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Capítulo 5: Un acto heroico.

Sam entro corriendo al hotel, seguida de cerca por Kevin detrás de ella.

—¿Qué están haciendo aquí adentro? — les pregunto a los dos la recepcionista del hotel, parándose en medio del camino de ambos— saben que no pueden dejar su puesto los dos ¿Qué pasaría si un auto llega? ¿o si alguien necesita salir? ¿Quién buscará su auto si los dos valet parking del hotel están aquí, en lugar de estar enfrente?

Los esfuerzos de la recepcionista por impedir que Sam y Kevin siguieran avanzando se vieron en vano cuando la rubia la pasara de largo, enfadando obviamente a la mujer, por lo que no queriendo pasar por lo mismo dos veces seguidas, esta alcanzó a sostener al varón por el cuello de su camisa, deteniéndolo de manera efectiva al casi ahorcarlo.

—Muy bien Kevin, en lugar de dejarme aquí de pie hablándole a la nada, te exijo que me expliques que está sucediendo.

El castaño se sobaba el cuello lastimado, con la vista enfocada hacia el camino que Samantha había tomado, antes de voltear a ver a Andrea, la recepcionista, la cual lo fulminaba con la mirada en la espera de que él le explicará que estaba a sucediendo.

Pese al gran impulso que sentía de ignorar a la mujer de cabello corto por la mandíbula, para así, poder emprender el paso de nuevo hasta alcanzar a Sam, él sabía que eso sería imposible si antes no le hacía saber a Andrea que era lo que pasaba, más que nada, para evitar que Sam se fuera a meter en problemas.

—Estábamos escuchando la radio, y.

—¡Kevin! ¿Otra vez trajiste esa cosa al trabajo? ¿Acaso quieres que te despidan? — Andrea había interrumpido al varón para regañarlo por su imprudencia— Sabes que el jefe no lo dudaría ni dos veces en tirarte a la calle si te viera oyendo la radio en el trabajo. Además.

—Ya lo sé. Me puedes regañar en otro momento, pero ahora eso no es importante Andy— ese era el apodo de Andrea fuera del trabajo.

Al ella escuchar a Kevin hablarle de manera tan informar, ella se pudo dar cuenta de que las cosas eran más serias de lo que creyó, pues a pesar de que ambos tenían muchos años conociéndose, al haber terminado trabando ambos en ese mismo hotel, los dos habían acordado mantener una conducta profesional y formar todo el tiempo que estuvieran en el trabajo.

—Te escucho. Dime ¿Por qué Sam y tu entraron al hotel con tanta prisa?

—En la radio hablaron de un gran incendio al otro lado de la ciudad, y la unidad de bomberos en dónde trabaja el esposo de Sam está ahí. Dicen que la situación se ve delicada, pero es difícil saber que tan delicada es si solo la escuchamos por la radio. Así que, entramos para ver la noticia por la televisión— le explicó Kevin finalmente a la mujer.

—Entiendo. ¿Y porque simplemente no vieron las noticias por tu teléfono? — pregunto la mujer, ya que ella sabía que el teléfono de la rubia era un modelo muy viejo, por lo que le pareció que en lugar de buscar un televisor, hubiera sido mucho más lógico que Sam le pidiera prestado a Kevin su celular.

—Lo deje en casa— contesto el desviando la mirada con nerviosismo.

—Es decir que lo volviste a perder— agrego Andrea mirando al varón con cansancio.

—No lo perdí. Se exactamente en dónde está. En mi casa… solo no recuerdo en que parte con exactitud.

—Como sea, después hablaremos de lo irresponsable que eres con tus cosas. Si Samantha necesitaba encontrar un televisor, ¿Para que fue a esa dirección? Por ese pasillo solo está el cuarto del conserje y… espera ¿Él también? — Andrea se estampó la mano en la cara al comprender porque la rubia se había ido por aquel pasillo— definitivamente después de hoy hablare con todo el personal para recordarle que deben abstenerse de traer cosas innecesarias al trabajo. ¿Y tú a dónde vas?

—Voy a donde Sam.

—No lo creo. Tu regresaras a tu puesto de trabajo, y te esforzaras el doble por Sam mientras ella ve que se esposo este bien— y después decir lo último, Andrea empujó a Kevin de vuelta a la entrada del hotel, sin hacerle caso a las protestas de su amigo.

Mientras tanto, en otra parte dentro del edificio, la puerta del armario del conserje se abrió de golpe, mostrado a una mujer rubia de pie intentado regular su respiración luego de haber corrido hasta ahí.

—Sam. Ya se que me dijiste que no debía traer un televisor a mi área de trabajo, pero como puedes ver, es muy pequeño, así que nadie lo vera si escodo bien— al sentirte descubierto por la chica que acababa de llegar, el conserje, Antonio, el hombre mayor hablo a una gran velocidad, parándose delante del televisor.

—El canal siete— dijo Sam con un hilo de voz.

—¿Podrías repetir lo que dijiste?

La rubia cerró los ojos unos segundos, dedicándose a tomar un poco más de aire.

—Pon el canal siete— hablo ella con fuerza.

El hombre mayor asintió, cambiado los canales directamente desde el televisor. A su vez Sam termino de entra al reducido espacio, cerro la puerta, para luego tomar una cubeta, voltearla, y sentarse sobre ella.

Finalmente, Antonio dio con el canal siete, en donde usualmente a esa hora transmitían un programa de concursos que se grababa en la ciudad, pero en esos momentos la programación de siempre había sido sustituida por bloque de noticias repentino.

En la pequeña pantalla se podía presenciar la inquietante escena de un edificio completamente en llamas.

—Hasta ahora, gracias a la rápida respuesta de los bomberos se ha logrado evacuar a todos los inquilinos de los otros dos apartamentos que rodean está residencia— informo la reportera señalando el edificio que se quemaba detrás de ella.

Había una cinta que rodeaba varios metros de distancia el área donde aún seguía el incendio. Habían más de un camión de bomberos en la localidad. Unos estaban haciendo lo que podían en controlar el fuego, otro grupo de bomberos, junto a la policía, trataba de mantener a las personas al otro lado de la cinta por su seguridad, mientras que los demás bomberos entraban para buscar a las personas que pudieron haber quedado atrapadas por el fuego.

Los bomberos salían de par en par del edificio, cargando en brazo a una, dos, o hasta tres personas a la vez, estás inmediatamente eran llevadas a las ambulancias cercanas. Todo estaba siendo grabado y trasmitido por las noticias. Y Sam casi ni respiraba al ver como las cosas parecían no querer mejorar con prontitud.

Esto era aun más visible al ver que el techo de la residencia parecía comenzar a ceder un poco, asustando a todos los presentes. Los bomberos comenzaron a retirarse, pues la estructura del edificio era muy inestable, así que, luego de sacar a todas las personas que pudieron, los bomberos fueron saliendo del lugar. Justo luego de que todos salieran, una gran llamarada consumió la entrada principal, haciendo imposible para cualquiera poder entrar de nuevo.

—Me acaban de informar que debemos alejarnos mas, ya que tal parece el edificio está a nada de derrumbarse— la reportera volvió a hablar, siendo enfocada por la cámara, tenido de fondo detrás de ella, a una distancia prudente, al edificio en llamas— En breve le traeremos más información del posible origen del fuego, y la baja total de víctimas. Mientras tanto entrevistaremos a los vecinos de los otros edificios para que nos.

Varios gritos se hicieron presentes. Y la cámara dejo de grabar a la reportera para enfocarse en las personas que gritaban, todas señalaban al edificio, así que, el camarógrafo cambio la lente de su cámara a ese lugar, enfocando aún más a la dirección que todos estaban señalando.

En una ventana del edificio, estaba un bombero, el pobre se había quedado atrapado dentro queriendo rescatar a su compañero. Los demás bomberos se acercaron con una gran red, posicionándose debajo de la ventana, haciéndole señales al bombero atrapado para que saltara.

Pero en lugar de saltar el bombero regreso al interior del edificio, nadie podía entender porque simplemente no saltaba a la red, hasta que unos segundos después el bombero regreso a la ventana, cargando a otro bombero en sus brazos, que parecía estar inconsciente, y empujando a este por la ventana, cayendo directamente sobre la red.

Las personas aplaudieron ante la valiente hazaña de ese bombero que había puesto en primer lugar la vida de su compañero sobre la suya. Ahora solo quedaba que ese último bombero saltara también a la red, y saliera por fin de ese peligroso edificio envuelto en fuego.

Pero cuando el bombero estaba por salir por la ventana, lo inimaginable paso. El edificio colapso…

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