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Chicos malos, zorras y otros...

La cafetería quedaba a solo unas cuadras de nuestra casa, así que Alice me llevó caminando. Cuando entramos, la cafetería estaba casi llena. Muchos adolescentes y uno que otro padre con sus hijos. Impresionante. Yo simplemente estaba asombrada, el lugar era igual a las cafeterías de las películas, definitivamente un cliché.

—Allá están —dijo Alicia apuntando hacia una mesa donde había tres chicas y dos chicos. Sonreí. Definitivamente Benjamín estaría enojadísimo.

Caminamos hacia la mesa, todos nos miraron y me sonrieron.

—Ella es Trini, mi prima, viene de Chile y ahora vivirá aquí. —dice, todos me saludan—. Ella es Valery, André y Kate —dice apuntando a las chicas, ellas no paran de sonreír en mi dirección. Valery era una chica preciosa de ojos verdes, tez blanca y cabello azul, Andrea era igual, pero con el cabello rojo, eran ambas pelirrojas pero Valery tenía su pelo azul, imposible no darse cuenta que eran hermanas, Kate en cambio era muy rubia, casi platino, nunca había visto un rubio así, y sus ojos eran de un color azul muy impresionante.

—Hola —saludo.

—¡Mira qué acento más sexy! —dice uno de los chicos, yo enarco una ceja.

—Ese casanova es Brian, a su lado, Brandon —los presenta Alicia, Brandon me da una sonrisa pero no dice nada, Brian en cambio me estaba comiendo con los ojos.

Brian se veía alto, incluso sentado. Tenía ojos verdes y su cabello era completamente rubio. Era un chico atractivo. Brandon tampoco se quedaba atrás. Su cabello era negro, muy negro y contrastaba con su piel blanca. Y sus ojos eran tan oscuros que te erizaban la piel. 

—No nos habías dicho que tenías una prima tan linda.

Ruedo los ojos ante las palabras de Brian.

—Si ese es tu intento de coqueteo, es patético —digo.

Todos ríen en la mesa, pero él definitivamente no parece herido u ofendido. Y eso me hace sonreír.

—¡Ouch! —exclama Kate.

—Con carácter, justo como me gustan —responde Brian.

 Alice rueda los ojos en mi dirección.

—Ignóralo.

—Con gusto.

Los chicos se apartan el uno del otro para que me siente a su lado. Valery rueda los ojos divertida.

—Parece que nunca hubieran visto una mujer. Chicos nos avergüenzan —dice ella riendo.

 Brian por supuesto tenía que hablar, pero sus palabras me divertían.

—Es la latina más hermosa que mis ojos han visto, no puedo dejar de mirarla.

Me lo quedo mirando divertida.

 ¿De verdad ese es su coqueteo?

—¿Eso te funciona alguna vez? —le pregunto, él asiente.

—Siempre, de hecho.

—Bueno, flaqueaste hoy —respondo.

—Una de mis cualidades es que no me doy por vencido muy pronto —dice. Niego divertida.

—Pues es mejor que lo hagas ahora. No eres mi tipo —digo riendo. 

Un “uh” se escucha por la mesa y él borra su sonrisa.

—Bueno creo que ahora sí has herido mi ego —dice llevándose una mano al corazón.

—Lo lamento Brian.

—Está bien, puedo vivir con eso.

Brian tiene un puchero en sus labios, me mira como un perrito herido pero yo solo muevo la cabeza.

—Bueno galán, vamos a pedir algo de comer —dice Andrea levantándose de la mesa, todos asentimos.

—Para Trini y para mí, solo unas papas fritas y dos coca-cola —dice Alice mirándome, yo asiento.

—Y los demás, ¿lo de siempre? —pregunta a los chicos en la mesa, todos asienten, al parecer venían mucho aquí.

—Siempre venimos aquí, bueno en verdad gran parte del instituto —dice Valery, yo asiento.

—¿Qué te trae a Estados Unidos? —pregunta Brandon, yo me encojo de hombros.

—Mi padre consiguió un mejor trabajo aquí, así que nos mudamos —respondo.

—¿Nerviosa por entrar a un nuevo instituto? —Pregunta Valery, yo me encojo de hombros.

—Bueno, no se si tan nerviosa, pero es algo nuevo para mí, estuve en el mismo colegio desde que tenía cinco años —digo, ella abre los ojos.

—Has dejado toda una vida atrás.

—Si.

Es imposible no sentirme melancólica ante los recuerdos.

—Tranquila nena, te haremos sentir como en casa —dice Brian guiñándome un ojo.

—Espero sentirme como en casa también.

La puerta se abre con el sonido de unas campanas. Entran varios chicos, todos riendo.

—Tu primer cliché, prima —dice Alice señalándolos—. Los populares. Las chicas porristas y los chicos de fútbol americano.

—Por supuesto que sí, incluso si no me lo hubieras dicho, es demasiado obvio a simple vista —digo riendo, Valery hace una mueca hacia ellos.

—¡Los odio! 

—Solo odias a Jace —la contradice Alice.

—Lo sé, pero eso me hace odiarlos a todos porque son amigos, y si lo son entonces son todos iguales —dice, me los quedo mirando, son tres chicas y tres chicos, la verdad, esas chicas son muy delgadas, rubias, de ojos claros, como Barbies, y los chicos, atléticos pero huecos, la forma en que miran y ríen, me lo dicen, es mi sexto sentido, encontrar idiotas. 

—Ella es Alisha, la reina de las perras —dice Alice apuntando hacia una de las chicas. Ella parece liderar el grupo, todos la siguen, su mirada de superioridad me da escalofrío.

—Perra le queda corto, es mala, muy mala —dice Valery.

El primer cliché, tres en uno, los chicos malos, las zorras y las porristas. 

—Imagino que van al mismo instituto que nosotros.

 Alice asiente.

—Por desgracia, pero tranquila, si no te metes con ella no tendrás problemas —dice Valery, Alice ríe.

—Si Alisha no se mete con ella, no tendrá problemas —dice mirándome, yo asiento. 

No era el tipo de persona que se callaba con facilidad. De vez en cuando podía tener una lengua muy filosa.

—Ardiente —dice Brian. Todos rodamos los ojos.

—Supérame —digo, él niega.

—Nunca nena.

—El de pelo negro, es Ethan, el novio de Alisha, aunque bueno más parece una relación abierta, ambos se acuestan con otras personas —menciona Alice, frunzo el ceño. ¿Para qué estar en una relación si hacen eso?

—Ellos creen que no sabe nadie, pero en el instituto se sabe todo —concuerda Valery.

—Brandon se ha acostado con ella —dice Brian riendo, miro a Brandon que había llegado hace solo unos segundos. Él se encoge de hombros.

—Es una chica fácil y se me entregó en bandeja, tampoco soy de piedra —dice riendo, yo asiento.

Bueno nadie es de piedra, pero si ella no respetaba a su novio, y bueno él tampoco, entonces Brandon no tenía por qué hacerlo.

—El de al lado es Jace —sigue Alice. Valery gruñe.

Miro hacia donde se supone que está Jace. Lo que más me llama la atención es su cabello rojo y que es el que más músculos tiene entre ellos. Chico de gimnasio. 

—¡Ni siquiera menciones su nombre, ese chico es un idiota, no se habla de él! —exclama Valery mirándonos. Alice y yo asentimos.

—Y el que queda es Noah —dice Alicia, que lo mira con detenimiento, sus ojos se encuentran y ella mira rápidamente hacía mí, yo levanto una ceja con la clara advertencia de que luego hablaremos—. No sé mucho de él, solo su nombre.

—Pero si le hablaras podrías saber más de él —habla Brian, Alice se sonroja—. Claro sin sexo, porque con sexo uno no habla.

Entonces Alice tenía una historia con ese chico, que miraba su espalda y por el color rojo de las mejillas de Alice, ella sabía que lo hacía. Valery también tenía un pasado con uno de esos chicos, era un cliché de primera. Al parecer esto sería más divertido de lo que pensé. Estaba ansiosa por saber que me deparaba el destino en esta ciudad. Creo que nunca había tenido tantas ganas de ir al instituto.

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