Irina Williams palideció al sentir la mano del heredero sostenerla, mientras éste parecía disfrutar a placer al ver el miedo en su mirada y sentir que ella estaba a su merced.
__Volveré a casa -dijo temblando- prometo no salir más....es que mamá no sabe, ella se molestará conmigo...¿usted no le dirá, verdad?
__¿Por qué no estás en la fiesta? - preguntó el heredero, y ella hizo un profundo silencio- ¿Te ocultan, no es así?
__¡No, claro que no, no me gustan las fiestas...son aburridas...y ésta es horrible...- mintió aún escondiendo más su rostro.
__Sé que eres Irina Williams, la hija de Amaranta, hermanastra de mi esposa. ¿Algo más que saber?
__Debo volver...era dar un paseo, solo eso.... ¿No dirá usted nada, verdad? Al fin y al cabo ¿Qué le importa? No es problema suyo.
Gael Georgiou se acercó haciéndola temblar aún más, ella volteó para huir y nuevamente fue prisionera por la mano.
__Le contaré al señor Bianchi y a su mujer que quieres escapar de casa, la calle es peligrosa para una chica, y sí, tienes razón, no es mi problema, pero igual le diré.
__¡No, no le diga -temió e hizo para soltarse, pero al ver que era inútil ella continuó planificando su defensa- solo déjeme ir, volveré a casa, está usted loco...si le dice, diré.... que me quería sacar información, que pregunta mucho y que... es un....abusivo.
Gael Georgiou reía sin parar ante los débiles argumentos de Irina.
_Eres una chica muy loca, y además tonta, deberías de hablarme, contarme eso que ocultas. -la soltó y ella lo miró fijo.
_No diga nada al señor Bianchi, él no es bueno, yo solo quería dar un paseo por acá mismo.
_¡No es cierto lo del paseo, mientes! -continuó riendo el heredero y ella volvió adentro corriendo, pasó como un relámpago por la cocina y la señora Delia la vió, no pudo evitar preocuparse y la siguió.
__¿De dónde viene señorita? ¿Qué hacia afuera y con ese morral?
__Para qué le digo si lo sabe, quiero irme de acá, no volver nunca más a esta casa y....
__Señorita...por favor, no lo haga -interrumpió la buena mujer preocupada- Trate de entender que su madre solo quiere lo mejor para usted...
__No es cierto, en qué me favorece su abandono, cómo puede permitir que el señor Bianchi me maltrate, trato de comprenderla pero no puedo, un día voy a odiarla lo sé...un día terminaré odiando a Amaranta....
Las palabras de Irina Williams ya no se contenían, parecía ingenua, una niña aún, pero su alma no resistía, sabía que debía callar pero una rebeldía se adhería a su espíritu.
__Hable con la señora, dígale lo que siente...ella sabrá escucharla y quizás tenga una solución, es posible que...
__¿Qué...? No calles...¿Sabes quién es mi padre...? Si yo supiera, fuera por él...
__No, nooo, pero cómo se le ocurre...
__¿Cómo? ¿Lo conoces...o no?
__¡No señorita, no lo conozco, tu madre tendrá sus motivos...
__No sé ni por qué le digo, usted solo la quiere a ella, son iguales -dijo molesta y la mujer sintió su pesar.
__Señorita...
__Déjeme ya, yo no le importo a nadie, nunca ella iba por mí, siempre recogí migajas de cariño de las madres de mis compañeras, siempre fuí la pobre niña abandonada...hubiese preferido que alguien me adoptara...
__Pero...
__Vaya y dígale, igual qué importa...a usted tampoco la quiero, solo son ustedes.
Irina Williams se metió a su habitación tirando el bolso y sentándose cabizbaja con las manos en la cabeza recordando con temor al millonario Gael Georgiou.
__Ojala no diga que me iba a escapar...es extraño y guapo, no sé cómo se casó con Anabella, bueno esos dos son iguales...
...
Gael Georgiou regresó a la fiesta, vió a Amaranta disfrutando de la decoración mientras tomaba un hermoso lirio.
Se acercó procurando alcanzarla sin llamar su atención.
Ella lo miró y sonrió haciéndose familiar, pero el millonario no sonrió solo tomó una bebida y simulando le dijo.
__Su hija Irina quiere escapar de casa, por suerte la devolví. No sé cuál sea el problema, pero es una chica y la calle es conflictiva.
__¡Qué pena señor Georgiou...gracias, no comente con mi esposo por favor...
__¿Pena y no comentar? ¿Solo eso...? ¿No teme a lo que le pueda ocurrir a su hija?
La mujer calló al ver venir a su esposo, el señor Bianchi tenia un descontento en su rostro.
__Veo que conversan y mi hija está alejada y sola.
__Le preguntaba a su esposa por el tipo de flores que le gustan a mi esposa, mañana será un excelente día...
__Me imagino que le dijo, que a mi hija le gustan las rosas rojas, tan rojas como Carmesí -el señor Bianchi rió, no pudo disimular su encantamiento.
__ Sí, las mujeres adoramos las flores señor Georgiou, Anabella ama las rosas rojas...mi esposo trae siempre para las dos.
El hombre sonrió y enseguida su esposa lo alcanzó con una gran sonrisa de chica mimada que lo tiene todo.
__Vamos a retirarnos, tenemos tarea por hacer -dijo Gael Georgiou sin ninguna simpatía- Creo que pronto complaceremos al abuelo, vamos Anabella.
Ella accedió pero antes recibió todo el cariño de sus padres.
...
Ante la retirada de los nuevos esposos, el señor Bianchi fue con sus invitados y mientras mantenía una alegre y amena comunicación, Amaranta abrió la puerta de la habitación de Irina.
__¿Irina, cómo es eso de que saliste de la casa? -preguntó viéndola parada en la pequeña ventana- Pudo verte mi esposo, que no sé qué es peor, eso de que el señor Georgiou te haya visto. -la chica no se movió e hizo caso omiso, parecía aislada ante su madre- No puedes actuar así, siempre has sido una niña obediente. Dí algo Irina...no crees que es una actitud inmadura de tu parte ser desobediente ante lo que te he pedido...
_No me entiendes, no me quieres y no te importo, por eso siempre he estado sola, siempre me he preguntado porqué no me distes en adopción, al menos alguien me hubiese querido...
_Yo te quiero Irina, hija...a veces la vida nos pone en situaciones difíciles...
_¿Cuales mami? -preguntó secándose las lágrimas- Yo te veo abrazar y querer a Anabella, la amas...no me molesta, ella necesita una mamá como yo necesito un papá, ¿Por qué tú esposo me odia?
El silencio de Amaranta fue notorio, lo pensó antes de responder.
_Los hombres son distintos a las mujeres, nosotras somos más dadas...cariñosas.
_Conmigo no lo eres, yo quiero continuar estudiando, déjame ir a la universidad...prometo seguir obediente como antes, si lo haces seré buena, no como ahora.
_Lo pensaré, estaré pendiente....
Irina se despegó de la ventana y fue y se acostó en la cama ocultando su rostro.
Amaranta se acercó con su mano queriendo tocarla, pero se detuvo y la cerró. Salió de inmediato de la habitación.
***
Gael Georgiou salió enfurecido de la cama, Anabella trató de detenerlo, pero su fuerza la hizo caer en la cama.
_¡No puedes ponerte así mi amor! -dijo su esposa llorando- No te ofendas...por favor -rogó y suplicó- Hoy en día es normal...
_¡No es normal para mí, Anabella...tu padre, ese maldito dice que desde niña he sido el amor de tu vida y resulta que yo me caso contigo por el heredero, pero también porque según eras virgen, y no...tu padre es un idiota e infeliz, me han engañado!
_Mi padre no lo sabe, por favor, no me trates así...son cosas que pasan, yooooo....
_¡Es un engaño, detesto el engaño! ¡Tu mentira te costará! ¡Anabella...jamás me hubiese casado contigo de haberlo sabido, y todavía hiciste el ridículo con ese horrendo vestido blanco, en su momento, lo creí exagerado para una boda civil, pero por creer que en verdad eras inocente, hice caso omiso...
El hombre abandonó la habitación, Anabella lloraba con desconsuelo, no entendía el porqué de su molestia cuando en pleno siglo veintiuno, no hay ese tipo de discriminación hacia la mujer...
Gael Georgiou sabía mover las piezas a su favor, estaba desconcertado, se había hecho una idea de lo que iba a representar Anabella en su vida.Salió fuera de la terraza en medio de la noche con la bata abierta sin importar el frío que hacía en esa noche de invierno.__Enamorada de mi desde siempre y gozando de lo lindo con otro u otros ¿Pretenden engañarme a mí? Jugar con mi inteligencia, y su padre habla como si fuera una joya inmaculada jamás encontrada, haberme casado fue una idiotez de mi parte...nunca me ha gustado lo que otros usan. -Gael Georgiou no razonaba, se sentía engañado profundamente, pero luego de pelear tanto en soledad, recordó a Irina Williams y una carcajada repentina le sobrevino, mientras cerraba su bata, y espetó- ¡Qué chica tan elocuente, es una lástima que me hayas casado con Anabella, pero más el pesar es para mi mentirosa esposa porque si antes me contuve, ahora no, me gusta lo exclusivo y lo prohibido, desde que vi a esa chiquilla no dejó de pensarla..
El joven Matteo Bianchi un joven de corazón puro que ha conocido a su padre con todos sus arrebatos, pero también ha visto a su madre y ha convivido con sus sustos y sus dolores.Nadie lo ha visto quejarse, sino que habita en su propio silencio autoreconociendose entre lo noble y lo malo, entre lo turbio y lo claro.Él vió a Irina Williams retirarse de la mesa, no quitó su vista de ella hasta verla alejarse, no pudo evitarlo, dejó de comer._No entiendo señora Delia -dijo como si calculara sus palabras- ella parece odiarme, yo no sé cómo es Irina, solo que es mi hermana._Niño Matteo, debes obedecer a tu padre, no vengas de este lado aunque te lo ordene. Usted es el varón de los Bianchi y su desobediencia no recae sobre usted, sino del lado que usted elija, usted lo sabe, sea noble para los menos atendidos._Papá, ni mamá, ni aún mi hermana Anabella la quieren, Irina es una chica extraña, yo quiero conocerla, quizás la quiera con todos sus piojos y sus pulgas que tenga._Ay mi niñ
Gael Georgiou regreso a casa y vió a su esposa muy relajada después del baño de espuma, ella al verlo se puso muy coqueta._ Vístete que vamos a salir. -dijo tras una frialdad en su carácter._Gael, cariño..._Anabella, vamos a casa de tus padres, creí que estabas interesada en saber lo que le ha sucedido a Amaranta._Ella está bien, mi padre es un alarmista._¿Cómo lo sabes? -preguntó él esperando escuchar algo que justifique su despreocupación- Si tu padre te llamó es porque te necesita, al punto que me llamó a mi, dice que te niegas a ir porque yo te lo prohibí._Cariño, si conocieras a mi padre podrías comprenderme, hace una tormenta en un vaso de agua, mamá está bien._¿No irás a verla? -preguntó nuevamente._No, ¿Para qué? Es nuestra luna de miel y debemos aprovechar para buscar a nuestro heredero._Okey, ¿no vas entonces?, pero yo sí. Amaranta es tu madre..._No lo es, mi madre murió...es cierto que ella me ha cuidado y,..._No puedo creerlo, da su vida por ti -rió con malici
Los días transcurrían velozmente, e Irina recibió el trato que el señor Bianchi creyó que le correspondía, aprovechando que Amaranta estaba de reposo y se mantenía en su habitación, él le mandó a poner el uniforme de servicio de cocina.Ella lo hizo y se mostró atenta a cumplir con los quehaceres que le correspondía, Delia quiso detenerla, pero fue inevitable._Es la forma de pagar lo que consumo en esta casa, dice que no tendré remuneración más que techo y comida, y me parece justo, ¿por qué a usted no?_No quiero verla así, no lo merece..._Yo no soy su hija Delia, no tengo familia, eso dijo ese señor y estoy de acuerdo...la señora Amaranta debió morir de una vez, no se lo deseo, pero eso hubiese sido lo mejor..._¡¿Qué estás diciendo niña Irina?! - la mujer se contuvo alarmada._Irina la bastarda, esa soy yo, envíteme el niña... y el Williams, no quiero nada de esa odiosa mujer, aparte de infeliz, mala madre, es cobarde...se tiende a morirse para que ese permanezca a su lado cons
Amaranta se levantó y fue directo a la cocina y allí estaba Irina Williams; su hija. Ella día a día trapeaba el piso y en esa ocasión fue justo para su madre verla._Señora Amaranta, Dios mío...-corrió a recibirlas Delia, ¿qué hace acá?Irina no se detuvo, siguió como si nada pasaba, y su madre respiró profundo ante el dolor de verla tan ajena._Irina, puedes lavar la loza también -dijo su madre mostrándose fuerte._Señora vuelva a la cama, por favor...el señor Bianchi se molestará..._Irina, levántate de allí, te estoy hablando...soy tu madre._Señora, se lo suplico, deje a la niña que haga lo que está haciendo...ella está bien, dice que...el trabajo la relaja._Delia, que me de la cara, quiero verla antes de volver a mi habitación... Irina, Irina mírame...-la chica se levantó y caminó haciendo caso omiso a su madre, jamás le dió la cara y la mujer lloró terriblemente mientras volvía a su habitación._Señora, debe recuperarse, el doctor ha sido claro..._Me odia, yo lo sé, mi hija me
Delia llegó agitada de sus compras, sus alterados nervios la hizo llegar hasta Amaranta, ella dormía profundamente.Era inevitable sentirse de esa manera cada vez que Gael Georgiou la buscaba por alguna información.No paraba de mirar a Amaranta, las lágrimas fluían incesante y nada podía hacer sino detenerse a llorar._Ay Señora, ¿qué voy a hacer con tantos secretos? -pensó sintiéndose atemorizada ante lo dicho por Gael Giorgio- Es cierto que usted ha apartado a Irina Williams, pero lo hizo por amor a su propia hija, mi señora, era un compromiso al que usted no podía faltar, ya que su familia, específicamente su padre la obligó a casarse con el señor Bianchi. Señora amaranta usted no merecía ésto, usted no merecía vivir una vida así, una vida de sobresaltos, de dolor, pero tenía que hacerlo...solo así podía tener a su hija cerca y no darla en adopción, es un sacrificio mi señora, es un sacrificio que ahora usted paga a un precio muy elevado, siquiera cuando la niña estaba en la cas
Amaranta entró a su casa, de inmediato fue a su habitación y con ella Delia, ambas mujeres estaban realmente perturbadas.El joven Matteo como ya se le había hecho costumbre se había quedado para buscar sus alimentos en la cocina, así podía ver a Irina aunque ella no le hablaba.Allí quedaba aislado viéndola y ella terminaba por esconderse como si huyera de aquel lugar en donde estuviera su hermano.Mientras en la habitación Amaranta lloró de la impotencia, no podía contenerse con su rostro endurecido y un espasmo de dolor en su pecho._¿Señora usted vió lo mismo que yo? -preguntó Delia atormentada - ¿Acaso ese hombre si es Sams Ferrari?_Lo es..._Señora hay un problema mayor, el señor Gael Georgiou, sabe mucho señora, sabe que Irina es una niña despreciada en esta casa, y ha puesto sus ojos en ella, dice que si usted no hace nada para salvarla del señor Bianchi y de sus maltratos, él lo hará, dice que en el momento que Irina quiera escapar de esta casa será él quien se la lleve y n
Gael Georgiou llegó a casa con su dolida esposa, permanencia en silencio ante la realidad, se encerró en su biblioteca.Su abuelo se acercó, estaba feliz de creer en algo que era sumamente imposible, ya que Anabella Bianchi era estéril._¿Tienes noticias para mí? -preguntó el anciano- dime por favor... ¿Ya tendremos o ya viene en camino nuestro heredero?_No abuelo es una falsa alarma, Anabella no está embarazada._¡No puede ser! Si ya han pasado varios meses, ¿Estás haciendo tu tarea bien? -preguntó de inmediato - Todo ésto me resulta extraño.-Gael Georgiou rió ante las ocurrencias de su abuelo._Como debe ser abuelo, en verdad he venido haciendo lo que tengo que hacer. Hay que darle tiempo -ocultó la verdad.***Los Bianchi estaban consternados por la noticia, no sabían qué hacer, ni que decír, Amaranta miraba a su esposo no sabía cómo iba a reaccionar ante esta realidad._Hay cosas que se puede hacer -dijo el hombre con arrogancia- no voy a permitir que mi hija sufra, ya se abrió