besos llegaron a la habitación y nuevamente se entregaron a la pasión de su amor.Era un viaje de luna de miel, a la pequeña Arielle la habí
Alexander y Marisa salieron junto a Arielle a esperar a Sergio y Nohelia en el aeropuerto. Habían pasado tres días de todo esa difícil confesión hecha a Alexander, se sintió un poco liberada, miró a lo lejos que se acercaban y ella pudo sonreír al ver la felicidad que irradia en ellos. —¡Mami, papá! -gritó Arielle con los brazos abiertos corriendo a su encuentro. Nohelia se adelantó e se puso a su altura y se abrazaron, luego se unió a ese abrazo Sergio. —Te extrañe mucho mami y a ti también papito. —Y tú a mí, mi amor mucho mucho. —¿Adivina que mi vida? —Preguntó Sergio sin imaginar la respuesta que le daría Arielle. —¿Ya? ¿Ya tendré a mi hermanito? A Nohelia se le subieron los colores intensos al rostro, miró a Sergio y apretó sus labios formando una línea. Sergio la tomó en brazos y caminó con ella. —No mi pequeña, la noticia es que ahora tú irás con los abuelos. —Yo quiero un hermanito, —expresó haciendo un puchero y cruzando sus brazos. Todos sonrieron al escu
La noche continuó y Sergio no sé percataba de la incomodidad de Nohelia, desde que hizo preguntas ella trató de aparentar una tranquilidad que no sentía. La cena pasó, y era la hora del postre, había pedido una cassata sisiliana que había descubierto era su postre favorito .—¡Mm! Se ve muy delicioso, y me gusta mucho, cuando estaba embarazada solo quería este postre.—A mi también me encanta. —respondió Sergio sin saber por qué lo dijo —Si, me lo dijo Marisa que te gustan mucho, y debe ser ella quien te lo dijo.. —contestó Nohelia sin imaginar que Sergio jamás había preguntado tales cosas.—No me lo dijo mi madre. —habló mecánicamente. Nohelia lo miró y volvió a sentir el temor más grande.—¿No? —Preguntó Nohelia sintiendo un temblor en su cuerpo. ¿Acaso Sergio tenía recuerdos del pasado? Solo pensar en eso le causó un temor muy grande.—No, simplemente lo sé. —respondió mirándola fijamente.-Nohelia parpadeó tragó el nudo formado en su garganta y pudo articular palabras.—Sergio,
Las semanas pasaron, Nohelia seguía con esa inquietud, y el ambiente entre ellos era cada vez más tenso, Sergio cada noche vivía sus sueños y pronunciaba palabras y ante ellas el nombre de Julianne. "Nuevamente Sergio en una habitación, escuchaba la misma voz, sentía que era la misma mujer, pero aún no veía su rostro. Sabía que la amaba, sentía esa conexión con ella, y este cuando veía el rostro de Nohelia, cerraba los ojos y era la voz de Julianne la que escuchaba. ¿Qué sucede mi mujer bonita? ¿No puedes dormir? ¿Deseas que te lleve a tu departamento?¿Qué sucede Julián? ¿Le pasa algo a nuestro bebé?."—Nuestro bebé. —pronunció en susurros y Nohelia escuchando. Sus lágrimas rodaban al confirmar que no era ella la protagonista de sus sueños y mucho menos su hija la bebé que Sergio en sueños pronunciaba.Siguió ahí parada frente a él en silencio torturando se escuchando lo que el decía." Nunca te dejaría, eres .. son la más importante para mí, tú y este pequeñín que crece aquí, son
Sergio después de la noche intensa que había tenido con Nohelia, se dejó llevar por los brazos de Morfeo, seguido por sus perturbadores sueños que ya no lo dejaban tranquilo. "Nuevamente se veía caminando por una especie de campo, iba de la mano de aquella mujer que escuchaba su voz pero no podía ver su rostro. "Te amo mi mujer bonita, tú y Arielle serán mi mundo entero. —Aqui dentro de mí está creciendo un sentimiento por ti Sergio. ¡Sergio! ¡Sergio!" —Julianne. —Pronunció en un susurro, abrió los ojos, y miró a todos lados y se sorprendió verse en un lugar desconocido y extraño, miró a la mujer desconocida a su lado y de un solo salió de la cama, se vistió y salió de ahí como alma que lleva el diablo. Subió al auto y siguió la carretera sin saber a dónde ir. Manejó y en su cabeza los pensamientos eran un caos, sentía que había traicionado a Julianne. No miró por donde iba, se sentía desorientado y de pronto frenó a raya, y un cuerpo cayó sobre el parabrisas del auto