—¿Qué mierda pasó? —me preguntó Jared saliendo desde la puerta de entrada.—¡Caleb! —escucho a mi madre, pero sólo subo rápidamente a mi habitación y miro con todo el odio que nunca he sentido a Alisha, quien aún tiene la poca decencia de seguir en mi cama.Cierro los ojos cuando veo que esta desnuda y me odio por no recordar nada.—¿Qué hiciste? —le pregunto.Ella me mira como si no supiera de que estoy hablando, como si no hubiera visto a mi morena salir corriendo con lágrimas en sus ojos. Como si no me estuviera matando por dentro.—¡Qué hiciste! —grito.Ella se sobresalta ante la agresividad en mi voz pero no me importa.—¡Mierda, Caleb! —dice Jared desde la puerta.Me paso la mano por el pelo y lo tiro con rabia, agarro la ropa que está en el suelo y se la tiro a Alisha mientras la agarro del brazo y la saco de mi cama sin importarme que este desnuda y que me grita que le hago daño.No me importa.¡Con una mierda que no!—¡Para, Caleb! —dice, no le hago caso y la sigo arrastrando
Decir que estoy nerviosa es poco, las palabras de Caleb prácticamente me han dejado sin palabras, sin aire porque en parte él tiene razón. Nunca hizo nada que me produjera desconfianza, siempre me demostró lo mucho que me amaba.Y ahora, diciéndole a Alisha, amenazándola mejor dicho, de si decía algo en contra mío le haría daño. Que no le importaba perder toda su carrera por mí…Él estaba dispuesto a arruinar la suya para que no se arruinara la mía con las posibles acusaciones de Alisha.El video comienza a reproducirse, es la grabación del lugar en donde hicieron la celebración para Caleb, en la cámara se ve él medio sonriendo, porque la sonrisa no llegaba a sus ojos, de hecho no se veía feliz como debería haber estado y en parte siento algo de culpa de haberme ido. Pero las circunstancias lo ameritaban, cualquiera en mi posición lo habría hecho.El enfoque de la cámara cambia y se ve a Alisha con una botella de cerveza, se ve claramente como le echa algo dentro y luego le pasa la bo
—¿Qué le has dicho?—Tranquilo, solo le di unas pequeñitas amenazas que no logran contener toda la rabia que hay en mí por lo que te hizo, por lo que nos hizo.Caleb mira hacia atrás cuando los chicos se asoman para ver si todo esta bien. Sonrío, porque, ¿qué haría yo sin ellos? ¿Qué sería de mi vida si nunca hubieran aparecido en mi vida?Avanzo hacia ellos y me paro frente a mi cuñado, él abre los brazos porque sabe lo que voy a hacer y yo me adentro con gusto en ellos. Jared deja un beso en mi cabeza y me acaricia la espalda. Él, que fue a verme y a sostenerme cuando no podía parar de llorar y se había esforzado por descubrir que había pasado para que su hermano y yo dejáramos sufrir.—Eres el mejor cuñado que alguien podría pedir, ¿lo sabes? —le pregunto mirándolo. Él sonríe y se echa para atrás con una carcajada que me hace sonreír.—Por supuesto que sí, preciosa y tú definitivamente eres la cuñada más bonita que de seguro voy a tener.—Tenlo por seguro.Le guiño un ojo cuando me
10 años después…Punto de vista de Caleb.—Si no la agarras, probablemente lo noquee —me dice Ethan mientras miramos como morena está hablando con Jared tan enojada que hasta él la mira con miedo. Nos da unas cuantas miradas para que lo ayudemos pero yo muevo la cabeza. No voy a dirigir la ira de mi chica contra mí, por muy placentero que sea el sexo de reconciliación.—Si lo hace, se lo va a merecer —le digo medio riendo. Ethan ríe también pero comete un terrible error, ella lo escucha. Al instante en que el sonido sale de la boca de Ethan él se tensa y ella se da vuelta a mirarnos.—¿Quién de los dos se río? —pregunta molesta.Yo apunto a Ethan para librarme, él en cambio entrecierra los ojos mirándome.Lo siento soldado, pero esta no es mi batalla.—¿Qué es tan gracioso, Ethan? —pregunta ella acercándose a él.Jared en la camilla deja salir un pequeño suspiro al ver que la ira de mi chica se dirige a alguien más. Y es que cuando Trini se enoja, da miedo, mucho miedo y ahora en su e
Habíamos llegado hace dos días a la ciudad donde vivía el hermano de mi padre, él había encontrado una casa para nosotros a solo dos calles de la suya, este lugar era completamente nuevo para mí, bueno en verdad para todos.—Hay muchas chicas lindas aquí —dice Benja, mi hermano gemelo, yo ruedo los ojos.—Para ti todas las chicas son lindas —digo, él asiente sonriendo.—Tu, mejor que nadie dice que todas las chicas son hermosas.—Yo lo digo porque es verdad, en cambio tú, lo dices para poder entrar entre sus piernas —digo, él niega divertido.—Que boca tan vulgar la tuya —dice.Ambos íbamos a entrar a esa escuela cliché, yo simplemente quería volver a mi país, aquí todo era diferente, no vendían las cosas que vendían allá, y la gente parecía tan fuera de lug
La cafetería quedaba a solo unas cuadras de nuestra casa, así que Alice me llevó caminando. Cuando entramos, la cafetería estaba casi llena. Muchos adolescentes y uno que otro padre con sus hijos. Impresionante. Yo simplemente estaba asombrada, el lugar era igual a las cafeterías de las películas, definitivamente un cliché.—Allá están —dijo Alicia apuntando hacia una mesa donde había tres chicas y dos chicos.Sonreí. Definitivamente Benjamín estaría enojadísimo.Caminamos hacia la mesa, todos nos miraron y me sonrieron.—Ella es Trini, mi prima, viene de Chile y ahora vivirá aquí. —dice, todos me saludan—. Ella es Valery, André y Kate —dice apuntando a las chicas, ellas no paran de sonreír en mi dirección. Valery era una chica preciosa de ojos verdes, tez blanca y cabello azul, Andrea era i
Cuando abro los ojos, la cara de Benjamín me recibe, él me mira fijamente, yo no hago nada, solo lo miro, ninguno de los dos dice nada. Él no pestañea y yo tampoco.Es un juego de miradas.Son las quemaditas.Yo siempre ganaba y esta vez no fue la excepción, poco a poco los ojos de Benjamín comenzaron a llenarse de lágrimas, y su cara a ponerse roja, hasta que no pudo aguantar y pestañeo.—¡Siempre me ganas!, revela tu truco —me dice apuntando con el dedo, yo niego con una sonrisa triunfal.—Me sorprende que aún sigas intentando ganarme, me sorprende, hermanito.Abro el tapado de la cama para ir a bañarme, hoy era el primer día en la nueva escuela, y estaba ansiosa por saber si era igual a los libros y películas.—En fin, lo haré algún día, descubriré tu secreto, ¡bruja! —me gritó antes de salir de mi habitación, yo solo reí. Benjamín odiaba perder, y en las quemaditas, perdía siempre.—Trinidad, ¿Estás levantada? —gritó mi madre.Yo me asomé en la puerta para responderle y que me esc
—¡Qué bien que llegaron! —dice Alicia acercándose a nosotros, yo me bajo del Jeep y la abrazo.—Ibamos a pasar a buscarte… —digo, ella asiente.—Si es que tuve que venirme más temprano, un trabajo —dice, yo enarco una ceja.—¿Un trabajo?, ¿El primer día de clases? —pregunto, ella se muerde el labio.—Luego te cuento —dice, yo asiento.—Bueno primita, ¿Me presentas a las chicas? —dice Benjamín dándole su mejor sonrisa, yo ruedo los ojos.—No, Benjamín, no quiero que salgas con nadie —digo mirándolo seria, él me mira.—Hermanita, ¿qué dices?—Cada vez que salgas o te acuestes con una chica, yo me voy a acostar con dos —digo colocando una mano en mi cadera, él abre los ojos, tanto que parece que se le van a salir, Alicia se esta aguantando las ganas de reír.—¿Qué dices?, si tú eres virgen —dice, yo me encojo de hombros, pero quiero reírme.—Ya sabes, Benjamín, tómalo o déjalo.—Pero tengo necesidades —lloriquea—Yo también.—Por supuesto que no, todavía eres chica —dice negando, yo nieg