A pesar de que vivía en una enorme y lujosa casa, desde que mi madre falleció cuando tenía solo trece años, apenas volví a conocer el amor y el afecto. Nunca me sentí protegida ni amada por mi padre, él era un hombre ausente y demasiado ambicioso, únicamente interesado en el dinero y el poder. Por este motivo cuando escuché en la planta principal los gritos de mi padre y de aquellos hombres comprendí enseguida que alguno de sus apuestas habituales había salido demasiado mal, pero nunca pensé que me vería salpicada terriblemente por sus actos.
Recuerdo que caminé rápidamente pero también sigilosamente hacia el final del piso y me asome con cuidado en la esquina que daba a las escaleras de caracol, y que me otorgaba una vista directa a la gran entrada de la casa.
_Nos debes exactamente dieciocho mil euros y sabías que pasaríamos a recibir el pago hoy.
Había dos hombres perfectamente trajeados, eran muy fuertes, altos, con el pelo engominado y aspecto elegante pero también duro, y él primero le dijo eso a mi padre gritando y lo observaba fijamente como un gran depredador a punto de merendarse a su presa.
_Si lo sé.
Dijo con tono bajo y desesperado, en un intento de darles làstima y ganar un poco más de tiempo.
_Pero necesito más tiempo para conseguir el dinero si Anthony pudiese...
Pronunció aquel nombre y enseguida entendí que aquellos dos hombres trabajaban para otro que seguramente sería muy poderoso para tener ese tipo de empleados a su cargo, que parecían verdaderos seguridades personales, o incluso peligrosos sicarios.
¿Para qué apuestas en las carreras dinero que no tienes si luego necesitas más tiempo para pagar?
Preguntó el otro a modo de burla con bastante ironía dibujando en su rosttro una horrible sonrisa.
Cuando dijo carreras entendí enseguida a lo que se referían, mi padre era especialista en sacar dinero de cualquier lugar, y uno de ellos eran las apuestas en las carreras de caballos... nunca antes había perdido, incluso había ganado grandes cantidades de dinero que despues solía gastar también rápidamente, suponía que su buena suerte se le había subido demasiado a la cabeza y había aterrizado con una gran perdida contra la gente equivocada.
_Si no tienes dinero ya no hay mucho decir...
Dijo el primero que habia escuchado hablar, y que era él más grande físicamente... y en ese justo instante lanzó un gran golpe a mi padre sobre el estómago provocando que gruñiese de dolor.
_No, no, no por favor...
Suplicó mi progenitor.
Pero justo al segundo el otro le golpeó en la cara varios veces y fue cuando cayó al suelo en el acto entre gritos.
_Solo dos días por favor, de verdad que pagaré todo.
_No te creo Baldini.
Dijo el hombre quehabía lanzado el primer puñetazo, y sacó rápido de su bolsillo un arma que empuñó contra mi padre.
Yo estaba paralizada, mis lágrimas caían por mis mejillas y no sabía si gritar o volver a mi habitación y llamar por mi móvil a la policía. Aunque estaba claro que aquellos tipos eran mafiosos muy peligrosos, y era un secreto a voces que en la Italia de sur, y sobre todo en Nápoles, la policía hacía caso omiso ante aquellos actos delictivos.
_Mil euros más por día... ese es el trato.
Dijo entonces mientras seguía empunando la pistola en dirección a la cara de mi padre, que yacía a pocos metros ensangrentado en el suelo.
_Sí, sí, no hay problema.
Ambos se miraron entre ellos sonriéndose y fue cuando ese horrible hombre escondió su pistola.
_Volveremos en dos días a cobrar lo que le pertenece a nuestro jefe, y esta vez serán veintemil euros... no nos hagas perder más el tiempo.
_Y si no tienes el dinero, seguro que nuestro querido jefe acepta esta preciosa casa a modo de pago.
Dijo el otro bastante serio.
¿Nuestra casa? Esa casa era de mi madre y me la había dejado al morir, era lujoso y enorme, y costaba mucho más que aquella suma de dinero. Pero en aquel momento tuve claro que gracias a los actos turbios de mi padre me vería en la calle y sin mi hogar.
Después de aquello, inmediatamente llamé a mi abuelita materna, que vivía en un pueblo cercano a nosotros, y ella decidió venir a la casa a quedarse conmigo para mantenerme a salvo. Ella era el único familiar en quien podía confiar y que parecía preocuparse por mi.
_Tu papá no puede vender esta casa sin tu autorización, estate tranquila... y si eso sucediese de alguna forma tomaríamos acciones legales y podrías venir a vivir conmigo hasta que todo se solucionase.
Me dijo calmada y eso consiguió aliviarme un poco. Ambas estábamos en el gran jardín bebiendo una taza de café con panecillos dulces, mi padre llevaba un día y medio sin aparecer por la casa. En ese momento llamaron al timbre, con miedo decidí ver quién era, si eran los homres de la mafia estaba dispuesta a llamar a la policía, pasase lo que pasase. Mi abuelita decidió acompañarme y al mirar por la mirilla solo vi un matrimonio de mediana edad que no conocia de nada, pero decidí abrir ya que parecían inofensivos.
_¿Eres Dianora?
_Sí, ¿Quiénes son ustedes?
_Debes acompañarnos.
_¿Cómo? ¿A dónde?
Tu padre nos ha pedido que hablasemos contigo sobre un asunto económico.
_Yo no tengo nada que ver con los asuntos de mi padre.
_Ahora sí.
Dijo el hombre sacando unapequeña arma de su bolsillo. _Podemos hacer esto por las buenas o por las malas.
_¿Pero qué quieren de mi niña?
Gritó mi abuela desconsolada, pero ellos no le prestaron atención, aquella mujer de unas cuarenta años me agarró a la fuerza del brazo derecho y se dispuso a llevarme dentro de un vehículo lujoso que estaba justo aparcado enfrente de la casa.
_Tu padre te ha vendido a nosotros por una gran suma de dinero, y no me extraña eres más hermosa de lo que imaginé con las fotos que me enseñó.
Dijo el hombre riéndose.
_Trabajaras para mi en mi casa de citas hasta que cubras el dinero que le di generando mucho más.
_¡¿Cómo?! ¡No, no!
Gritó mi abuelita y se dispuso a tirarse encima del otro llena de ira, pero este laapartó de un manotazo, cayendo mi abuela como un pajarillo contra la puerta de la casa mientras lloraba desconsolada. Algún tiempo despues supe que mi abuela materna, la única persona en el mundo que me amaba, acabo en el hospital víctima de un ataque al corazón por el estado de ira y nervios en el que quedó.
Tan solo una hora después me habían llevado a un sucio y oscuro local de carretera en el que había muchas otras mujeres víctimas de la trata de blancas, la mujer que había venido a mi casa me encerró en una pequeña habitación y me obligó a desnudarme y ponerme un vestido minúsculo rojo que había sobre la cama. Luego me maquilló ella misma de manera exagerada y moldeó mi cabello llenándolo de laca.
Tony ha pensado que eres demasiado bonita para los clientes de recursos económicos normales, que solo pagan por servicios sexuales ocasionales. Así que..
_¿Qué? ¿Qué pasará conmigo?
_Serás subastada, y si tienes suerte te comprará algún cliente muy rico.
Yo estaba completamente impactada ante sus palabras no podía creer lo que me estaba diciendo y en qué situación me encontraba. Estaba increiblemente triste, mi padre siempre fue un hombre lleno de adiccines que me maltrató, pero nunca pensé que le importaba tan poco para llegar a venderme a un desconocido.
Así que solo se me ocurrió antes de que me subiesen a un escenario ante cientos de hombres elegantes trajeados, como si yo fuese una simple mercancía sin corazón, intentar negociar con aquel sucio hombre.
_Puedes quedarte con mi casa.
Dije desesperada.
_Puedo darte hoy mismo las llaves si volvimos allí y dejas que me vaya.
_Pienso que por tu enorme belleza puedo sacar mas de ti vendiéndote que quedándome con tu casa.
Prácticamente me empujó hacia el centro del escenario y gritó.
_¡Empecemos por cuarenta mil euros! ¡Esta preciosa jovencita vale eso y más!
Y varios hombres enseguida levantaron letreros pujando dinero. La cantidad rápidamente fue subiendo, yo me estaba mareando, dejé de observar, las luces de focos me pegaban en la cara, hasta que escuché la cifra de dos cientos mil euros.
Aquí tienes a la chica, ahora pasa por el mostrador a dejar el cheque.
Dijo a modo de orden, minutos después yo ya había bajado del mostrador, acababa de ser vendida por esa última cifra.
El hombre era joven, de unos treinta y pocos años y sumamente atractivo, tanto que me sentí avergonzada de que un tipo tan extremadamente sexy me conociese en aquella bochornosa y humillante situación.
_No ofrezco más de quince mil euros y miró hacia otro lado ante los negocios ilegales que estas haciendo amigo...
_¿Cómo?
Dijo el dueño del burdel entre risas.
_Te lo diré mas claramente. Si no dejas que esta pobre muchacha se venga conmigo, voy a quemar este antro contigo dentro... no sin antes asegurarme que cada una de las mujeres que tienes retenidas en el en contra de su voluntad salgan y vean como mueres lentamente en las llamas.
_¿Pero qué?...
Dijo agresivamente mientras se disponía a atacar a aquel hombre de estructura fuerte, alto, y de ojos azules claros e hipnóticos. Pero en ese moomento, dos hombres que iban con él se lanzaron sobre el dueño a modo de barrera.
_¿Intentas algo amigo?
_¿Quiénes sois vosotros?
Dijo dirigiéndose a dos enormes hombres que lo acompañaban y se le pusieron enfrente a modo de seguridad .
_Soy el hijo de Barone , y le voy a pedir por las buenas que me dejes que esta princesa salga de aquui conmigo.
El dueño del local al escuchar aquel apellido se puso completamente pálido y claramente muy nervioso.
Sí, perdóname, no sabía que eras un ..., te pido disculpas, ha sido todo un malentendido.
_Disculpas aceptadas.
Puedes llevarte a la chica sin problemas, ni siquiera pensaba reternerla.
Dijo mintiendo claramente.
_Muchacha, puedes irte... ha sido todo un error.
Yo que estaba detrás de ese maldito hombre sin escrúpulos, caminé algunos metros encorbada y asustada como un animalito indefenso hasta colocarme al lado de aquel hermoso hombre que no conocía y que resultaba haber sido mi salvador. Había salvado mi vida, no quería ni pesar que hubiese sido de mi futuro si aquel hombre no hubiese aparecido en mi camino.
Aún mareada y temerosa salí de aquel burdel, sintiendo lástima por las otras chicas vendidas que seguían en él y sin tener claro mi destino. Enfrente del local había un enorme coche negro lujoso, y el hombre que conducía trajeado, bajo del asiento del conductor para abrirnos una de las puerta traseras.Al entrar adentro, junto a él y los otros dos hombres, me sentía observada de arriba abajo y enseguida pregunté._¿Por qué me has salvado?Él, que estaba justo a mi lado, me observó direcamente con sus preciosos ojos azules que parecían vacíos de emociones._¿Cuál es tu nombre ?Preguntó con interés._Dianora.._Precioso nombre, yo soy Matteo , y te he salvado para que estés en deuda conmigo, una deuda que debes cumplir si deseas ser libre de nuevo._¿En deuda?, pero yo no tengo dinero, solo puedo darte mi casa. Prometo que si me dejas irme puedes quedártela, es lo unico que tengo material en mi vida, pero no me importa, prefiero ser libre de nuevo y empezar sin nada._Eso no va poder
En cuando el cielo clareó escuché como la cerradura de mi enorme nueva habitación estaba siendo forzada, alguien estaba intentando entrar.De repente la puerta se abrió de golpe y una sombra conocida apareció junto a la puerta._Muchacha es hora de desayunar, vístete, el señor Matteo te espera abajo en el jardín.Era Margarita, la misma maldita mujer que me había llevado a encerrarme a mi habitacion el día anterior y me había confesado sarcásticamente que en pocos días se celebraría mi propia boda, obligándome a contraer matrimonio a la fuerza, completamente en contra de mi voluntad._No pienso ir a ninguna parte, me quedaré aquí en la habitación._Deja de ser una niña consentida, deberías estar agradecida a Matteo realmente salvo tu culo, alguien como tú no hubiera durando demasiado tiempo de donde te saco.Yo no contesté apreté la almohada y volví a llorar como había hecho durante toda la noche._Ahora vístete, no te lo repetiré más veces, ¿O quieres que venga él mismo a buscarse?D
*Dianora*Al llegar de nuevo a la villa de Matteo, cientos de reporteros estaban allí esperándonos, por lo que parecía él era un hombre muy reconocido. Él se bajó encanador del auto, fue hacia mi lado, abrió la puerta y me tendió la mano fingiendo un gran amor._Te ayudaré a salir princesa.Recuerdo que dijo ante todos sonrientes y yo también sonreí falsamente intentanto ser la mejor actriz del momento.Al pasar adentro cogidos de la mano, y seguidos del chofer y Marga, ambos acabamos entrando a la casa solos después de recorrer el jardín. Yo no dije nada, estaba en shock y temerosa, llegamos a mi habitación, él pasó dentro, cerró la puerta y se quedó en ella observándome fijamente como un verdadero depredador atraído por mi.Él se fue aproximando a mi sin aparte su mirada que parecía de deseo intenso hasta colocarse a mis espaldas, y entonces acarició mi hombro, y eso me hizo sentir miles de sensaciones extrañas y a la vez intensas en la boca del estómago y yo... yo estava tan nervi
*Matteo*Después de descubrir que la única mujer que había amado con todo mi corazón, se había unido a mi enemigo... aquello me hizo sentirme aún mas vacío de lo que sentí Después de que me abandonase. Aquella maldita mujer me había hecho que perdiese la confianza en el amor, había sido una estafadora que durante años me había hecho creer que me amaba profundamente y que era mi alma gemela, cuando en realidad solo estaba conmigo por mi status social, mi poder, influencias y fortuna familiar.Al llegar a casa enseguida descubrí que Dionora no estaba, Después de tocar varias veces a su cuarto por si quería cenar, abrí y vi que estaba vacío, no había rastro de su presencia ni allí, ni en el resto de la inmensa casa ni en ningún rincón del inmenso jardín de la propiedad. En el acto pregunté a empleados del servicio, incluido el chóferes y el ama de llaves sobre su paradero y todos se pusieron a buscar de nuevo como locos por toda la casa, hasta que Margarita me dijo que seguramente hubie
*Matteo*Aquello me pilló por sorpresa, ellos, incluida Esmeralda pensaban que Dianora era realmente mi esposa y que yo la amaba, y no habían tardado ni un segundo en secuestrarla... Yo no había puesto la seguridad suficiente a aquella pobre chica inocente, aquello generó una enorme sensación de culpabilidad sobre mis hombros. Y Esmeralda... ¿Por qué estaba metida en eso?, después de abandonarme como un despojo ... ¿Qué le importaba que yo me casase? Había demostrado que jamas me amó durante los cinco años que habíamos estado juntos. Aún llevaba todo ese impacto que me causó su abandono en mi corazón, se fue una noche sin más, sin decirme adiós o darme una explicación. Fue al poco tiempo cuando descubrí que Esmeralda estaba con mi principal rival. Y si ella se había ido de mi lado dejándome desolado, ¿ Por qué tenía que volver para castigarme haciéndole daño a la que acaba de convertirse en mi esposa? Dianora no debía verse incolucrada en esto, ella tenía un contrato matrimonial con
*Matteo*Aquella noche había dormido por fin tranquilo porque todo había ha salido por fin bien, mi pacto de matrimonio acordado estaba asegurado y Dianora estaba a salvo en la villa.A primera hora de la mañana, al dirigirme a la mesa que estaba en el jardín, a pocos metros de la casa, observé a Dianora colocando dos platos con tortillas._¿Qué estás haciendo?_Pregunté extrañado._El desayuno._¿Por qué?_Pregunté increíblemente perplejo._Porque aunque tenemos un matrimonio falso, es normal que una buena esposa prepare a su esposo el desayuno.Me quedé paralizado varios segundos y entonces decidí sentarme junto a ella._¿Te gustan las tortitas?Me preguntó en aquel momento sonriente._Sí..._Puedes ponerle nata y caramelo y están mucho mejor _dijo agarrando los botes que también había dejado sobre la mesa.Era la primera vez que alguien me preparaba el desayuno alguien que no fuese un empleado y estaba realmente... ¿Emocionado?_Tengo que irme a hacer mis funciones.Dije serio al ter
*Matteo*Piero y Dianora tardaban demasiado y comencé a preocuparme, cada uno de mis coches llevaba un GPS de seguridad y me dirigí hacia allí con Adriano y otros dos de mis hombres. Al ver a Piero tras llegar a toda velocidad, con la conducción precisa y algo arriesgada de Adriano, vi a Piero como un loco inentando estacionar el coche en algún punto de aquella calle súper transitada._¿Pero dónde está Dianora?_Esa muchacha salió corriendo detrás de una amiga que dice que vio y me dejó aquí con el coche sin poder hacer nada.Esa maldita niña insolente me desesperaba, así que entré al local, con dos de mis hombres detrás y dejé a Adriano ayudando a Piero, y fui cuando vi a la que era mi esposa rodeado por cinco borrachos sin escrúpulos._¿Pero qué hacéis acosando a mi esposa?_ dije lleno de ira, antes de avalanzarme sobre los dos primeros y acabar con ellos solo con dos punetazos bruscos en el pecho.Enseguida lancé dos patadas a otros dos, y al último un par de puñetazos sobre el est
*Dianora* Justo después de la petición que me había hecho Matteo, pensé que quizás era un magnífico momento para defender mis derechos... así que lancé aquella pregunta de manera impulsiva. Llevaba un tiempo pensando en ello, porque estar relajada, disfrutando de la inmensa villa y sus lujos era mavilloso, pero yo siempre había sido una chica inquieta e independiente, y sabía que estar un año sin hacer nada, solo fingiendo ser una buena esposa, terminaría por aburrirme... _¿Matteo te importaría que consiguiese un trabajo? Yo quería conseguir de nuevo un empleo, trabajar me había hecho, desde pequeña, sentirme útil. Me gustaba ganar mi propio dinero sin tener que pedírselo a nadie más. Él se quedó callado varios segundos y su expresión se volvió perpleja. _¿Y para que querrías trabajar?, tienes todo lo que quieres, al menos mientras tengamos este contrato de un año. No es necesario... no va a faltarte de nada, ya lo ves. Y si necesitas más ropa o dinero, no hay problema te daré lo