Aún mareada y temerosa salí de aquel burdel, sintiendo lástima por las otras chicas vendidas que seguían en él y sin tener claro mi destino. Enfrente del local había un enorme coche negro lujoso, y el hombre que conducía trajeado, bajo del asiento del conductor para abrirnos una de las puerta traseras.
Al entrar adentro, junto a él y los otros dos hombres, me sentía observada de arriba abajo y enseguida pregunté.
_¿Por qué me has salvado?
Él, que estaba justo a mi lado, me observó direcamente con sus preciosos ojos azules que parecían vacíos de emociones.
_¿Cuál es tu nombre ?
Preguntó con interés.
_Dianora..
_Precioso nombre, yo soy Matteo , y te he salvado para que estés en deuda conmigo, una deuda que debes cumplir si deseas ser libre de nuevo.
_¿En deuda?, pero yo no tengo dinero, solo puedo darte mi casa. Prometo que si me dejas irme puedes quedártela, es lo unico que tengo material en mi vida, pero no me importa, prefiero ser libre de nuevo y empezar sin nada.
_Eso no va poder ser por el momento. Además yo no quiero tu casa, tengo muchísimo dinero, más del que te puedas imaginar y puedo comprarme las casas que desee. ¿Por que querría tu casa?
Dijo riéndose, hasta su sonrisa era preciosa, pero aquel hombre que por fuera era inmensamente atractivo y cautivador, parecía tener un alma verdaderamente oscura.
_Si te he salvado de ese tirano, es para que te cases conmigo, solo para estar en matrimonio durante un año, y para que ante todo el mundo seas una ideal buena esposa.
Yo me quedé de nuevo paralizada, él quería sacar algo de mi como el anterior hombre...
_Te ofrezo un matrimonio pactado conmigo de solo un año... tendrás todos los lujos que desees, incluso un dinero mensual, y tu propia habitación en mi villa, siempre que accedes a casarte conmigo y cooperas a mi lado para disimular ante todos que estamos completamente enamorados.
_Pero yo no te conozco de nada, ¿ Qué clase de petición es esta?
_Solo sera un año, luego nos divorciaremos legalmente y podrás irte, continuar con tu vida y no volver a verme nunca más.
_Pero yo...no puedo hacer esto, tengo cosas que hacer, no puedo dejar mi vida sin más y cansarme con alguien que no conozco. ¿Qué clase de deuda es ésta?
_Es importante que sepas que estarás a salvo, no intento aprovecharme de ti de ninguna manera. Será un trato de un año de duración... ni siquiera voy a tocarte.
Yo me sentí algo aliviada ante ello, por lo menos podía estar segura de que ese hombre no quería agredirme sexualmente, ni que cumpliese obligada con con las relaciones que tendría una esposa durante en el matrimonio con su marido
_Si era eso lo que te preocupaba, puedes estar tranquila pequeña, yo no soy ningún violador... no disfruto acosando ni haciendo daño a las mujeres. Es más, puedo tener a la mujer que desee libremente.
Dijo en ese momento de manera sobervia y egocéntrica, y dadas sus condiciones físicas que eran perfectas, no me extrañó en absoluto que fuese asi. Era guapísimo, rico e incluso parecía respetuoso para las circunstancias, al menos más que el dueño del burdel, del que había recibido en poco tiempo arrastramientos , apretones de muñeca , gritos y empujones...
_¿Por qué yo?
Él sonrió.
_Me sentí atraído por tu gran belleza.
Dijo con sinceridad de manera directa, y eso hizo que me sonrojase un poco, y miré hacia mis pies, esquivando su mirada azul durante varios segundos, como una niña pequeña completamente avergonzada, aunque ya fuese una mujer adulta joven.
_Entonces ahora cuando lleguemos te enseñaré la que será tu nueva casa por un año y tu habitación, en los próximos días la mujer principal del servicio cogerá tus tallas y medidas para comprar toda la ropa que necesites. Por el momento hasta que no me demuestres confianza y nos casemos, por supuesto, no se te permitirá salir. Espero que no te sientas ofendida por ello pero, como tú has dicho, yo tampoco te conozco de nada y no puedo confiar en ti.
_Pero espera, como ya te dije no puedo casarme contigo, no puedo... lo siento pero no puedo hacer esto.
Él soltó una carcajada en aquel momento.
_Princesa, me parece que o no me explico lo suficientemente bien o es que te cuesta comprender lo que te estoy diciendo. Esto no es una petición, es una orden, te casarás conmigo y punto, y estaremos conviviendo un año bajo el mismo techo, aunque tranquila mi villa es enorme, habrá días que ni nos cruzaremos. O espera... ¿Prefieres ser devuelta a ese burdel de mala muerte?
Me dijo a modo de amenazante y yo me quedé callada.
Sin darme cuenta llegamos a la zona residencial más cara de la ciudad, donde solo vivian los empresarios mas exitososo, políticos, y... mafiosos, como sospechaba que era el caso de aquel hombre. De repente tras varios minutos paro el coche y sin previo aviso, paramos ante una inmensa villa con miles de metros de jardín y una casa más digna que ser llamada castillo. Aquel era su hogar definitivamente. Después de dejarme en la que se había elegido para ser mi habitación, un cuarto enorme y frío, como aquel lugal, decidí que lo que lo único que podía hacer era planear mi huida.
Así que pasé la tarde allí fingiendo dormir, y al caer la noche de manera sigilosa baje las escaleras de aquella planta, no escuché a nadie, pero al llegar a primer piso oí a hombres hablar entre ellos de una operación que debían llevar a cabo en el centro de Nápoles.
Yo me alejé de aquellas voces sin prestarlas atención, y cuando llegué a la puerta simplemente corrí desperada sin mirar atrás, y seguí corriendo metros y metros de jardín, exhausta, hasta llegar justo a la enorme valla de la entrada que estaba dispuesta a saltar paraa ser libre cuando.
_¿Dónde te crees que vas princesa?
Escuché su voz justo a mis espaldas, dios mío él estaba justo ahí. Me giré lo vi de nuevo detrás mía mucho más alto que yo y fuerte, pero instintivamente me lancé sobre él dispuesta a luchar, y comencé a gritar y sacudir mis brazos pegando golpes contra su pecho que parecían no hacerle ningún daño.
_Eres un monstruo, un monstruo...
Él después de varios segundos, terminó sujetando mis manos y me pidió entre gritos que me tranquilizase.
_¿Pero por qué estás haciendo las cosas tan sumamente complicadas?, solo sera un matrimonio falso de un año, ni siquiera tenemos que compartir tiempo juntos solo debemos disimular.
_¡Porque soy libre y nadie puede bligarme a nada, ni siquiera tu a pesar de que seas un jodido mafioso!
Dije entre lágrimas de ira.
_Yo te compre y me perteneces al menos durante un año... y estoy siendo bastante generoso.
... gritó a uno de sus hombres, que no tardó en llegar hasta nosotros.
_Llama a la ama de llaves, necesito que la encierre en su habitación, no puedo confiar en ella.
Enseguida llegó una mujer mayor que me dijo que sería mejor que no armase más problemas y me obligó entre amenazas sutiles a ir con ella de vuelta a la que era mi habitación asignada.
Pasé aquella noche llorando en aquella enorme habitación, desesperada y pensando en la manera de escapar, de manera mas inteligente y sigilosa. Y a la mañana siguiente, temprano, la misma mujer, que dijo llamarse Margarita, me pidió que fuese al jardín con ella que mi desayuno estaba preparado. Había una bonita mesa junto a la piscina con grandes tostadas, pan dulce, galletas, frutas, café y zumos frescos.
_Come todo lo que desees.
_No tengo hambre, solo quiero irme de aquí.
Deberías estar agradecida muchacha, muchas prisioneras preferirían estar aquí que de donde te salvo ...
Yo no contesté, a fin de cuentas seguía sin disponer de mi bien mas preciado, mi libertad.
_El señor Matteo no suele ser an amable con las personas.
Yo seguí sin contestar.
_¿Café?
_Está bien.
Dije sin poder negarme al olor perfecto que salía de aquella cafetera italiana que estaba justo enfrente.
_Él no te obligará a compartir tu tiempo con él, tómate este año como unas vacaciones, con servicio, spa, piscina y un jardín donde puedes hacer ejercicio y descansar al sol.
_Señora yo tengo que volver a mi casa, tengo unos estudios a los que asistir y debo saber cómo se encuentra mi abuelita.
_Parece que no lo entiendes... muchacha tú ahora le perteces a Matteo Barone por un año, vas a ser su esposa, y más vale que te comportes como una buena al menos cara a su gran círculo social.
_Y no voy a ser la esposa de nadie señora.
Ella se echó a reir en aquel momento.
_Claro que lo serás, Matteo ya ha anunciado vuestro compromiso públicamente y os casareis en tres días.
_Pero eso no es posible, ¿Por qué ha hecho eso?
_Las razones no importan, tú lo único que debes hacer es cooperar si quieres volver a ganar tu libertad.
En cuando el cielo clareó escuché como la cerradura de mi enorme nueva habitación estaba siendo forzada, alguien estaba intentando entrar.De repente la puerta se abrió de golpe y una sombra conocida apareció junto a la puerta._Muchacha es hora de desayunar, vístete, el señor Matteo te espera abajo en el jardín.Era Margarita, la misma maldita mujer que me había llevado a encerrarme a mi habitacion el día anterior y me había confesado sarcásticamente que en pocos días se celebraría mi propia boda, obligándome a contraer matrimonio a la fuerza, completamente en contra de mi voluntad._No pienso ir a ninguna parte, me quedaré aquí en la habitación._Deja de ser una niña consentida, deberías estar agradecida a Matteo realmente salvo tu culo, alguien como tú no hubiera durando demasiado tiempo de donde te saco.Yo no contesté apreté la almohada y volví a llorar como había hecho durante toda la noche._Ahora vístete, no te lo repetiré más veces, ¿O quieres que venga él mismo a buscarse?D
*Dianora*Al llegar de nuevo a la villa de Matteo, cientos de reporteros estaban allí esperándonos, por lo que parecía él era un hombre muy reconocido. Él se bajó encanador del auto, fue hacia mi lado, abrió la puerta y me tendió la mano fingiendo un gran amor._Te ayudaré a salir princesa.Recuerdo que dijo ante todos sonrientes y yo también sonreí falsamente intentanto ser la mejor actriz del momento.Al pasar adentro cogidos de la mano, y seguidos del chofer y Marga, ambos acabamos entrando a la casa solos después de recorrer el jardín. Yo no dije nada, estaba en shock y temerosa, llegamos a mi habitación, él pasó dentro, cerró la puerta y se quedó en ella observándome fijamente como un verdadero depredador atraído por mi.Él se fue aproximando a mi sin aparte su mirada que parecía de deseo intenso hasta colocarse a mis espaldas, y entonces acarició mi hombro, y eso me hizo sentir miles de sensaciones extrañas y a la vez intensas en la boca del estómago y yo... yo estava tan nervi
*Matteo*Después de descubrir que la única mujer que había amado con todo mi corazón, se había unido a mi enemigo... aquello me hizo sentirme aún mas vacío de lo que sentí Después de que me abandonase. Aquella maldita mujer me había hecho que perdiese la confianza en el amor, había sido una estafadora que durante años me había hecho creer que me amaba profundamente y que era mi alma gemela, cuando en realidad solo estaba conmigo por mi status social, mi poder, influencias y fortuna familiar.Al llegar a casa enseguida descubrí que Dionora no estaba, Después de tocar varias veces a su cuarto por si quería cenar, abrí y vi que estaba vacío, no había rastro de su presencia ni allí, ni en el resto de la inmensa casa ni en ningún rincón del inmenso jardín de la propiedad. En el acto pregunté a empleados del servicio, incluido el chóferes y el ama de llaves sobre su paradero y todos se pusieron a buscar de nuevo como locos por toda la casa, hasta que Margarita me dijo que seguramente hubie
*Matteo*Aquello me pilló por sorpresa, ellos, incluida Esmeralda pensaban que Dianora era realmente mi esposa y que yo la amaba, y no habían tardado ni un segundo en secuestrarla... Yo no había puesto la seguridad suficiente a aquella pobre chica inocente, aquello generó una enorme sensación de culpabilidad sobre mis hombros. Y Esmeralda... ¿Por qué estaba metida en eso?, después de abandonarme como un despojo ... ¿Qué le importaba que yo me casase? Había demostrado que jamas me amó durante los cinco años que habíamos estado juntos. Aún llevaba todo ese impacto que me causó su abandono en mi corazón, se fue una noche sin más, sin decirme adiós o darme una explicación. Fue al poco tiempo cuando descubrí que Esmeralda estaba con mi principal rival. Y si ella se había ido de mi lado dejándome desolado, ¿ Por qué tenía que volver para castigarme haciéndole daño a la que acaba de convertirse en mi esposa? Dianora no debía verse incolucrada en esto, ella tenía un contrato matrimonial con
*Matteo*Aquella noche había dormido por fin tranquilo porque todo había ha salido por fin bien, mi pacto de matrimonio acordado estaba asegurado y Dianora estaba a salvo en la villa.A primera hora de la mañana, al dirigirme a la mesa que estaba en el jardín, a pocos metros de la casa, observé a Dianora colocando dos platos con tortillas._¿Qué estás haciendo?_Pregunté extrañado._El desayuno._¿Por qué?_Pregunté increíblemente perplejo._Porque aunque tenemos un matrimonio falso, es normal que una buena esposa prepare a su esposo el desayuno.Me quedé paralizado varios segundos y entonces decidí sentarme junto a ella._¿Te gustan las tortitas?Me preguntó en aquel momento sonriente._Sí..._Puedes ponerle nata y caramelo y están mucho mejor _dijo agarrando los botes que también había dejado sobre la mesa.Era la primera vez que alguien me preparaba el desayuno alguien que no fuese un empleado y estaba realmente... ¿Emocionado?_Tengo que irme a hacer mis funciones.Dije serio al ter
*Matteo*Piero y Dianora tardaban demasiado y comencé a preocuparme, cada uno de mis coches llevaba un GPS de seguridad y me dirigí hacia allí con Adriano y otros dos de mis hombres. Al ver a Piero tras llegar a toda velocidad, con la conducción precisa y algo arriesgada de Adriano, vi a Piero como un loco inentando estacionar el coche en algún punto de aquella calle súper transitada._¿Pero dónde está Dianora?_Esa muchacha salió corriendo detrás de una amiga que dice que vio y me dejó aquí con el coche sin poder hacer nada.Esa maldita niña insolente me desesperaba, así que entré al local, con dos de mis hombres detrás y dejé a Adriano ayudando a Piero, y fui cuando vi a la que era mi esposa rodeado por cinco borrachos sin escrúpulos._¿Pero qué hacéis acosando a mi esposa?_ dije lleno de ira, antes de avalanzarme sobre los dos primeros y acabar con ellos solo con dos punetazos bruscos en el pecho.Enseguida lancé dos patadas a otros dos, y al último un par de puñetazos sobre el est
*Dianora* Justo después de la petición que me había hecho Matteo, pensé que quizás era un magnífico momento para defender mis derechos... así que lancé aquella pregunta de manera impulsiva. Llevaba un tiempo pensando en ello, porque estar relajada, disfrutando de la inmensa villa y sus lujos era mavilloso, pero yo siempre había sido una chica inquieta e independiente, y sabía que estar un año sin hacer nada, solo fingiendo ser una buena esposa, terminaría por aburrirme... _¿Matteo te importaría que consiguiese un trabajo? Yo quería conseguir de nuevo un empleo, trabajar me había hecho, desde pequeña, sentirme útil. Me gustaba ganar mi propio dinero sin tener que pedírselo a nadie más. Él se quedó callado varios segundos y su expresión se volvió perpleja. _¿Y para que querrías trabajar?, tienes todo lo que quieres, al menos mientras tengamos este contrato de un año. No es necesario... no va a faltarte de nada, ya lo ves. Y si necesitas más ropa o dinero, no hay problema te daré lo
*Dianora* _Mmm, sí, creo que puede ser una buena oportunidad para mi. Después de hablar con ella más a fondo sobre las condiciones de trabajo y el sueldo, me di cuena de que era bastante tarde, me despedí de esa chica hermosa y me dirigí hacia la multitud, alguien cogió mi mano suavemente por detrás y al girarme me encontré con la mirada de Matteo impregnada de deseo y alcohol. _Princesa... Yo noté como mi respiración se detenía y extrañamente mi corazón se aceleraba. _Matteo... ¿Te encuentras bien? _Debemos irnos. Dijo sin a penas poder hablar, estaba claro que había bebido demasiado, y le costaba mantenerse en pie, puso su fuerte brazo derecho al rededor de mi cintura y apoyó su cabeza cerca de mi cuello, haciendo que sintiese su respiración caliente en mi. No tenía claro si hacía aquello por disimular ante todos o si realmente no estaba en un perfeccto estado. Durante el trayecto ninguno de los dos dijimos nada y la mirada de Matteo se perdió entre las colinas que rodeaban a