En cuando el cielo clareó escuché como la cerradura de mi enorme nueva habitación estaba siendo forzada, alguien estaba intentando entrar.
De repente la puerta se abrió de golpe y una sombra conocida apareció junto a la puerta.
_Muchacha es hora de desayunar, vístete, el señor Matteo te espera abajo en el jardín.
Era Margarita, la misma m*****a mujer que me había llevado a encerrarme a mi habitacion el día anterior y me había confesado sarcásticamente que en pocos días se celebraría mi propia boda, obligándome a contraer matrimonio a la fuerza, completamente en contra de mi voluntad.
_No pienso ir a ninguna parte, me quedaré aquí en la habitación.
_Deja de ser una niña consentida, deberías estar agradecida a Matteo realmente salvo tu culo, alguien como tú no hubiera durando demasiado tiempo de donde te saco.
Yo no contesté apreté la almohada y volví a llorar como había hecho durante toda la noche.
_Ahora vístete, no te lo repetiré más veces, ¿O quieres que venga él mismo a buscarse?
Dijo refiriéndose a aquel sexy mafioso pero con personalidad escalofriante que me estaba esperando abajo.
Después de aquello, cerró la puerta de un portazo, y yo por miedo ante sus amenazas, me vestí con la primera ropa cómoda que encontré, unos jeans, un suéter ancho, unas zapatillas, y tras poner mi pelo largo oscuro en una coleta improvisada, bajé las escaleras y salí de la casa hasta llegar a la mesilla del jardín.
_Buenos dias.
Él estaba sentado, leyendo el periódico, trajeado, y acababa de levantar su mirada hermosa para dirigirse a mi, yo en cambio, me senté y no contesté.
_Veo que tendré que educarte durante este año.
Yo no dije de nuevo nada.
_Puedes empezar a comer, no es necesario que esperes a que te de permiso.
DIjo a tono de broma.
_No pienso comer nada, estoy oficialmente en huelga de hambre y seguiré así...
_¿Y qué pretendes con eso?
_Morir, que prefiero morir que perder mi libertad casándome contigo. Y si veo que sufro mucho me tiraré por el balcón.
_Oh, entonces creo que deberé cambiarte cerrar el balcón de tu habitación con llave y ponerte a algún seguridad durante veinticuatro horas.
Dijo serio y eso me asustó.
Después de estar en esa mesa una hora más, con los ojos hinchados de haber llorado toda la noche, y sin probar bocado. Matteo se fue a hacer sus quehaceres enfadado por mi actitud y Margarita me acompañó de nuevo a mi habitación. Yo estuve allí encerrada todo el día viendo en la televisión una serie turca de romance intenso que pensé que jamas viviría. Mi estómago crujía del hambre y caí dormida, cuando desperté ya estaba oscuro y alguien tocó a mi puerta dos veces, al no contestar escuché su propia voz llamándome. Yo finalmente abrí con cuidado y vi a Matteo frente a mi, arreglado y con una mirada que me hipnotizó al instante, debía estar enferma porque aquel hombre me atraía intensamente pero me estaba privando de mi libertad y era un ser cruel y malvado.
_Te espero en la planta de abajo, en el salón en cinco minutos.
_Pero...
Cuando me disponía a hablar, se giró y se fue dejándome con la palabra en la boca.
Bajé desarreglada llegando al salón, había una gran mesa con velas sore ellas y muchísimos platos de comida exquisita y él me esperaba sentado mientras sostenía una copa de vino.
_Por favor siéntate.
_Te dije que no volveré a comer.
Dije mientras me sentaba pero él ignoró mis palabras.
Solo quería decirte que he descubierto que tu abuela esta hospitalizada en el hospital principal de Nápoles.
_No puede ser...
Dije a punto de llorar.
_Que tu padre intentase venderme le hizo sufrir un infarto y sigue en cuidados intensivos.
_Oh dios mío, ella es la única familia de verdad que me quiere en el mundo.
_Parece que hay demasiados pacientes en ese hospital público, quizás no este recibiendo los mejores cuidados, pero yo podría pagar su tratamiento en uno privado en el que la cuidarán perfecamente dándole todas las atenciones.
_¿Y por qué harías eso?
_Para salvar su vida, ya que dudo que puedan hacerlo en ese hospital tercer mundista.
¿De verdad lo harías?
_Sí... siempre y cuando accedas a casarte conmigo.
En aquel momento no lo dude ni un instante.
_Sí, acepto, haré lo que sea, pero tienes que dejarme verla.
_Oh princesa, antes de la boca eso será imposible.
No me quedo más remedio que acceder, amaba a mi abuela, y debía salvar su vida. Él me obligó a volver a comer y accedí también a cenar con él, sintiéndome de nuevo una mujer prisionera a sus órdenes.
De repente el silencio del salón se interrumpió y uno de sus hombres trajeado irrumpió sosteniendo a dos mujeres jóvenes rubias y hermosas sobre la cintura. Ambas iban vestidas con vestidos brillantes muy cortos rosas, y tenían el pelo ondulado y largo de manera similar, olían a perfume barato, y tenían un escote demasiado pronunciado.
_El coche nos espera Matteo, para ir a la fiesta privada.
Él se levantó y me lanzó una mirada fría, se dirigió a una de las chicas y le dio un beso apasionado mientras le agarraba el trasero con fuerza.
_Buenas noches princesa.
Dijo irónico justo antes de irse.
Dos días después fue el día de la gran celebración, yo imaginaba que sería una celebración tranquila en alguna parroquía pequeña de algún pueblecito discreto. Pero no fue para nada así, un precioso coche blanco estaba esperándome fuera para llevarme. Marga me ayudó a bajar las escaleras, también me había ayudado a vestirme con ese hermoso vesido blanco escotado con cola de sirena, que era muy ajustado y me hacía parecer una muñeca de cuento.
_ Estás preciosa ...
Dijo sonriente..
_La estiticista contratada te ha hecho un peinado y un maquillaje fabuloso.
Dijo destacando mi largo recogido de rizos y el maquillaje terminado en unos labios color rojo intenso.
Durante el trayecto no tardamos demasiado en llegar, y al darme cuenta de que estabamos en el centro de la ciudad, en la iglesia mas importante y que habia cientos de personas esperando mi llegada, entre ellos reporteros con camaras para fotografiarme, estuve a punto de desmayarme.
_Tú solo estate tranquila y sonrié.
¿Y eso hice que más podía hacer?
Y al pasar aquella multitud que solo me sonreía y fotografiaba y grababa entre en la gran iglesia viendo un gran pasillo hacia el altar, y a ... esperándome radiante al fondo para darnos el "Sí quiero".
Cuando comencé a caminar del brazo de Marga me di cuenta de que habían muchos rostros de personajes concidos entre los asistentes, futbolistas famosos de primera división, empresarios multimillonarios de éxito e incluso algún actor y actriz de una serie italiana de moda actual. Justo al llegar a su lado, Marga se largó, dejándome allí y ese hombre impecable me observó fijamente.
_El vestido te queda mejor de lo que esperaba.
_Creía que iba a ser algo íntimo...
Dije nerviosa en un susurro.
_Esto no está bien, quiero irme.
_Si te atreves a marcharte...
Dijo disimulando con una sonrisa mientras me susurraba aquello.
_No podré asegurar el bienestar de tu querida abuela, ni tampoco el de tu mejor amiga Teresa.
¿Cómo sabía de la existencia de Teresa?, ella era mi mejor amiga, y prácticamente una de las pocas personas en las que podía confiar desde la escuela primaria.
_Así que simplemente haz la mejor actuación que puedas y coopera si quieres que ellas sigan estando a salvo.
De repente todo el mundo se quedó en silencio, el sacerdote acababa de aparecer feliz y se colocó frente a nosotros empezando el acto:
"Estamos aquí reunidos para establecer el matrimonio de esta bella pareja..."
Yo después de aquello desconecté de la triste situación, iba a casarme con alguien que no amaba, obligada con un hombre que me había arrebatado mi libertad y estaba en deuda con él. No solo era y eso, si no accedía las únicas dos personas que amaba en el mundo y que consideraba mi familia estarían en peligro y no podia permitirme eso, jamás me perdonaría si les ocurría algo. Asi que decidí sacrifcarme por garantizar que ellas estuviesen bien.
_Sí quiero.
Dije en voz muy alta cuando llegó el momento de mi respuesta para que todo el mundo se escuchase, y ese hombre se giró hacia mi, me observó fríamente y puso sus manos sobre mi cintura. Sentí cosquillas en el estómago cuando me apretó contra su cuerpo fuerte, y luego acercó su rosro al mío y besó mis labios con una pasión desboradada que por un instante me hizo perder la nocion del tiempo, sentí un calor inmenso en mis entranas y fue como si subiese al cielo y luego al separarse el de mi bajase y me estrellase contra el suelo.
_Me gustan tus labios.
Dijo bajito al separarse de mi. Y yo aún bloqueada por ese beso intenso me quedé callada. Y de repente todas aquellas personas se fundieron en un gran aplauso que lleno cada lugar de la hermosa iglesia.
*Dianora*Al llegar de nuevo a la villa de Matteo, cientos de reporteros estaban allí esperándonos, por lo que parecía él era un hombre muy reconocido. Él se bajó encanador del auto, fue hacia mi lado, abrió la puerta y me tendió la mano fingiendo un gran amor._Te ayudaré a salir princesa.Recuerdo que dijo ante todos sonrientes y yo también sonreí falsamente intentanto ser la mejor actriz del momento.Al pasar adentro cogidos de la mano, y seguidos del chofer y Marga, ambos acabamos entrando a la casa solos después de recorrer el jardín. Yo no dije nada, estaba en shock y temerosa, llegamos a mi habitación, él pasó dentro, cerró la puerta y se quedó en ella observándome fijamente como un verdadero depredador atraído por mi.Él se fue aproximando a mi sin aparte su mirada que parecía de deseo intenso hasta colocarse a mis espaldas, y entonces acarició mi hombro, y eso me hizo sentir miles de sensaciones extrañas y a la vez intensas en la boca del estómago y yo... yo estava tan nervi
*Matteo*Después de descubrir que la única mujer que había amado con todo mi corazón, se había unido a mi enemigo... aquello me hizo sentirme aún mas vacío de lo que sentí Después de que me abandonase. Aquella maldita mujer me había hecho que perdiese la confianza en el amor, había sido una estafadora que durante años me había hecho creer que me amaba profundamente y que era mi alma gemela, cuando en realidad solo estaba conmigo por mi status social, mi poder, influencias y fortuna familiar.Al llegar a casa enseguida descubrí que Dionora no estaba, Después de tocar varias veces a su cuarto por si quería cenar, abrí y vi que estaba vacío, no había rastro de su presencia ni allí, ni en el resto de la inmensa casa ni en ningún rincón del inmenso jardín de la propiedad. En el acto pregunté a empleados del servicio, incluido el chóferes y el ama de llaves sobre su paradero y todos se pusieron a buscar de nuevo como locos por toda la casa, hasta que Margarita me dijo que seguramente hubie
*Matteo*Aquello me pilló por sorpresa, ellos, incluida Esmeralda pensaban que Dianora era realmente mi esposa y que yo la amaba, y no habían tardado ni un segundo en secuestrarla... Yo no había puesto la seguridad suficiente a aquella pobre chica inocente, aquello generó una enorme sensación de culpabilidad sobre mis hombros. Y Esmeralda... ¿Por qué estaba metida en eso?, después de abandonarme como un despojo ... ¿Qué le importaba que yo me casase? Había demostrado que jamas me amó durante los cinco años que habíamos estado juntos. Aún llevaba todo ese impacto que me causó su abandono en mi corazón, se fue una noche sin más, sin decirme adiós o darme una explicación. Fue al poco tiempo cuando descubrí que Esmeralda estaba con mi principal rival. Y si ella se había ido de mi lado dejándome desolado, ¿ Por qué tenía que volver para castigarme haciéndole daño a la que acaba de convertirse en mi esposa? Dianora no debía verse incolucrada en esto, ella tenía un contrato matrimonial con
*Matteo*Aquella noche había dormido por fin tranquilo porque todo había ha salido por fin bien, mi pacto de matrimonio acordado estaba asegurado y Dianora estaba a salvo en la villa.A primera hora de la mañana, al dirigirme a la mesa que estaba en el jardín, a pocos metros de la casa, observé a Dianora colocando dos platos con tortillas._¿Qué estás haciendo?_Pregunté extrañado._El desayuno._¿Por qué?_Pregunté increíblemente perplejo._Porque aunque tenemos un matrimonio falso, es normal que una buena esposa prepare a su esposo el desayuno.Me quedé paralizado varios segundos y entonces decidí sentarme junto a ella._¿Te gustan las tortitas?Me preguntó en aquel momento sonriente._Sí..._Puedes ponerle nata y caramelo y están mucho mejor _dijo agarrando los botes que también había dejado sobre la mesa.Era la primera vez que alguien me preparaba el desayuno alguien que no fuese un empleado y estaba realmente... ¿Emocionado?_Tengo que irme a hacer mis funciones.Dije serio al ter
*Matteo*Piero y Dianora tardaban demasiado y comencé a preocuparme, cada uno de mis coches llevaba un GPS de seguridad y me dirigí hacia allí con Adriano y otros dos de mis hombres. Al ver a Piero tras llegar a toda velocidad, con la conducción precisa y algo arriesgada de Adriano, vi a Piero como un loco inentando estacionar el coche en algún punto de aquella calle súper transitada._¿Pero dónde está Dianora?_Esa muchacha salió corriendo detrás de una amiga que dice que vio y me dejó aquí con el coche sin poder hacer nada.Esa maldita niña insolente me desesperaba, así que entré al local, con dos de mis hombres detrás y dejé a Adriano ayudando a Piero, y fui cuando vi a la que era mi esposa rodeado por cinco borrachos sin escrúpulos._¿Pero qué hacéis acosando a mi esposa?_ dije lleno de ira, antes de avalanzarme sobre los dos primeros y acabar con ellos solo con dos punetazos bruscos en el pecho.Enseguida lancé dos patadas a otros dos, y al último un par de puñetazos sobre el est
*Dianora* Justo después de la petición que me había hecho Matteo, pensé que quizás era un magnífico momento para defender mis derechos... así que lancé aquella pregunta de manera impulsiva. Llevaba un tiempo pensando en ello, porque estar relajada, disfrutando de la inmensa villa y sus lujos era mavilloso, pero yo siempre había sido una chica inquieta e independiente, y sabía que estar un año sin hacer nada, solo fingiendo ser una buena esposa, terminaría por aburrirme... _¿Matteo te importaría que consiguiese un trabajo? Yo quería conseguir de nuevo un empleo, trabajar me había hecho, desde pequeña, sentirme útil. Me gustaba ganar mi propio dinero sin tener que pedírselo a nadie más. Él se quedó callado varios segundos y su expresión se volvió perpleja. _¿Y para que querrías trabajar?, tienes todo lo que quieres, al menos mientras tengamos este contrato de un año. No es necesario... no va a faltarte de nada, ya lo ves. Y si necesitas más ropa o dinero, no hay problema te daré lo
*Dianora* _Mmm, sí, creo que puede ser una buena oportunidad para mi. Después de hablar con ella más a fondo sobre las condiciones de trabajo y el sueldo, me di cuena de que era bastante tarde, me despedí de esa chica hermosa y me dirigí hacia la multitud, alguien cogió mi mano suavemente por detrás y al girarme me encontré con la mirada de Matteo impregnada de deseo y alcohol. _Princesa... Yo noté como mi respiración se detenía y extrañamente mi corazón se aceleraba. _Matteo... ¿Te encuentras bien? _Debemos irnos. Dijo sin a penas poder hablar, estaba claro que había bebido demasiado, y le costaba mantenerse en pie, puso su fuerte brazo derecho al rededor de mi cintura y apoyó su cabeza cerca de mi cuello, haciendo que sintiese su respiración caliente en mi. No tenía claro si hacía aquello por disimular ante todos o si realmente no estaba en un perfeccto estado. Durante el trayecto ninguno de los dos dijimos nada y la mirada de Matteo se perdió entre las colinas que rodeaban a
* Dianora*_Debes ser muy feliz, yo estaré muy feliz el día consiga casarme y tener la boda con la que siempre he soñado.Yo me quedé callada, era tan bueno para mi haber conocido a Esmeralda, abrirme con otra mujer y volver a explicar cómo me sentía._¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien?Supongo que ella vio en mi cara que ocultaba algo y que no era feliz del todo._Realmente no estoy todo lo feliz que debería, por eso buscaba un trabajo que hacer._Oh siento mucho oir eso, ¿ Tienes problemas con tu esposo? Siempre hay crisis de pareja y pueden solucionarse, es algo muy normal Dianora.Ella colocó una de sus manos sobre mi mano derecha, me miró a los ojos y sonrió, había tenido mucha suerte de haber coincido con ella en aquella prueba de modelaje, habíamos conectado enseguida. Definitivamente ella trasmitía confiaba y parecía una mujer súper comprensiva. Quería abrirme con ella, expresar mis emociones y sentimientos, que pasaría si lo hacía, solo quería ser entendida y tener una amiga, y