La pantalla se llenó de humo, y se podían escuchar los gritos de las personas, el pánico de los presentes era palpable. No se podía identificar ninguna figura en el televisor, y lo siguiente que paso fue que la toma fue cortada, regresando a los presentadores del noticiero que estaban muy lejos de lo sucedido, dentro de la seguridad del edificio del canal de televisión.
—Tal párese la caída del edificio ocasiono que la transmisión se cortara— hablo la mujer sentada en la pantalla de televisión, para luego sostener el aparato que estaba colocado en su oído, y escuchar con atención lo que le decían por este— ahora mismo me informan que nuestra reportera y el camarógrafo que está con ella están bien.—Después de una breve pausa intentaremos volver a la escena, y les daremos con mayor detalle que a sucedido— agrego el otro reportero sentado en el estudio de noticias, el cual también había estado escuchando que le decía algo por el aparato de su oído.Y después de decir aquello iniciaron los comerciales.Samantha casi ni se había movido en todo ese tiempo. Antonio, el conserje no lograba comprender el comportamiento de la chica, hasta que unos minutos más tarde alguien tocó la puerta del armario, era Andrea, la recepcionista.—Señorita Andrea ¿Qué la trae hasta acá? — el hombre saludo a la mujer de cabello corto, son abrir la puerta para r completo, para que está no viera el televisor, que en esos momentos estaba con el volumen bajo.—Antonio se que tienes un televisor ahí adentro, no te entes que esforzarte en ocultarlo. Te necesitan ahora mismo en el piso catorce.El hombre de mayor edad estuvo por salir del interior del armario, pero se detuvo al recordar que Sam seguí ahí, con un terrible semblante y la mirada fija a la pantalla.—Ve. Acabo de tomar mi descanso, así que, yo le haré compañía a Sam— anuncio Andrea al ver la indecisión del hombre en retirarse.Antonio se sintió mas tranquilo en dejar a Sam al saber que está no se quedaría sola.Andrea tomo el asiento junto a Samantha, que hasta hace unos momentos el conserje había estado ocupando.Ella no dijo nada, ni le pregunto que estaba pasando, pues lo sabía muy bien. No solo lo que Kevin le había contado, sonó que también estaba al tanto al haber seguido la noticia desde su celular luego de hablar con él.Cuando vio que el edificio colapso, y que la situación actual de incidente se volvió desconocida, supo que debía ir para estar con Sam.Ambas chicas no eran muy cercanas en realidad, lo único que las unos era que trabajaban en el mismo hotel, y que ambas eran amigas de Kevin. Pero al Kevin no poder dejar su puesto d trabajo, ella sintió que debía por lo menos estar cerca de Sam, y ver cómo estaba, cómo lo haría el varón.La música del noticiero volvió a sonar. Los dos presentadores del canal anunciaron n que se volverían a poner en contacto con la reportera a través de una llamada telefónica.—¿Me pueden escuchar con claridad? — pregunto la reportera, quien recibió una respuesta afirmativa por parte de su dos colegas en el estudio.La reportera comenzó a narrar un resumen de todo lo acontecido para poner al día a los espectadores que recién sintonizaban el canal, para luego contar todo lo que había podido averiguar hasta ahora, tras hablar con algunas personas, cómo algunos vecinos, y un par de bomberos que estaban ya subiendo de nuevo a sus vehículos.Al parecer todo había iniciado por una fuga de gas en uno de los apartamentos, que ese día estaba vacío pues hace no mucho los residentes de este se habían mudando.Los bomberos lograron llegar rápidamente gracias a uno de los residentes del edificio. Pero lamentablemente, cuando este vecino estaba en medio de la llamada telefónica, en dónde informaba de la fuga, hubo una pequeña explosión, que pese a no ser muy grande, fue más que suficiente para iniciar el fuego, el cual se entendió a gran velocidad, extendiéndose a todo el edificio.Después de eso comenzaste a narrar las hazañas de los bomberos, policías, y paramédicos, hasta que al fin llegar a lo que muchos querían saber… cuántas bajas hubieron.A pesar de todos los esfuerzos, un poco más de quince vidas se habían perdido, aún faltaba confirmarlo, pues muchos habían sido llenados urgentemente al hospital, y se desconocía su estado.—Dentro de estás tristes perdidas, está la de uno de los bomberos, el mismo el cual pudimos ver logro poner heroicamente a salvo a su compañero, a vista de poner en riesgo su propia vida— comento la reportera.Sam no sabía cómo sentirse al respecto, sabía que sonaba faltar, pero en su interior se sintió ligeramente aliviada al oír que solo uno de los bomberos presentes había fallecido. Pero es que eso le ayudaba a sentirse más tranquila, pues eso quería decir que Jake, su esposo, seguramente estaba bien.Respiro profundamente, y dejó escapar un suspiro. Ya que estaba segura de que Jake no está en peligro podría ella volver a su trabajo.Justo cuando estuvo a punto de apagar la pantalla del televisor hasta que escucho que no darían a conocer el nombre de del bombero que perdió la vida por respeto a su familia.Sam entendía eso, nadie debería saber que un familia suyo acaba de fallecer a través del televisor.Salió del armario, y le agradeció a Andrea por hacerle compañía. Para luego ir al baño a lavarse el rostro. Luego de tanto estrés, Sam necesitaba refrescarse un poco.La rubia se estaba secando las manos dentro del baño, cuando sintió a su teléfono vibrar desde el bolsillo trasero de su pantalón.Normalmente tenía el teléfono en silencio mientras trabajaba, para así no meterse en problemas, pero aprovechado que estaba en el baño de mujeres contesto.—Buenas noches.—Buenas noches ¿Es usted la esposa de Jake Smith? ¿Samantha? — le pregunto una voz masculina, la cual había llamado desde un número que ella no tenía registrado.—¿Si? Soy yo— a Sam no le gustaba para nada la sensación que le estaba dando está llamada telefónica.—Soy del departamento de bomberos en dónde trabaja su esposo. La estoy llamado para darle una noticia acerca de su marido.Y ahí fue en donde la pequeña tranquilidad que Samanta creyó haber recuperado se fue por completo.Mientras escuchaba al hombre del teléfono decirle que su esposo había sido un héroe, ella se encontraba sentada directamente sobre el piso del baño pues sus piernas acababan de fallar escuchar lo que le decían.El funeral fue pequeño, solo asistieron los compañeros bomberos de Jake, y algunas personas del trabajo de Sam. Todos se acercaron a ella y el dieron sus condolencias en este triste día. —Yo no tuve la oportunidad de conocer muy bien a Jake. Pero sus últimas acciones fueron me demostraron que era un gran sujeto— le dijo un hombre en traje a Samantha, el cual era uno de los bomberos de la unidad de su esposo.—Todos extrañaremos a Jake.—Mis condolencias. Su esposo fue todo un héroe. Debe de estar orgullosa de él.Fueron algunas de las muchas palabras que le dedicaron a la rubia conforme iban llegando las personas al funeral.Junto a Sam estaban sentados Kevin, Jessie, Andrea, y Antonio. Habían unos que otros compañeros del hotel y la cafetería, quienes intentaban animarla con palabras de apoyo, pero ella solo les respondía asintiendo la cabeza para darles a entender que ella los estaba escuchando. Fue muy extraño ver cómo el ataúd bajaba lentamente dentro del foso en el suel
Oliver acerco su auto a la entrada principal del hotel al igual que muchas otras ocasiones él tenía un asunto de suma importancia que atender en este edificio, se podría decir que después de tanto tiempo está ya era su rutina.Y al igual de todas las veces anteriores en las que iba a este hotel, tenía sentimientos encontrados. A Oliver no le entusiasmaba tener que venir tan seguido, ya que esto siempre le hacía sentir una extraña sensación de vacío, que se mezclaba a su vez con un sentimiento de nostalgia. Pero por el otro lado, cuándo el dejaba pasar aunque fuera, simplemente una semana sin venir, era algo innegable que terminaría sintiéndose mucho peor de lo que se sentiría sí al venir a este lugar.Una de las pocas cosas que le hacían más digerible el tener que visitar el hotel, era que cada vez que llegaba terminaba encontrándose con Sam, esa bajita mujer de cabello rubio, ojos marrones, y la cual siempre parecía estar animada, con la que él disfrutaba intercambiar aunque fuer
Según lo que le habían dicho los empleados del hotel, o mejor dicho la empleada, ya que el chico que trabajaba como valet parking mantuvo su postura de no querer seguir hablado con él y se fue dejándolo con Andrea, la mujer que trabajaba como recepcionista en el edificio, el motivo por el que había faltado Sam aquel día se debía a la muy reciente perdida de su esposo.Luego de saber aquello, Oliver no se quiso quedar ahí por mucho más tiempo, así que se apresuró a salir en busca de su auto.—Ella ya no debe estar en la funeraria. Nos dijo que quería estar sola, por lo que ya debería de estar en su casa— informo Andrea al ver al pelinegro avanzar con apuro a la salida, adivinando exitosamente que era lo que quería él.Oliver se detuvo. Si eso era lo que Sam quería, entonces debía respetar su deseo. Aunque había una pequeña parte de su mente que le decía que ignorara aquello y que de todas formas fuera a ver a la rubia. Pero el problema ahora, era que él no sabía en dónde vivía Sam
Todo estaba en completa oscuridad, era igual que estar en un abismo apartada de todos. Fue solo cuando Sam comenzó a distinguir un sonido a lo lejos que ella pudo distinguir con el de una máquina, este sonaba similar a un pitido agudo he intermitente, el cual poco a poco se escuchaba con más nitidez, a la vez que la oscuridad se hacía cada vez menos densa.Otros sonido iniciaron a hacerse presente, ayudando a Sam a darse cuenta de que no estaba sola. En esos momentos fue que ella cayó en cuenta que tenía los ojos cerrados, por lo que con pesadez empezó a abrirlos, sintió en sus ojos marrones la molesta luz del techo. Tuvo que pestañas un par de veces para acostumbrarse a la luz, y poder deshacerse de la vista nublosa. —¿En dónde estoy?— pregunto Samantha para si misma al no reconocer el techo, ni la cama en dónde se hallaba.Al girar la cabeza se encontró con que su cama estaba rodeaba de varias cortinas de color azul pálido, pero lo que más le llamo la atención fue notado q
Samantha había caído desplomada frente a Oliver apenas se encontraron, y gracias a la rápida reacción de parte él, ella no había terminado en el suelo.La sostuvo con fuerza y con la mayor delicadeza que se le fue posible la metió en el asiento trasero de su auto, dejándola recostada ahí. Saco su teléfono celular dispuesto a llamar por ayuda, pero termino tirando su teléfono al asiento del copiloto. Sería mucho más rápido si él la llevaba en su auto a un hospital cercano. Condujo con prisa, mientras a su vez veía de reojo a la pasajera rubia que se hallaba inconsciente detrás de él. Por lo menos le consolaba ver que el pecho de Sam subía y bajaba con lentitud, es decir, estaba respirando, pero que estuviera desmayara no era algo para estar tranquilo de todas formas.Llego a la sala de emergencias del hospital, cuando con su auto el vigilante de la entrada le había dicho que esperara a que le buscarán una camilla, pero el no se sintió con la suficiente paciencia para hacer eso, p
Dentro de un baño para mujeres de un conocido y prestigioso hotel, una muy joven mujer se hallaba inclinada contra la puerta de unos de los cubículos de aquel baño, escuchado el muy distinguible sonido de una nariz tapada por la mucosidad, misma nariz que le pertenecía a la otra mujer que estaba al otro lado de la puerta cerrada entre ambas.—Señorita ¿está todo bien?— pregunto una de las meseras que habían sido contratadas para esa noche, a la vez que daba un par de golpes suaves a la puerta. —Si, todo está bien. Mejor no podría estar. Ya eso sería algo imposible ¿no lo crees? Así que no entiendo para que lo preguntas— respondió la Sam Smith. La mujer que estos momentos se encontraba encerrada en uno de los cubículos dentro del baño de mujeres del lugar.—Es cierto. Puede que mi pregunta suene un poco fuera de lugar, tomando en cuenta que hoy es el día de su boda. El día más feliz en la vida de toda mujer, o al menos eso me han comentado. Yo no sabría decir si eso es verdad, tan sol
Tan solo un mes atrás…La primavera recién había comenzado, todo empezaba a florecer. El clima era fresco y despejado, perfecto para salir y hacer un picnic en le parque.—Como quisiera poder tomarme el día— se quejo la mujer de cabellos rubios marcando su entrada al trabajo esa mañana en el pequeño café con vista directa al parque. —Ni que lo digas Sam. Después de dejar los niños en la escuela, lo primero que cruzo por mi mente era tomar el autobús de regreso a casa y volver a mi amada cama. Pero luego recordé que si no trabajo, no me pagan, y si no me pagan, no tendré dinero para comprar algunas cositas importantes, cómo comida— comento Jessica, la mujer de mediana edad que trabajaba detrás de la caja registradora, a la vez que ubicaba en su puesto de trabajo. —Lo sé. Lo sé. No solo son las cosas básicas. Por mi parte ya voy retrasada dos meses con mi renta. Ahora mismo no puedo darme el lujo de tomarme un día libre. —¿Quería aún sigues con eso? ¿Acaso con los trabajos que t
—No te vez muy bien hoy ¿te sientes mal? — le había preguntado Kevin, el chico de su misma edad con el que en ocasión Sam tenía la oportunidad de trabajar.—Solo es un pequeño dolor de cabeza. No es nada de que preocuparse— ella contesto de pie junto a él.Ese día estaban trabajando aparcando lo autos de las personas que venían al hotel. Dentro de uno de unos de los lujosos salones de ese edificio se estaba llevando acabo un evento, una fiestas de muchas que se solían hacer los fines de semana como este. Por lo tanto la carga de trabajo era mayor, no solo para el personal que trabaja dentro del hotel, sino que de igual manera los valet parking estaban mucho más ocupados de lo habitual.A quienes pensarían que aquel empleo que consistía en conducir un auto ajeno y ubicarlo con cuidado entre los demás del estacionamiento no era nada complicado. Pero lo cierto es que al igual que cualquier otro empleo, este también tiene sus problemáticas.Después de un poco más de dos años trabajan