Capítulo 30. Conociendo a mi padre.
_¡Abuelo...! -Irina lloró al ver a Augusto Georgiou - Qué bueno que viniste...¿Por qué te olvidaste de mí, abuelo? -se abrazó al viejo sintiéndose protegida del mundo, ésto significaba él para ella.

_Nunca me olvido de mi nieta, solo la protejo. -dijo feliz- no puedo creer que me reclames...

_Perdóname, a veces no entiendo algunas cosas, mi psicóloga dice que...es dependencia emocional de los que me dan muestras de atención y cariño. Yo sé que me quieres mucho abuelo, me lo has demostrado, pero ella insiste que debo soltar.

_¿Eso te dijo? Qué mala esa psicóloga, debería preguntarme a mi si yo quiero que me sueltes.

_Claro abuelo, yo tengo la culpa, es que yo le conté de tu abandono, que me diste mucha atención y ya luego me dejaste para que me cuiden y no te importa si te extraño o no.

_Ya eso es consentimiento tuyo, no vayas a ponerte tonta con tanto cariño aunque creo que así será. Lo obvio es que estás mimada.

_No soy tonta abuelo...

_Irina, vine acompañado por alguien que quiere co
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